Mi tío y Yo.(6)
A partir de acá dejo de ser la chica que se desmaya o marea al ser penetrada, y con cuatro años más desde la primera vez, mi tío me ha enseñado a disfrutar del sexo.
NOTA INICIAL: Si quieren leer los relatos anteriores a este aquí les dejo los links:
http://www.todorelatos.com/relato/121997/
http://www.todorelatos.com/relato/121996/
http://www.todorelatos.com/relato/122009/
http://www.todorelatos.com/relato/122071/
http://www.todorelatos.com/relato/122191/
Sin darnos cuenta la vida sexual entre mi tío y yo se había vuelto algo habitual. Nos seguíamos encontrando cuando podíamos, o nos escondíamos. Mi tío alquilaba un fin de semana al mes una habitación en un hotel de viajeros en donde acordábamos a encontrarnos unas horas al día. Supongo perdía mucho dinero en ello. Pero aún era joven para entrar en hoteles de una noche, y no queríamos problemas.
Pero todo era mas divertido cuando había riesgo.
En la comunión de mi hermano, mi madre decidió hacer el cumpleaños en nuestra casa, así que un año antes veníamos con refacciones. Para esto habían pasado ya 4 años desde que mi tío y yo comenzamos con lo nuestro.
Y hubo una vez, en la que me mandaron toda una semana a la casa de mis primas a mi, y a mi hermano con mi abuela. Ya que las refacciones eran bastante profundas y no querían que nos incomodaran.
Llegue un jueves a la casa de mi tío, mis primas me esperaban ansiosas, y mi tía me miraba con desprecio, como siempre. Me llevaron a su habitación donde habían preparado un colchón y pusieron mi bolso con mi ropa al lado. Jugamos toda la tarde hasta que a las 8 nos sentamos a cenar. Y a las 10 ya estábamos en la cama. Mi tía nos sugirió que durmiésemos temprano al otro día teníamos escuela y no iba a luchar para despertarnos. Mis primas se durmieron muy rápido, pero yo estaba acostumbrada a dormirme al menos dos horas después, así que sin hacer ruido, salí de la pieza, baje las escaleras, y me fui al comedor a ver un rato la tele, a esa hora daban lucha libre. No paso mucho tiempo cuando sentí un ruido, y me asusté pensando que podría ser mi tía y vendría a retarme, aunque ya estaba grande para que me reten, siempre fui respetuosa con los adultos. Pero no, era mi tío, que bajaba la escalera en calzoncillos mirándome con una sonrisa amplia.
Qué hacés despierta?
Vos sabés que me duermo tarde, además, hoy hay lucha en el Space!
Claro, si la lucha! Pero a mi se me antoja otra cosa!
Me miró sonriendo, con algo de malicia en los ojos.
Otra cosa como qué? Tu mujer y las chicas duermen arriba!
Si, y tienen un sueño muy pesado...
Era obvio que iba a pasar, y que mi tía este durmiendo en el piso de arriba me daba mas morbo y ganas. Se sentó al lado mío y me dio un beso, no eramos ni somos mucho de los besos. Pero de vez en cuando había excepciones. Comencé a acariciarle suavemente el pecho, baje por su panza hasta llegar a su entre pierna. Su pene ya estaba duro, aunque sabía que podía ponerlo mas duro aún. Me baje y arrodillé entre sus piernas. Y medio bajando su bóxer saque su pene, lo masturbé con una mano, había crecido y ya podía rodearlo con una sola mano, y con la otra me tocaba un pecho, los cuales ya habían crecido bastante. Pasado un tiempo, comencé a jugar con mi boca, suavemente, para hacerlo divertido, me gustaba verlo estremecerse cuando lo hacía, recorría desde los testículos a la punta con mi lengua, y le daba besos en la punta. Cuando ya no aguantó mas, mi tío me agarro de los pelos y metió su pene en mi boca. Me dejó con su pene adentro un buen rato, mientras yo movía mi lengua para que disfrutase. Pero pronto me soltó y me dejo jugar a mi antojo, disfrutar de esa rica verga mientras me mojaba más y más.
- Parate bebé te la voy a meter hasta el fondo...
Me dijo, y me paré me apoye contra el sillón, y el parado atrás mío me bajó el pijama y la ropa interior, estaba como loco. De un solo tirón la metió, haciendo que produzca un pequeño gemido ahogado. No había que hacer mucho ruido.
Empezó con las embestidas de a poco, hacía una semana y medía que no teníamos sexo, y aparentemente lo estaba necesitando rotundamente. Sentía como la punta de su verga llegaba tan adentro mío que me hacía gozar de placer, no habíamos hechos expertos en hacernos gozar el uno al otro, sabíamos exactamente que nos gustaba y como. Y su verga en cuatro me volvía loca. Me agarro bien fuerte del pelo mientras tiraba mi cuerpo hacia él. Y podía escuchar sus gemidos fuertes y guturales que provenían directo de su garganta. Me encantaba. No solo no podía si no que no quería parar. Pero pronto escuchamos un ruido. Dejo la tele prendida y sin sacar su pene me acomodó detrás del sofá para que si alguien bajaba la escalera no nos viese. Sentimos como la puerta del baño de arriba se abría, mientras con cuidado el me embestía mirando directo a la escalera. Cada vez estaba más y más caliente. Y se escucha la voz de su mujer.
Cariño estas abajo? Qué estás haciendo?
Estoy viendo la pelea amor, andá a dormir que en 15 termina.
Contestó mi tío con la voz rasposa, y sin dejar de embestirme ni un segundo. La mujer fue directo a su pieza y cuando sentimos que se cerró la puerta volvimos a lo nuestro.
Su pene seguía bien duro, como si nada hubiese pasado, y yo estaba muy caliente, y quería seguir. Saque su pene y me senté en la mesa del comedor, el vino corriendo con su pene apuntando directo a mi vagina, y la metió con fuerza una vez más. Me agarró con fuerza del cuello, era una costumbre que habíamos adquirido con el tiempo, y comenzó a apretar lentamente, quitándome de a poco el aire, mareándome, y nublándome la vista. Mi vagina se contraía cuando hacía eso, y el gemía fuerte de placer, mientras a mi me costaba el percibir el exterior. Y me soltaba para que recuperara el aire y mis sentidos. Era una sensación bastante similar a cuando me penetró las primeras veces, y como ya estaba acostumbrada al tamaño de su pene, era una manera eficiente de recuperar esa sensación.
- Que rica que estas mi putita -Dijo volviéndome a agarrar del cuello- Me encanta cuando te mojas toda! Sabés por qué te mojas? Por que sos una putita que solo quiere pija!
La percepción del exterior volvió a hacerse difusa, mis oídos se taparon y mi vista se nubló, mi vagina volvió a contraerse, y sentí como su pene se estremecía dentro mío. Estaba por correrse.
- Te voy a llenar de leche... Toda la lechita para mi putita!
Me embistió con fuerza sin soltarme del cuello, y sentí rápidamente como su semen se esparcía dentro mío. Me soltó una ultima vez del cuello y haciendo que todos mis sentidos volvieran junto con el aire. Se sentó un rato en una silla mientras yo me recuperaba acostada en la mesa. Y luego me trajo para limpiarme y me fui a dormir.
La semana que estuve en su casa sería importante e inolvidable, sería la última vez que podríamos tener sexo sin protección. Y la aprovechamos bien.
Nota final: Espero que me disculpen por la demora, pero pasa que comencé el nuevo cuatrimestre de la universidad y se me complica manejarme los tiempos. También sepanme disculparme aquellos que me envían mails o hablan por skype a [email protected]
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por no contestar al momento, puede que me lleve algunos días contestar así que prefiero manden un mail para evitarles molestias. Y no insistan demasiado con muchos mails voy contestando desde los mas viejos a los mas nuevos así que envíen mails a cada rato solo va a hacer que les conteste mas tarde.
Espero que les haya gustado el capitulo de hoy. Pronto la historia dará un giro, y entraran nuevas personas.