Mi vecina 6

Continuación de mi vecina 5, y al final se pensará lo que le dije. Podré hacer un trio o solo que nos vean.

Eran las doce de la noche y nos quedaba toda la noche. Nos acurrucamos haciendo la cuchara, mientras le cogía un pecho y le besaba el hombro, estuvimos así hasta el siguiente asalto.

Al rato empezó a culear, ronroneando, se dio la vuelta y me beso en los labios con dulzura. Nos mirábamos a los ojos mientras sentíamos los labios de cada uno en el otro. Me empezó a acariciar con su uñas y dedos mis testículos, es mi parte mas sensible, solté un gruñido “Agggrrrrrrr” y me dejé llevar por sus caricias. Mientras nos besamos y mi mano buscaba su pezón que comenzaba a ponerse otra vez duro. Poco a poco fue bajando besándome los pechos, el ombligo y cuando llego a mi polla, que empezaba a despertar, empezó a lamerla como si fuese un helado, llevando a un placer enorme. Mientras me la lamia me miraba directamente a los ojos, para cerrarlos y volver a metérsela en la boca mordiéndola y poniéndola otra vez dura.

Una vez que la tenia como ella quería, a punto de reventar por la dureza que tenía, paro, me miro y me dijo:

“Ahora te voy a cabalgar yo a ti”

Empezó a subir como una gata y cuando llego a la altura de mi polla, reflejo su vagina por ella para que se lubricase, bajando lentamente e introduciéndosela dentro de ella. Los dos gemimos de placer.

Era una hembra de armas tomar.

“Hoy dormiremos poco, lo sabes no”

Sentía mi polla dentro de ella y como se movía, para darme el máximo placer. Le dije:

“Bésame”

Empezó primero a bajar lentamente sus pechos y cuando los tuve a la altura de mi boca empecé a mamarlos como si la vida me fuese en ello. Los mordía, los lamia mientras ella seguía moviéndose gimiendo y teniendo orgasmos unos tras otros. Poco a poco puso sus labios cerca de los míos y empezamos a besarnos como si no quisiésemos tocarnos, pero tocándonos, hasta terminar en un maravilloso beso donde nuestras lenguas jugaban y nos daban un placer enorme.

Se paro de golpe, arqueo el cuerpo hacia atrás y empezó a gemir como una loca diciéndome:

“Más más más”

Prácticamente se tumbo de espaldas en la cama ensartada en mi polla, estaba notando un placer inmenso, hasta que ella pego un gemido, que si hubiese estado los vecinos se escandalizarían, los de la calle si estaban pasando seguro. Había vuelto a tener otro orgasmo, notaba como sus paredes se contraían apresando a mi polla entre ellas. Estábamos sudorosos pero deseosos de seguir.

Estaba radiante de alegría y en la cara se le notaba un placer enorme, yo no me había corrido así que sin salirme de ella le di la vuelta y nos pusimos a hacer el misionero. Primero entraba y salida poco a poco notando como se estremecía. Quería volver a llevarla al mayor éxtasis, y le dije: “Cierra las piernas”

Me dijo: “Como, ¿cerrar las piernas?”

Le dije: “Si, cierra tus piernas que yo abro las mías y veras”

Al hacerlo mi polla quedo muchas más presionada, dándome un enorme placer a la vez que ella lo recibía. Cuando se la metí un par de veces me dijo:

“Joderrrrrr, esto es impresionante, que placer, no pares”

Continuaba entrando poco a poco y a veces con más energía como si quisiese atravesarla con mi polla. Me pedía a gritos que no parase que estaba a punto de otro super orgasmo. Me puse como flexionando a lo que ella aprovechaba para morderme los pezones y chillar de placer. Estaba a punto de correrme, pero quería disfrutar de ella todo lo posible, ella viendo que estaba apunto de estallar me dijo:

“Préñame, lléname con tu leche calentita, preñameeeeeeeee, agggggrrrrrrrrr”

Estaba teniendo su ansiado orgasmo.

Al oír esas palabras y sentir sus orgasmos no aguanté mas y me volví a correr dentro de ella diciéndole: “Te preñoooooooo, aggggggggggggggggg”.

Caí rendido en sus pechos, me eché a un lado sin dejar de salir dentro de ella, estábamos sudando, su cuerpo brillaba, estaba preciosa. No empezamos a besar con mucha dulzura y me dijo:

“Espera”

Y notando como mi polla ya flácida se empezaba a salir, me sonrió y se fue en su búsqueda para limpiármela y dejarla reluciente. Mientras ponía mi mano en su vagina, recogiendo los restos de mi semen y sus fluidos que salían y se los refregué por sus pechos, que comencé a devorarlos. Para terminar besándonos, mezclando los fluidos que teníamos cada uno en nuestras bocas. Ahora si caímos rendidos y viendo que ya si estaba totalmente entregada le dije:

“¿Te gustaría que nos viesen hacerlo, sin nosotros ver quien lo hace?”

Me miro y me dijo: “¿Estás loco?”

La miré a los ojos y le dije:

“Si te dijesen que ya nos han visto”

“Me moriría”, me contesto, “¿Sabes quién?”

“Sí”, le dije, “además le gusto y……”

“¿Quién es”? me grito desesperada

La mire y le dije: “No te preocupes no dirá nada, seguro que le gustaría volver a vernos y quien sabe si participar jejejeje”

“Tú estás loco, ¿dime quién es?”

“Sí te lo dijo me tienes que prometer no decir nada, sino no te lo diré”

“Prometido, no le diré nada, pero me moriré de vergüenza si la conozco”

“Me lo has prometido, sino dejaremos de vernos”

“Eso no, quiero volver a verte y a disfrutar de tu cuerpo. ¿Dime quién es?”

“Vale”, le dije

“Es María Dolores, tu vecina”

Me miro y empezó a llorar. Le hice echarse en mi pecho y empecé a consolarla, diciéndole que no se tenia que preocupar de nada. Que María Dolores no diría nada y mira él porque

Le enseñe las dos fotos que me había mandado en bikini y en ropa interior. Viendo las fotos y lo que me había escrito, se quedo más tranquila. Viendo que estaba relajada, le dije:

“A mí si me gustaría volver a hacerlo contigo y que ella nos viese, y ver como se masturba viéndonos o sino solo viéndonos”

“Eso no creo que pase” me dijo

Ya no había dicho que no, así que lo deje correr y nos quedamos dormido ella echada sobre mi pecho.

Pero la noche no había terminado, porque al despertarse comenzó de nuevo a besarme despertándome y al mirarla me dijo:

“Te deseo, deseo que me hagas tuya”

Le sonreí

Me miró y me dijo:

“Quiero sentirte otra vez dentro de mí”

Y sonriendo me dijo: “Quiero sentirte como me enculas y me llenas de leche”

Al ori esas palabras mi polla empezó a levantarse, no me lo podía creer, no pensé que se fue a poner así. Ella viendo eso, sonrió y empezó a acariciarla, para terminar metiéndosela en la boca ensalivándola y poniéndola dura. Yo le dije: “Hagamos un 69 y te lubrico”

Así empecé a lamer y ensalivar su culito mientras no soltaba mi polla metida en su dulce boquita. Cuando creí que estaba ya bien lubricado le metí un par de deditos para que no le costase tanto entrar. Gemía, cada vez que le metía y sacaba los dedos. Ya estaba preparada, y le dije ponte a cuatro patas.

Se levanto y me miro con una cara de lujuria que no se la había visto antes, se abrió un poco sus nalgas para que lo viese bien y empecé a meter poco a poco mi capullo, esté estaba gordo como nunca. Ví como iba entrando poco a poco, cuando notaba un quejido de dolor paraba y volvía atrás, agradeciéndomelo ella con un gemido de placer. Así estuve hasta que su culito se fue dilatando y cada vez entraba más, pero lo volvía a sacar. Ella gemía de placer y apretaba su culito para darme un placer supremo, me decía:

“Métemela, métela, no la saques agggggggggg”

Ya la tenia totalmente dentro de ella, mis testículos chocaban con sus nalgas. Lo único que se oía eran nuestros gemidos de placer.

SE le oía decir; “No pares no pares que me corro, aggggggggg”

Aproveche lo salida que estaba para decirle: “Piensa que nos está viendo María Dolores, que se está masturbando viéndonos”

De su boca salió un “Siiiiiiiiii”, notaba como se estaba corriendo manchando las sabanas “No pares quiero masssssss agggggggggrrrrrrr”

Yo estaba apunto de terminar me estaba apretando cada vez que se corría y sabía que no iba a aguantar mucho mas tiempo, pero no quería terminar sin hacerle la pregunta

“¿Te gustaría que nos viese?”

A lo que ella se volvió y viendo como la culeaba me dijo:

“Siiiiiiiiiiii, quiero que nos vea y nosotros verla como se masturba agggggggggggggggggggg. Córrete me vas a matar”

Al oír esas palabras, empecé a soltar leche por mi polla que veía como se salía por los laterales de mi polla. Caí rendido sobre ella y ahora sí Morfeo nos llevo en sus brazos hasta un placentero sueño.

A las 7 sonó mi alarma, trabajaba ese día. Allí estábamos los dos desnudos pegados y con un olor a sexo que inundaba toda la habitación. Nos despertamos y nos besamos; para rápidamente meternos en la ducha había prisa yo para el trabajo y ella que la hija llegaba a media mañana. Antes de irse me dijo dándome un morreo

“Ya hablamos de lo de anoche”

“¿De qué le dije yo?” Sabiendo a lo que se refería

“A lo de que nos vean”

Se fue y sonreí, tenia que jugar muy bien mis cartas para ver si podía suceder y quien sabe si estar con las dos.

Gracias a los lectores y espero no defraudarles.