Mi tío me manoseaba y me hizo despertar al sexo

Mi despertar sexual fue con mi tío, he tenido tanto placer en esa verga, que ni queriendo puedo dejar de complacerlo, no he sentido tanto placer como con él, es tan morboso hacerlo a escondidas, que me le abro todita para que se desahogue dentro de mi y haga lo que quiera sin decirle que no a nada.

Mi tío me lleva 10 años, es un hombre muy guapo, alto, grandote, las mujeres se le regalan, resulta que a él, le gustaba sentarme en sus piernas, me abrazaba y sentía su verga.

Las cosas fueron evolucionando, a veces me sentaba frente a él, con mis piernas rodeando su cintura, me subía el vestido y sentía como le crecía el paquete, se ponía rojo y con la mirada vidriosa.

A veces jugaba conmigo, me hacía cosquillas y quedaba encima de mí, me abría las piernas y se movía muy despacio. Yo me movía para escaparme para que no me hiciera cosquillas, pero el me agarraba las manos y me retaba diciendo que intentara escaparme, mientras sentía su cuerpo encima.

Cuando estaba en calzoncillos, cuando nadie miraba, se agarraba la verga y la apretaba, con el tiempo hizo que yo se la agarrara, con el calzoncillo puesto, pero tanto manoseo, me hizo despertar y mi cuerpo necesitaba más, sentía cosquillitas en mi cuquita.

Una vez tomé la iniciativa, solo estaba la señora q trabajaba en la casa, la vi lavando, así que fui a la sala, estaba desnudo con calzoncillos, le dije que jugáramos, abrí las piernas y me senté de frente sobre su verga, abrazándolo por el cuello, me dijo que no y empecé a moverme, como haciendo un berrinche, le repetía que quería jugar y él miraba nervioso por la puerta medio abierta, sentí como le creció la verga, lo que él no sabía es que no tenía calzón, metió las manos bajo de mi falda para quitarme y se dio cuenta, fue la primera vez que me dijo algo fuerte.

Me dijo, que puta, venís peladita. oímos q alguien se aproximaba a la puerta de calle, me quedé allí y él se fue a bañar. Así que le di pie a que las cosas aumentaran.

Al otro día, que quedamos solos, me mostró la verga y me hizo tocársela, se reía, con la mirada desencajada y vidriosa, me tenía agarrada la mano, subiendo y bajando por su verga. Yo no podía dejar de verlo, tenía susto, excitación, emoción, a él le brotaba el morbo, se vino mientras se la tocaba y me fui a lavar de inmediato.

Esa misma noche, entró a mi cuarto, hizo gesto de silencio, tiró una colcha al piso y me hizo señas de que llegara, me quitó el camisón, no traía nada abajo, me acostó boca arriba, se bajó el calzoncillo y empezó a jugar mi gallito con su verga, la  pasaba de arriba abajo y gemía muy calladito, como es muy alto y yo no, se acostó encima de mí, su peso me ahogaba y empecé a gemir, por la falta de aire, el estaba pasando su verga por mi cuca, me empujaba hacía abajo de la cabeza y el subía bien pegado, se vino, se la sacudió en mi panza, se levantó y se fue, dejándome en el piso, me limpié y me levanté. Fue muy rico, sentía muchas cosquillitas bien ricas en mi cosita.

La verdad quería que se repitiera, pero dejó de hacerlo por unos días, creo que sentía culpa, yo empecé a masturbarme bien cabrón, fuerte, me pasaba los dedos y uno de esos días, sentí algo raro y me asusté, no sabía que pasaba, fue como una sensación de hacer pipí, pero sin pipí y más agudo.

Un día lo vi en la cama, sentado, estábamos solos y me le subí, el me dijo que no, intentó quitarme, pero yo me abracé a su cuello moviéndome encima, con ropa, me dijo esperá, se la sacó se bajó los pantalones y yo me rosé en su verga, me estaba besando mientras estaba sentada en su vergóta, la tiene de 20, pero es muy gorda, venuda y una cabezota.

Se me hace agua la pusa mientras me recuerdo. Solo pasaba las vacaciones en su casa, así que por un tiempo no lo vi, cuando volví, ya estaba más desarrollada, así que empezó a acosarme, pero me había convencido que ya no lo haría.

Fui porque mi abuela estaba hospitalizada, así que nos dejaron solos mientras estaban en el hospital, el aprovechó para acosarme, le dije que no, pero me tiró al suelo, se puso encima, me agarró las manos e intenté votarlo con las piernas lo que hizo que quedara más acomodado para rosarme la cuca y sentí como le creciera el pito.

Oímos ruido, el se levantó y era una chica nueva, que trabajaba en casa, mulata, de la nada, se levantó, se fue con ella, lo seguí y en la parte de atrás de la casa, donde había una pileta, le bajó el short, le sacó las chiches se las besó y de un solo la empalmó hasta el fondo, era una chica poco más grande que yo, pero se miraba bien formada, unas nalgotas increíbles y unas chichotas bien ricas, ella gemía como de dolor cada vez que se la enterraba, yo estaba viendo desde la cocina escondida, el jadeaba y la levantaba en cada metida, ella estaba abrazada a su cuerpo, allí parada recibiéndolo, con los ojos cerrados, sus gemidos eran más agitados y el gemía dentro de ella, movía su cuerpo con fuerza, ella movía sus caderas hacía él y de repente ella hizo un chillido y se quedó quieta, pegada a él, mientras el seguía bombeando, hasta que hizo un grito medio apagado y se quedó quieto envuelto en su vagina. La besó y le sacó la verga, se fue a su cuarto, ella se quedó limpiándose la cosa, toda abierta, con las rodillas medio flexionadas y yo mirando que hermosa era su cuca peludita, mientras se quitaba el semen de mi tío.

Desde entonces me gustan los hombres y las mujeres y puedo estar y gozar con hombres y mujeres por separado o juntos.

Se imaginan como quedé de caliente, me fui al baño a masturbarme, ya tenía orgasmos tocándome la panocha, en el clítoris, pero no me metía nada, ni los dedos, quería que lo primero que me entrara fuera una verga y si era la de mi tío mejor y me la dejara bien abierta, que su garrote, sintiera bien rico, apretado y complacido, llevándose mi virginidad.

Luego les cuento cuando me le entregue y por fin me dio una buena cogida y como me lo hizo.