Mi Tía Valeria

Esta historia comienza cuando yo tenía unos 17 años y había tenido mis primeras relaciones sexuales, aunque como eran bastante esporádicas, mi experiencia en este campo era bastante escasa.

Esta historia comienza cuando yo tenía unos 17 años y había tenido mis primeras relaciones sexuales, aunque como eran bastante esporádicas, mi experiencia en este campo era bastante escasa.

En esa época nos visitaba frecuentemente una tía, hermana de mi madre, mi tía se llamaba Valeria a la que mi madre le llevaba varios años. Mi tía tenía 30 años y mi madre 40. Ella, mi tía, era muy bonita y tenía un cuerpo de modelo, y mi madre también aunque por tener más edad no se veía tan bien. Valeria era soltera y no porque no tuviera pretendientes ya que en realidad le sobraban, pero ella no quería estar atada a ningún hombre según siempre decía.

Yo desde chico fui muy unido a mi tía ya que era su único sobrino y ella siempre me consentía. Yo en esa época la empecé a ver como la mujer preciosa que era y cuando la abrazaba, acariciaba ese cuerpo espectacular que tenía y cuando la besaba, hacía que mis labios rozaran los suyos. Ella se daba cuenta de ello pero no le daba importancia por lo que yo cada vez me comportaba más atrevidamente.

Un día decidió ir a la playa y yo enseguida me ofrecí a acompañarla por lo que ambos nos fuimos juntos. Verla con su pequeña malla que apenas la cubría y tipo cola-less lo que dejaba al descubierto su cola era tan bonito que casi me desmayo. Y mi opinión era compartida por todos los que la veían pues se quedaban embobados mirándola. Minutos después era el hombre más envidiado de toda la playa pues mi tía acostándose de espaldas me pidió que le pasara bronceador. Yo accedí a su pedido y pude acariciar ese cuerpo que me tenía loco. Yo hubiera querido también pasarle bronceador más debajo de la espalda pero ella me detuvo y tuve que conformarme por el momento.

Luego de un rato volvimos a casa y yo me dirigí al baño. Entré rápidamente y saqué mi polla que estaba a punto de reventar y empecé a masturbarme para calmar la calentura que me había producido mi tía. Estaba en ello cuando ella entra al baño (se quería duchar luego de llegar de la playa) pero yo en mi apuro no había puesto la llave y ve lo que estoy haciendo.

Yo no sabía que hacer pero ella sin sorprenderse me dijo - Seguí con lo que estás haciendo, no creas que nunca vi a nadie hacerlo antes - yo seguía sin saber que hacer, por lo que continuó - Además estoy segura que es por mí que lo estás haciendo, por lo tanto te voy a ayudar - y dicho esto se desnudó lentamente y se movía sensualmente entonces dijo - Así te va a ser más fácil terminar - Yo estaba a punto de correrme y largué toda mi leche que era bastante abundante e incluso la salpiqué en sus tetas. Ella pasó un dedo por ellas y se lo llevó a la boca saboreándolo. Luego de esto me dijo - Ahora que estás más tranquilo deja que me duche, después vamos a hablar - yo la dejé marchándome a mi habitación.

Más tarde, a la noche, luego de cenar yo me fui a dormir como hacía siempre. Saludé a mis padres y al darle las buenas noches a mi tía ella me dice al oído - Recuerda que tenemos que hablar, espérame dentro de un rato que te voy a visitar para que charlemos - Yo seguí mi camino pero me quedé pensando en lo que me dijo, y luego de acostarme no me podía dormir. Además estaba dispuesto a esperarla aunque no lograba imaginar de que me iba a hablar sino era de lo que había pasado en el baño a pesar de que yo no quería que lo recordara pues me daba vergüenza el que me hubiera encontrado como lo hizo, aunque debo decir que verla desnuda fue algo maravilloso.

Al rato veo que la puerta de mi habitación se abre y en el marco de la puerta aparece mi tía vestida con un camisón transparente y que apenas le cubría los muslos , el que dejaba a la vista todo su hermoso cuerpo. Ella se acercó a mi cama y yo pensé que iba a hablarme pero sin decir palabra me destapó y quitándome el slip que era lo único que yo llevaba puesto me tomó la polla con sus dos manos y luego de acariciarla suavemente se la metió en la boca empezando a mamarla como toda una experta, al menos eso pensé pues nunca nadie me lo había hecho antes. No tardé mucho para correrme en su boca dejando ella de mamarme la polla para tragarse toda la leche que yo descargaba.

Cuando terminó de beberla me dijo - Te gusta la charla que tenemos - y sin dejarme contestar me empezó a besar en la boca a la vez que con sus manos trataba de hacer que mi polla se irguiera nuevamente, lo que logró en muy poco tiempo. Cuando tuve mi polla nuevamente empinada se puso sobre mí, que estaba boca arriba y fue bajando lentamente y tomando mi polla la puso en la entrada de su concha para luego ir bajando hasta que la tuvo toda adentro, luego me empezó a cabalgar como una amazona como si fuera ella la que me follaba, cosa que a mí me encantaba pues nunca antes lo había hecho de esa manera. Después de un ratito me corrí dentro de ella logrando ella llegar al orgasmo. Yo aunque hubiera querido seguir toda la noche me encontraba cansado por la falta de práctica por lo que ella al darse cuenta se despidió diciendo - Ahora te voy a dejar descansar pero mañana seguimos "conversando" - y dicho esto se marchó Al día siguiente ambos actuamos de la manera habitual como si nada hubiera pasado pero yo esperaba impaciente la noche, pues si la anterior había sido sensacional suponía que la próxima iba a ser igual o mejor que la anterior, además se notaba que mi tía era una experta amante y una muy buena profesora y yo estaba ávido de aprender.

Llegó la noche y con ella una nueva visita de mi tía que estaba vestida igual que el día anterior. Ni bien entró a mi cuarto se quitó toda la ropa y nos empezamos a abrazar y a besar apasionadamente. Entonces haciendo que me acostara, ella empezó a mamar mi polla a la vez que ponía su concha a la altura de mi boca, yo entendí enseguida que era lo que quería y empecé a lamer esa deliciosa concha haciendo un perfecto 69 hasta que ambos nos corrimos a la vez y yo pude saborear sus ricos jugos. Después de esto descansamos un ratito, no muy largo, pues mi polla enseguida se empinó nuevamente entonces mi tía se puso en cuatro patas y me pidió - Ahora metémela por el culo, que de esa manera los dos vamos a gozar - y continuó - Pero primero dame un beso negro así te va a ser más fácil. Yo hundí mi cara entre sus nalgas y lamí ese culo hasta ensalivarlo por completo y me dispuse a probar por primera vez como sería follar por atrás pues nunca antes lo había hecho. Luego apoyé la punta de mi polla en la entrada de su culo y se la empecé a meter lentamente pero ella me dijo - Más fuerte, la quiero sentir toda adentro - Por lo tanto yo se la metí hasta el fondo sin ningún esfuerzo, y ella gemía de dolor y placer, entonces yo se la metía y sacaba rítmicamente y a cada embestida ella volvía a gemir poco a poco solo de placer por lo que me di cuenta que lo estaba disfrutando y yo creo que más que ella. Finalmente nos corrimos y le llené el culo de leche. Ella como el día anterior me besó despidiéndose.

Y así todas las noches después que mis padres se acostaban, lo que hacían temprano pues al otro día trabajaban, me hacía una visita y yo no tenía ningún problema porque en esa época estaba de vacaciones. Cada noche me enseñaba algo nuevo y sin llegar a ser un experto en una semana había practicado bastante. Llegó el fin de semana y yo luego de acostarme esperaba la visita de mi tía. Al rato vi como se abría la puerta de mi cuarto y mi tía vestida como siempre entra sin hacer ruido. Se acerca a mi cama y yo me sorprendo pues me doy cuenta que no es mi tía sino mi madre. Ella se desnuda frente a mí y realmente estaba muy buena, y me encantó verla así, tanto que mi polla se empezó a erguir. Luego sentándose en la cama me dice - No te pongas nervioso pero pensé que si podés complacer a tu tía también me vas a poder complacer a mí - Dicho esto me destapó y como yo estaba desnudo tomó mi polla entre sus manos y se la puso en la boca empezando a chuparla tan bien o mejor de como lo hacía mi tía lo que decía a las claras que ya lo había hecho antes.

Yo me dejaba hacer porque realmente me estaba haciendo gozar como loco hasta que desparramé en su boca mi leche la que ella bebió golosa. Luego acostándose boca arriba me pidió que la penetrara y yo no me hice rogar metiéndole mi polla hasta el fondo de su vagina y empecé un mete y saca, a la vez que ella colaboraba moviendo sus caderas lo que nos hacía disfrutar a ambos hasta que nos corrimos a la vez y desparramé dentro de su cuerpo toda mi leche. Pasados unos minutos y yo con mi polla nuevamente a tono le pedí que me dejara follarla por el culo lo que ella aceptó de muy buena gana y poniéndose en cuatro patas me ofreció su culo diciéndome - Metémela toda adentro, que a mi me encanta follar así - Yo puse la punta de mi polla en su agujero y se la empecé a meter y aunque me dio más trabajo que con mi tía se la pude meter sin hacer demasiado esfuerzo, además ella cooperaba abriéndose el culo con sus manos y nuevamente llené su cuerpo con mi leche. Después de esto quedamos exhaustos por lo tanto mi madre se despidió de mi por esa noche.

Mi tía me siguió visitando unos días más hasta que tuvo que marcharse pero tal como ella me dijo iba a tener una suplente, mi madre y por lo tanto no la extrañaría mucho. Mi madre me visitaba, si bien no todos los días, sí frecuentemente. Y mejor la pasamos cuando mi padre no estaba pues a veces tiene que viajar para atender sus negocios. Esos días comparto la cama con mamá y dormimos juntos aunque en realidad es poco lo que dormimos porque nos pasamos follando toda la noche y si podemos también buena parte del día.

Siempre le agradeceré a mi tía y a mi madre el hacerme vivir esos momentos inolvidables y el haberme enseñado todo lo que me enseñaron sobre el sexo.