Mi travesía Oceánica (5)

El carguero sigue deparandome nuevas sorpresas.

Continuo mi historia en el gran barco. Muchas gracias a todos los que me siguen escribiendo Mails. Me siento muy alagada por sus palabras.

Un rato después, el capitán me pregunto si tenia hambre, y efectuó algunos llamados telefónicos para que nos sirvieran la comida. Luego de informarme que tenia que ir al puente, y pedirme disculpas se retiro.

Yo , me volví a vestir , y me quede en el sillón viendo el atardecer sobre el océano. Estaba disfrutando ese momento, cuando se abrió la puerta de ascensor y entraron varios marineros. Me saludaron todos muy cortésmente, y empezaron a poner la mesa. Como me sentía muy incomoda, comencé a ayudarlos, en ningún momento me sentí incomoda con ellos, y una vez que ya estaba todo listo, se retiraron saludándome con igual cortesia.

Paso mas de una hora, ya no había ninguna luz, el salón solo estaba iluminado por las luces que el barco tenia encendidas sobre cubierta cuando volvió el capitán al salón. Luego de bromear sobre que mi belleza era resaltada por las luces que entraban a la sala, prendió la luz y comenzamos nuevamente a besarnos. La pasión vivió a apoderarse de nosotros, comenzamos a acariciar todo nuestros cuerpos , y a desabrocharnos la ropa. Rápidamente el comenzó a besar mis pechos, me sentía extasiada por el placer que el me daba, mientras delicadamente levantaba mi pollera y deslizaba un dedo dentro de mi cola. Estaba ya llegando a mi orgasmo, cuando se levanto, me dio la vuelta, y reclinándome sobre la mesa comenzó a penetrarme nuevamente. Yo estaba en el cielo, el era muy delicado pero firme, y yo gozaba tremendamente con su movimientos. No se cuanto tiempo paso, ya había tenido mi primer orgasmo y el seguía embistiendo mi cuerpo sin compasión cuando se abrió nuevamente la puerta y entraron 2 marineros con un mesa con ruditas y la comida. Yo me moría de vergüenza, y quise zafarme para taparme, pero el capitán me agarro firmemente de mis caderas, y al oído me dijo que me tranquilizara que todo estaba bien. Los marineros s e acercaron a la mesa, sirvieron la comida y se retiraron casi sin prestarnos atención. Yo seguía recostada sobre la mesa con mis piernas abiertas y al capitán dándome sin compasión. Cuando sentí que su verga comenzaba a ancharse para acabar, le pedí que aguantara y rápidamente tome una copa de cristal que estaba sobre la mesa. El se quedo un poco sorprendido por mi actitud, pero me agache y lo masturbe hasta que su leche broto y quedo toda en la copa. Deje la copa sobre la mesa, y como buena señorita saboree hasta la ultima gota que no había podido dejar en la copa.

Antes de aceptar su invitación a sentarme en la mesa, debía pasar al baño a arreglarme un poco. Una vez en le baño, me acomode la ropa, me arregle la pintura y volví a la mesa con el. Quedamos frente a frente, el sirvió dos copas de vino y me propuso un brindis. Yo para su sorpresa, rechace la copa que el me daba y agarre la que tenia su leche. Con ella brindamos y luego frente a su amplia sonoriza me tome hasta la ultima gota.

La cena fue muy amena, conversamos sobre el, sobre mi, sobre el naufragio del velero en el que estaba, etc. El creía que el velero se había hundido, y que yo me salve porque se corto el cabo de seguridad. También conversamos mas sobre la tripulación del barco sus y actividades. El me conto que toda la tripulación eran hombres exceptuando a Joanna y a mi. La mayoría de ellos eran solteros y vivan en el barco todo el tiempo, por lo que no tenían mucho que hacer con toda la plata que ganaban el barco y que por esto, solían ser extremadamente generosos para cumplir sus fantasías. Me detallo que mi predisposición para con ellos siempre seria generosamente recompensada, pero que si alguno realizaba alguna acción contra mi voluntad, seria encerrado y dejado en el primer puerto que tocáramos.

La cena estuvo excelente, y el postre fue un manjar. Luego nos sentamos a tomar un café nuevamente en los sillones. El tiempo pasaba y no me daba cuenta, la charla y las caricias fluían naturalmente. Finalmente, con un tierno beso me propuso ir a la cama.

Una vez en su camarote, me desvistió completamente y luego lo izo el. Me recostó y comenzamos nuevamente con el precalentamiento. Esta vez estuvimos mucho mas tiempo, me lo izo desde atrás, de perrito, poniendo mis piernas en sus hombros ya hasta de una manera que yo no conocía. Me pidió que pusiera mi cabeza en el piso apoyando mi espalda sobre el costado de la cama y mis piernas alado hacia mi cabeza. Quede totalmente expuesta, así estuvo serruchándome hasta que me acabo adentro. Me ayudo a acostarme nuevamente y abrazándome nos quedamos dormidos haciendo cucharita.

A la mañana siguiente, me despertó un beso de Joanna. "Arriba linda que hoy tenemos mucho que hacer" me dijo. Me alcanzo una tanga hilo dental de color rojo, un pantalón corto blanco (muy ajustado) y un top rosa. Mientras me vestía, me comento que el capitán había decidido que como hoy era el primer día oficial en el barco, debía darme un tour completo y presentarme a la tripulación. Al primer lugar que fuimos fue al comedor a desayunar. Allí solo estaba el cocinero, quien gentilmente nos preparo un desayuno frugal pero exquisito. Durante este, Joanna me conto un poco de su historia. Cuando tenia 15 años, ella se prostituía en un tugurio en el puerto para poder comer. Ahí la trataban muy mal ya que como era muy joven , siempre tenia mas trabajo que el resto dándole mucha envidia a sus compañeras. Estando allí conoció a un marinero que le ofreció hacer lo mismo pero en unl barco viajando por todo el mundo. No lo dudo y lo acepto, así que esa noche se escapo, y se subió al barco. La primera noche, también fue con el capitán, y por lo que me conto, fue tan placentera como la mía. A partir de ese día, descubrió que todos en el barco eran excelentes personas, y que la trataban como a una reina. Casi siempre el sexo era placentero , pero si ella no lo disfrutaba, se sentía mal o no tenia ganas, en general la respetaban su estado de animo.

También me conto que se montaban fiestas donde había varios marineros , y que mas de una vez, para ayudar al capitán en algún negocio, había tenido que pasar la noche con algún cliente.

Al salir del comedor, Joanna le da un beso al marinero quien le da una nalgada en la cola, yo para no ser menos, hice lo mismo, pero el me agarro de la cintura, y me beso apasionadamente acariciando mi cola. Pensé que debía dejarme llevar por la situación, pero Joanna nos separo y le dijo al cocinero que aguantara un poco que ya tendría tiempo para pasarla bien conmigo.

El barco era realmente grande, fuimos a un monto de salas y me presentaron a muchos marineros. Me llamo la atención que había todo tipo de razas en el barco, africanos, orientales, latinos, europeos y que pasamos por algunas cubiertas sin entrar..

Para la media tarde, ya conocía a toda la tripulación. Lo ultimo fui ir al puente, lo primero que note al entrar era que el barco era muy moderno, y que estábamos muy altos sobre el nivel del mar (como a 5 o 6 pisos). Allí solo estaban el capitán y el primero oficial. Yo me distraje preguntando al primero oficial por cada uno de los aparatos que se veían en los tableros, (soy una señorita pero me siguen gustando los barcos). Mientras el me explicaba como funcionaba la computadora que trazaba el rumbo, escuche un fuerte gemido. Al darme vuelta, vi al capitán sentado en su silla, y a Joanna empalada sentada sobre el. Me dio mucha vergüenza, pero eso no evito que el primero oficial me comenzara a acariciar los pechos por sobre el top.

Así como estaba, di vuelta la cara y comenzamos a besarnos. El mientras tanto, había subido el top y comenzaba a bajarme el pantalón . Yo ya estaba muy caliente de nuevo, por lo que atine a apoyarme sobre el tablero y levantar la cola, pero cuando apoye las manos, un "NO" me freno. EL capitán me explico que no debía apoyarme sobre el tablero de mandos y que nunca me olvidara nunca de eso. Inmediatamente, el primero oficial, me llevo hasta donde estaba el capitán y Joanna , y poniendo mi cabeza entre las piernas de ella comenzó a penetrarme. La situación era muy excitante, atrás estaba el primero oficial dándome maza, y adelante estaba la verga del capitán enfundada en el culo de Joanna que subía y bajaba dando gritos de placer. Mientras era taladrada, comencé a chupar los huevos del capitán, pero este, me agarro del pelo, y suave per firmemente, me dejo de frente al clítoris de Joanna. Entendido el mensaje, comencé a disfrutar chupándosela a Joanna. Ella acabo dos veces, antes que nos llenaran la completamente de leche. Para terminar la faena, se las chupamos hasta dejarlas limpias.

El capitán, en tono cómplice, le dijo al primero oficial que su elección había sido muy sabia y que en adelante todos la pasarían muy bien. No entendí claramente de que se trataba, pero al salir del puente, Joanna me explico que cuando me encontraron, no sabían como tratarme y que fue decisión del primer oficial que me trataran como a una mujer. (como simples decisiones te pueden modificar la vida).

Cuando pasamos por el camarote del medico y el nos pidió que al final del día volviéramos a verlo. Mi imaginación comenzó a volar nuevamente con una sesión de sexo, pero Joanna me comento inmediatamente que el doctor era uno de los pocos tripulantes que no la utilizaban sexualmente. Una vez en el camarote del Medico, el me pregunto si recordaba los nombres de los remedios que había tomado para mi transformación. Obviamente le conteste que no. Entonces, me dijo que si quería, el me ayudaría a seguir con mi tratamiento pero que en el barco no tenia muchos de los medicamentos necesarios, que en el próximo puerto los compraría y con su ayuda, continuaria mi transformación. Calculaban llegar a puerto en unos 3 días.

Si quieren escribirme, mi dirección es Cyntia_tv@hotmail.com