Mi tía mi amante

Mi tía mi primera mujer, la unica en y la mejor en la cama.

Mi tía, mi mejor amante

Quiero decir que esta historia es verídica y como soy nuevo en los relatos espero que les guste.

Todo empezó cuando un día yo me quede a dormir en su casa ya que iba a ser la fiesta de una prima, al día siguiente ella se metió a bañar y como a los 5 minutos me mando a llamar y me dio sus calzones y su brassiere para llevarlos al cuarto de lavado, al ver esa prenda intima con jugos vaginales inmediatamente tuve una erección, y mientras llegaba a el cuarto de lavado iba oliendo y chupando los calzones, ya ale llegar me encerré en el cuarto y me hice una paja.

Ella es blanca y a sus 40 años es poseedora de un cuerpo voluptuoso y lleno de erotismo, tiene uno senos medianas y un culo que me podría tragar completo el cabello medio corto y entre rubio y castaño, bueno sigamos con la historia al terminar la fiesta Esa noche como muchas otras noches que me quedaba en su casa, me encontraba yo tirado a lo largo de la cama con mis piernas abiertas y tan solo vestía unos bóxer y fantaseando con el voluptuoso cuerpo de mi tía, con mi mano izquierda jalaba hacia abajo mi bóxer y con la mano derecha apretaba y estrujaba a mi dura verga. Por mi mente corrían imágenes de tía desnuda en la regadera y al mismo tiempo pensando

¿qué pasaría si yo fuera a su dormitorio?

¿Cómo ella reaccionaria?

Cuando de repente entra e a el cuarto y me dice:

¿Que estas haciendo?

Yo no conteste, entreabrí mis ojos y la miro con una mirada indescriptible, deje salir un gemido largo y fuerte y aumente el ritmo de mi mano que para ese entonces subía y bajaba libremente mi pene todo húmedo por el semen. De repente ella se quedo pasmada y empezó a desvestirse por impulso.

Sin esperar ni un segundo mas me incline hacia su pezón y empecé ha lamerlo, ha besarlo, ha mordisquearlo y ha estrujarlo con mis manos. Agarraba sus hermosos y firmes senos y los apretaba con suavidad y luego los besaba, los lamía y los chupaba. Después de engolosinarme con los cremosos senos de mi tia de repente recordé mi máxima fantasía.

Y pensé.

¿Seria posible que esto estuviera pasando?

Mi mente me traicionaba en ocasiones y me hacia pensar que estaba soñando. Pero por Dios que esto no era un sueño, era el máximo de los placeres carnales y la fantasía mas grande del mundo estaba a punto de ocurrir.

¡OH Dios! ¿Cuántas veces me la habría jalado pensando en ella! En la puchita de mi tía? No recuerdo pero fueron muchas.

Con muchas dificultades mi mano derecha abandono uno de sus senos y empezó a bajar hacia su estomago, de ahí siguió hasta llegar al pie de su hinchada puchita y sin detenerme mucho empecé a sobar y a masajear sus labios vaginales. De su calenturienta rajadita salían sus líquidos sexuales sin control alguno, estaba toda húmeda y mojada. Uno de mis dedos entró a su apretadita y lubricada cavidad sexual y de inmediato ella respondió con un largo y fuerte gemido mmmmm. Sus gemidos y jadeos aumentaban de intensidad y se oían cada ves mas fuerte. Las caderas de mi tía embestían a mi dedo cada ves que penetraba, apretaba cuando estaba hasta dentro y aflojaba un poco cuando este salía.

No podía esperar mas, mi verga a punto de explotar demandaba entrar en esa rajadita toda húmeda y caliente.

Me encarame en ella y le abrí sus hermosas (y algo celulíticas piernas), con una mano sostenía mi cuerpo encima de ella y con mi otra mano empuñaba mi hinchada verga. Con la hinchada cabeza de mi verga empecé a tallar toda su rajadita de arriba abajo y en pequeños círculos, sus labios vaginales estaban dilatados a mas no poder era una hermosa visión, su puchita cerradita y sus voluptuosos labios vaginales me invitaban a lamerlos pero mi verga no resistía mas y empezó a buscar la entrada a ese hoyito caliente y apretadito.

No fue difícil encontrar la entrada a su cuevita de amor, los movimientos de cadera de mi tía lo facilito mucho, ella movía sus caderas con unos movimientos ondulantes y hacia delante y hacia atrás en busca de la punta de mi verga. De pronto se quedo ella quieta y conteniendo la respiración....la punta de mi verga había entrado un poco, puse un poco mas de presión y entro un poquito mas, Mmmmmm un suspiro revuelto con gemido salió de la garganta de ella, empuje mas fuerte y mi verga en toda su extremidad entró hasta el fondo, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh un jadeo salió estrepitosamente desde el fondo del pecho de mi adorada tía, wau, esto era demasiado fuerte.

Mi mano derecha fue al rescate, le tapé la boca y empecé a moverme dentro de ella, primero despacito y con suavidad, luego mas rápido mas fuerte. Mmmmmm mi mano aunque apretaba con fuerza no era suficiente para detener los gemidos que salían de la garganta de ella.

"Huevos" pensaba yo.

"Se van a despertar mi tío y mis primos" le decía al oído.

"Sssshht cálmate" me repetía mientras que seguía besándome apasionadamente como nunca antes lo había hecho.

Mi tía seguía jadeando y gimiendo cada ves mas fuerte y aunque mi mano apretaba su boca con fuerza sus gemidos se escapaban sin poder evitarlo.

Las caderas de mi tía aumentaron el ritmo considerablemente, sus movimientos ya no eran nada mas ondulares y suaves, ahora eran rápidos y brutos sin control alguno.

Era imposible para mi querer suprimir los gritos de mi sobrina siendo que yo tenia problemas para controlar los míos.

Para estas alturas mi tía y yo estábamos como en "trance" No nos importaba nada mas de que el momento.

Empezamos a tener sexo desenfrenado la pelvis de mi tía se refregaba a mi pelvis con ardor y con fuerza, sus músculos vaginales chupaban a mi verga con voracidad, soltaba y apretaba, embestía y retrocedía.

No pude mas. Deje caer todo el peso de mi cuerpo sobre ella al mismo tiempo que me quede tieso, mi pené empezó a soltar chorros y chorros de leche súper caliente, mi tía siguió con sus movimientos frenéticos, de repente saque mi verga de su hoyito y ella pego un alarido, el mas fuerte de toda la sesión pero esto no la detuvo, con mi verga chorreando leche ella seguía diciéndome que era mejor que su esposo en la cama de repente todo quedo tranquilo no hubo palabras, no hubo besos ni abrazos.

Me levante y me fui a mi dormitorio sin voltear hacia atrás como no queriendo despertar de esa fantasía y gozo, el cual aun me era difícil de creer.

Después de esa noche mi tía y yo nos volvimos adictos el uno hacia el otro, nada mas andábamos buscando la manera de escondernos hacer el amor lo hacíamos en el baño, lo hacíamos en la cocina cuando teníamos la oportunidad, lo hacíamos en las fiestas. Ella y yo éramos el uno para el otro yo ya no podía vivir sin ella y ella sin mi.