Mi trabajo de invierno 7
Conociendo a otro amigo de Jaime.
Desperté al siguiente día al atardecer, había dormido unas 18 horas. Ya estaba desamarrada y sin plug anal, así que me bañé y bajé a cenar. Jaime estaba leyendo el periódico en el comedor y noté que habían retirado el dildo de mi silla. Recordé que varios hombres se habían corrido dentro de mí en los días anteriores y yo no me estaba cuidando.
Yo: ¿Quedaré embarazada?
Jaime: No cariño, te han implantado un DIU desde el primer día. Aunque tardaste mucho tiempo en preguntarlo.
Yo: No sé porqué no había pensado en eso antes.
Jaime: Tu instinto natural es reproducirte, así que estando tan caliente no pensaste en lo contrario.
Yo: No me ha venido la regla este mes.
Jaime: Cariño, has perdido como 5 kilos desde que llegaste y has tenido el mayor desgaste físico de tu vida, ¿de verdad piensas que te va a venir la regla?
Tenía razón, me sentía tonta por no haber pensado en eso antes.
Jaime: Saldré de viaje unos días, así que te haré tener unos días libres, ve a tu habitación después de cenar.
Terminé de cenar y me fui a mi habitación, estaba muy cansada por el día anterior. Aún así, me dieron ganas de masturbarme. Me comencé a tocar mi cosita en mi cama y me vine un par de veces hasta que llegaron los doctores.
Doctor 1: Quiero que le den el sedante.
Doctor 2: ¿La dósis acordada?
Doctor 1: Sí, eso bastará por ahora.
Yo: ¿Eso es seguro?
Doctor 1: Realmente no somos doctores, pero sabemos lo que hacemos, cariño. Ahora toma esto.
Me dieron un vaso de jugo que sabía un poco amargo.
Doctor 1: Buenas noches.
Me quedé dormida bastante tiempo solo para despertar y que me dieran más de ese jugo. Desperté dos o tres días después en la mañana, me sentía muy bien y había recuperado mis fuerzas de nuevo. Bajé a desayunar y Jaime también estaba sentado en el comedor.
Jaime: Me alegra volver a verte, perrita.
Yo: Gracias, me siento mejor.
Jaime: Hoy viene un viejo amigo a comer, espero que te agrade.
Yo: Sí señor.
Jaime: Por cierto, toma tu regalo.
Me dio un pequeño vibrador, tenía varias intensidades y modos de vibración, era perfecto.
Jaime: Experimenta un poco con él, estoy seguro de que hay más de una forma de utilizarlo.
Con eso en mente fui a la piscina a estrenarlo, me senté en una silla con las piernas abiertas y lo coloqué en mi clítoris. Uff era perfecto, me hizo venirme rápidamente. Tuve unos cuantos orgasmos de esa forma y después se me ocurrió meterlo a mi vagina. Lo puse contra mi punto G y se sintió tan rico que empecé a eyacular y venirme. Después de eso decidí entrar a la casa.
Jaime: Tu mente se borra cuando te vienes, ¿no?
Yo: ¿Cómo?
Jaime: Sólo bromeaba, te puedes seguir masturbando aquí junto a mí.
Me senté junto a él y me seguí masturbando con mi nuevo vibrador. A él le excitó mucho verme, su polla estaba parada y muy dura. Entonces se quitó el pantalón y me acostó en el sofá.
Jaime: Saca el juguete de ahí.
Saqué el juguete de mi vagina y lo puse sobre mi clitoris. Entonces Jaime comenzó a follarme en la vagina. Era la primera vez que veía su cara cuando me follaba, se veía el placer en su cara y eso me excitó mucho más. Tuve un orgasmo muy rico y en eso metió un dedo en mi culo.
Jaime: Aay qué apretadita te sientes de nuevo.
Me folló mientras me estimulaba mi ano y yo me ponía el vibrador en mi clítoris. Comencé a tener otro orgasmo y en eso siento que Jaime se empieza a venir dentro de mí. Nos venimos muy rico los dos, me quedé dormida sobre el sofá y me desperté cuando escuché a Jaime hablando con otro hombre.
Jaime: Es ella, ya la he estado entrenando.
El otro hombre era alto, tenía un aspecto peculiar y parecía tener más de 60 años. Me examinó de arriba abajo y se quedó viendo mi cosita que estaba sucia por el semen se Jaime.
Hombre: Ya veo que la tienes contenta.
Jaime: Así es, si quieres podemos comenzar ahora que está relajada.
Hombre: Está bien. Hola Lucía, te sientes muy relajada, ¿no? Sientes tu respiración tranquila, inhala y exhala. Inhala y exhala…
Me sentí muy adormilada y fue como si me hubiera quedado dormida.
Hombre: Reacciona.
Cuando reaccioné estaba dándole una mamada al hombre. Me espanté por no recordar cómo había llegado a hacer eso, pero antes de que pudiera hacer algo, volví a “dormirme”.
Hombre: Reacciona.
El hombre se estaba viniendo dentro de mi vagina, mi cosita estaba muy caliente y llena de placer. Me vine al mismo tiempo que él y entonces me di cuenta de que yo lo estaba montando. Entonces logré darme cuenta de que el hombre me estaba hipnotizando. Después de que se vino dentro de mí me volví a “dormir” y desperté al día siguiente. Estaba en mi cama boca abajo, tenía un plug anal dentro y sentía que mi cosita y culito habían sido utilizados. Sentí inmediatemente mucho placer en mi cosita y me vine sin tocarme. Mis piernas estaban muy cansadas y me dolía el culo.
Jaime: ¿Recuedas algo?
Yo: Solo recuerdo que el otro señor se vino dentro de mi vagina.
Jaime (se rió): Tienes el semen de 8 hombres en tu culo.