Mi tío me usa... y a mí me gusta.

Mi tío me enseña otras cositas sexuales y yo las aplico a mi novio querido, que rico.

MI TÍO ME USA… Y A MÍ ME GUSTA

(SEGUNDA PARTE)

Esa noche casi no pude dormir, ni siquiera me lavé las manos para sentir el olor y el sabor a semen que tenía en ellas, me chupaba los dedos de mi mano derecha y me tocaba mi cosita mojada con la izquierda, estaba dispuesta a que esa noche fuera la mejor masturbada de mi vida, tomé el cepillo de mi mamá, lo ensalivé hasta metérmelo por el culito, era muy rico imaginarme que una paloma me violaba mi anito cerradito.

Mientras gemía de placer, las palabras de mi tío me rebotaban en la cabeza: “MAÑANA TE VOY A ENSEÑAR A MAMAR VERGA”… ¿Cómo sería sentirla en mi boca? ¿Sería eso normal? Bueno, a Irma le encantaba mamar, ojalá yo sintiera lo mismo, moví el cepillo más rápido y más fuerte, imaginándome que era la paloma de Héctor…  me tocaba mi botoncito y sentí como mis orificios se contraían en un orgasmo delicioso. Nunca había sentido tanto placer… y lo que me esperaba…

A la mañana siguiente mi papá nos dijo que su hermano nos había invitado a su finca a celebrar su cumpleaños, mi mamá, como siempre peleando con mi papá, dijo:

MAMÁ: ¿Por qué Mario tiene dinero y tú no, eres un fracasado?

PAPÁ: Ya lo hemos hablado de sobra… yo no quise estudiar y mi hermano era muy aplicado y se graduó de Doctor, pero él nos ayuda hasta donde puede.

TÍO: No jodás con lo mismo Regina, Don Mario se porta muy bien con nosotros y sin ninguna obligación.

YO: Dejen de pelear, yo si quiero ir.

PAPÁ: Bueno preparen maletas que a fin de mes nos vamos.

Sonó el celular y justamente era el tío Mario, luego nos contó que lo citó a su clínica para proponerle algo…

PAPÁ: Bueno, ya es tarde, me voy (al tío Chato) Te encargo a la patoja.

TÍO CHATO: No se preocupe Arturo, yo se la cuido.

Y vaya si me cuidaba…

MAMÁ: Yo también me voy (a mí) apúrate que no puedes llegar tarde a la escuela.

YO: Voy por mi bolsón y me voy.

Fui a mi cuarto por mis cosas y al salir mi tío se estaba masturbando para que yo lo viera.

TÍO: Ven, tócame la verga un ratito.

YO: No, tío, ya es tarde.

TÍO: Solo un poquito.

Yo se la agarré y lo masturbé como ayer, que deliciosas nuevas sensaciones estaba aprendiendo.

TÍO: ¿Recuerdas lo que te dije ayer?

YO: Sí, tío.

TÍO: ¿Qué?

YO: Que me iba enseñar a mamar verg… paloma.

TÍO: Verga, dilo…

YO: Que me iba enseñar a mamar verga.

TÍO: Que rico… ¿Por qué no te quedas?

YO: Noooooo.

Y salí corriendo.

Al llegar a la escuela le pregunté a Irma que sentía cuando se la mamaba a su tío:

IRMA: Se siente rico cuando te va creciendo dentro de la boca y es mejor cuando se pone bien dura y puedes sentir sus venas en tu lengua.

YO: ¿Pero no te acaba en la boca?

IRMA: A veces sí, otras en mi cuquita y otras en mis chichotas.

YO: Para ser tan chiquita tienes los pechos grandes.

IRMA: Es lo único mío que le gusta a los hombres, porque la cuquita les gusta sin importar de quien sea.

YO: ¿Dónde has aprendido tantas cosas de sexo?

IRMA: Con mi tío.

YO: ¿Qué es lo que más te gusta de tu tío?

IRMA: Lo mejor es que después de las culiadas, mi tío me regala dinero.

YO: Pero eso es prostituirse.

IRMA: Pues soy puta ¿Y qué?

Me sorprendía la desfachatez de Irma siendo tan chiquita, pero muy adentro de mí la envidiaba.

Pasé la mañana muy nerviosa pensando en mis nuevas enseñanzas sexuales, en uno de los recreos, Héctor me dio un rico arrimón y como ya le había tocado la paloma a mi tío, pues se la sobé por encima del pantalón, a él le gustaba mucho en la putita que me estaba convirtiendo y a mí también, me apretujaba las nalgas y yo le apretaba la paloma, me tenía muy caliente… no sé en qué momento se la sacó del pantalón y por primera vez pude ver la verga de mi novio, me sorprendió lo chiquita que era en comparación con la de mi tío, pero aun así se la jalé hasta que se vino a borbotones, lo malo es que me manchó el uniforme y tuve que ir a lavarlo al baño, ahí estaba Irma y me preguntó si esa mancha era leche, no tuve más remedio que decirle la verdad, ella me dijo que aprovechaba muy bien los recreos y que quería verle la verga a mi novio:

YO: ¿Estás loca? ¿Cómo voy a dejar que nos veas cuando se la jalo? Si él se da cuenta se enojaría mucho contigo.

IRMA: ¿Dónde se la jalas? ¿Atrás del gimnasio?

YO: ¿Cómo lo sabes?

IRMA: Ahí se la jalo a tu primo Juancho.

YO: ¿Ya te cogiste a mi primo?

IRMA: No, porque nunca trae condón, yo le digo que compre uno pero dice que le da vergüenza, así que solo se la mamo y se la jalo… ¿Cómo tiene la verga Héctor? ¿Es grande? ¿Déjame verlos, pendeja?

Me insistió tanto que acordamos que mañana al segundo recreo nos vería, pero le advertí que se escondiera bien para que mi novio no se diera cuenta.

Al salir de la escuela no vi a mi novio, esperaba otro arrimón, aprendí que cuando un hombre acaba se le va el interés por una, así que la próxima vez no lo voy a hacer terminar hasta que me venga a dejar a mi casa.

Al llegar esperaba ver a mi tío con la paloma de fuera, pero nada, no estaba, así que me fui a poner el short más chiquito que tenía, fui a preparar el almuerzo, almorcé sola, luego hice mis tareas, yo quería ser alguien en la vida, no como mi papá que trabajaba en una herrería y ganaba muy poco, mi mamá era maestra y creo que ganaba más que él, pero aun así vivíamos con muchas limitaciones. Pero a mí eso no me importaba en esos momentos, estaba aprendiendo a ser mujer y eso no se compra en el supermercado.

La compu de mi tío estaba abierta y curiosa como soy me dediqué a ver sus archivos, abrí uno muy sospechoso que se llamaba Rosita, lo abrí y pude ver los videos de como mi prima le mamaba la verga a mi tío y como se la metía en el culo, era excitante ver eso, me empecé a tocar mi cosita viendo cuando mi tío se la metió por adelante y le metía un dedo atrás, no sé por qué pero eso me calentó más, ella parecía prostituta por las cosas que decía:

ROSITA: Así, así, papito, dame verga, cabrón, dame más fuerte, ay que rica verga tienes Chato, métemela toda, tienes la verga más grande que me he comido… y vaya si tengo una buena colección de vergas.

¿Será que Rosita era puta de verdad?

TÍO: Si mamita, me encanta coger contigo, estás bien rica. ¿Qué eres?

ROSITA: ¡Soy tu puta, mi niño! ¡tu puta!

Y era cierto, los vídeos eran viejos porque el tío Chato parecía su hijo, seguro que era menor de edad, pero ya se le veía una rica verga, no como la de mi novio.

ROSITA: Reviéntame el culo, pisado, cógete a esta puta por el culo… así, así papito, dame más duro, a la puta que rica verga tienes, para ser tan pequeño coges mejor que mi marido… no te vayas a venir todavía que necesito que me partas la cuca… ay, así mi padrote, méteme toda esa pija, hum, que rico, siento que me llenas toda, me llega hasta el fondo, que rico, no acabes nunca, cabrón… cógeme todos los días, dame verga por siempre…

TÍO: Así putita, mueve ese culo… ahg… que rico, estoy bien caliente… que rico se te mueven las chiches mientras te cojo… te quiero acabar en la boca como ayer… ay mamita que rica estás… tienes la pusa bien apretadita…

Abrí la boca del susto esa palabra “p u s a” es la palabra más vulgar para nombrar la vagina en mi país, estaba incrédula oyendo a Rosita y a mi tío como se trataban, pero también estaba muy húmeda de mi cosita, los vídeos eran cortos pero ricos, eran cinco y los vi varias veces… temerosa de que mi tío me descubriera cerré el archivo y dejé todo como estaba, quería ir al baño a masturbarme, pero sabía que mi tío tenía cosas más ricas que enseñarme.

Como a las dos horas llegó, me contó que tuvo que ir a arreglar la computadora de no sé quién, también me contó que el próximo mes se iba a vivir a un cuarto porque le estaba yendo muy bien en su trabajo, él es muy bueno para eso de la tecnología, yo me alegré por él pero lo iba a extrañar, seguramente se dio cuenta porque dijo:

TÍO: Nos seguiremos viendo y vamos a tener más privacidad porque el cuarto queda a la vuelta de la casa.

YO: Me alegro, tío.

TÍO: Tu boca contradice a tu expresión… ¿De verdad me vas a extrañar?

YO: Un poco.

TÍO: Mira, Lucky, tu puedes ir a almorzar conmigo y así pasamos toda la tarde juntos, como aquí, yo te enseño cositas ricas y a las cinco te vienes a tu casa para que tus papás no sospechen nada.

YO: Está bien, tío.

TÍO: Cuéntame, cómo van las cosas con ese novio tuyo.

YO: Muy bien, está loquito por mí, a cada rato quiere besarme y meterme mano… hoy pasó algo nuevo… ¿Quieres que te cuente? (Asintió con la cabeza) Fíjese que al recreo me llevó atrás del gimnasio, ahí hay un bosquecito y por primera vez le jalé la paloma, así como usted me enseñó ayer, me gusta mucho como traba los ojos cuando se la jalo, pero estaba tan caliente con lo que le hacía que se olvidó de meterme su dedo en mi culito, yo también quería sentir rico y cuando se lo iba a pedir me llenó la mano de leche.

TÍO: Ay que rico ¿Y te gustó?

YO: Sí, pero la tiene muy chiquita.

TÍO: ¿Prefieres mi verga?

YO: No sé, tío. Lo que pasa es que a él lo quiero y usted es mi tío.

TIO: Mira, Lucky, el sexo no tiene nada que ver con el amor, te voy a contar algo, después que Rosita me enseñó a coger, tuve una novia muy bonita y estaba enamorado de ella, pero no era tan apasionada, así que gozaba de las cogidotas con tu prima e iba al cine y de paseo con mi novia, ella se aburrió de que me la cogía poco y me dejó, a mí me dolió pero me consolaba con las nalgas de mi maestra de sexo.

YO: A mí me gusta practicar con usted y lo que aprendo se lo hago a mi novio, pero no me gustaría que él supiera que usted es mi maestro de sexo, como Rosita fue la suya.

TÍO: Si tú no se lo cuentas nunca lo sabrá… tenemos una lección pendiente… ¿La quieres ya?

YO: Debo confesarle que he estado muy nerviosa todo el día… imaginando que se sentirá tenerla en mi boca.

TÍO: Pues manos a la obra, o mejor dicho: verga a la boca.

Me dio mucha risa su broma, me llevó al sofá donde dormía y se sacó la verga, estaba medio parada por la conversación que tuvimos pero aun no tenía el tamaño que a mí me fascinaba, así que se la agarré y empecé a pajearlo, ya tenía esas gotitas deliciosas en su cabezota, él con mucho cuidado me tomó de la nuca y me llevó la boca a su paloma, yo saqué la lengua para lamer sus gotitas y me encantó su sabor, era como saladito, pero muy rico, abrí la boca y me metí la cabeza, el dio un respingo y me dijo que tuviera cuidado con los dientes porque lo lastimaba, le pedí perdón y abrí más la boca, con mi lengua tapaba mis dientes inferiores y me la metí hasta la mitad, el me agarró la cabeza y me subía y bajaba de su verga, como cuando lo hacía con mi mano, entendí lo que quería y yo solita me metía y sacaba la verga de la boca, él aprovechó mi posición recostada sobre sus piernas y me tocó mi anito, me metió un dedo y lo sacaba y lo metía al ritmo que yo hacía lo mismo con mi boca en su verga, nunca en mi vida imaginé la delicia que era mamar y ser penetrada por un dedo, yo solo esperaba que no se fuera a venir en mi boca, no sé si eso me daría asco, pero él me dijo que ahora me iba a enseñar a chupar sus huevos, me los metí a la boca y me daban cosquillas los pelos de sus pubis, pero no me importó y empecé a lamérselos, luego subí por su tronco y volví a meterme ese manjar a la boca, él trataba de metérmela toda pero yo sentía que me ahogaba, hasta que por alguna razón me cupo toda, el me agarraba de la cabeza para que no lo sacara y aprendí a respirar por la nariz con toda su verga dentro de mi boca, eso le encantó y me dijo que tenía garganta profunda, en ese momento no entendí que quería decir… de repente sentí otro dedo violando mi culito, los movía muy adentro y me calenté más, si eso era posible, sin quererlo empecé a mover mi trasero para ensartarme más los dedos de mi tío, es como si mi culito tuviera vida propia, en eso me vino un orgasmo delicioso, solo abrí la boca para exhalar mi venida, mi tío me desnudo sin pedirme permiso afortunadamente, porque si lo hace le hubiera dicho que no, me hinco frente a su verga y me baño mis chichitas de lechita, fue una experiencia exquisita.

TÍO: El lunes te tengo una nueva enseñanza, vas a aprender a tragar leche.

YO: ¿Y por qué hasta el lunes?

TÍO: Tengo mucho trabajo en Jutiapa y regreso hasta el lunes.

Yo hubiera preferido tragármela de una vez, pero me dio vergüenza pedírselo a mi tío.

Me fui al baño pero a probar de nuevo su semen, esperé un buen rato a que se me secara en la piel, quería ver su lechita en mis limoncitos mañana antes de bañarme, me encantaba su olor, pero su sabor me enloquecías, por fin esa noche dormí delicioso por el rico orgasmo que me regaló mi tío Chato y feliz de haber aprendido a mamar verga, quería soñar que mañana le mamaría la palomita a mi novio.

Al día siguiente me vi al espejo y tenía como costritas de semen en mi pecho, al bañarme traté de no desperdiciar nada y lo recogía con mis dedos y los chupaba, creo que también estaba aprendiendo cosas yo solita.

A la hora del desayuno mi papá nos tenía la mejor noticia del mundo:

PAPÁ: Quiero contarles que Mario me citó para decirme que me va a prestar el dinero para poner mi propia herrería.

MAMÁ: Por fin hizo algo bueno ese tu hermano.

PAPÁ: En cuanto empiece a dar ganancias nos cambiamos a una casa más cómoda.

YO: Gracias papito, voy a llamar al tío Mario para agradecerle.

PAPÁ: Haces bien, Lucky, eso le va a gustar mucho.

MAMÁ: ¿Y por qué hay que agradecerle? ¿No le vas a pagar, pues?

TÍO: ¡Regina!

Luego siguió la rutina, mis papás se fueron a trabajar, yo fui por mi bolsón y antes de irme le jalaba y ahora también le mamaba la verga a mi tío y salía disparada antes de que me desnudara. Me encantaba esa rutina, hay cosas que nunca cansan.

Cuando llegué a la escuela Irma me estaba esperando en la puerta, me contó que estaba muy emocionada por verle la verga a mi novio, yo me puse un poquito celosa, pero al mismo tiempo quería que nos viera.

Llegó la hora del segundo recreo y mi novio ya me esperaba atrás de unos árboles, con la mirada busqué a Irma y no la encontré, pero sabía que por nada del mundo se iba a perder nuestro show pornográfico, para hacerlo más emocionante me quité mi calzoncito y lo guardé en mi bolsón.

Héctor me agarró como siempre, me besaba y sus manos iban directo a mis nalgas desnudas, se sorprendió agradablemente al ver que no llevaba calzón, se chupaba un dedo y me lo iba hundiendo en mi culito, yo de una vez le baje su pantalón y empecé a jalarle su verguita, recuerdo que pensé: cuando sienta que se va a venir dejo de hacerlo para que sienta ganas de irme a dejar a mi casa, lo que también aprendí es que la verga no piensa, se viene y ya.

Cómo loca buscaba a Irma, ¿Qué estaría sintiendo esa putita? Pero no la encontré ¿Dónde estaría escondida?

Le pedí a Héctor que no quería que se viniera, él me preguntó por qué y yo le dije la verdad, él me prometió que si lo dejaba terminar siempre me iría a dejar a mi casa, yo como premio le dije que hoy le iba a hacer algo nuevo, me agaché y me metí su verguita a la boca, de verdad era muy  chiquita, no tenía que abrir tanto la boca como cuando se la chupaba a mi tío, le lamí los huevos y el pobre gemía tapándose la boca, yo me abrí la blusa y le dije que terminara en mis chichitas para que no me manchara el uniforme, él feliz se masturbaba en mis pezones mientras yo le sobaba los huevos como mi tío me enseñó, él empezó a bufar muy quedito, se la jalaba muy rápido hasta que derramó su leche calientita en mis chichitas…

Algo nos golpeó y caímos al suelo los dos, era Irma que al ver la acabada de Héctor en mi pecho, de lo caliente que eso la puso, perdió el equilibrio y cayó sobre nosotros dos, nunca imaginé que se fuera a esconder justo en ese árbol, en las ramas superiores, bueno, no era tan absurdo, era el árbol más frondoso y con el tronco más ancho, justo para esconderse detrás. Tuve que salir corriendo a pedir ayuda, al rato llegó la ambulancia y se los llevaron al hospital, Héctor tenía quebradas unas costillas e Irma el brazo izquierdo.

Mi maestra me preguntó cómo había sido y yo le inventé diciéndole que los dos jugaban a los monos y que aunque yo les advertí que se podían caer, no me hicieron caso. La maestra me dijo que por algo yo era su alumna preferida, que siempre hacía lo correcto, pensé: si supiera…

De camino a mi casa solo quería recibir mi siguiente lección: ¡Tragar leche! Ojalá mi tío esté en casa…

CONTINUARÁ.