Mi ultima vez prostituyéndome

El puto más famoso de la ciudad recibe su última follada antes de ser libre.

Habíamos quedado aquí, aunque que estuviera tardando no me preocupa, más bien me gusta que lleguen tarde ya que suele significar una buena paga. El único problema es que hace un frío de cojones y el viento me está despeinando. A lo lejos escucho ruido de botellas, parece que se está liando en la taberna de nuevo. En esta ciudad o eres un artesano respetado o lo único que te queda es emborracharte en la taberna para no pensar. Si no perteneces al linaje de artesanos, estás condenado a trabajar en todo lo que puedas para poder pagarte la comida. A no ser que sepas aprovecharte de los pocos ricachones que vienen a comparar en esta ciudad alejada de todo.

Mira ahí viene- dije para mí mismo mientra abría los ojos y dirigía la mirada al lugar de donde venía el sonido. Era un hombre de aspecto cuidado, rasgos suave y varoniles, limpio, corpulento y con el pelo peinado y cuidado, algo bastante raro en esta ciudad.- Parece que he tenido suerte hoy.

-Hola guapo, ¿subimos?

-Claro.

-Me han dicho que eres de lo mejor de esta ciudad- mientras caminamos me acaricia la cara- la verdad que guapo eres, vamos a ver que tal haciendo otras cosas.

Si me distinguía por algo era por siempre haber sido bastante guapo y tener buen cuerpo y polla, cosa que hizo que me convirtiera en uno de los putos favoritos de la ciudad. Además, como no tenía padres, desde que tengo recuerdo siempre he estado con hombres que sólo querían follarme o disfrutar de un hermoso joven y esta siempre ha sido mi única posibilidad para vivir bien.

Después de caminar un momento mientras el hombre me miraba y sobaba la cara y culo, entramos a una pequeña vivienda iluminada por candelabros adornados. Era una casa de una única habitación, imagino que la usaría solo para dormir mientras estaba de paso.

Sin decir nada me empujó con suavidad sobre la cama y empezó a besarme el cuello mientras sus manos se metían por debajo de mi ropa. Yo le sigo el juego pero dejando que él lleve la iniciativa ya que parece que le gusta. El señor no pudo aguantarse y me quitó rápidamente toda la ropa tomándose un momento para mirarme totalmente desnudo.

-Pues sí, eres incluso mejor de lo que decían.

Inmediatamente después de decir eso, se abalanza sobre mí y empieza a besarme todo el cuerpo, le intento quitar también la ropa pero está tan motivado que me cuesta bastante. En sus apasionados besos, me empieza a lamer y besar la pelvis, acercándose poco a poco a mi pene y en ese momento, aproveché para quitarle la parte superior de la ropa. Justo al quitársela, se mete mi pene ya totalmente erecto en su boca y se me escapa un pequeño gemido. Era raro que un cliente se moviera tan bien en la cama y con tanta pasión, además su mamada era intensa, realmente lo estaba disfrutando.

El hombre se entretiene mamando mientras a mí se me escapa algún que otro gemido, que se intensificó cuando de repente se la traga mi polla entera de golpe y aprovechó para meterme un par de dedos en el ano. Parece que acaba de dejar las intenciones claras, me voy mentalizando de lo que viene a continuación, pues aunque aún no se la he visto parece bastante contundente. Y efectivamente, como si me leyera el pensamiento se baja los pantalones y veo un miembro de un buen tamaño y grosor, no es de los más grandes que he visto, pero diría que está ligeramente por encima de la media. Me da la vuelta y empieza a lamerme el culo, parece que lo está disfrutando y la verdad que yo también.

-¿Podrás con esto? - Me dice mientras con su lengua juega con mi ano y noto toda su respiración acelerada y caliente en mi culo.

-Tengo experiencia de sobra.

-¿Seguro? Tuve que parar con el último putito que me follé porque era muy grande para él.

  • Me las he metido más grandes y una detrás de otra.

-Qué vicioso...

Y sin acabar la frase, escupió en mi ano, me levantó el culo para ponerlo a la altura de su cadera y empujó el pene contra mi ano sin pensarlo dos veces entrando de golpe. Sentí un pequeño pero intenso dolor cuando la polla me llenó de golpe. Menos mal que suelo dilatar antes de quedar ya que normalmente los clientes son agresivos y quieren metértela sin más. Ser pasivo en estos casos es un peligro si no tienes un buen culo.

No me había dado cuenta, pero en algún momento se puso algo en el pene, había odio que en algunos lugares para protegerse de los males y enfermedades usaban como un papel fino y flexible, yo aunque era la primera vez que lo veía, podía haberle dicho que no hacía falta ya que por suerte estoy saludable.

Empezó a follarme cada vez con más intensidad, aunque su polla en mi interior se notaba diferente debido al papel ese, no era para nada desagradable. Notaba todo su miembro moverse en mi interior, su calidez y tamaño hacía que aunque quisiera contenerme soltara intensos gemidos. El hombre se estaba emocionando y subió tanto el ritmo que si seguía así me iba a correr, cosa que me daba pena porque la verdad que lo estaba disfrutando. El hombre me cabalgaba con mucha energía y nuestras respiraciones se aceleraban cada vez más. Con un brazo me cogió mi pene y empezó a masturbármelo al mismo ritmo que me penetraba, se sentía tan bien que no podía dejar de gemir.

-Estoy a punto-le dije

-¡Córrete!

Y justo exploté en un orgasmo que me recorrió todo el cuerpo noté como él hacía lo mismo dentro de mí, la mezcla de calor, sudor, notar la respiración rápida en mi espalda y su cuerpo contra mi culo me hizo sentir como si miles de cálidas burbujas explotaran por todo mi cuerpo de una forma muy placentera. El parece que también tuvo un buen orgasmo pues se dejó caer sobre mi espalda y suspiró placenteramente. No había durado mucho, por no decir nada, pero me encantó la intensidad de la follada.

  • Estás al nivel de los mejores chicos de la capital, y creeme que eso es difícil de lograr- me susurró al odio mientras me acariciaba todo el torso.

Se levantó, sacó su pene ya semierecto de mi interior y empezó a vestirse.

  • Si alguna vez quieres trabajar fuera de aquí, búscame en la capital.

  • Gracias- le dije, aunque no era lo que pensaba, quería dejar esta mierda de vida y empezar a ganarme la vida de una mejor forma que no implicase aguantar a borrachos salidos.

Tendió la mano sobre una cajita en un mueble y sacó una bolsa de monedas que me tiró al lado de mi cara mientras aún seguía acostado en la cama. Sinceramente me daba algo de pereza levantarme, es de las pocas veces que había estado en una tan cómoda. Cuando cogí la bolsa me quedé sorprendido, era muchísimo más de lo que le estafaba a los comerciantes extranjeros

  • Tranquilo, es tuyo no lo desperdicies- parece que notó mi impresión y le salió una sonrisa perversa.- Ahora sal de aquí que tengo que ponerme a trabajar.

Con el dinero que tenía ahorrado y lo que me había dado por fín podría irme de esta ciudad y empezar de nuevo, me vestí, abrí la puerta y antes de salir le dí las gracias, no podía aún creermelo. Por primera vez me sentía libre.

_______________________

_________________

Este ha sido un pequeño relato experimental. Iré publicando principio de historias breves como esta, de diferentes temáticas y estilos que decidiré continuar o no según vuestros comentarios aquí

Como siempre, acepto críticas, anímate a comentar aquí o en mi twitter que te ha parecido o qué mejorarías!