Mi tío me transforma I

Un chico descubre su lado femenino

Me llamo Ariel, así es como la sirenita, actualmente tengo 27 años, soy de una estatura baja, mido 1.62m y mi peso, bueno solo diré que soy tan delgada que me podrían levantar con una mano sin problemas, pues en palabras de mi tío soy sumamente liviana como una pluma, no tengo tetas, a mi tío le gusta así, el pelo si lo traigo largo, lacio hasta la cintura, mis ojos son rasgados pues aunque vivo en México, nací en Beijing china, fui puesta en adopción a muy temprana edad, y fue mi tío quien me adoptó, aunque es legalmente mi padre, él prefiere que lo llame tío, pero vallamos al grano, como dije tengo actualmente 27 años, pero lo que voy a contar sucedió hace unos años, antes de continuar debo aclarar, me llamo Ariel, y Ariel puede ser usado para hombres y mujeres, y en mi caso... bueno, actualmente soy mujer, pero nací como hombre, habiendo dicho ésto, comencemos.

Mi tío y yo vivimos en Saltillo, una zona muy seca y calurosa, por lo que es muy común que en casa los fines de semana andemos desnudos por la casa, mi tío se burla constantemente de mi, pues dice que me voy a romper en dos por lo flaco que estoy, ¡Ah cierto! No les he descrito a mi tío, para este entonces él tendría unos 35 o 37 años, si bien el cargaba una panza de cerveza, es sano, se alimenta bien y aunque fuma de vez en cuando no es un domador empedernido, es de cuerpo fornido, mis dos piernas serían el grueso de sus brazos, cabello negro entre cano, bigote poblado bien cuidado, y manos tan grandes que con ambas rodea mi cintura, el mide 1.87m por lo que en ese tiempo que yo media 1.34m me veía enano junto a él, pero lo que más me sorprendía era su verga, en reposo medía 21cm y erecta, bueno eso lo sabrán más adelante, como dije éramos mi tío y yo contra el mundo, y yo era... Soy feliz así, bueno al ser mi tío soltero pues para la adopción debía tener una excelente solvencia económica, por lo que el siempre tuvo mucho dinero, y yo aunque estaba consentido, siempre fui aplicado y bien portado, por lo que era una relación excelente entre él y yo.

Ese año en particular yo le había dicho que deseaba conocer el mar, y él me dijo que si lograba quedar en el cuadro de honor en la escuela, sería mi regalo, dos meses completos de paseo por el sur y sureste de México visitando no una sino muchas playas mexicanas y quizá una que otra del extranjero, y si mi tío pedía un diez, yo se lo daba, ¿El cuadro de honor? Apenas y sudé (modestia aparte) le puse mucho empeño que se me olvidó cortarme el pelo, por lo que al llegar el final del ciclo escolar mi cabello llegaba a mis hombros, y

Voilá

, cuadro de honor, y por respuesta tuve, "Salimos en cuanto acaben las clases", ¡Caray! Me puse tan feliz que brinqué al cuello de mi tío y le di un beso en la boca, (uno corto de piquito) y me disculpé, pero mi tío no era de esos asustados.

Dos semanas después de haber empacado, mi tío y yo salimos del aeropuerto de Saltillo a la ciudad de Toluca, y ahí tomamos un autobús que nos llevó a la ciudad de México, dónde nos esperaba otro autobús, pero este era para los dos solos, una casa rodante que usaríamos para nuestras andanzas por los estados de Oaxaca, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, y por los países de Belice y Guatemala, así que tras verificar nuestro vehículo, nos enfilamos hacia nuestro primer destino, puerto escondido en Oaxaca.

El viaje duro varias horas, creo que unas 16, con unos descansos para que mi tío durmiera un poco, lo mejor de ir en una casa rodante es que pude permanecer desnudo la mayor parte del tiempo, cuando finalmente llegamos a nuestro primer destino, mi tío me pidió cerrar las persianas de las ventanas pues quería que mi sorpresa fuese aún mayor, nos acercamos a la playa y me vendó los ojos, y al descubrirlos quedé tan maravillado que no pude evitar llorar de la emoción y brinqué a su cuello de nuevo, estaba sumamente feliz de por fin ver el mar; nos instalamos en un pequeño hotel de cabañas, y luego me dijo que usaría un traje de baño especial que había mandado hacer, (mi tío tiene una cadena de tiendas de ropa a la medida) y yo al verlo, mire con incredulidad a mi tío, pues era un traje de baño diminuto, al ponermelo a parte delantera apenas cubría y alojaba mis partes, y la parte de atrás solo era un hilo que se metía entre mis nalgas, no era apretado pero sentí que iría mejor desnudo, pero no dije nada y acepté el regalo, salimos descalzos y caminamos hasta la playa, la cual disfrute al por mayor, yo siendo un excelente nadador, podía meterme bastante en el mar, y disfrutarlo a plenitud, pasado el medio día comimos una ensalada de mariscos deliciosa, y note que mis pequeños pezones estaban muy duros, nunca los había tenido así, ya cerca de las cinco volvimos a la cabaña, mi primer día en el mar había sido increíble, mi tío se metió a bañar mientras yo me relajaba en la cama, cuando salió noté algo inusual, la verga de mi tío estaba parcialmente erecta, y me sorprendió mucho...

-Tío, ¿Por qué estás así?

-Ah por nada, seguro fueron los mariscos, dicen que son afrodisíacos.

-Afro... ¿Qué?

-Significa que te incitan a querer tener sexo.

-Ah.

Confundido me metí a bañar también, la visión de la verga de mi tío no se quitaba de mi cabeza, y noté que mi diminuta verga también estaba así, por lo que creí que tenía el mismo efecto en mi, al salir del baño noté que mi tío estaba sentado en un sillón individual pero ahora su verga estaba totalmente erecta, mediría unos 25cm, y además estaba gruesa de unos 3 o 4cm...

-¿Está todo bien tío? ¿Necesitas un médico?

-No para nada, solo necesito sexo, pero mira tú estás igual.

-¿Puedo ayudarte de alguna manera?

-Ahora que lo mencionas, si hay una manera.

-Haré lo que quieras.

-Bien ¿Por qué no vienes y me tocas?

Me acerqué a mi tío y coloqué mis manos en su verga, el me dijo lo que debía hacer, con ambas manos comencé a subir y bajar, él suspiraba con agrado, y estiró su mano y comenzó a tocarme también, pero el cubría toda mi zona pélvica con su mano, y uno de sus dedos acariciaba mi culito suavemente, por lo que comencé a gemir suavemente, entonces me dijo...

-Ahora abre tu dulce boca, y mete la punta. -lo hice sin preguntar por qué. -Eso es ahora trata de llegar hasta tu garganta, eso es, chupalo como si se tratara de una paleta de hielo.

Fui siguiendo las instrucciones de mi tío y eso le causaba mucho placer mientras el sobaba mis nalgas y acariciaba mi culito con sus dedos, entonces metió uno de sus dedos a su boca y tras ensalivarlo lo dirigió a mi culito y comenzó a meterlo despacio...

-¡Tío! ¿Que haces?

-Tú tranquilo, es parte de la diversión, tu relájate.

Hice caso y comencé a sentir rico como su enorme dedo entraba en mi culito, que no me di cuenta cuando ya me lo metía todo, luego de eso me dijo que venia la mejor parte, me hizo subir al sillón y darle la espalda, y con su manos bajo mis caderas hasta que la punta de su verga tocó la entrada de mi culito...

-Ahora ve bajando poco a poco.

Hice caso de nuevo, su verga entraba casi por si sola en mi culito, y no sentía absolutamente nada de dolor, más bien un calor que iba subiendo en mi interior, hasta que su verga entró más de la mitad en mí, para luego tomarme de las caderas y comenzar a moverme de arriba hacia abajo, yo comencé a gemir, coloqué mis manos en el respaldo, llevando mi cuerpo hacia atrás, dejando mi pezón izquierdo cerca de su boca, lo cual él aprovechó para chupar y morder de manera deliciosa, al poco rato ya no necesitaba moverme con sus manos, era yo quien subía y bajaba sin problemas y metiendo cada vez más su verga dentro de mí, mis gemidos y los suyos se armonizaron, y comencé a sentir un enorme placer en mi interior, comenzamos a sudar copiosamente, y nuestros cuerpos estaban fusionados en placer y amor, mi tío entonces me besó, metiendo su lengua en mi boca y jugando con la mía, eso me hizo sentir una explosión de placer incontenible, que sentí que me iba a orinar, pero solo sentí que mi diminuta verga latía como si fuera mi corazón, esto hizo que mi tío comenzara a sentir también tanto placer que me tomó de la cintura y me jaló hacia abajo, metiendo su verga casi por completo, y sentí que su verga también latía y en mi interior sentía un calor que casi quemaba, mientras yo volvía a sentir esa ola de placer que me hizo emitir un grito placentero, nos quedamos quietos, jadeando, la verga de mi tío, seguía dentro de mí, y entonces ví que delante nuestro en el suelo había un líquido blanquecino, y en la punta de mi diminuta verga también estaba presente este líquido...

-Se llama leche, y sale de tu cuerpo cuando sientes mucho placer. -dijo mi tío al ver que no sabía que era aquello.

-¿Y tu leche?

-La mía está dentro de tí, a eso se le llama preñar.

-¿Mañana podemos volver a comer mariscos? -dije y mi tío comenzó a reír con fuerza.

-No necesitamos los mariscos para hacer esto.

-¿Es decir que podemos volver a hacerlo?

-Las veces que tú quieras.

-¿Ahora?

-No, ahora necesitamos descansar pero mañana te mostraré otras maneras de hacerlo que también te gustarán mucho.

No podía esperar, pero el cansancio era mucho, y las experiencias de ese día me habían robado la energía, que cuando nos acostamos no supe ni cuando me quedé dormido.

Espero les haya gustado el relato y me gustaría que en los comentarios me dejarán sus ideas de que es lo que le pasará a nuestra protagonista, toda idea será tomada en cuenta hasta pronto y muchos besos.