Mi tia, yo y el padre 2

Sigo mi historia con mi tia y el padre Amaro

Es miércoles de nuevo, me dirijo a casa de mi tía. Allí la señora que cuida de la abuela por las mañanas se va y me quedo con ella, le leo algo y me quedo a su lado en la cama, me duermo un rato y me despierta mi tía.

-hola cariño, como estas?

-muy bien tía y tú?

-bien, aunque te he echado de menos

Me dice mientras juntas abandonamos el cuarto de la abuela. Ya en la cocina se dispone a preparar la cena de la abuela, saca las cosas de la nevera y la miro mientras me siento a la mesa de la cocina, se ha duchado antes de despertarme, su pelo esta húmedo y se ha puesto el pijama. Mientras corta unas verduras, me pongo detrás de ella y sin previo aviso le bajo el pantalón, dejando al aire su culo grande, hermoso. Me arrodillo detrás y empiezo a sobarlo, ella continúa con lo que estaba haciendo dejándome jugar con su cuerpo, estrujo los cachetes de su culo, los muevo y los beso. Ella jadea ya con mis caricias.

-date la vuelta tía quiero jugar con tu coño

Deja las verduras y se da la vuelta, hurgo con dos dedos entre los rizos púbicos que esconden su coño, los aparto y veo los labios de su vulva, me acerco y pongo en ella la punta de mi lengua, empujo y me hago sitio en su raja ya húmeda, paso la lengua por toda la hendidura y busco su cueva, meto mi lengua en ella penetrándola ligeramente con ella. Mi tía jadea y se retuerce espera más, quiere más.

Llevo mis dedos donde antes pasaba la lengua y le pido:

-tía quieres correrte?

-sí, sobrina méteme los deditos

Los hundo en ella y noto su calor, su humedad, el olor de su sexo y mi boca lame los jugos que emana, lamo al mismo tiempo que penetro, mordisqueo sin dejar de entrar y salir, ella se abre, jadea, gime y suplica:

-haz que me corra, chúpame putita, chúpame así, que bien lo haces brujita

Absorbo, chupo, penetro fuertemente hasta que noto en mi lengua sus convulsiones, enseguida sus jugos mojan mi boca, mi barbilla y no dejo de lamerla hasta que grita flojo.

-si putita que placer me das, nadie me había comido el coño como tú.

Le subo el pijama y ella regresa a sus tareas, una vez terminada la cena, me voy a dar una ducha, cuando salgo de esta la llamo y ella viene enseguida, me he tumbado en el centro de su cama.

-tía me comes un poquito?

Ella no necesita más, se arrodilla entre mis piernas y me come el coñito, chupa golosa todo mi sexo hasta que me corro en su boca apretándola más contra mí. Se seca la boca y le lleva la cena a la abuela, luego la ayuda a acostarla y salimos hacia la cocina a cenar. Cenamos hablando como tía y sobrina de cosas triviales y después nos vamos directas a la habitación de ella a ver la tele.

Me desnudo completamente y me tumbo en la cama, ella me mira con deseo y se tumba a mi lado, se pone de lado y empieza a acariciar mis tetas, fricciona con dos dedos mis pezones y yo finjo mirar la tele mientras con la otra mano me abre los muslos, aparta mi vello y empieza a acariciarme íntimamente, provocándome oleadas de placer, mordisquea ahora mis tetas, mis pezones están duros entre sus dientes, es suave, delicada. Su mano frota y sus dedos buscan mi entrada, se meten en mí y me penetra suave, abriéndome poco a poco hasta que me está penetrando con cuatro dedos.

-qué coño tienes cariño

Muerde de nuevo al tiempo que me folla con los dedos y me corro, jadeo como la perra puta que soy retorciéndome con mi orgasmo.

La pongo de espaldas y me pongo sobre ella abierta, le cojo una muñeca y la ato con un pañuelo al pie de la cama, hago lo mismo con la otra mano, luego con un tobillo que también ato a las patas de cama, luego el otro y se queda atada como una x en el centro.

-qué mala eres cariño, que vas hacer conmigo sobrinita? –me pregunta excitada-

-lo que quiera tía, ahora eres mía, verdad?

-si

Me pongo de pie en la cama y me abro, dejo que vea mi coñito brillante después del orgasmo, se relame mirando y yo bajo poniéndome de cuclillas sobre su cara y ella lame, chupa bien todos mis jugos, yo me balanceo sobre ella que lame hasta mi culito.

Voy a la cocina y regreso con unos hielos que froto por sus pezones, se ponen duros y puedo morderlos a conciencia, ella lloriquea con la mezcla de placer y dolorcillo. Cuando me canso de sus tetazas meto el hielo en su coño caliente, ella jadea y me quedo mirando cómo se funde el hielo en su vulva, su coño queda así algo insensibilizado y me lanzo a frotarlo sin piedad, no se queja demasiado cuando la pellizco, aunque cuando la penetro chilla y levanta las caderas buscando más.

Vuelvo al salón y cojo mi regalo, es un doble consolador que sin dejárselo ver meto en su coño, la follo más de veinte minutos con él, no sé cuántas veces se corre con el coño bien lleno, luego cojo la otra punta y tras lamérselo le penetro el culo, empujo a pesar de sus quejas

-despacio nena, me duele

-no quiero ir despacio tía quiero más, me dejas? –le pido poniendo cara de niña buena-

-vale. Haz lo que quieras conmigo

Empujo y le meto más trozo en el culo del que tiene en el coño, entro y salgo alternando los movimientos de su culo fuera mientras dentro en su coño, ella sube las caderas y se corre llorando, sé que no puede más de momento y lo saco, me penetro ante ella, me lo meto casi todo en mi coñito y luego como hice con ella meto la otra parte en mi culo, me lo meto de un solo golpe y veo admiración y deseo en sus ojos, me follo mirándola abierta, atada y expuesta para mí. Me corro con la doble penetración bajo su atenta mirada.

La suelto y me abraza, me besa y sacando el juguete se lo meto en su coño, ella se acerca más a mí y cogiendo el otro extremo lo meto en mi coño y ambas nos movemos, estamos sentadas una frente a otra follándonos bien, cuando veo que no hemos cerrado la ventana, el chaval de enfrente mira extasiado por la ventana, le sonrió y con mi mano le insto a venir y unirse a nosotros, creo que se cortara, pero cinco minutos después el timbre suena, es el chaval, su vaquero esta tan tirante que va a romper la cremallera, lo cojo de la mano y lo llevo a la habitación, en ella está de nuevo atada mi tía.

-quiero que te la folles, has visto como lo hacía yo? –le digo al chaval que debe ser algo más joven que yo-

Mientras se desnuda con torpeza me cuenta que ya nos ha visto un par de veces, que se ha hecho mil pajas pensando en las dos y cuando se quita el pantalón su polla ya luce unas gotas de semen en la punta. Me pongo de rodillas ante él y las chupo, su polla delgada pero larga da un respingo ante mi lengua, mientras le mamo la polla mientras le pido si tiene novia, me dice que si con la cabeza, no deja de jadear y yo no dejo de chupar.

-solo follas con ella?

-sí, nunca había follado con otra mujer, estoy muy excitado no aguantare mucho

Que majo me avisa, pero yo no me aparto, no soy la mojigata de su novia, quiero su semen y me lo consigo, mamo fuertemente y enseguida entre jadeos me llena la boca de semen tibio que trago con deleite, sus ojos están como platos le excita ver como relamo cada gota de su néctar.

-te gusta ver como trago tu lechita? –le pregunto-

-sí, nunca lo había hecho nadie, a ella le da asco. Ni siquiera le gusta que le coma yo a ella, dice que le da vergüenza. Por eso al veros a vosotras dos me ponía tan a cien.

Lo llevo junto a mi tía, enseguida se arrodilla entre sus piernas y como un imán que lo atrae mira su coño peludo, yo se lo abro con dos dedos y le digo

-quieres probarla?

Se arrodilla, saca la lengua y lame a mi tía, chupa su raja mojada y veo como su polla crece de nuevo mientras devora a mi tía.

La agarro y empiezo a meneársela, el no deja de lamer y mi tía jadea de gusto con esa tierna lengua trabajándosela.

Cuando noto su polla bien dura y tras varios orgasmos de mi tía le digo:

-fóllatela nene –le digo pasándole un preservativo-

Se lo pone nervioso, apunta al centro del sexo de ella y lo mete, despacio llena el coño de mi tía y suspira.

-así fóllala bien, empuja métesela hasta el fondo. Te gusta tía?

-sí, me gusta cariño dile que siga mi niña

Me ponía a cien hablándome a mí en vez de hablar con él, sin participar en la follada me sentía protagonista.

Como estaba recién corrido estuvo más de veinte minutos follándosela sin parar mi tía se corrió al menos dos veces más, la saco al final y le quite el condón y se la menee ante la cara de mi tía, se corrió en su boca y ella como yo lamio todo su semen.

Luego sonó su móvil y era su novia que le esperaba abajo, no pudo follarme me quede encendida, mi tía se durmió tras hacer que me corriera, pero me quede con ganas de polla.

Esa mañana tenía que irme pronto, mi tía me dijo que el cura le había dicho que no podía pasar.

Al mediodía no pude resistirme y fui a la iglesia para ver si estaba enfadado. Me arrodille en el confesionario.

-padre estoy muy cachonda –le dije sin más-

Pude notar como se removía en el confesionario. Sabia seguro que era él le había visto entrar.

-padre sueño con su gorda polla

-no tendrías que estar aquí, porque has venido?

-ayer padre como cada miércoles dormí en casa de mi tía, nos tocamos y jugamos juntas y un vecinito nos vio y se apuntó, se follo a mi tía como usted, pero yo me quede a dos velas, hoy estaba encendida y con mi calentura solo pensaba en su polla.

-niña no deberías estar aquí y eso no debió pasar

-pero paso padre, deme polla por favor

Una mujer mayor entraba en ese momento y en un descuido me metí con el padre, me senté en sus rodillas y oí a la señora.

-buenas tardes padre

-buenas tardes. Dígame

Me acerque a su oído y le dije:

-noto su polla en mi culete, usted quiere que me vaya pero ella no

-padre quería confesarme por… -decía la señora—

Mientras esa mujer habla, me empuja entre sus piernas, subo la sotana, desabrocho su pantalón y empiezo a lamer con devoción esa gran polla, soñando con tenerla entre mis piernas.

El suspira lo más flojo que puede mientras esa mujer habla, me agarro de la nuca y bajo mi cabeza, hace que me trague ese aparato por completo. Me hace dejar de mamarle por miedo a correrse y que la señora lo oiga, me quito las bragas y trepo sobre él, su barriga me molesta pero su polla es enorme y me la clavo enterita, casi no tengo resuello, me muevo sobre ese palo sintiéndome súper llena, el me agarra del culo y me ayuda a clavarme aún más, la confesión termina

-putita eres un demonio, voy a llenarte de leche

Me pellizca el culo, me clava aún más y noto su tibio semen llenando mi vagina mientras me corro como poseída, quedándome casi sin sentido desplomada sobre él.

Me ayuda a bajar, me coloco la falda, se coloca la sotana y se asoma; no había nadie.

Me coge de la mano y tras pegar un papel en la puerta de que ha salido, me lleva a la parte de atrás, me mete en su habitación y se desnuda, me desnuda y nos tendemos en la cama, esa polla es maravillosa, no solo por tamaño sino por reacción, ya estaba de nuevo tiesa, lista para tras abrirme las piernas volver a metérmela, esta vez se mueve más, empuja con rabia y me deja el coño dolorido, esa manera de follarme me enerva, me muerde las tetitas, las chupetea, tira de ellas con los dientes y no deja de hundirme la tranca, me corro no sé cuántas veces, después de largo rato me empuja al suelo, me coloca entre sus piernas y me dice:

-chúpala pequeño demonio, saca todo mi semen, mama

Así lo hago solo media me cabe, pero succiono fuertemente como sé que le gusta.

-así mámala fuerte, me gusta sentir bien tu boquita de mamona.

Chupo lo más fuerte que puedo y el empuja mi cabeza hacia él, sus huevos golpean mi barbilla y saca su polla.

-lame mis huevos pequeña

Empiezo a chuparlos, los meto en mi boca y el abre las piernas mientras se masturba y me mira. Mojo mis dedos y busco su culo, enseguida encuentro su entrada y enseguida noto como se relaja y empujo dos dedos de una vez, entro y salgo sin piedad de su culo y meto ahora tres, sin dejar de lamer los huevos y la punta de polla que asoma en su masturbación, empujo fuerte, fuerte y succiono la polla que empieza a escupir semen, el padre grita:

-si pequeño demonio trágatelo todo, llevo días reuniendo semen soñando con volver a follarte, te has metido bajo mi piel demonio.

Trago toda su leche y lo dejo.

Cuando se echa hacia atrás, me tumbo de lado frente a él y me besa, me toca las tetas, me toca la vulvita y penetra mi vagina con sus dedos, mientras su lengua lame mis tetas de nuevo.

Me duermo agotada y despierto con un ruido de la puerta al cerrarse, miro el reloj y son las nueve de la noche, miro hacia la puerta y es el padre Amaro, lleva un refresco y un bocadillo para cada uno, me siento en la cama, como dándome cuenta de lo hambrienta que estoy y bebo, el hace lo mismo en su sillón.

-no sé si he hecho bien pero dormías tan en paz que me dolió despertarte

-gracias

-te espera alguien?

-no

-pues quédate esta noche, quiero perderme del todo en tu cuerpo. Quieres?

-sí, me quedo

Mire su polla de nuevo dura bajo su pantalón, le di mi bocata y mi lata que él sujetó, saque su polla, me abrí y subí sobre ella y cogí de su mano el bocata y la lata y empecé a cabalgar a ese viejo y gordo semental mientras ambos cenábamos, me movía despacio, solo manteniendo su erección.

Ese hombre era maravilloso; suspiraba, comía, bebía y me follaba como nadie.

Esa noche fue inolvidable.

Pero ya os contare otro día eso.