Mi tía tiene una duda...
Le dije que esto era entre tía y sobrino y que era para ayudarla, me dijo que por supuesto y que hiciera todo lo que tenía que hacer...
Un día la muy putona me despertó y me dijo que tenía una duda...
Su macho quería hacer sexo anal y nunca llegaban a concretarlo porque a ella no le entraba la verga, me preguntó si yo lo había hecho alguna vez y cómo había resultado, le comenté que a mí me encantaba hacerlo y aunque era difícil era muy placentero.
Me pidió que la aconsejara para poder dilatar su culo mejor y poder darle la alegría a su novio. Se hacía la inocente pero en realidad me estaba calentando una vez más la muy puta....
Hacia la tarde le dije que lo había estado pensando y lo mejor era que recibiera a su macho con el culo bien dilatado, así el al llegar se la metía de una y hasta el fondo, que esto a los hombres nos encantaba pero que nunca podíamos realizar esa fantasía. Ella se entusiasmó con la idea y sentía curiosidad por saber cómo lo haríamos...
Lo primero le dije, sería lubricar su culo, para ello tengo que hacerte un masaje anal le expliqué, ella se hacía la indecisa pero accedió enseguida, fuimos al sofá y le dije que se colocara en cuatro patas como una perrita, ella rió y enseguida estaba con su orto cerquita de mi cara, le dije que esto era entre tía y sobrino y que era para ayudarla, me dijo que por supuesto y que hiciera todo lo que tenía que hacer...
Tomé aceite de bebé y le empapé el trasero.... con mi dedo corazón empecé a masajearle el aro del culo suavemente, ella se movía cada vez que recorría su ojete, poco a poco mi dedo iba entrando un poco más. Al cabo de 15 minutos, mis dos dedos estaban dentro de ella y así seguíamos, a veces ella gemía y se cortaba para no darme motivos que pensar a mí, se autocensuraba mordiendo el sofá...
Yo había comprado un aparatito de cristal que se usa para introducir en el culo, con forma de gota de agua y con una cola de yegua para extraerlo al final, así se lo expliqué, y la idea le hizo gracia, le dije que lo chupara un poco y lo llenara de saliva, luego poco a poco se lo metí en el orto, le dije que debía permanecer una media hora con ese artilugio dentro suyo y que si quería, mientras, podía hacer cosas en la casa, era excitante verla, con esa cola de caballo, en este caso de yegua, saliendo de su culo, sus tacos altos y desfilando para mí, yo que acostumbraba a estar desnudo, la miraba empalmadísimo.
Al cabo de media hora, le pedí que fuéramos al dormitorio de ella y completáramos el trabajo, así su novio estaría contentísimo, ella asintió de buen grado, fuimos a la cama, ella se tiró boca abajo, y le dije que este paso era importante, ya que si quería que su culo quedara dilatado y grande, debía trabajar con mi pija un rato, ella se dio cuenta que me la quería culear un rato, pero dijo que si era necesario para que su macho la pudiera clavar al llegar, lo haríamos...
Así embadurné mi verga con mantequilla, y de un movimiento saqué el artilugio de cristal y poco a poco fui introduciendo mi barra dentro de ella, entró bastante fácil, bombeé un rato lentamente y luego le dije que debíamos quedarnos clavados así un buen rato. Mientras le pedí que telefoneara a su novio... cogió el teléfono de la mesilla y marcó su número: _ Hola amor...quiero darte una sorpresa, vente a casa ya..., quiero que vengas empalmado y que vayas a mi cama, te estaré esperando con mi culo abierto para ti amor... no tardes.
_: Me dijo que llegaría en 10 minutos_ , así que nos quedamos clavados ese tiempo sin decirnos nada, sólo gimiendo un poquito cada tanto, yo estaba a punto de explotar, ella lo notó y me pidió que aguantara y que no llenara su agujero de leche... le prometí que así sería, pasaron los minutos y oímos abrir la puerta, su novio venía desesperado, le saqué la pija de su culo y me fui a mi habitación. Fue precioso ver desde la puerta como su macho llegó con la verga fuera del pantalón y de un golpe le llenó el culo de carne, ella gritaba de placer y él le decía que era su puta, le dió por el ano un rato mientras ella por el espejo me miraba mientras yo me pajeaba... cuándo el inundó de leche sus nalgas yo llené mis manos de la mía... Acabó y se fue nuevamente a su trabajo, ella quedó exhausta y me llamó para felicitarme y agradecerme...yo tenía mis manos llenas de leche al igual que ella su culo. Me pidío que le masajeara las nalgas porque había quedado dolorida, así el semen de ambos se mezcló en su culo, estuvimos así hasta que se hizo la dormida, al irme a mi habitación noté como recogía la leche de los dos y la lamía lentamente entre sus dedos....
Así era mi tía y así recuerdo aquellos días de verano...