Mí Tía, Origen de una Pasión: Preñadas (Final)

Llega el final de la historia. Mi tía y mi prima se unen para darme placer ...... y algo más, que no esperaba.

Aunque no tenía demasiadas dudas sobre el resultado final de mis gestiones, comprobar que tenía toda la razón en lo que pensaba que iba pasar, me llena de gozo – pienso mientras veo como mi tía y mi prima se afanan en comerme la polla con pasión, tras haber quedado satisfechas del intenso polvo que las he echado a ambas, usando y abusando de sus tres agujeros, hasta hacerlas suplicarme un descanso. El sexo es una droga adictiva, cuanto más tienes más quieres …….

No hay nada como un trio con dos mujeres tan esplendidas como estás, pero si, además, tienen el morbo añadido de un cierto parentesco, la experiencia se intensifica mucho más. A lo largo de mi vida he tenido la suerte de disfrutar de esta situación en varias ocasiones, como ya saben los lectores habituales de nuestras historias. La primera vez fue con mi mujer y su madre, luego con mi mujer y su hermanan pequeña, más tarde la combinación fue con mi cuñada y mi suegra ……………… todas experiencias maravillosas, que pienso repetir siempre que pueda.

Por eso mismo, sabía que combinar a mi esplendida tía de 50 años, tetas enormes y culo fantástico con su hija pequeña, tetas muy grandes, que aún crecerán más, y culo duro como una roca, era, sin duda, una combinación ganadora. ¿Alguien renunciaría a darse un atracón de enormes tetas como el que me acabo de dar yo? Supongo que nadie en su sano juicio y menos alguien como yo, para el que las tetas grandes es obsesión … bueno, aunque tampoco digo que no a un par de fantásticos y duros culos de dos hembras como estas.

  • Que buenas sois nenas, nadie la chupa como vosotras, - las digo acariciando sus cabezas como si fueran dos perritas bien adiestradas, mientras veo como sus enormes tetas se bambolean frente a mí, chocando entre sí, una y otra vez ……..

Me dejo llevar por el placer y rememoro lo sucedido aquella tarde, cuando ambas conocieron que estaban preñadas al mismo tiempo y que mi semen era el culpable en ambos casos. No puedo evitar relamerme de gusto imaginándome el tamaño que alcanzarán sus tetas con el desarrollo del embarazo. Si ahora son grandes, estoy seguro que ambas, poseedoras cada una de un par de enormes melones en estado “normal”, acabaran con un par de auténticas ubres, llenas de leche con las que alimentar a los nuevos integrantes de la familia… y, por qué no decirlo, también a mí. ¡Ummmmmm, que meses maravillosos me esperan! …………………………………………………………………………

Cuando esa tarde, llegue a casa de mi tía con ánimo de follarla, no sabía muy bien cómo prepararla para darle la noticia de que su hija menor, Silvia,  esperaba un hijo mío. La verdad es que no tenía explicación alguna, porque Silvia había empezado a tomar la pastilla al iniciar la relación conmigo y, además, por si acaso, siempre usábamos condón; yo era especialmente cuidadoso poniéndomelo y retirándomelo, sin dejar que ninguna gota se derramase fuera.

Bueno …………………… la verdad es que sí que lo se ……. Conozco perfectamente la razón del bombo de Silvia. Hace unas semanas, después de tener una intensa sesión de sexo, montamos en el coche para dirigirnos hacia casa. En un semáforo paramos cerca de un taxi, cuyo conductor era un chaval joven, con aspecto sudamericano. Cuando me di cuenta, mi prima y el taxista cruzaban miradas y sonrisas de complicidad. El taxista le enseñó un cartel con un número de teléfono, mientras le hacía a Silvia el inconfundible gesto de “llámame.”

  • Le tienes como una moto nena, la dije con una sonrisa, mientras veía como su cara se sonrojaba ante la pillada.
  • Yo ….. no sé qué le pasa, es bobo ….
  • ¿Qué le va a pasar tonta? Lo que a todos los que te ven. Pues que les apetece follarte como a una perrita nena ……………… añado, colocando mi mano sobre su muslo y deslizándola hacia el interior de su corta falda.
  • ¿Estás celoso? Me pregunta con una media sonrisita ….. mientras estirando su mano, la posa sobre mi polla, notando rápidamente como esta empieza a crecer.
  • ¿Celoso? ¿Yo? No, que va (la miento, porque sí que lo estoy y mucho además). Lo que estoy es excitado, añado dando un brusco volantazo y metiéndome en una calle solitaria a medio camino de la casa de Silvia.

La saco del coche bruscamente, la apoyo en el capó y, tras quitarle las bragas y excitarla unos instantes con la mano, la penetro con fuerza, sin ponerme preservativo, comenzando a follarla de pie contra el coche, sin importarme si alguien pueda estar viéndonos desde alguna ventana.  Es un polvo salvaje, sin piedad; estoy celoso como un mono, porque una de mis mujeres ha “tonteado” sin mi permiso con otro macho y eso, para mí, es intolerable. Cuando noto que me voy a correr, no sé qué me pasa por la cabeza, pero estoy tan excitado que deseo llenarla con mi leche …………….. pero llenarla de verdad, sin impedimento alguno, notando como los chorros de semen entran en su coño y avanzan por su interior, …. Así que es lo que hago, estremeciéndome como hace tiempo que no lo hago al sentir como lo trallazos de leche invaden el sexo de Silvia, llenándola, ocupándola y, como semanas después conoceré, preñándola. Luego en el coche la noto silenciosa, obviamente por lo sucedido:

  • ¿Qué te pasa nena?
  • ¿Tú que crees? ¡Te has corrido dentro de mí!
  • ¿Y………..? Hoy no me he puesto condón, porque me apetecía llenarte bien. ¿No tomas para eso la pastilla?
  • Si ……., me contesta muy bajito, con voz temblorosa, pero ……
  • ¿Pero qué ……? la pregunto con dureza.
  • Pues que llevo un par de días sin tomarla …………………..
  • No te preocupes, no creo que pase nada – la contesto aliviado- los fabricantes aseguran que lo olvidos son normales y para eso están concebidas las pastilla -añado, sin saber, como me enteraré un par de semanas después que ese par de días, eran realmente nada menos que ¡diez días sin tomar la pastilla!

La culpa es mía por no darme cuenta que no podía confiar en ella, por mucho que tenga las mejores tetas del mundo. Cuando hicimos el predictor, se me derrumbó completamente, mientras yo, sorprendentemente, lo asumí con más tranquilidad. La dije que no se preocupara, que, si ella decidía continuar con el embarazo, me encantaría tener el niño y que entre su madre y yo lograríamos que su vida se afectase lo menos posible ….. aunque sabía que eso iba a ser muy difícil.

Por eso, aquella tarde que me dirigía a casa de mi tía para follarla y, de paso, contárselo, “o al revés” me preocupa profundamente su reacción. Saber que su amante había dejado embarazada a su hija menor no era una noticia fácil de digerir, aun cuando yo me comprometiese a sufragar todo lo que fuese necesario. Sin embargo, hay veces que el universo prepara situaciones inesperadas, increíbles …… y esta vez fue una de ellas.

  • José, estoy embarazada de seis semanas -me dice mi tía, nada más llegar a la habitación- y tú eres el padre.
  • ¿Qué dices ………?  ¿Estás segura?
  • ¿Segura de estar embarazada o de que tú eres el padre?
  • De las dos cosas nena …. porque, que yo sepa, ya no tenías ya la regla. Eso me dijiste “Córrete dentro amor, que ya no hay peligro y quiero sentir tu leche caliente ……”
  • Bueno, digamos que mi regla era irregular y que, al parecer, todavía había posibilidad de …….. de quedarme. Me he confiado, hemos follado estos meses como bestias y sin preocuparnos de tomar alguna medida ……….. y tú, que eres un manantial de leche, has hecho el resto. Así que me has preñado como a una jovencita. Además, no hay duda de quien es el padre ……solo me has follado tu ……. ¿me crees, ¿verdad?
  • Por supuesto que te creo nena, contesto abrazándola con cariño- ¿Qué quieres hacer? – la pregunto porque creo que es ella la que debe decidirlo y yo aceptar su respuesta
  • ¿Hacer? Voy a tenerlo nene, con tu ayuda o sin ella.
  • No seas tonta, te lo pregunto porque debo hacerlo, pero respetaré tu decisión y reconoceré al niño, si tú quieres, además de mantenerlo siempre. Ya sabes que el dinero no es problema.
  • Sabía que podía confiar en ti amor, pero …… vaya movida, ¿Qué va a pensar mi hija de mí?
  • ¿Silvia? …………………………… Si es una movida, sí. …………………. Mira nena, no voy a dar muchas vueltas al tema, porque con temas como estos me gusta ir de cara …….. Silvia también está embarazada y también soy yo el padre.
  • ¿Qué dices? ……. ¿Estás loco?
  • Lo siento, pero es así. Parece ser que no se tomó la pastilla durante diez días y el resultado es un bombo como el tuyo.
  • ¡Cabrón, cabrón! …. ¿Qué has hecho?, ¿Que has hecho? ……. -me grita, comenzando a darme puñetazos mientras comienza a llorar.
  • Lo siento nena, lo siento ……… no te preocupes que saldremos de esta – la digo, mientras trato, sin éxito, de abrazarla.
  • Es culpa mía, culpa mía -grita, sin querer tranquilizarse- nunca debí dejártela. creí que la cuidarías y …………… cabronazo, ¡has preñado a mi niña!

Por fin consigo abrazarla y comenzar a tranquilizarla, lo que aparentemente logro unos minutos después, cuando parece que se ha calmado un poco y ya puede hablar conmigo.

  • Es curioso -digo, mientras le preparo una infusión- voy a ser el padre de tu hijo y de tu nieto. ¡la leche!
  • ¿Aun te lo tomas a broma? Pareces feliz …..
  • Porque no voy a serlo, llevo años tratando de tener hijos, lo que nunca he logrado ……. Y ahora voy a tener dos de golpe …. Y con dos madres preciosas que me hacen muy feliz. ¿Qué más puedo pedir?
  • Y tu mujer, ¿Qué va a pensar de todo esto?
  • Nada de nada. Me importa un cojón lo que pueda pensar. Ya sabe lo del embarazo de Silvia y, aunque no le ha gustado, tampoco me ha dicho nada. Ella hace vida independiente hace tiempo, disfrutando de su sexualidad con plenitud, rodeada de amantes de toda raza y condición, así que ……. ¡Que la den!
  • ¿Nos vas a apoyar si seguimos adelante con el embarazo?
  • ¿Apoyaros? Por supuesto, voy a ser un padre modélico ……. y, si queréis ambas, también vuestro hombre. Me gustáis mucho las dos nena y no me importaría que viviéramos los tres juntos …… más mi mujer claro. Ya lo he hablado con tu hija y está de acuerdo en vivir juntos ………. supongo que no tendrá problema alguno en que también te unas tu.
  • Jose, me encantaría, porque no quiero perder el niño ….. y creo, conociendo a mi hija, que ella tampoco. ¿Tú sabes lo que puede ser convivir con dos mujeres embarazadas? Te podemos volver loco -me dice, con una sonrisa, comenzando a hacerse a la idea “para bien” de la nueva situación y de las posibilidades que se abren.
  • No te preocupes que lo afrontaré …… ¿Serás tú capaz de afrontar la vida conmigo nena? Voy a ser el hombre de las tres y quiero que seáis conscientes que no quiero celos ni malos rollos entre vosotras …….. Yo pondré todo de mi parte para que vaya bien, pero quiero de vosotras vuestra dedicación plena a mi ………. Más que eso nena, quiero vuestra sumisión plena. Ya sabes como soy, no te engañes. Doy todo …. Pero también loq iero todo de vosotras.
  • No te preocupes nene, vas a disfrutar mucho con nosotras ……– me dice, guiñándome un ojo, mientras lentamente se quita el vestido y deja sus enormes tetas frente a mis ojos, - Tus mujeres te van a hacer muy feliz, ya lo verás………. -añade sacando mi polla del pantalón y colocándosela entre sus enormes tetas.

Esa noche cenamos los tres juntos. El primer contacto entre madre e hija, tras conocer sus embarazos, es algo tenso, nervioso …. Pero pronto se funden en un abrazo, mientras ambas lloran. Las abrazo también, mientras las cubro a besos, tan feliz como ellas ……… con una sola estrategia en la cabeza, lograr follarme a madre e hija al mismo tiempo, mientras ellas se dan también placer. Voy a afrontar mi responsabilidad con los niños ¡faltaría más! …………….. pero sus madres van a pagar el precio.

La cena es agradable, dentro de lo surrealista que es cenar con una madre y una hija, cuando te acuestas con ambas y, además, las dos están preñadas de un hijo tuyo. Cuando Carmen va la cocina, a por el postre, aprovecho para acompañarla:

  • ¿Cómo estás? – la digo, mientras la abrazo.
  • ¿Tú que crees? – estoy preñada a los 50, acabo de enterarme que mi hija está también embrazada y que mi amante, que además es mi sobrino, es el padre en ambos casos ……………….. Algo no he hecho viene en esta vida.
  • No seas tonta -la contesto- la vida es así de imprevisible, pero hay que adaptarse a las nuevas circunstancias y tratar de sacar el máximo partido. ¿No quieres tener el bebé?
  • Claro que quiero …………….
  • ¿No quieres vivir conmigo y que sigamos juntos, compartiendo la cama?
  • Claro que quiero, pero ………
  • ¿Pero qué?
  • No sé cómo voy a adaptarme a que eso mismo lo tenga mi propia hija. ¿Cómo vamos a organizarnos?
  • ¿Organizarnos? ¿Organizarnos con qué?
  • Joder Jose ….. explícame, como vas a …… a ….., bueno ya sabes, ¿Cómo vas a acostarte con ambas? No veo lógico que ambas seamos tus mujeres al mismo tiempo.
  • Muy fácilmente Carmen y quiero que lo entiendas bien: Os quiero a ambas y, por cierto, a mi mujer también, así que os voy a cuidar a las tres …. y las tres “me cuidareis” a mí. No voy a poner trabas a nada nena, así que seréis vosotras las que decidiréis el tipo de relación que tendremos.
  • No te sigo ……….
  • Imagínate que estoy en la cama con Gema …Nuestra puerta estará abierta por si queréis tu o Silvia entrar y uniros a la fiesta ……… Esta tarde he estado con la dos al mismo tiempo y lo hemos pasado muy bien. ¿No te apetecería tener sexo con Gema? – la pregunto a bocajarro, mientras agarro con fuerza su culo.
  • Mmmmmmm, no sé, no se ……. ¿A ti te gustaría? -me pregunta, mientras siente como mi mano se ha deslizado bajo su vestido y acaricia, bajo el tango, su sexo húmedo y palpitante.
  • A mí me encantaría nena … me gustaría mucho follaros a ambas, mientras os besáis… os acariciais y os coméis vuestros respectivos coños,mientras yo os follo a ambas.
  • Agggggggggggggg, se estremece intensamente, mientras la hablo haciéndola imaginar un trio con gema y como las follo a ambas una y otra vez, mientras yo noto también como me empalmo con fuerza, así que no tengo más remedio que darla la vuelta, quitarla el vestido arrancarle el tanga y penetrarla con fuerza contra la encimera, mientras garro sus enormes tetas.
  • Jose, Jose …por Dios, por Dios, que bestia eres, que bestia ………. – me dice estremecida, pero casi en un susurro, tratando de no subir el tono de voz para que no se entre su hija de lo que sucede …… pero yo si quiero que se entere, así que la azoto con la mano desnuda con fuerza, haciendo todo el ruido que me es posible…. y todo el daño también, porque quiero que grite,
  • Ahhhhhhhhhh, me duele, me duele …. pero sigue, sigue así. Dame fuerte amor, dale fuerte a tu perrita – grita, ya sin remedio, mi tía, mientras la golpeo con mi cadera, metiendo mi polla en su coño “hasta la empuñadura”,

No tarda mucho en abrirse la puerta de la cocina, dando paso a una sorprendida Silvia, que mira la escena con una media sonrisa. La miro, sin dejar de follar a su madre, mientras la tiro un beso y la sonrío:

  • Ven nena, acércate ……………

Silvia se acerca temblorosa, no queriendo desairarme, pero tampoco segura, ni mucho menos, de como actuar. Es lógico, acaba de entrar en una habitación donde su madre, completamente desnuda, es penetrada pro detrás por el amante de ambas, que la folla con fuerza, acsi con violencia, mientras Carmen, su madre, no quiere ni mirarla, pero no puede dejar de agitarse, gozando sobremanera de la acción de una buena tranca en su interior.

Jose coge de la mano a Silvia y acercándola más, la besa sin preámbulos y sin dejar de penetrar a su tía. No tarda en apoyarla en la encimera y, tras desnudarla como puede, sin dejar de follar a la madre, la mete dos dedos por detrás, comenzando un rápido movimiento que hace que la niña se apoye sobre el mueble, dejándose llevar por la excitación. Ambas mujeres, están muy juntas, tocándose otra, así que es sumamente fácil cambiar de montura y, así, pasar del coño de Carmen, pasar al de Silvia, que empieza a follar con igual fuerza. Mientras inicia su penetración del coño de la hija, ocupa el coño de la madre con tres dedos manteniéndola en una estado de excitación máximo.

Las folla durante un buen rato, intercambiando su polla de una a otra, mientras ambas mujeres guardan silencio, sin decir palabra alguna, solo interrumpido por sus jadeos y quejidos, así como los dos o tres orgasmos que disfrutan. Las folla como perras, con fuerza, sabiendo que el placer que reciban en ese momento las llevará a superar las barreras que existen, como madre e hija, entre ellas.

  • Miraros nenas, quiero que os miréis y comprobéis como gozáis ambas …….. las ordena Jose, cogiendo sus cabezas y girándolas, para dejar una frente a otra a pocos centímetros.

El milagro del sexo y, por qué no decirlo, también del amor, se produce de un modo natural, sin tener que forzar más la cuestión de lo necesario. Ambas mujeres se miran con amor y se funden en un apasionado beso, juntando sus lenguas, mientras Jose disfruta con la escena, notando como su excitación es máxima y como, con toda seguridad, no podrá retener mucho más su leche ………..

  • ¡Como me poneis nenas! ¡Como me poneis! ………………….

Seis meses después ………………………………………..

La casa es amplia, con un enorme jardín a salvo de toda mirada exterior. Esta cerca del mar, pero no demasiado, en una zona tranquila de la montaña que bordea Altea, en la costa de Alicante. Desde la piscina se ve perfectamente el mediterráneo, de un intenso azul, propicaido además pro la luz de esa zona de España, en un caluroso mes de Julio.

Jose está relajado en una tumbona imitando el mar, mientras disfruta de una fría cerveza que le acaba de traer Silvia, quien ocupa la tumbona contigua. Ambos están desnudos y lucen un intenso moreno, prueba de que llevan ya algún tiempo de vacaciones. Silvia está muy guapa con su espléndido embarazo de seis meses, que se desarrolla con toda normalidad. Aunque ha hecho todo lo posible por evitarlo, ha ganado bastante peso: sus tetas están enormes, coronadas por pezones oscuros del tamaño de platillos de taza de café, su culo parece el de una mujer negra y sus muslos han ganado grosor y firmeza; Jose sabe perfectamente que a esas aun las queda por crecer hasta el noveno mes y luego, “al subirla la leche” se convertirán en verdaderas ubres, que tendrá que ayudar a ordeñar personalmente cada día ….. porque ningún niño puede tragarse todo lo que cogerá dentro de esos enormes cantaros.

  • ¿Estáis cómodos? -nos pregunta Carmen, sentándose en otra de las hamacas- ¿podéis darme una mano de crema? Hoy el sol está terrible …….
  • Silvia dale crema a tu madre y date tú, que tienes también la piel muy delicada.

Silvia, obedientemente, coge un bote de crema y comienza a masajear la espalda de su madre con una buena capa de bronceador. Carmen está también muy guapa, pero inmensa. Su tripa es casi el doble de la de su hija, lo que, al parecer, no es extraño cuando ya han existido embarazos previos. Las tetas de Carmen, de un tamaño increíble, caen sobre su tripa y casi le llegan al ombligo, del enorme tamaño que han adquirido. Carmen ha cogido también más peso del deseable; unos 25 kilos a esa altura del embarazo es demasiado, según la opinión del médico y, por eso, lleva un par de semana a dieta, sin éxito aparente. Pero a Jose no le importa, porque el apetito sexual de Carmen ha crecido en proporción a su aumento de peso, así que es una delicia follarla cada día …. precisamente no hace ni media hora que Jose se ha corrido entre esas enormes tetas, después de haberla montado por el culo un buen rato.

Las dos mujeres han pasado aquellos primeros momentos de incertidumbre y se han adaptado perfectamente a la nueva situación -piensa Jose, viendo la dulzura con que Silvia extiende la crema por la espalda de su madre, pasando luego a la tripa y las tetas, onde se detiene con parsimonia, hasta lograr que los enormes pezones se ericen como enormes chupitos, prueba  de la constante excitación que desde hace semanas preside la relación entre ambas, como si hubieran descubierto que el sexo es parte importante de su relación de madre e hija y que, lejos de separarlas, las ha unido mucho más.

  • Bienvenida, cariño -dice dirigiéndose a Gema, mi mujer, que acaba de llegar después de pasar unos día en Ibiza “con unos amigos”.
  • Por fin en casa, dice Gema, vengo muerta, ha sido muy intenso.
  • Luego, después de cenar, nos contarás “tus aventuras” ………………. ahora creo que te vendrá bien darte crema, porque el sol achicharra. ¿Porque no le dais una buena mano de bronceador a Gema, chicas?

Es un hombre inmensamente feliz, piensa, mientras ve como sus mujeres se acarician desnudas bajo el sol ………………………….