Mi tío caliente 1
Luego de volver de un viaje por cinco años, Julia encuentra su tío más deseable que nunca. Él la sorprende en su habitación masturbándose y el entra sin permiso con intenciones sucias y lujuriosas creando una historia de amor filial que apenas comienza
Julia llegó a su casa en un taxi desde el aeropuerto, su camisa se apretaba a sus deliciosos pechos mojados por su misma transpiración, sus cabellos castaños estaban desordenados formando un halo en su cabeza. Luego de la follada junto a un extraño pasajero en el avión la había dejado mucho más caliente mientras recordaba como las manos de ese señor habían tocado su concha mojada y abierta mientras ella lo masturbaba en el mismo asiento del avión mientras todos dormían. No veía la hora de hecharse una mano en su querida cama junto con su consolador. Julia rió ante su sucio pensamiento.
Entró a la adorable casa grande donde toda su familia estaba reunida por el cumpleaños de su Tío Gabriel, un hombre fornido y alta, con sus cabellos negros cortos y sus ojos verdes azulados. Un hombre apuesto y llamativo para el sexo opuesto. Entró con la llave de su casa y la abrió mientras todos miraban a su dirección.
—¡Julia!— gritaron todos mientras que su hermana mayor la abrazaba al igual que todas sus hermanas y su madre. Ella saludó a toda su familia, tíos, primas y primos. Y al sentarse justo se abrió la puertecilla de la cocina mostrando a su tío Gabriel
fue el pensaliento de la chica mientras lo miraba de arriba hacia abajo, su tío preferido estaba cocinando y tenía una capa de sudor cubriendo su frente-
—¡Julia!— gritó con entusiasmo Gabriel mientras que sus ojos verdes se iban a sus deliciosos pechos y sus resaltables pezones que se asomaban por la camisa de seda, un movimiento en su pantalón lo hizo mirarla a los ojos avellana de la preciosa y deliciosa chica que estaba en frente. Se reprochó en su pensamiento ¿Como puede pensar eso de su sobrina preferida?
Julia saltó de su asiento y saltó a los brazos de su tío mientras que enroscaba sus piernas en su cadera, el bulto de Gabriel había tomado vida y al presionarse sobre la vagina de Julia este cerró los ojos de placer. Julia a propócito, lo apegó más a ella e hizo un movimiento de caderas y gimió en el oído de su tío. Esta bajo como si nada y le dió un beso en la comisura de su labio mientras sonreía. Los iris de Gabriel se habían oscurecido de la lujuria que sentía.
Se sentaron en familia, como si nada hubiera sucedido y empezaron a comer entre ojeadas traviesas junto con su sobrina.
—¿Para qué son las maletas?
— preguntó Julia al ver todo el equipaje.
—Nos vamos de viaje con la familia
— dijo su madre Silvia con su tía Perla, la esposa de Gabriel. Una señora linda pero gorda no al exeso...
—¿También voy?
— dijo Julia mirando a su tío con indiscrecion
—No querida, tu no. No compramos pasajes para tí ni para tu tío ya que el irá mañana al aeropuerto a pilotear para Santa Cruz en Argentina y no quisimos molestarte a tí luego de que llegaste
—
—Oh, esta bien
—
Luego de eso, Julia quedó a dormir en su habitación, su tío y su tía dormian en la pieza de al lado y su madre y hermanas estaban abajo junto a sus primos. La chica cerró la puerta mientras se desnudaba
—Oh Dios
— gimió
— Ah ah ah si si
— dijo mordiéndose el labio inferior con deseo de más, pero sus pensamientos fueron retorciéndose imaginando a su tío poniendo su gran pene en su interior, llenándola y saciándola.
Pero por otro lado estaba Gabriel, en su pieza sin poder dormir y salió a buscar agua mientras veía a Perla que yacía en su cama al lado de él. suspiró y salió. La casa estaba en sulencio sepulcral pero cuando calló y cesó de respirar pudo sentir gemidos en la habitación de Julia ¿Que esta pasando? Dijo Gabriel mientras iba silencioso hasta la pieza de su sobrina. Abrió un poco la rendija de la puerta y se encontró con la caliente escena, su sobrina yacía en su cama abierta de piernas mientras se metía el consolador en su conchita lisa y mojada, quería comerse esa vagina a mordiscos grandes y deborar esos labios. Su pene había salido de sus boxers y sin esperar más empezó a acariciarlo hasta poder hacerse una paja en medio del pasillo, empezó a amasar su miembro caliente mientras el líquido blanquecino salía sin anticipo, no se había corrido aún por lo tanto empezó a pajearse de arriba hacia abajo con rapidez mientras que Julia gemía como poseída dejando el consolador al lado para tocarse el clítoris de su conchita rosada.
A la mierda todo" pensó Gabriel y entró a la habitación de Julia, Julia se paró sorprendida y Gabriel cerró la puerta con cerrojo. Sonrió y tiró a Julia en la cama
—¿Que hacías putita?— las palabras de su tío resonaron como fuego para el vientre de Julia
—Yo... yo lo lamento. Vete tío— dijo ella, pero no enojada, al contrario.
—¿Disfrutando de esa conchita tu sola?— dijo mientras moría un pezon de la chica haciendola suspirar
Gabriel la abrió de piernas a su sobrina y miró ese coño mojado por los flujos y sonrió perverso.
—Hazlo para mi ahora— dijo y sacó su pene que apuntaba al cielo, Julia sonrió y empezó a pajearse junto a su tío que hacía lo mismo, ambos se miraban con deseo mientras Julia arqueaba la espalda en deseo carnal. La respiraciónd de la joven empezó a hacerse rápida y gabriel supo que se esaba por correr y paró su mano. Se posicionó entre las piernas de la chica, solo su cabeza, y empezó a dar lametazos en la concha rica de su sobrina. Julia tomó sus cabellos mientras lo acercaba mas a su vagina mojadita y abierta.
—Hay si tiíto chupame la conchita a tu sobrinita— dijo como puta haciendo que Gabriel se desespere mas aún mordiendo sus labios vaginales y absorbiendo su clítoris. Julia empezó a hacer movimientos pélvicos y Gabriel insertó tres dedos de un solo saque. Julia gimió más aún y movió sus caderas desesperada.
—Te gusta esto zorrita?— aumentó más aún la velocidad de sus dedos haciendo que estos se mojaran, movía su cabeza entre las piernas de Julia y rió al verla desesperada
—Me encanta, tio. Me encanta que me chupes la conchita— dijo Julia con su voz ronca— Mas rápido tio, mas rápido.
Gabriel aunto más aún sus lametazos y sintió como las paredes vaginales de la conchita rosada de Julia se contraían estaba llegando al orgasmo. Gabriel sonrió con su perlada sonrisa hermosa y absorvió los jugos exquisitos de Julia cuando se corrió.
—Hay si tio, me encanta que me chupes todo. Sos un experto— dijo mientras Gabriel la besaba una vez arriba de ella.
—Ahora me toca a mí zorra. Chupamela— dijo mientras se acostaba en el lugar de la chica y esta bajaba hasta sus pantalones mirando con deseo el pene de su tío que estaba a punto de devorar.
Espero que es guste, este capítulo y la historia fue el primero. Voy armandola por partes espero que les vaya gustando :) Muchos saluditos y besitos en donde ustedes quieran:)