Mi travesía Oceánica (4)
Fui rescatada por un cargero donde aun me esperaban mas sorpresas.
Antes de continuar quería agradecerle a todos por sus comentarios, valoraciones e emails. Prometo que les voy a contestar.
Con ese mar sereno, y las pocas provisiones que tenía, sabia que de no ocurrir un milagro, nada me salvaría. Me decidí a racionar la bebida, y a no abrir la lata de comida hasta que no aguantara mas el hambre. El primer día lo pase bastante apacible, ya que la temperatura no fue alta y algunas nubes tapaban el sol temporalmente. Por las noches, pasaba bastante frio, ya que lo único que me abrigaban eran las medias. La falta de mis medicamentos, comenzaba a notarse en mi cuerpo y sumando esto a el sol hacían que mi piel se pusiera áspera y tenia la sensación constante de que algo me faltaba.
Durante todo el tiempo en el que estuve sola en la balsa, reflexionaba sobre como seria mi futuro, ya tenia unas pequeñas pero placenteras tetitas, mi clítoris estaba sumamente reducido y ya no funcionaba y mi voz se había afinado bastante. Empezaron a surgir todos mis miedos, ser rechazada, de que viviría. Ya había tomado la decisión de que quería ser mujer, me sentía muy bien siendo tratada como una, pero la sociedad a veces no acepta este tipo de cambios .. igualmente, esto era un problema menor frente a la perspectiva de morir sola en el medio del océano de hambre y sed.
Pasaron algunos días, y yo me ponía cada vez mas débil, durmiendo casi todo el tiempo. Hasta que finalmente paso lo lógico, me desvanecí completamente ..
Me costo mucho despertarme, pero durante ese lapso de tiempo, sentí que estaba tapada en un lugar muy cómodo. Al ir abriendo los ojos, me encontré en un cuarto pequeño, con un suero puesto en el brazo. Se escuchaba de fondo un ruido rítmico como de un motor funcionando. Intente incorporarme, pero me faltaron fuerzas. Lo primero que cruzo mi cabeza, es que me habían encontrado, y llevado a un hospital en algún puerto. Busque algún botón que me permitiera llamar a la enfermera pero no lo encontré. Pasado unos minutos, volví a quedarme dormida.
Me despertó un suave beso en la mejilla, "hola linda, como te llamas" escuche entre sueños. Al abrir los ojos, me encontré con una mujer de no mas de 25 años con una facciones hermosas.
Cyntia, conteste e inmediatamente después empezaron las preguntas obvias, "donde estoy", "como llegue acá", "cuanto tiempo estuve dormida", etc.
"Ya te voy a ir contestando todas tus preguntas" fue su inmediata respuesta. Comenzó contándome que estaba en un barco Carguero de bandera Marroquí que estaba cruzando el océano para dirigirse a las costas del sudeste de Asia a descargar y volver a cargar.
Me conto que recibieron la ultima llamada de mi señor por radio, pero que no pudieron contactarlo, y al ser el barco mas cercano, cambiaron rumbo hacia la ultima poción conocida. Al ir acercándose a esta, detectaron una señal de emergencia emitida por la balsa (aparentemente tenia un aparato de rastreo de emergencia). Me encontraron totalmente inconsciente, con un alto grado de deshidratación. De eso, hacia ya una semana.
Nos pusimos a charlar como si fuéramos grandes amigas, me conto que ella hacia mas de 8 años que vivía en el Barco, que siempre fue una mujer muy feliz allí y que en el barco la trataban como a una reina. Pero cuando le pregunte que era lo que hacia en el, me contesto que eso me lo tenia que decir el capitán. Me quede muy intrigada, pero no pregunte mas sobre el tema. Un rato después entro el medico del barco, me reviso, puso unas inyecciones en el suero y me dijo que estaba evolucionando muy bien.
Pasaron unos días, y yo ya me sentía perfectamente ya no usaba el suero, y comía normalmente pero una dieta muy estricta. También tomaba varias pastillas.
Con Joanna, ya era como si nos conociéramos de años, siempre que estaba libre venia a charlar conmigo, yo le conté toda mi historia (ella ya sabia mi pequeño secreto) y ella me prestaba su ropa y pinturas, enseñándome como debía pintarme, peinarme y vestir para ser mas provocativa. Me llamo la atención, que casi toda su ropa era de encaje y transparencias, solo tenia algunas bombachitas de algodón para sus días de descanso (los días en que le venia). Yo ya me encontraba totalmente recuperada, cuando Joanna, entro y me comento que el capitán quería verme y explicarme como seria mi situación en el barco. Rápidamente, me llevo a su camarote, tenia un montón de ropa y accesorios, comenzamos con un conjunto de tanga y corpiño de encaje color violeta. Ahí vino el primer problema, ella era talla 110, cuando me puse su corpiño, no tenia como rellenarlo. Luego de unas cuantas risas, decidimos que no usaría . Me dio un portaligas del mismo color y unas medias negras con una línea que debía quedar muy recta por detrás de las piernas. Luego me puse una pollera tubo larga color rojo oscuro que marcaba perfectamente mi cola y una camisola de gaza negra que traslucía mis pechos. Coronamos esto con unos zapatos de taco aguja. No se porque, pero no me costo mucho andar con ellos.
Cuando me vi al espejo, estaba preciosa. Solo faltaba arreglarme el pelo y maquillarme. Nos sentamos al espejo, y comenzamos a plancharme el pelo. Quedo Llovido. Luego vino una sesión de pintura muy suave, pero coronado con un lápiz de labio rojo con brillantina muy fuerte. Estando todo listo, Joanna me comenta que me falta algo, pensamos un rato las dos, y ahí se dio cuenta que no tenia aros ni collares y todavía tenia la marca del collar de perrita que me había puesto mi señor. Entonces, me puso una gargantilla de plata muy ajustada y perforamos mis lóbulos para poner los aros que hacían juego.
Todavía me ardían las nuevas perforaciones, cuando se escucha que golpean la puerta, al abrir estaba un marinero que le dijo algo a Joanna en otro idioma. Joanna le contesto y luego me dijo que el marinero me llevaría al camarote del capitán para hablar. Me dio un piquito, y con una delicada nalgada me dijo, que me quedara tranquila y que lo disfrutara.
Yo creía tener idea de lo que iba a pasar, pero que equivocada que estaba. Subimos por un ascensor varios pisos , al detenerse entramos directamente a un salo inmenso. Tenia un gran escritorio, una mesa de reunión, una pared llena de equipos electrónicos y unos ventanales muy amplios hacia la proa del barco. Del otro lado, solo había una puerta. El marinero que me acompañaba, se adelanto hasta la mesa y corriendo una silla con una seña me invito a sentarme. Luego se retiro por el mismo ascensor en el que llegamos. Yo me quede sentada, con mis piernas cruzadas mirando por los ventanales, cuando un saludo me saca de mi hipnosis. El capitán se acerca a mi, me da la mano invitándome a levantarme y luego me a un respetuoso beso en la mejilla. Luego de pedirme que diera una vueltita, me dice "me habían dicho que sos hermosa, pero no me imagine que tanto", invitándome a sentar nuevamente. El era un hombre de unos 45 años ,1,85 metro, un cuerpo bien formado, y con una pequeña pancita.
Luego de las presentaciones de rigor, comenzó a contarme como veía el las cosas como capitán del barco. El me dijo que las leyes internacionales de la náutica lo obligaban a rescatarme del océano y dejarme en el primer puerto en el que el barco fondeara. Que por el momento no había dado aviso de haber encontrado náufragos de la embarcación declarada en emergencia. Que no habría ningún tipo de inconvenientes si yo tomaba esa determinación y que seria tratada excelentemente hasta mi llegada a puerto. De sus palabras entendí que había otra alternativa, ingenuamente pregunte cual era. Ahí el capitán comenzó con su tentadora oferta. Me proponía conocer el mundo, darme documentación nueva como mujer, cubrir absolutamente todos mis requerimientos (ropas, operaciones , tratamientos médicos, joyas), en resumen , un lugar para existir en el mundo mientras yo quisiera. Pero a cambio, debería estar siempre dispuesta a brindarme en cuerpo y alma a cualquier tripulante del barco. Se esmero en aclararme, que nada se haría contra mi voluntad y que cuando lo decidiese podía dar por concluida nuestra relación, solo tenia que comunicárselo. Solo estaba obligada a cumplir fantasías de sexo de tipo tradicional, pero, el barco estaba preparado para muchas otras cosas ya que los marineros tenían todo tipo de gustos, dejando en claro que era por decisión propia y que no habría ningún tipo de diferencia en el trato si no quería. La regla era que estaba obligada a aceptar como mínimo 3 relaciones por día con un marinero cada vez, una a la mañana, otra a la tarde y la ultima luego de la cena, pero yo podía aceptar las que quisiera También me ofreció un camarote propio si no quería compartirlo con Joanna. Yo me decidí rápidamente a compartir el de Joanna.
Me sirvió una copa de champagne Francés, y luego de un brindis me pregunto cual era mi decisión. Tome un breve sorbo, y decidí aceptar la oferta de vivir en el barco. Luego de un sorbo mas, dejo su copa arriba de la mesa, se me acerco, y luego de levantarme, abrazándome me dio un beso que nunca olvidare. Me invito a sentarme arriba de el en un amplia sillón que había debajo del ventanal, donde seguimos besándonos mientras el me acariciaba e iba abriéndome la blusa para apoderarse de mi pechos. Yo mientras gozaba de sus caricias sentía bajo mi cola como iba creciendo su verga. Yo ya estaba que no aguantaba mas, quería tenerlo adentro, así que sensualmente me pare, desabroche la pollera y deje que cayera al piso. Me vi en el reflejo del vidrio, solo con mi blusa abierta, la tanga, portaligas medias y los zapatos. Se levanto, me abrazo, y mientras me acariciaba la cola , me volvía a besar. Yo rápidamente comencé a desabrochar los botones de la bragueta para sacar su maquina de placer. Cuando me ti la mano para agarrarla, me asombro lo gruesa que era. Logre sacarla fuera del pantalón, e inmediatamente empecé a bajar para darle la mejor lustrada que podía. Pero el me detuvo , y abrasándome, me invito a acompañarlo a su camarote, que estaba detrás de la puerta.
Una vez allí, el se saco toda su ropa a excepción de los bóxer, nos besamos nuevamente y ahora si, despacio, besando todo su cuerpo, pude apoderarme de ese mástil que emergía de los calzoncillos. Estuve disfrutando de el por varios minutos, hasta que me levanto por mis axilas, y suavemente me deposito en la cama recostándose al lado mío. Ahí comenzó a besar nuevamente mis pechos mientras yo no largaba su mástil. Momentos después comenzó a bajar por mi vientre pasando por cada centímetro su lengua. Al llegar al bode de mi tanga, comenzó a bajarla hasta dejarme totalmente expuesta. Le dio un tierno beso a mi clítoris, y luego de acomodar una almohada me invito a ponerme boca abajo sobre ella. Quede con mi cola totalmente parada. En ese momento, sentí su lengua pasando por mi sexo, me volvió loca de placer. Estuvo así por tan solo unos segundos, luego, sentí su peso sobre mi cuerpo, y su garrote entrando lenta pero inexorablemente. Segundos después, sentí sus huevos pegando en mi cuerpo. Mis gemidos se eran ocultados por el clap clap de su cuerpo pegando en mi cola. Mi placer iba en aumento con cada nuevo avance de su cuerpo. Estuvo dándome placer por un tiempo que me pareció eterno y luego de unos rápidos sacudones, termine sintiendo como se derramaba su jugo en mi interior.
Cayo extenuado encima mío, y solo se bajo cuando su herramienta salió flácida de mi interior. Me beso tiernamente, invitándome a pasar con el resto de la tarde y noche.
Si quieren escribirme, mi dirección es Cyntia_tv@hotmail.com