Mi tía y yo nos desvirgamos juntos
Asi fue como me lo conto mi novio, un dia que estabamos en la ducha y no se si sea cierto, pero existen las gemelas de la tia.
Un día de tanto que me encontraba con mi novie en la bañera de su casa ambos completamente desnudos para hacer el amor, me contó esta historia no se si sea real o lo imagino.
Siempre me ha gustado el sexo incestuoso y el lo sabe y siempre seguiré siendo una gran seguidora, puesto que creo que excitan más que incluso ver una película porno. Antes de comenzar la historia que voy a contar, diré que es totalmente verídica y, que no hay nada de inventiva en la misma. Para situarnos en la historia, presentaré a los protagonistas de la misma, que no son otros que su tía María y lo llamare Carlos, a mi novio, Los acontecimientos se desarrollaron hace aproximadamente 12 años, cuando el tenía 20 y su tía 36. Su tía, la cual es hermana de su madre, siempre ha vivido con ellos, yo la conozco y para el ha sido como una segunda madre, es decir, lo vio nacer, por lo que siempre se han tenido mucha confianza el uno con el otro. Con la entrada en la época de adulto, me dijo, el empezó a fijarme cada vez más en su tía y en las mujeres maduras, que aunque no dispone de un cuerpo espectacular, sí hay que decir que se conserva muy bien para la edad que tiene, es decir, posee unos pechos muy bien puestos y un culo de los que yo llamo respingón. Bueno para no cansarlos dejo que se los cuente el... Yo notaba que a medida que iba creciendo, cada vez se fijaba más en mí, al igual que yo en ella. Al tener mucha confianza no dudaba por ejemplo en entrar al cuarto de baño donde estaba yo para coger cualquier cosa, así que en más de una ocasión me pilló haciéndome una paja, claro que yo tampoco me quedaba corto, y cuando tenía la menor oportunidad intentaba verla cómo se desnudaba en su habitación, aunque nunca llegué a verla por completo. También aprovechaba cuando ella no estaba para ir a su habitación y cogerle las bragas y los sujetadores y a masturbarme pensando en ella. Mi pasión por ella iba en aumento, y soñaba con poderla ver cualquier parte de su hermoso cuerpo. Siempre estaba al acecho, y así por ejemplo, estando en la playa junto a ella pude verla cómo asomaba parte de su pubis negro por la entrepierna, pero cuando ella se dio cuenta, enseguida se lo colocó. Como íbamos a veranear toda la familia junta, es decir, mis padres, mi hermano y abuelos, nos teníamos que amoldar en la casa que tenemos en Almería, así que yo me las ingeniaba para dormir con ella, ya que mi hermano no soportaba dormir con nadie. Creyendo que yo me encontraba en un profundo sueño, y al despertarse antes que yo, aprovechaba para vestirse en la misma habitación, pero lo que no sabía es que yo me encontraba despierto, por lo que la pude ver en alguna ocasión cómo se bajaba el pantalón del pijama para ponerse las bragas, y me mostraba su hermoso culo blanquecino. En otra ocasión, al tumbarse en la cama y ponerse las bragas, la pude ver su coñito negro. Huelga decir, que tras irse de la habitación, lo primero que hacía era cascarme una paja pensando en el hermoso espectáculo que me había brindado. En una ocasión, yo me desvelé a media noche y encendí la luz de la mesita, y la girarme pude ver cómo mi tía tenía el camisón subido hasta casi la cintura, por lo que mostraba parte de su monte de Venus y culo. Yo no podía creer lo que estaba viendo, y mi corazón empezó a latir a mil por hora. Sigilosamente me levanté y empecé a masturbarme delante de ella, intentando hacer el menor ruido posible. Cuando me encontraba en plena faena, hice un movimiento en falso y me tropecé con la pata de la cama, por lo que el ruido la despertó y me pilló fraganti. El mundo se me vino encima y yo no supe qué decir, pero ella, lejos de reprimirme me dijo que qué estaba haciendo, a lo que yo no supe qué contestarle. A continuación me dijo que si nunca había visto el coño de una mujer, a lo que yo le contesté que no, puesto que todavía era virgen. Entonces sin mediar palabra, ella cogió mi mano y empezó a guiarme primero por su monte de Venus y después a bajar hasta palpar su vagina. Después me dijo que cerrara la puerta con cerrojo y que no hiciera ningún ruido, a lo que yo obedecí como si fuera un perro. Cuando me di la vuelta ella empezó a subirse el camisón y en unas décimas de segundo me encontré delante de mi tía como vino al mundo. La imagen que siempre ansié contemplar. Me preguntó que si había echo el amor alguna vez, a lo que le contesté que no. Mi sorpresa fue mayúscula cuando ella me respondió que también era virgen, algo que aunque estaba soltera, no me imaginaba. A continuación se abrió de piernas y cogiendo mi pene con su mano, empezó a introducírselo lentamente en su vagina que empezaba a estar lubricada; yo noté que algo de dolor le produjo, pero enseguida estábamos el uno entregado al otro en un continuo movimiento de caderas, y comiéndole los pezones sonrojados que tiene con mis dientes. No tardé mucho en correrme en su hermoso chochito maduro, llegando a descargarle toda mi leche, como nunca antes lo había hecho. Ella también se corrió junto conmigo y las únicas palabras que llegó a articular fueron: "gracias sobrino". Desde aquel entonces, casi todas las noches lo hicimos, hasta que acabó el verano. La historia continua, ella se hizo novia de un señor contador, pero como siempre ella termina en mi alcoba quitándose las ganas que le pone el novio, para mi mayor desgracia se casa el mes que viene y me dijo que quiere darme una sorpresa al amor de su vida, así me lo dijo:
-.Sabes Carlitos, dentro de poco me caso y quiero que en mi despedida de soltera sea solo contigo porque quiero llevar en mi barriga un hijo tuyo, a partir de mañana nos vamos a la casa de campo con nuestra tía Ofelia.
Quiero que el cabron de mi marido futuro piense que el me preño, al día de hoy soy el mas joven padre de dos hermosas niñas gemelas, y gracias a mi tía, que ya esta pensando en estar preñada de mi pronto, hay les cuento mas.