Mi universitaria (2)
Cuando estoy caliente, quiero jugar a algo húmedo y fresco.
Yo estaba caliente para ella, y ella se baña en la ducha (que era un fetiche sexual para mí). Por favor, refiérase a esta mujer como mi fiebre.
Y, estoy jugando con ella en el baño.
Está
desnuda, no sólo quedarse con la tentación de su cuerpo. Se siente su cuerpo caliente. La seduje para echarnos en el sueño y permanecer bien desnudos ¿Tu sientes su cuerpo caliente, mojado y con espuma mientras usas tu mayor locura? Si usted no ha notado, no sé cómo ha encontrado mis palabras. Yo comprimía una de sus tetas y flotaba su entrepierna. Ella disfrutaba –con gimoteos- de mí de emoción.
- Se siente tan bien que estás empezando a aflojarte –lamí lentamente su espalda-. El jabón no sería suficiente para que estuviera tan mojado y resbaladizo.
Me arrimé a su trasero alzando y comprobé que tan calado estaba su entrepierna.
- Ya está todo listo –acerqué mis dedos a esa parte-. Podemos empezar con un dedo .
Introduje dos dedos mientras apretaba la parte baja de su vagina. Oí sus gritos de exaltación y queja, retorcía su cuerpo, pero yo mantuve mis dedos dentro. Notaba todo blando e impregnado. Apreté para dentro, ella clamó con gemidos suspirantes. Y una vez más, toque hasta donde alcancé, y dos chorros se lanzaron hacia afuera. Ella disfrutó de un orgasmo con mis dedos dentro. Su voz se achicaba cuando terminaba de correrse, una charca de líquido cerca de sus piernas. Se debilitó recostada de lado en el suelo, yo me asombré por su reacción.
- Realmente haces un espectáculo cuando te corres – sacaba los dedos-. Ahora voy a limpiarte.
Ella se sobresaltó levantando su mirada, estaba viendo como usaba mi boca para beber de su jugo de su entrepierna.
-Nooo –gritó-, ahí no… Para.
Sorbía todo, apretaba mi lengua en su interior y probaba su apetito.
- ¡NOOOOOOOO!
-Estás retorciéndotecomo si quisieras algo…
-AAHHH… -miraba fijamente su coño y se lo apretaba-. No mires.
- Casi es como si estuviera diciendo que quiere comerse mi pene.
-Por favor, no digas esas cosas.
- Creo que está bien que lo ponga ya dentro.
Sujetaba su trasero y abría sus nalgas. Mi polla crispó estando cerca de su vagina.
-Por… favor… -rogaba mirando hacia atrás-, dame un pequeño descanso…
Arrime mi pene usando la cabeza en la entrada.
- Lo siento, no puedo esperar…
Yo no podía estar quieto, la penetré con mi polla rápidamente. Gritó al sentirla dentro. Me gustó la sensación de penetración con su interior. Todo fue intensamente profundo, agarré sus nalgas y miré fuerte como había entrado por completo. Ella estaba tan apretada y mojada. Empecé a embestir suave para ella. Ella se negó y suspiró con cada golpe contra su culo erguido. Su cuerpo estaba tan mojado que me excitaba, ella echada y yo agitando su trasero. Su espalda era tan brillante, que se pasó mi lengua de abajo hacia arriba, cubriendo sus hombros y sosteniendo su vientre. Ella se arrastra a cuatro patas. Lamí su espalda y empujaba contra su trasero cada vez más rápido e intensamente. Sus voces me animaron a continuar, los sonidos que sentían eran vibraciones para mí.
-Despacio… -suplicaba.
Se inclinó hacia mí, su cuerpo se metió más intrínseco. Sostuve sus pechos, estaba temblando mi polla.
- Vecina… ¿cómo estás? -
Lamiendo una de sus orejas con la mano cerca de su boca-. ¿Te sientes bien?
-Yo… -suspiraba-. Realmente no lo sé.
- Eres tan linda.
Sujeto su lengua jugosa, introdujo el dedo en la boca. Ella tomó su cuerpo para retener. La acaricio su cuerpo y pecho. Sacudo con abundancia su enérgico culo. Abrazo su cuerpo, tomo su pezón, y sentado de piernas abiertas, mi profunda polla tocó. Ella lo siente, y contra más muevo, más noto la energía. Lo más intenso sentía, ella jala con sus saltos.
-Oh, no… -expresó-. Yo… yo me… pronto…
- Adelante –le dije-, no te detengas .
Me di cuenta de la sensación de calor en su interior, sobre los ataques que aparecen de mi polla presuntuosa de una urgente necesidad. Ella me está bañando cuando se corría tan pronto. Todo su cuerpo está temblando, y se encogió de hombros. Mi semen también sale y la llena, incluso sale fuera para salpicar el suelo. Su grito era una conexión divertida e intensa.
-Gracias por lo de hoy –la estreché entre mis brazos-. Realmente me anime.
-Yo estoy… feliz…
- ¿Podrías limpiármela? -comenzó a chupar mi pene.
Después de hacerlo con ella un poco, yo quería ir a trabajar a la mañana siguiente, que era un consuelo más animado. No había dormido tan bien en mucho tiempo. Abrí la puerta de mi casa esa mañana, ella estaba esperando en la pared.
- Vecina… –me acerqué-, gracias de nuevo por lo de ayer .
-Que te vaya bien en el trabajo –saco comida envuelta en un recipiente-. Te estaré esperando para comer.
No sé lo que significa cuando lo dijo, pero hay que prepararlo todo, ya que usted lo entiende, ¿verdad? Me molestó la corbata, por eso me lo aflojé mientras pensaba.
- Me voy ahora .
-Buen viaje.
Ella me dio un beso de despedida; un gesto prometedor.