Mi Tía origen de una pasión: Mi prima y mi mujer

Cuando una mujer tan apasionada como la mía conoce a mi prima adolescente, la pasión se desencadena ..... para mi placer

Las semanas pasan apaciblemente, mientras yo disfruto cada vez más de mí relación con mi tía y mi prima, quienes han aprendido a convivir con la situación, sin envidias, ni celos ……… al menos, aparentemente. Dos o tres veces a la semana paso por casa de Carmen, mi tía y pasamos un par de horas juntos, disfrutando del sexo. Se ha vuelto cada vez más apasionada y está deseando probar cosas nuevas continuamente. Disfruta mucho cuando simulo hacerla una penetración doble, utilizando un dildo y mi polla, que logran volverla loca, mientras le hago fantasear con que un amigo mío ha venido de visita, la cosa se ha complicado y, al final, ha tenido que satisfacernos a ambos, obligándonos a utilizar sus dos agujeros al mismo tiempo. Le encanta la idea, así que estoy seguro que, más pronto que tarde, la compartiré con alguien y haremos un sándwich con ese maravillo cuerpo. Es una mujer fantástica, con ese par de tetas que tanto me gusta, sobre todo cuando me hace una cubana, así como con ese fantástico culo que adoro penetrar como si el de una perra se tratase.

Una razón, no menos importante por la que está animada, es porque su hija Silvia, desde que está conmigo, ha salido del cascarón en que se encontraba, se ha abierto al mundo y se ha adaptado mucho mejor en el colegio. Sabe que nos seguimos viendo alguna que otra vez fuera de casa, pero no la importa, porque, gracias a ello, parece que ha olvidado los malos ratos que pasó con su padre, quien no desaprovechaba oportunidad para violarla. Puede parecer sorprendente que una madre provoque que su hija adolescente tenga una relación intensa con un hombre maduro como soy yo, pero pensad que Silvia era una inadaptada total, al que su padre dejó marcada para toda la vida, autoaislándose del mundo anterior y que, gracias a mi (y a los polvos que la echó), ahora es una chica preciosa, feliz, deseosa de salir cada sábado ……….  Ya tiene amigas y amigos, e, incluso, se ha echado novio, un chaval muy agradable, Luis, con el que parece estar muy unida. Y no os cuento como me viene a mí este intercambio, ………….

Lo que mi tía no sabe es que ese noviete (Luis) lo ha conocido a instancias mías, para, así, lograr que su madre esté tranquila, pensando que la vida de su hija se ha vuelto “normal”. La realidad es que tengo completamente abducida a mi prima, a quien follo cuando y como quiero, generalmente en hoteles discretos, donde puedo subirla desde el coche a la habitación; reconozco que me da corte pasarla por el Hall del Hotel y que me vean con una chica joven,  por mucho que su cuerpo sea el de una mujer de más de 20. Veo como otros hombres la miran al pasar, queriendo comerse ese culo fuerte y prieto, ese para de tetras enormes comprimidas por una camiseta ……… y me enorgullezco como un pavo real de ser yo quien lo hará.

Para que todo siga desarrollándose normalmente y mi tía no ponga pegas, la aconsejé que se echara un noviete, que fuera simpático, que se hiciera la “estrecha” con él, como haría la mayor parte de las chicas de su edad, pero que, de vez en cuando, le hiciese un “regalito” que le mantuviera muy atento a su relación. Entendió perfectamente el mensaje, así que cuando Luis le pidió salir, le dijo que sí, pero no le dejo pasar de los besos y alguna caricia muy fugaz en las semanas siguientes. En cuanto Luis trataba de meterla mano, Silvia, muy digna, la retiraba la zarpa …. Luis cada vez más nervioso, ante la imposibilidad de no poder acceder a esa maravilla de tetas, se enfadó mucho y parecía que iba a dejarla. Cuando me enteré, le dije a Silvia que tenía que animarle de alguna forma, porque si se separaban, su madre (mí tía) empezaría a poner problemas a que nuestra relación fuera la única de su hijita.

Silvia entendió muy bien el problema …. Y la solución. Por eso, un día, en el cine al que había ido a la sesión nocturna, Silvia aprovecho que el cine estaba casi vacío y comenzó a besarle. Mientras Luis casi se moría de la sorpresa, le bajo la cremallera, sacó su polla y comenzó a masturbarle suavemente, mientras le decía al oído:

  • Debes tener paciencia conmigo amor. Me tendrás entera para ti, pero poco a poco ……. ahora voy a darte un regalo especial para que veas cuanto te quiero -le dice Silvia, recogiéndose el pelo en una coleta.

Cuando Silvia bajo la cabeza hacia la entrepierna de Luis y se metió su polla en la boca, el chaval tuvo la certeza que Silvia era, sin duda, el amor de su vida. La mamada no fue larga, porque Luis no puedo resistirme, así que rápidamente un gran chorro de semen entró en la boca de Silvia, quien lo recibió con sumo deleite, aunque luego aprovecho para echarle la bronca y decirle que tenía que haberla avisado para retirarse; que era un guarro y que nunca más volvería a hacérselo (Nota del autor: ¡Mujeres! Esta anécdota de la bronca por no avisar tiene mucho de real y me paso con una novieta en Almuñecar; ¡como si no se notase cuando te vas a correr! Es imposible engañarlas. Aquella novia mía protestaba cuando me corría mi boca, pero nunca hacía nada por separar su boca de mi polla …… Años después me reconoció que gracias a mí se había vuelto adicta al sabor del semen).

Gracias a este noviete, que tranquiliza a mí tía y justifica las ausencias de mi prima, logro quedar a menudo con Silvia y llevarla a un hotel que hay en el un polígono industrial de las afueras, muy discreto, pasando un buen rato en compañía de mi prima, que, poco a poco, se ha vuelto una fantástica amante, que me vuelve loco: Siempre seguimos el mismo protocolo. Ella se mete al baño a arreglarse y yo la espero desnudo en la cama, ansioso por verla. Cuando sale del baño, solo lleva el tanga puesto (así me gusta a mi) y se acerca lentamente, bamboleando sus tetas hasta llegar al borde de la cama, mientras yo comienzo a masturbarme suavemente, tarea en la que me interrumpe, sustituyendo mi mano por sus tetas. En una tarde normal la folló un par de veces, catando su boca, su coño y su culo, que hace ya un par de semanas que logré desvirgar. Aunque lo pasó mal de inicio, cada día se adapta mejor a mi polla y su placer es creciente con la enculada. Debo reconocer que me sentó mal saber que no había sido el primero en catarla y que el cabrón de su padre ya le había roto el culo dos o tres veces ……. Pero, cuando después la tuve bien clavada en el interior de su culo maravilloso, todo se me olvidó y ya solo pensé en romperle el culo como si no hubiera un mañana.

Gema, mi mujer, sabe perfectamente que me estoy follando a mi tía y mi prima. No pone pegas, ni puede ponerlas: como todos los lectores sabrán estoy casado con una mujer “muy liberal”, con gustos similares a los míos, por lo que suele tener todo tipo de aventuras fuera del matrimonio, con la única condición de informarme siempre, por si quiero estar presente o, incluso, participar (Ver resto de historias publicadas siempre con mi mujer de protagonista, aunque destaco especialmnte la serie Cornudo en mi propia casa. Aun así, le parecía especialmente morboso lo de mi prima, porque nunca me había visto interesado en una chica de tan poca edad.

  • No puedo concebir que has visto en ella para estar tan atontado – me dice, mientras prepara la comida.
  • Tiene 18 ………………. protesto, sabiendo que poco puedo alegar en mi defensa
  • Pues vaya ……. Si podía ser tu hija. No me imagino yo liándome con Jorge, el hijo de los vecinos del segundo, que debe tener más o menos esa edad.
  • Porque es muy feo -protesto- si fuera un chaval guapo y fuerte, con las hormonas a tope, no me extrañaría que quisieras hacerle un trabajito fino. Silvia es muy madura para su edad y, con sinceridad, cada día me satisface más y mejor. Deberías conocerla, porque sé que te gustará …… es muy de tu tipo. Morena, rellenita, muy guapa, buen culo y un par de tetas de infarto.
  • ¿Por qué no la traes un día? Me gustaría conocerla y comprender que ves en ella …. aunque parece que lo que ves me va a gustar a mí también -añade, guiñándome un ojo.
  • Mañana te la traigo a cenar, pero con una condición …….
  • ¿Cuál !!!!!……………………………….
  • Luego, después de cenar, me la voy a subir a la habitación ………………. Puedes mirar si quieres -añado, abrazándola y agarrando su culo- e, incluso, participar si te apetece. Quiero que se quede a pasar la noche conmigo …. o con ambos.
  • Lo llevas claro. Ya te digo yo que no me pone nada hacerlo con una quinceañera -contesta, mientras empieza a bajarme la cremallera del pantalón- prefiero una buena polla como la tuya.

A la tarde siguiente, cerca de las ocho, Silvia y yo hacemos entrada en casa, donde nos recibe Gema, muy guapa, con un vestido vaporoso, que la llega por la rodilla y que deja bien a las claras su tipazo. Está claro que quiere marcar territorio, deseando que Silvia se dé cuenta de cuál de las dos hembras manda allí. Silvia también esta guapa, pero es imposible que compita con mi mujer. Tal vez en unos años pueda hacerlo, pero ahora mismo no puede evitar que ese cuerpazo tenga un cierto aspecto infantil todavía, sobre todo al ver cómo se comporta ante una gata de garras afiladas como es Gema.

  • Hola guapa -la saluda Gema, plantándole un par de besos, mientras la mira desde la altura de sus tacones. Sin ellos ya sería diez centímetros más alta que Silvia, pero con tacones la diferencia se magnifica.
  • Hola Gema …. -contesta Silvia, con voz temblorosa. Es lógica la timidez. Aunque no tuviera tan pocos años, está en presencia de la mujer de su amante ……- me apetecía mucho conocerte.
  • No seas tímida, pasa, pasa ……. Estás en tu casa. Ya me había dicho Jose que eras una niña preciosa y ahora veo que es verdad -añade, cogiéndola de la mano y haciendo que de un vuelta para apreciarla mejor.
  • Graciassssss -contesta Silvia, colorada como un tomate

Cenamos en el porche, dando a la piscina. Todo resulta estupendo, aunque Silvia habla bastante poco, cohibida como esta ante el avasallamiento de mi mujer, pero debo reconocer que todo resulta bastante bien. El vino ayudó a ello y así, casi a los postres, Silvia esta ya bastante relajada, habiéndose acostumbrado en la medida de los posible a una mujer tan avasalladora como es Gema.

En una de las veces que Gema y yo coincidimos en la cocina, mientras Silvia permanecía en la mesa, me dijo:

  • Debo reconocer que es muy agradable. Parece más madura de lo que esperaba y, aunque tímida, creo que es una chica inteligente. Además, no nos engañemos, está muy buena. Vaya par de tetas tiene …….
  • Me alegro que te guste, porque voy a seguir viéndola cuando quiera -la digo- no te ves tu con el idiota de Carlo y yo tengo que aguantarlo (Ver la serie Cornudo …………….
  • No te enfades -me dice, dándome un beso en los labios- tomamos postre, una copita y os dejo solitos ……
  • Gracias nena …pero me gustaría que te quedarás también – añado, palmeándola el culo, sin obtener respuesta alguna de mi mujer a mi deseo.

Tomamos un sorbete de limón con cava de postre en la mesa y decidimos tomar el café y la copa en un sofá que hay en el jardín, junto a la piscina. Mientras las chicas quitan la mesa y preparan el café, yo me encargo de preparar una copita: Gin Tonic para mí y para Gema, así como un Baileys para Silvia. Me siento en el sofá disfrutando del frescor de la noche, ansioso por poder subir a la habitación con Silvia y disfrutar de su cuerpazo. Sin embargo, después de dar dos o tres tragos de mi copa, veo que las chicas se demoran en volver, así que decido ir a buscarlas para meterlas prisa.

Cuando llego a la cocina, la escena me deja helado: Silvia y Gema se besan apasionadamente. Mi mujer, apoyada en la encimera, agarra con fuerza el culo de mi prima, mientras sus lenguas juguetean juntas. Las manos de mi mujer agarran con fuerza el culo de la niña, mientras esta tiembla de excitación …….

Me doy cuenta que, en el fondo, sabía lo que iba a pasar y que yo también lo deseaba, así que no elevo queja alguna y tranquilamente me acerco a ellas, agarrándolas por la cintura:

  • Habéis empezado sin mi chicas. ¿No hay sitio para una buena polla entre vosotras?
  • Claro que si nene -me contesta Gema- ¿Qué opinas Silvia, cariño? ¿Le dejamos participar?
  • Porque no …………………… - contesta con voz temblorosa Silvia, aún sorprendida por haber iniciado su primer trio. Más de una vez me ha contado que ha tenido alguna experiencia light con compañeras del colegio, sobre todo besos y alguna caricia, pero de ahí a estar con un hombre y una mujer ……. va un mundo.

Un rato después, los tres disfrutamos en mi cama de un intenso polvo. Silvia está a cuatro patas, con el vientre apoyado, sobre una almohada, dejando que sus enormes tetas caigan sobre la cama. Gema, detrás de mi prima, la folla con un dildo de buen tamaño, que ata a su cintura con un correaje de cuero. No es la primera vez que veo a mi mujer follar a otra hembra de este modo, pero reconozco que esta vez me parece especialmente morboso. Yo, por mi parte estoy empalando a Gema por detrás, de tal modo que los tres formamos una especie de trenecito. Mi habitación tiene un gran espejo lateral donde se proyectan, como si de un cine se tratasen, las escenas que se desarrollan sobre la cama. Allí he visto a mi mujer empalada por dos negros, a mí mismo enculando a mi suegra o a mi cuñada ………………… y no es la primera vez que veo la escena del trenecito, porque Gema es muy aficionada a usas su dildo con otras mujeres, mientras un hombre la folla debidamente al mismo tiempo.

Gema siempre ha dicho que la sensación de encular y ser enculada es la mejor para ella, “sentir las embestidas de un buen macho por detrás y transmitírselas a otra mujer que esta delante de ti, no tienen rival en el mundo del sexo; montar y ser montada al mismo tiempo es el equilibrio perfecto; “dos pollas dentro de ti está bien, más que bien, pero no supera en excitación al trenecito”. Por eso, Gema debe estar en este momento cerca del éxtasis. Ha cambiado su dildo de agujero y está follando a Silvia por el culo con mucha fuerza, casi con violencia, haciendo que la niña grite, pidiéndola una tregua. Afortunadamente ha untado previamente el dildo con la vaselina que había en la mesilla, porque si no la estaría destrozando de verdad. Hablo de dildo, pero realmente es una enorme polla de unos 20 cms, de látex negro y muy gruesa, que simula hasta las venas de un pene verdadero.

  • Gema, Gema, por favor ….. Me estas destrozando -suplica, casi con lágrimas en los ojos.
  • Cállate puta. Te voy a follar hasta que no puedas más ………..

No puedo hacer nada para impedirlo, porque el sexo con gema es así. Ella da todo, pero también exige todo. Solo me queda hacer una cosa y es encularla a su vez ……. sin usar vaselina, sin ningún tipo de lubricación. Gema es una fiera en la cama y con una fiera solo cabe domarla, normalmente con un látigo, pero hoy voy a utilizar mi polla en su culo.

  • Yo sí que te voy a domar a ti, -a digo, dando un violento empellón, tras ampliar algo el pequeño agujero con mis dos dedos, metiendo mi polla en su culo hasta casi la mitad.
  • Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, cabrón, cabrón ,,,,, me parte, me partes.
  • Toma nena, toma …… la contesto, metiendo la mitad restante y, sin ninguna pausa, comenzando a taladrarle el culo, mientras ella sigue haciendo lo propio con Silvia. Ambas mujeres gritan sintiendo como sus respectivos anos sufren con las respectivas pollas que las taladran sin piedad, una de caucho, la que encula a Silvia, otra de carne, la que penetra a Gema.

Sin embargo, no logro disminuir el ardor de Gema en su penetración de Silvia, porque mujer está muy acostumbrada a acoger pollas más grandes que la mía por su fantástico culo, así que, pasado el dolor inicial, se amolda perfectamente a mi enculada, disfrutando de ella, mientras taladra sin piedad el culo de mi prima, que, caída sobre la almohada, parece también disfrutar con lo que está recibiendo. Eso me relaja sabiendo que la niña ya comienza a disfrutar con la enculada, así que decido volver a disfrutar del sexo con ella. No puedo resistirme a hacerlo, así que, sacando mi polla palpitante del culo de mi mujer, me coloco delante de Silvia, la alzo la cabeza y se la meto por la boca, forzándola a iniciar una mamada, mientras Gema continúa enculándola con su dildo. Así lo hago hasta percibir, por la calidad y pasión de la mamada, que la penetración de Gema ya no la causa ningún dolor, sino todo lo contrario …. ¡Que la está haciendo gozar como una perra!

  • Ven peque, súbete sobre mí y metete mi polla bien dentro - la digo, tumbándome junto a las dos mujeres.

Silvia hace lo ordenado y se ensarta sobre mi polla, dejando sus tetas sobre mi cara, “obligándome” a meter sus deliciosos pezones en mi boca, mientras comienza a cabalgar sobre mí, como una posesa, moviendo sus caderas como una autentica negra, “perreando” sobre mi polla, como sabe que me gusta. De pronto, se detiene bruscamente en su deliciosa cabalgada, al notar como Gema apoya el dildo en la entrada de su culo y lentamente se lo va introduciendo:

  • ¿Qué haces Gema? ¿Qué haces? Ahhhhhhhhhhhhh
  • Encularte nena, enseñarte como se disfruta con dos buenas pollas dentro de ti -la dice Gema, mientras empieza a follarla a la par que yo.
  • Te va a gustar mucho nena, déjate hacer -tercio yo, mientras vuelvo a retomar mis caderazos metiendo y sacando mi polla, tratando de no ser expulsado por el dildo de Gema, que entra y sale con mayor facilidad de Silvia, favorecida por la postura, cuyas tetas se agitan sobre mi pecho, al compas de la enculada que está recibiendo.

La follamos un buen rato, haciéndola correrse varias veces, de un modo casi continuo. Me besa con pasión, absolutamente abducida pro el placer que está recibiendo, aunque también como queriendo pedir mi ayuda para dejarla descansar, pues no hay que olvidar que ha pasado de no tener relación a estar disfrutando de una doble penetración muy intensa en solo unas semanas.

  • Para ya Gema, la vas a destrozar …….
  • Si, por favorrrrrrr, suplica Silvia, no puedo más, no puedo más …….
  • Está bien zorrita -dice Gema, sacando la enorme polla de caucho del culo de Silvia- está nunca se relaja -añade señalándola- porque nunca se corre -añade, mientras Silvia se baja de la cabalgadura, dejando libre mi polla.
  • Esa polla no, pero esta si -digo, masturbándome suavemente- así que os quiero a las dos ya chupándome el rabo hasta sacarme la última gota de leche.

Las dos obedientes se arrodillan frente a mí y, por turnos, comienzan a succionar mi polla, que palpita y se estremece al sentir las lenguas de ambas que recorren todo su grosor, juntándose de vez en cuando en un apasionado beso, sin dejar de masturbarme ni un momento. No tardo en correrme, como una especie de geiser, soltando trallazo tras trallazo de semen contra sus caras, mientras siguen besándose y acariciándose. Impresionante, es una de las mejores corridas de mi vida ……….

  • Agggggggggggggggggg, me encanta. Sois dos putas maravillosas, ahhhhhhh – me estremezco de gusto, mientras me masturban hasta agotar toda la leche contenida en mis huevos.
  • Hay que reconocer que tienes una polla precisas, dice mi mujer, mientras lame con deleite los restos de semen que quedan en mi pene- ¿Verdad Silvia cariño, que nuestro hombre tiene un a polla preciosa?
  • Si, es verdad, es estupenda – contesta Silvia, mientras sustituyendo a Gema, se vuelve a meter mi polla en la boca, disfrutando del resto de semen que no ha limpiado mi mujer.
  • Hoy ya no os puedo follar más perritas …. esta noche he quedado con tu madre -digo mirando a Silvia- y me gustaría tener suficientes fuerzas como para hacerla disfrutar.
  • No te apetecería estar también esta noche – pregunta Gema, con una sonrisa irónica, mientras besa uno de los enormes pezones de Silvia, que vuelve a reaccionar endureciéndose.
  • ¿Yo? ¿Con mi madre? ……. Pero ¿qué dices? -contesta Silvia, roja como un tomate y sin saber muy bien que contestar- ¿Estás loca?
  • ¿Loca?, mira niña tu madre es una mujer muy atractiva y sexualmente muy activa, así que ¿porque no te podrías liar con ella? Mi madre y yo lo hemos pasado muy bien juntas con Jose, ¿Verdad cariño? Es más, algún día seré yo quien se lo monte con tu madre -añade, Gema, poniendo esa cara de mala que tanto me pone.
  • Pues sí, la verdad es que si -contesto yo, recordando la primera vez que me lo monte con mi mujer y mi suegra al mismo tiempo (Ver la serie: Mi suegra, origen de una pasión) y como me hicieron disfrutar ambas aquella noche.
  • Estáis locos, completamente locos – contesta Silvia, sin poder evitar echarse hacia tras mientras Gema comienza a besar su delicioso coño adolescente- ahhhhhhhhh, me vuelves loca. Me gustas mucho Gema, muchísimo ……….

Disfruto de e la nueva sesión de ambas entre ellas, mientras contesto algunos mensajes que han llegado. Uno de ellos de Carmen, que me manda una foto de sus enormes tetas con el texto “Las he dado un buen masaje con crema hidratante ¿Quién se va a correr entre ellas? ……. Anda, que si Carmen viera a su hija en este instante, con la boca de mi mujer entre sus enormes tetas, mientras la mano penetra su adolescente coño.

Luego mientras me ducho para volver al trabajo, Silvia entra conmigo en la ducha y refrota sus enormes tetas contra mi espalda, mientras pasando la mano por mi cintura masajea mi pene:

  • ¿te gusta así? Me ha dicho Gema que te encanta que te lo hagan en la ducha …..
  • Mucho nena, mucho …… pero ahora tengo que volver a trabajar. …. Y esta noche ya sabes que he quedado -añado, notando como mi pene vuelve a tensarse- si quieres venirte, ya sabes que hacer.
  • Jose, …….. ¡no puedo ir, no puedo hacerlo con mi madre! Entiéndeme, es una pasada lo que me pides.
  • ¿Seguro? -la pregunto, mientras la penetro por detrás, haciendo que se apoye en la pared de la ducha- ¿estás segura?
  • Ahhhhhhhh, si, si, sigue así, así ………… Cabrón, ¡Como me pones!!!!!

No se si Silvia irá esta noche, pero estoy seguro que más tarde o temprano me follare a mi tía y a mi prima al mismo tiempo. Segurísimo.

Continuará en Mi tía, origen de una pasión: Capítulo Final.