Mi vecina 2

Por fin disfrutamos de nuestros cuerpos y fluidos. Pero tenemos una espectadora.

Ante todo, decir que aquel fue mi primer relato, espero os haya gustado. Continuaré con lo que paso, después de nuestra primera noche no nos veíamos tanto y si lo hacíamos o estaba el marido o sus hijos; mi pareja no vive conmigo, pero a veces se suele quedar algunos días.

Como estamos liados en la comunidad en arreglar el edificio, me hizo falta un papel que tenía mi vecino, su marido, hablé con él para que me lo diese y me dijo que me lo mandaría por whasapt. Al cabo de un rato recibo un whasapt de un desconocido, era ella, mandándome lo que me hacia falta. Había conseguido su teléfono y ella el mío, que sucedería.

Estando en la azotea recibo un whasapt, que decía: “Mira a la cocina”, se asomé y la vi fumándose un cigarro con una camiseta estrecha que se le marcaban los pezones. Me miro, sonrió y le dio una calada al cigarro y empezó a quitarse la camiseta. Aparecieron ante mi mirada, unos dulces y tiernos pechos con unos pezones duros como pitones, empezó a acariciarlos mientras su mirada lasciva se cruzaba con la mía. Me sonrió y echo la persiana, al momento recibí un whasapt que decía: “Por hoy vale”.

Esa tarde vino mi pareja y por la noche estuvimos teniendo noche gran noche de sexo, haciéndola gemir fuerte y llenándola con todo el semen que tenia acumulado. Por la mañana, en el trabajo recibí un whasapt que me decía: “Vaya manera de gemir la de anoche, que bien lo pasaste”, a lo que le respondí: “me hubiese gustado que hubieses sido tú”. Hubo silencio y no recibí ninguna respuesta. A la hora recibí un emoticono de tristeza, que significaría.

Así estuvimos varias veces, hasta que, ya entrado el verano, ellos montan una piscina en la azotea, no muy grande, pero puede uno refrescarse, recibí un whasapt: “Esta noche estaré en la piscina”. Estuve nervioso toda la tarde, esperando que llegase la noche, me recorte la barbita, me duche y para disimular puse una lavadora para ir a tenderla. A eso de las 10 de la noche, subí y allí estaba Loli, con un bikini verde cacería que la hacia una diosa divina. Me dijo como es luna llena apaga la luz. La apagué y cuando volví estaba dentro de la piscina y me dijo si quería acompañarla, que su marido e hijos estaban en la presentación del equipo de futbol de la hija y no llegarían hasta las 11. No me lo pensé y me fui para la piscina, pero no llevaba bañador. Me miro, sonrió y me dijo no mojes las calzonas ni los boxes. Me desnudé y entre en la piscina, me fui para ella y empecé a besarle por el cuelo y acariciar su cuerpo. Ella se fue directamente a mi polla dura y empezó a sobármela. Empecé a besarle con suavidad sus labios, sin meter la lengua para hacerla desearme más. Su respiración estaba agitada y empecé a quitarle la parte de arriba del bikini, dejando libre esos manjares que desea comerme. Comencé a bajar mis manos para quitarle la parte del bikini que llevaba puesta, las braguitas, pero me detuvo y me dijo “después”.

Me senté en la piscina y se puso encima mira, refregando su braga bikini por mi polla dura, estaba fuera de sí, quería follarmela allí mismo. Mientras nos besábamos con pasión y me dejaba besarle y mamarle los pechos, estaba en la gloria. Al momento se levantó y salió de la piscina déjame a dos velas, pero fue por una toalla la puso en el suelo y me dijo ven. No me lo pensé y salí desnudo, ella estaba tumbada y empecé a besarla y acariciar sus pechos, ella gemía cada vez más. Fui bajando con mi boca lamiendo todo su cuerpo, cuando llegué a su ombligo suspiro y se echó para atrás y abrió sus piernas. Poco a poco llegue hasta su braga mordiéndolas y sacándole mas que un suspiro diría yo que un gran gemido. Con mi boca, y ayuda de mis manos, empecé a quitarle el lazo que tenia su bikini, dejando al descubierto ese coñito brillante y totalmente rasurado. Le di un beso, y creo que se corrió. Ahora entro en acción mi lengua jugando con sus labios y su ingle dejándole siempre las ganas, hasta que ya se fui por su botón que quería estallar y empecé a comérmelo. No paraba de gemir y de dejar salir sus fluidos. Estaba por fin haciendo lo que mas deseaba a parte de follarmela, comerle el coño y que sus flujos me llenasen la boca y cara. Pero quería más, deseaba que tuviese un super orgasmo, que su cuerpo se estremeciese al tenerlo. Por fin obtuve mi premio, empezó a tensarme suspiró y en vez de gemir chillo cuando obtuvo el orgasmo que mi hábil lengua le había conseguido, Me dijo que parase que no podía respirar, la mire y me fui para su boca, pero antes recorrí su cuerpo, recreándome en sus pechos hasta llegar a su boca y fundirnos en un apasionado beso, donde nuestras lenguas jugaban entre ellas. Paró, me miró y me dijo “tú turno”, se arrodillo y empezó a jugar con sus manos con mis huevos y polla, está estaba como un mástil. Empezó a pasarle la lengua por todos sitios, me estaba llevando al clímax, sin habérsela metido en la boca. Oí un ruido y mire a la puerta de la entrada de la azotea, creí ver algo moverse, pero no me fije mucho, porqué en ese se la metió en la de golpe en la boca y empezó una de las mejores mamadas que me estaban haciendo. Se la sacaba de la boca y me miraba a los ojos como una mirada que decía follame.

Al volver a metérsela, volví a mirar hacia la puerta y ví a mi otra vecina acariciándose los pechos y masturbándose. No dije nada porque en ese momento empecé a correrme y sentía como ella no se la sacaba de la boca y no dejaba escapar ni una gota de mi semen y se lo trago. En ese momento oí un gemido suave y miré, era mi otra vecina que se corría y nuestras miradas se cruzaron, salió corriendo y se fue. Loli, no se había dado cuenta, se levantó y empezó a besarme quería que volviese a saborear me semen en su boca. Estuvimos mezclando nuestros flujos y no volvimos a meter en la piscina, me senté y se puso encima de mí, estaba si noté su coñito en mi polla, pero estaba después de esta batalla estaba un poco tonto. Ella hizo como si me estuviese follando mientras nos besábamos y me daba a mamar sus pechos. Gemíamos de placer los dos, cuando se empezó a poner otra vez dura, ella dijo, hoy no, se levanto y se puso las bragas del bikini. Estuvimos un rato disfrutando de nuestros cuerpos, hasta que ya era hora de irme, eran cerca de las 11 y no quería que me viesen bajar de la azotea estando ella allí. Bueno que no me viese su marido e hijos, pero alguien si nos había visto a ver que diría. Esa noche cuando me estaba duchando empecé a recordar “el baño” y me empecé a masturbarme, gimiendo fuerte por si ella me oía, y me escucho. Recibí un whasapt que me decía, “todavía tenías ganas”. Al acostarme estuve pensando en lo sucedido y en la mirona, tendría que intentar follarme a mi otra vecina casada. Pero ya Morfeo me recogió en sus brazos y caí rendido.

“Espero os haya gustado este segundo relato, espero vuestros comentarios.”