MI ULTIMO AÑO BISIESTO parte 4
Mi noche de bodas con el jefe y cuatro concubinas. Tenia que esforzarme
MI ÚLTIMO AÑO BISIESTO
4ª PARTE
Me sentí cohibida ante ellas para coger. Él mientras le encantaba apretar una y mil veces los pliegues formados en mi cadera por la gordura. Apretaba mi estomago, mi abultadas nalgas y era feliz, se reía con esa sonrisa en la cual le faltaban varios dientes. Cerré mis ojos, como no sabia que hacer, por sus costumbres me quede esperándolo a él. No sabia si le gustaría tomara con la mano su enorme pija, si podía o no besarla y chuparla. Para colmo, eso me falto hablarlo con Fierecilla, como mujer que hacia y que no.
Me chupo las tetas y pezones. Yo pensaba solo en lubricarme bien, sino me mataría con semejante pinjo. Su mano, mientras seguía chupando mis tetas fue a mi concha y respire aliviada, al sentir sus dedos abrir mis labios vaginales y luego recorrer toda mi concha con sus dedos. Sentí empecé a mojarme. Nunca me había mojado tan pronto, no se si por la excitación, alguna fantasía perdida y desconocida. El momento, el lugar. La cuestión es que muy poco tiempo estaba lista para recibir el vergon ese. El se levanto se ubico entre mis piernas. No me atreví a pedirle la ingresara lentamente, capaz se enojaba, así que me arme de valor y abrí bien mis piernas a la espera. El acerco su pija a mi entrada, la tomo en su mano y golpeaba la cabeza de su pene mis labios vaginales. Por fin se decidió y la empezó a ingresar. Debo confesar que lo hizo como yo quería, sin pedírselo, lentamente.
Una vez estaba toda adentro, no se como hice, comenzamos a movernos aumentando la velocidad paso a paso, mientras el besaba mi rostro y mis labios. Abrí mi boca y el seguí besando. Saque mi lengua afuera buscando que me diera la suya. Al ver que no lo hacia, metí mi lengua en esa boca con pocos dientes y la toque yo. Parece le gusto, porque enseguida reacciono e hizo lo mismo. Su mano derecha apretaba mis tetas y el movimiento se hizo frenético.
CEBRA: ven, lléname de tu semen, te espero. (Le susurre al oído)
Solo escuche sonidos de su boca. Y seguí excitándolo
CEBRA: lléname, préñame, te gusta gordita assiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiohhhhhhhhhhhhh siiiii, acábame biennnnnnnadentrooooooo
Sentí que gran cantidad de semen se derramaba dentro mío, caliente. Nos quedamos ambos tendidos en la cama. Ellas comentaban entre ellas en secreto.
JEFE: bien CEBRA, has cumplido. Pero te necesito con más peso
CEBRA: Jefe estoy el doble de lo que vine (y era realidad, lastima no había balanza, pero llegue con 56 o 57 kilos y quería mas. Creo que desde que llegue y en especial los últimos, los de mandioca y agua debo haber aumentado mas de 50) no, por favor, no quiero mas mandioca.
JEFE: mujeres mías (todas miraron a ver que decía el jefe) a partir de mañana CEBRA solo comerá mandioca con agua, hasta que ordene lo contrario.
Todas asintieron con la cabeza y yo me sentía abatida. De nuevo mandioca, cuanto quería que pesara. Ya estaba deforme con 50 kilos mas, ni que decir si quedaba preñada, me iban a tener que llevar. Se volvió a acostar a mi lado
CEBRA: hasta cuando deberé comerla?
JEFE: quieres la jaula?
CEBRA: no, no por favor, no lo resistiría.
JEFE: ven
Me acerque y quería cogerme de nuevo y pese a todo yo estaba dispuesta a hacerlo. Solo quería saber algo antes
CEBRA: antes quería decirte algo
JEFE: si es por tu comida olvídalo
CEBRA: no es por eso.
JEFE: dime
CEBRA: (no sabia como encararlo y si le gustaría lo que iba a decirle) no se como decirlo
JEFE: tengo poca paciencia, dilo
CEBRA: acá, siempre la mujer espera al hombre para coger
JEFE: así es
CEBRA: nunca supiste de allá de donde vengo yo, como es
JEFE: nunca. Como es
CEBRA: busca, chupa y de todo
JEFE: no entiendo. Dilo mas claro
CEBRA: veo que acá. Es inútil hablarlo
JEFE: hazlo como sabes, a ver
Lo mire y luego a las otras concubinas. Pensé si valía la pena jugarse. Deseche todo y me lance, era mi nueva viva y debía disfrutar del sexo. Me tire a lo largo sobre el, bese su curtido rostro. Metí mi lengua en su boca y el jugo con la mía. Chupones su cuello, mordí el lóbulo de su oreja y fui bajando apretando mis tetas sobre su cuerpo. Para que sintiera el mío. Bese sus pectorales y seguí bajando, mi lengua jugo con su ombligo, al tiempo que mi mano pasaba por sus piernas desde las rodillas a su cintura. Sentí debajo mío crecer su pija. Su hermosa y grande pija. Pase con mis tetas refregándola y mi boca llego a ella. Tome el glande lo tire hacia adelante pegándolo a cuerpo, mientras con mi otra mano tomaba mi cabellera y lo tiraba hacia, para que no me viniera a la cara. Había crecido mucho en estos lugares y no se porque, si el agua o el clima.
Una vez su glande estaba pegada al cuerpo, mi boca fue al nacimiento de su pija y pase mi lengua. Puse un testículo dentro de mi boca y lo succione. Luego el otro. Mis ojos como siempre cuando una esta chupando una pija, miraron su rostro. Un poco reclinado hacia adelante no se perdía detalle de lo mío. Su cara denotaba satisfacción.
Volví a tirar mi cabello hacia atrás y mi lengua comenzó a subir lamiendo su negro u grueso tronco. Note que se removía inquieto de placer y seguí
Llegue al grande y mi lengua jugaba con su orificio, haciendo exclamar palabras que no entendía. No quería que acabara ahí, quería que me cogiera, que me llenara de leche. Me senté sobre él y puse su mojada pija despaciosamente dentro de mi concha. Mi pelo se vino para adelante, pero ya no importaba. Empecé a galopear sobre él, frenéticamente. El empezó a moverse. Cada subir y bajar mío las tetas bamboleando se acercaban a su boca. El trataba de, abriendo la boca, de atrapar mi pezones. Apoye mi torso en el suyo y pareció derretirse. Me senté nuevamente y me puse con el torso derecho, agarrando mis tetas con mis manos las apretaba ofreciéndolas. El saco mis manos y puso las suyas apretándome mientras sus pulgares refregaban mis parados pezones. Vi que parecía que iba acabar y me acelere yo.
CEBRA: si jefe, así, no pare por favor. Asiiiiii
Iiiiiiiii, ahhhhh, sigaaa, or favorrrrno se detengaaaaa. Me muerooooo, nunca acabe como ahoraaaaaaaaaacauyyyyyyyyyyyysiiiii nunca en mi corta vidaaaa estuveeeeeeeeeeeeeasi, sentía dentro miooo. Su pija dentro mio parecía un volcán pero arrojando leche. Cuando note que no derramaba mas sali de él. Su pija estaba fláccida. Me faltaba hacer algo y esforzándome lo hice. Baje nuevamente hasta su pija y saboree limpiándola en profundidad.
Luego me tire a su lado. Estábamos los dos en silencio, hasta que sentí que su mano se apoyaba en mi muslo, dándole suaves golpes.
JEFE: todo esto hacen en tu viejo lugar
CEBRA: me place te haya gustado. No solo esto, hay mas para otro dia.
Nos quedamos dormidos uno al lado del otro, satisfechos, mientras las otras mujeres salían de la cueva. Cuando desperté él estaba mirándome, como esperando.
JEFE: que más hacen allá
Lo mire y me dije: oh no, quiere más guerra y no doy más. Estaba realmente agotada no por los polvos en si, sino mas que nada por la tensión de que le vaya a gustar o no.de mi parte nunca en mi corta vida de coger había gozado como hoy.
CEBRA: mi otro agujero, el culo. Pero mejor otro día, estamos cansados.
JEFE: dentro de un rato quiero tu culo.
CEBRA: porque me pusieron cebra.
JEFE: oíste? Quiero ya tu culo. Por el animal que parece galopar al viento.
CEBRA: si oí
JEFE: bien ponte en posición en cuatro
La cola la hacían y no había dicho nada para que hablara.
CEBRA: déjame primero chuparla para mojarla, así no duele tanto.
Estuve demorando, a fin de mojarla bien y luego me puse en posición mordiendo mis labios. Una vez lista puso la cabeza en la puerta de mi culo, jugando a entrar o no. eso crispaba mas mis nervios. Quería fuera rápido y terminar, porque cuando mas se dilataba parecía más iba a doler. Le pedí por favor lo hiciera, pero que la metiera lentamente y de a poco. Si le pedía parar que parara. Me abrí lo más posible, él me tomo de la mata de pelos mía y enderece la cabeza dolorosamente. Sentí en esos momentos que empezaba a entrar en mí su glande y mordí mis labios. Él se acomodo y quedo todo detrás de mí. Paso sus brazos delante de mí y me tomo de las tetas. Su cabeza ya había entrada y así como estaba colocado solo tuvo que empujar y me penetro salvajemente. Grite como si me mataran y eso parecía enervarlo a él. De la envión perdí el equilibrio de mis manos apoyadas en el suelo y caí dando mi cabeza en el piso de la cueva. El enganchado por su pija inmersa en mi culo cayó sobre mí. Pareció realmente que me abrían en dos a partir del culo. El dolor que sentí, nunca lo olvidare y el bombeo de él era infernal. Hasta que termino lanzando hasta la última gota. Recién ahí la saco y no se cual era mas doloroso, si cuando la saco o cuando la puso.
Quede tendida boca abajo junto a él, tratando de abrir bien mis doloridas nalgas.
Pasaron 30 días más o menos y mi amiga Fierecilla no aparecía. Yo que sacarme la mata de cabello que tenía en mi cabeza. Nunca odie tanto mí ensortijado cabello como en estos momentos. Con una parte de una fina liana había logrado atarlo, pero debía cortármelo. De las otras 4 concubinas no podía confiar en ninguna. No se si debido al color de mi piel, ojos y pelo había tensión entre ellas y yo. Pero, creo, ese no era el motivo. Ellas habían logrado coger de la misma forma mía, pero yo siempre era la preferida del jefe, y ese era el motivo de sus odios. Estábamos una mañana bien temprano en la cueva, debido a una fuerte lluvia. Me desperté y me levante de golpe, que sentí un mareo. No le di la importancia que tenia por pensar que había sido por levantarme rápido. A los pocos segundos salí disparada hacia afuera de la cueva, por las arcadas que tenia. Afuera además de las arcadas tuve pequeños vómitos. Apoyándome en la cueva supe que estaba embarazada por primera vez en mi vida. Contenta corrí a decirle al jefe y a las otras mi novedad y fue tomado como una cosa más en la vida.
Pase tres meses bastante buenos, a veces alguno que otro vomito, pero en general bien. Mi panza ya se notaba. Me intrigaba no ver a mi amiga Fierecilla en tantos meses. Pensaba si estaría viva, pues nosotros no, pero otros clanes de nuestra tribu, tenían peleas a diario con otras tribus.
Cuando andaba por los seis meses y mi panza estaba crecida y mis tetas producían leche para deleite del jefe, vi venir a Fierecilla caminando hacia mí trayendo algo en la mano. Cuando se acerco vi que era un niño recién nació y me alegre mucho.
FIERECILLA: me alegro de verte bien cebra, además preñada. Encontraste felicidad al fin
CEBRA: y vos con un niño ya. Todo bien el parto sola?
FIERECILLA: si ya estoy habituada. Acá debemos tenerlos solas. Ahora te toca a vos.
CEBRA: si. Luego me iré. Me entregara a otro
FIERECILLA: porque?
CEBRA: la bruja nunca me quiso y encima aliada con las otras 4 mujeres, me echan a mí. Me puede hacer un favor. Hace rato te espero para que me cortes el cabello y no podía decirle a ellas porque harían destrozos.
FIERECILLA: Y yo que? Crees lo haría mejor?
CEBRA: pero no lo harías a propósito, como ellas. Toma acá tienes un cuchillo.
Saco la liana que había y puso otra bien ajustada t con el cuchillo corto, quedándose en la mano como con un ramo de pelos. Luego fue cortando más con el cuchillo. Cuando termino me toque la cabeza y la antigua melena apenas llegaba al lóbulo de la oreja. Mejor, así no molestaría más
FIERECILLA: sabes a quien te entregara?
CEBRA: a veces viene por acá.