Mi última Sonata - Capitulo 7º
Relato real de mi incorporación no buscada en el mundo de la esclavitud y la sumisión.
Capítulo 7º
Mi primer servicio
“Saca tu polla de mi culo y forma con los demás”
Yo, como saliendo de un sueño, aterrizo en la realidad y me coloco al lado de mis compañeros arrodillado como ellos, cara al Ama.
Ella se recuesta en la cheslong y llama a Lolita.
“Lolita, ven limpia mi culo de la leche del viejo, traga todo lo que encuentres y después acaricia mi sexo con tu habilidosa lengua. Los demás bajar a vuestras dependencias, para adecentaros y corregir si hay algún deterioro o herida que tratar. A la una menos cuarto debéis estar en el vestíbulo para la recepción de los invitados. Ya podéis iros”.
Con la dirección de Arsenio bajamos por la gran escalinata y descendemos a los sótanos donde están nuestras dependencias.
Mas o menos todos tenemos pequeños desarreglos en la indumentaria y además, todos necesitamos de una buena ducha que deje nuestros cuerpos limpios después del jaleo del ensayo.
Me ducho, lavo profundamente mi boca, que aún me sabe al lefazo que me ha soltado Roberto, pongo desinfectante en el pezón donde me han clavado el aro, y estoy perfectamente dispuesto y preparado para asumir mi rol, en la fiesta que se prepara.
“Es hora de subir al vestíbulo, como ha mandado el Ama, seguidme para formar en el vestíbulo como nos ha mandado”.
Es la voz de Arsenio desde el pie de las escaleras.
Y todos en fila según el escalafón numeral, seguimos a Arsenio hasta el pie de la escalera del vestíbulo, allí quedamos formados en fila a la espera de la llegada de los invitados.
Ya son más de la una, no a acudido nadie y continuamos formados al pie de la escalera.
Al poco suena el timbre, el Ama aparece y dirigiéndose a Lolita, le dice:
“Puedes ir a abrir y ya sabes cómo debes comportarte.
“Si, mi Ama.”
Y Lolita se dirige a la entrada y abre la puerta.
Aparecen los invitados y el Ama se acerca a saludarlos, besando a la mujer mayor que acompaña a un apuesto y elegante caballero, ya entrado en años, pero que se mueve con agilidad.
“Estas deslumbrante querida, niños saludad a la tía Sara”
Y los dos jovencitos , abrazan y besan a la que resulta ser su tía”.
“Yo he dado clases muchos años a niñas como tú, aunque tu eres más bonita que mis alumnas, y llevas un uniforme muy bonito, esta minifalda es muy atrayente. Acércate y levántala para ver que llevas debajo”.
Lolita, se acerca al caballero y bajando la cara aparentando vergüenza, se levanta la falda mostrando su tentadora entrepierna. El caballero pone la mano descaradamente en su coño.
“A pesar de tenerlo al fresco despide bastante calor”.
“Está a su servicio, señor” responde la niña.
Todos ríen la broma, yo quedo pasmado de lo que estoy presenciando, parece que a mis compañeros no les llama la atención.
“Madre, pasemos al salón”.
Ahora estoy perplejo, la señora es la Madre del Ama, los chiquillos sus sobrinos, y a pesar de estar en familia no extrañan ni las bromas del caballero, ni nuestra presencia a pesar de la vestimenta que llevamos.
La Señora se dirige directamente a Roberto y soltando el velcro deja a la vista su enorme tranca.
“Que tal Roberto, ya tenía yo ganas de volver a ver y tocar esta verga”.
Dice mientras toca sin ningún pudor la enorme tranca del compañero.
“Bien, señora. Como siempre a su disposición”.
Contesta Roberto, sin levantar la mirada.
“No te preocupes espero disponer de ella antes de marcharme”.
“Papá, parece que te ha gustado la pequeña colegiala”.
“Pues sí, alegra la vista y la vida ver niñas tan deseables a mi edad”.
Yo ya no me siento ni escandalizado, no estoy en el mundo real, estoy dentro de una película o una pesadilla que desaparecerá de un momento a otro.
Al llegar a mi altura, la niña se para frente a mí, y con su mano agarra mi paquete y dirigiéndose a su tía, dice:
“Pero tía que vas a hacer con este viejo, si no puede ni empalmarse”.
“Igual te llevas alguna sorpresa con él, sobrina”.
“Date la vuelta, quiero ver tú culo”
Y cogiéndome por el hombro me hace girar por completo. Noto su mano por dentro del pequeño pantalón, y siento el dedo de aquella niña entrando en mi ano. Pienso que ojalá el Ama no me hubiera mandado quitar el dildo aquella mañana.
“Mira hermano, igual puedes aprovechar al viejo, tiene el culo que está por estrenar”.
“Sergio y Alba dejaros de juegos y vamos al salón”.
“Vosotros seguirnos”.
Se dirigen al salón, mientras nosotros en fila y por el orden de costumbre, encabezados por Arsenio seguimos a aquella familia que me tiene desorientado por completo.
“Sara, que se ha hecho de aquella esclava tan aficionada a nuestros sexos”.
“Nada madre, es que hoy esta algo indispuesta y la he dejado en el sótano”
La naturalidad que hablan entre ellos de hechos y cosas que parecerían de fantasía, me está dejando perplejo.
“Temía que hicieras como tu hermano, que disfruta torturando a sus esclavos hasta la muerte”.
“Madre, no estamos en Mauritania como tu hijo Carlos, esto no es posible en España”.
Me están tomando el pelo para asustarme, o hablan en serio. Ahora estoy convencido de que están vacilando con nosotros. Todo esto no puede ser verdad.
“Aunque estoy planteándome ir a hacerle una visita y pasar una temporada con él y experimentar algunas de sus locuras”.
“Hija, piénsatelo bien, a pesar de todo siempre hay peligro con estas cosas. Mira sus hijos, tienen que estar con nosotros porque tu hermano no se fía de lo que pueda pasar en aquel sitio. Con un loco en la familia tenemos bastante”.
Me doy por vencido, no creo que puedan estar todo el rato haciendo comedia, esta gente son de otro planeta. Yo sin embargo dejo de pensar en todo ello, viendo la belleza de mi Ama y mis nuevas experiencias, lo único que me interesa y me cautiva es el disfrute que me proporciona mi sometimiento.
“Esclavos poneros cada uno en los sitios asignados. Nosotros padre, nos instalaremos ya en la mesa donde podemos continuar hablando, mientras vamos comiendo lo que nos han preparado”.
La mesa está llena de toda clase de viandas exóticas y apetitosas.
Yo y mis compañeros siguiendo la orden del Ama, nos colocamos en los puestos asignados.
Estoy bajo la mesa y veo como toman asiento los invitados. El Ama se ha colocado en la cabecera de la mesa, a su derecha su padre, y a su izquierda su sobrino, Alba está al lado del padre y la abuela al lado de Sergio.
Permanezco de rodillas y esperando recibir una descarga en mi pezón que indique a quien atender, según me ha ordenado el Ama.
Continúan charlando al tiempo que empiezan a saborear los diversos manjares que están en la mesa. Mis compañeros que han quedado para atenderles sirven los licores y facilitan cualquier demanda de los invitados.
“Roberto, ves a enseñarle a Alba tu monstruo, no creo que haya visto nunca nada igual”, dice la madre del Ama.
Roberto, se planta delante de Alba y saca su enorme tranca, la niña la coge y la acaricia suavemente.
“Abuela, he visto y disfrutado de buenas pollas, pero esta se lleva la palma”.
Y diciendo esto se la pone en la boca y empieza a bombear y lamer con entusiasmo. La polla de Roberto va aumentando de tamaño hasta el punto de que a la niña no le cabe dentro de la boca.
“Alba, para, acabamos de empezar a comer y lo vas a dejar inútil, utiliza a los de debajo la mesa para entretenerte”.
Exclama la abuela, que no desea que gasten a Roberto antes que ella pueda usarlo.
Una descarga pica en mi pezón mientras veo el numero 3 encendido. No me desagrada, será un placer saborear un coño tan tierno. Voy hacia la niña. Tiene las piernas abiertas y no lleva bragas. Puedo empezar mi trabajo sin impedimentos. Pongo mi boca en su coño y empiezo a lamer y succionar aquel manjar exquisito, tiene un olor y un sabor que me embriaga y que aumenta mi entusiasmo acelerando mis movimientos de lengua y succionando cada vez con mayor fuerza y entusiasmo.
De repente agarra mi cabeza y la aprieta contra su coño, al tiempo que recibo una fuerte meada dentro de mi boca que tengo que tragar para no asfixiarme.
“Te vas a tragar mis meados y mis mierdas, no sirves para nada más.”.
Este esclavo es un inútil, solo sirve para mearse y cagarse en él”.
“Alba, no te incomodes. Está en periodo de adiestramiento aún no lo he adoptado. Me pareció exótico y desafiante convertir a un viejo como él en un devoto y entregado esclavo. Me motivó pensar si a pesar de su edad podría conseguir que me entregase su voluntad de manera total. El hombre tiene buena disposición y está deseando entregarse a mí por completo. Creo que haría cualquier cosa para satisfacerme.”
“¿Tú crees que se autolesionaría o incluso se mataría por ti?”. Le pregunta su madre.
Esta dama despiadada tiene unas ocurrencias escalofriantes.
“Estoy segura de que sería un mártir por mí”.
Mientras observo como Lolita está a horcajadas encima del viejo profesor y lo cabalga a todo ritmo.
“Para pequeña, a mi edad no puedo malgastar mis reservas a la primera envestida, ponte en la mesa frente a mí que quiero comer tu juvenil coñito”.
Lolita se sienta en el borde de la mesa y el viejo verde se tira a comerle el coño con entusiasmo. Parece que al mismo tiempo ha activado la llamada a Marisa, pues veo que esta se acerca al viejo y empieza a lamer y chupar todo lo dejado por Lolita en el pene del viejo, y activa una mamada increcendo que hace remover al viejo en su silla. Se enciende el luminoso con el número 1 y veo como el número 6 acude rápidamente y empieza a lamer y chupar los huevos de caballero y el culo de Lolita. Esta entre la montada que lleva más la comida de coño que le están haciendo empieza a suspirar y gemir anunciando una corrida inminente. El viejo se le ha puesto la verga escandalosamente tiesa dada su edad, y también es inminente su corrida en la boca de Marisa.
La vieja Señora ha tomado el gran falo de Roberto y después de acariciarlo y chuparlo con fusión intenta meterlo dentro de su viejo culo, lo cual consigue para sorpresa mía. Al tiempo que Roberto empieza a moverse para hacer mover su pene dentro de la caverna, que es el culo de la vieja. Parece que la vieja desea más marcha pues siento una descarga en mi pezón y el número 4 aparece en el luminoso. Con desgana acudo al servicio de la vieja y empiezo a chuparle el coño sin mucho entusiasmo. Siento que me agarran de mis cabellos y me aplastan al viejo coño.
“Chupa fuerte viejo inútil. Ya la niña ha dicho que no sirves más que para tragar mierda y esto tragarás si no te empleas mejor en tu labor”.
Solo pensar que me sometan a algo tan horrible como tragar las mierdas de esta vieja, hace que me afane con entusiasmo en la comida del viejo coño.
Sergio se hace encular por Arsenio. Su tía que está al lado colabora haciéndole una mamada a su sobrino, mientras lanza una descarga a África para que le coma el coño.
Los suspiros son generalizados. Los gemidos se están convirtiendo en gritos. De pronto la vieja señora pega un aullido ensordecedor chillando:
“¡Que me vengo, me vengo YAAAAAA!
Un chorro de líquido entra en mi boca, mientras se oyen gritos y suspiros como si hubiéramos caído dentro un fuego abrazador.
Poco a poco los chillidos y suspiros van menguando. Invade una especie de calma relajante que deja a todos prostrados y con los cuerpos exhaustos.,
Han pasado unos 10 minutos sin que nadie se moviese. Parece que todo el mundo ha quedado satisfecho.
No es mi caso, mi primer servicio ha sido nefasto y deprimente para mí, parece que todo el mundo ha disfrutado del placer de la carne, mientras yo solo recibía efluvios asquerosos e insultos por mi torpeza.