Mi trabajador y yo

Nunca imaginé lo que podría pasar en el campo con mi trabajador luego de una tomatera...

Hola a todos;

Hace ya bastante tiempo que no me dedicaba a escribir. Aquí les envío mi último relato. Espero les guste (es sólo imaginación).

Mi Trabajador y Yo….

Luego de dejar la Universidad, con 20 años, traté de buscar un empleo donde aplicar mis conocimientos. En esa época no era muy fácil conseguir un trabajo en mi país (Chile), y menos aún para alguien recién egresado. Luego de enviar mis antecedentes, que siempre eran devueltos por falta de experiencia, decidí finalmente ir a trabajar en el campo, una parcelita de 15 hectáreas, herencia de mis abuelos, que luego de morir, lo dejaron a cargo de unos trabajadores de confianza. Elaboré un proyecto de siembra y me decidí a ponerlo en práctica.

Había estado en el campo cuando era niño, y poco me acordaba de lo aislado y alejado de la mano de Dios que se encontraba. Cuando llegué a la casa, me estaba esperando un hombre anciano, de nombre Mario, que había trabajado con mi abuelo, y había preparado mi llegada a la casa. Lo primero fue conocer la casa, que estaba a mal traer por los continuos temblores y los años, pero por lo menos estaba limpia. No había ninguna comodidad de las que yo estaba acostumbrado, sólo luz eléctrica, sin acceso a televisión. El agua para beber se extraía de una Noria y pasaba un canal que estimé serviría para mi higiene personal. Luego de instalarme, me dediqué a ponerme al tanto de la futura siembra junto con Mario. Necesitaría al menos de un trabajador que me apoyara en las actividades propias de la siembra. Por suerte Mario me comentó que tenía un nieto recién llegado del sur, que me podría servir para esos menesteres, lo cual le agradecí, y quedó en mandarlo al día siguiente.

Luego de pasar una incómoda noche en casa (ruidos, miedo a los fantasmas, oscuridad máxima), me desperté al alba con ruidos propios del campo, el trinar de los pájaros, y… golpes en la puerta. Me levanté tal cual estaba (acostumbro a dormir sólo en calzoncillos). Abro la puerta y me encuentro con un joven de aproximadamente 20 años, 1,75 cm., no bonito, pero si muy atractivo, moreno, con una barba tipo candado, ojos verdes, de muy buen cuerpo, que se presentó como Luis, nieto de Mario, que venía a trabajar a solicitud de él.

Hola, pasa adelante

Disculpe la hora, pero en el campo acostumbramos a trabajar temprano, me dijo un poco ruborizado, asumo por verme sólo en calzoncillos.

No hay problema, disculpa la facha, pero estoy recién despertando. Si me esperas un momento, voy al canal a bañarme y empezamos el trabajo.

Me dirigí aún en calzoncillos y con una toalla al canal de regadío con la intención de asearme. Cuando estaba a punto de sacarme la ropa, apareció Luis preguntándome si preparaba el desayuno. Yo un poco incómodo con su presencia, le dije que sí, que tomaríamos desayuno antes de iniciar las labores del campo. Me extrañó que permaneciera parado mirándome sin dirigirse a la cocina. Bueno, pensé que a lo mejor en el campo es habitual que la gente se bañe así en los canales de regadío, y al final era un hombre, al igual que yo, y no tendría porqué avergonzarme de estar desnudo ante él (nunca había tenido ese problema antes, considerando que era una práctica habitual en las duchas deportivas de la universidad). Debo admitir que sentía su mirada y eso me ponía extrañamente nervioso. Además, mi cuerpo está bastante bien trabajado por años de deportes y ejercicios y no tenía que esconder. Finalmente decidí entrar desnudo al canal. Por suerte el agua estaba fría y no se notó mi incipiente y créanme, inexplicable pre-erección. Yo siempre me había considerado heterosexual, ni siquiera dudaba de mi condición,… hasta ese momento. Algo pasó que no comprendí…y que quedaría muy claro en un tiempo más. Traté de comportarme en forma natural, pero sentía su mirada que recorría mi cuerpo y me incomodaba, por lo que instintivamente le daba la espalda escondiendo mis genitales.

¿Usted es deportista?

Fui jugador de baloncesto en la Universidad (tengo que aclarar que si bien no soy gigante, mido 1,85 cm., altura suficiente para practicar dicho deporte), ¿porqué la pregunta?

Ah.., por nada, es que tiene los músculos bien marcados

¿Y tú practicas algún deporte?

Yo.., no, sólo juego fútbol para un club deportivo con amigos del pueblo. Quizás se interese en jugar con nosotros, porque uno de nuestros jugadores se fue al servicio militar y nos falta uno.

Mira, la verdad es que no soy muy bueno para el fútbol, pero a lo mejor más adelante. Por lo pronto, anda a preparar el desayuno, para empezar a trabajar.

Sentí que se marchó y yo continué lavándome sintiendo latidos incontrolables en mi verga, tratando de erectarse.

Llegué a mi habitación envuelto en la toalla y apareció Luis para decirme que estaba listo el desayuno. Se quedó parado en la puerta. Yo decidí actuar en forma natural y retiré la toalla, mostrándole toda mi humanidad. Sin voltear, sentía su mirada recorriendo mi cuerpo, y ahora ya no me incomodaba…, incluso me estimulaba, por lo que tomé mi tiempo para vestirme. Qué extraña sensación. Pensé que a lo mejor se debía al tiempo que llevaba sin poseer una mujer, o que evidentemente Luis era atractivo. Deseché esta última alternativa porque Luis se veía muy masculino.

El día transcurrió sin mayores contratiempos. Trabajamos todo el día preparando la futura siembra, y quedamos que Luis se encargaría de contratar el personal necesario para todas las actividades. Asumió el cargo de "Capataz". Ya en la noche, lo invité a tomarnos unos tragos para establecer más confianza, que sería necesaria para nuestra futura interrelación laboral.

Había traído un buen stock de Ron de la capital. Sabía que en el campo no tendría acceso a este licor. Luis trajo una botella de "pipero", un vino de la zona.

Conversamos de cosas generales, me contó que era hijo único, que luego de cumplir con el servicio militar, decidió venir hace un mes a acompañar a sus abuelos, que había terminado sus estudios secundarios en la milicia. Llegamos al infaltable tema de mujeres. Me dijo que no tenía novia, de lo que había visto en el pueblo no había mucho de donde elegir. Algunas ya están emparejadas o bien están las niñas del prostíbulo del pueblo, pero que a él no le gustaba asistir. Así continuamos una amena conversación mientras comíamos un picadillo que yo preparé y bebimos y bebimos…..En un momento comenzó a llover intensamente, y no paraba. Debido a la lluvia le propuse que se quedara a dormir en la casa, porque no había venido preparado para la lluvia y la casa de sus abuelos quedaba bastante retirada. Nos pusimos más alegres con el copete. No me acuerdo haber tomado tanto trago en mi vida. Fueron tres botellas de Ron y la botella de vino. Creo que me hizo mal el vino, y le dije que me iba a dormir, ya bastante pasado de copas. Desperté al día siguiente con la resaca correspondiente, y cual sería mi impresión de sentir a alguien a mi lado. Era Luis, estaba durmiendo en mi cama a mi lado, en calzoncillos. No supe como reaccionar, si molestarme y mandarlo a la punta del cerro o asumir que se debió al exceso de alcohol. Preferí no armar escándalos y traté de despertarlo, pero estaba totalmente dormido. En eso siento una extraña y placentera necesidad de contemplarlo mientras dormía. Me pareció muy atractivo. Estaba de espaldas, destapado. Me llamó la atención su armonía general, su pecho con algo de pelo, sus marcados músculos abdominales, el bulto que se hacía presente bajo el calzoncillo, las piernas bien conformadas. Estuve admirándolo por un momento, pensando lo feliz que podría hacer a una mujer un tipo como Luis. Ha esa altura ya estaba totalmente empalmado. No me explico cómo se me ocurrió estirar las manos. Lo empecé a acariciar lentamente, no sabía que me pasaba. Luis no reaccionaba. Continué mis andanzas y llegué a palpar sobre su calzoncillo. Fui más allá e introduje mis dedos bajo el calzoncillo y estuve acariciando su miembro lentamente, hasta que reaccionó y empezó a aumentar su volumen. Lo observaba detenidamente. No podía apartar mis ojos de ese miembro en erección. Retraje el prepucio y comencé a masturbarlo lentamente. Luis reaccionó y volví a la realidad. Retiré mis manos y simulé estar dormido. Luis se colocó en posición lateral. Yo quedé de espaldas a él, y sin saber que me impulsó, me acerqué a él, a tal punto que mi trasero quedó en contacto con su erección. Permanecí sin moverme. Esa situación nunca antes la había vivido y me pareció muy estimulante. Pensé en las consecuencias que podría traer mis actos, que lentamente me levanté y me dirigí a bañarme al canal. Estaba concentrado en mi limpieza personal, y en mi erección que no disminuía a pesar del agua fría.

¿Buenos días, cómo amaneció?

Me sobresalté e inconscientemente traté de esconder mi erección, de la que definitivamente Luis se había percatado.

Bien, pero con una resaca que ni te cuento.

Luis se sacó el calzoncillo y se metió al canal a lavarse, al lado mío. De reojo pude observar que su miembro estaba en estado morcillón y que él me miraba de reojo.

¿Te.., perdón, "se" acuerda algo de anoche?

La verdad, lo único que me acuerdo es que estábamos tomando mucho trago y me sentí mal y me fui a acostar.

¿Pero después de eso?...

¿qué pasó después de eso?...

No me diga que no se acuerda…, no le creo.

No.., si la verdad es que no me acuerdo de nada, hasta hoy en la mañana, cuando desperté contigo al lado en mi cama.

De eso pues, si no se acuerda yo podría refrescarle la memoria.

A ver, cuéntame lo que pasó.

A pesar de la lluvia, yo tenía intenciones de irme a casa de los abuelos, pero UD., insistió que me quedara, que siguiésemos tomando. Al final, insistió tanto, que seguimos con otra botella de Ron y nos fuimos a tomar a la pieza. UD., me sugirió que nos desvistiéramos para estar más cómodos. Al principio yo no me atrevía, sabe UD., por la confianza y esas cosas, más que mal UD., es mi jefe, y se me acercó y me dijo que si no me sacaba yo la ropa, lo haría UD., y así fue. Después me invitó a acostarme con UD., estaba bastante ebrio, debo reconocerlo.

Oh,…..disculpa si te falté el respeto, espero que esto quede entre los dos. No me agradaría que se supiera en el pueblo que cuando tomo unos tragos me bajan esos instintos.

No se preocupe, yo no diré nada…., eso si terminamos lo que quedó pendiente de anoche.

¿Qué quedó pendiente?

¿De verdad no se acuerda?....Luego de acostarnos, UD., se vino encima mío y...se ofreció a mamarme….

¿Qué?...Yo no pude haber hecho eso. Mira, por lo que me acuerdo a mi me gustan las mujeres….

Yo eso no lo pongo en duda. Pero de que me lo pidió, me lo pidió. Está en UD cumplir su palabra.

Me quedé pensativo, mientras continuábamos bañándonos.

¿De verdad no se lo contarías a nadie?

Patroncito, cuando doy mi palabra, doy mi palabra.

Sin pensarlo dos veces, me acerqué a él e introduje su pene morcillón en mi boca. Al principio me pareció extraño, pero cuando fue alcanzando su tamaño, lo sedoso y suave, y ese sabor tan especial, fue de mi total agrado.

Eso patroncito, déle, mas adentro, mmmm, que lo chupa rico….

Yo continuaba mamando el pene erecto de Luis, y le observaba la cara. Tenía los ojos cerrados y reflejaba mucho placer.

Siga así, no pare… ya acabo, dígame por favor donde acabo….

.Acaba donde quieras, traté de decir con su pene en mi boca, sin imaginarme que me llenaría de leche mi boca, tanta, que no tuve más remedio que tragar, si no me ahogaba. Aún recuerdo el delicioso sabor. Si antes me decían que tendría un pene en mi boca y más aún que probaría el semen, vomitaría del asco, sin embargo, ahora lo estaba disfrutando, y no saben cuanto.

UF…, a sido la mejor mamada que me han dado, mejor que la del soldado Pérez,.

Quien es el soldado Pérez…?

Un ñato de la milicia que nos hacía el favor a algunos reclutas por un poco de dinero.

Hay patroncito, de ahora en adelante, nuestra relación debe cambiar.

¿cómo así?

Claro, pues, UD, ya me demostró que le gustaba el pito, y yo le voy a demostrar lo placentero que pueden ser otras experiencias que tengo en mente…..

La continuación de este relato viene pronto