Mi tía Lola (3: La sesión fotográfica)
Una sesión fotográfica con mi tía de protagonista y con una nueva sorpresa al final... ¡joder con mi tía!.
NOTA:[Aunque la sesión fotográfica y la masturbación anal ocurririeron realmente, las fotos que adjunto no son las reales sino que han sido rescatadas de internet. Mi relato lo he modificado a propósito y está apoyado en dichas imágenes...sin embargo se sorprenderían de cuanto se parece la señorita (o señora) de las fotos a mi tía... las originales las guardo para mí]
En esa postura permanecimos durante un rato, disfutando de nuestro contacto, que ahora, más que lascivo, era de ternura... habíamos disfrutado ambos, y ambos, cada uno a su manera, habíamos tenido nuestro correspondiente orgasmo... todo estaba en su sitio, y yo era feliz por la experiencia tan maravillos a que acababa de tener. Nunca, ni en mis fantasías mas oscenas, podría haber imaginado que mi tía fuera capaz de eyacular por las tetas. ¡Menuda fogosidad que tiene mi tía, es una zorra de muchísimo cuidado!
Al cabo de un cuarto de hora, mi tía volvió en sí y rompió el silencio que nos embargaba a ambos, un silencio que lo decía todo:
-Juanillo comenzó, mientras colocaba su cara sobre mi vientre llevaba casi tres años sin expulsar mi leche... tenía las tetas a tope de ella; gracias por ayudarme a descargarlas.
¡Joder con mi tía, dándome las gracias como si lo que acababa de pasar fuera un favor por mi parte! Tenía que preguntar sobre aquel bendito don que tenía mi tía, pero debía hacerlo con pulcretud, para que ella no se sintiera ofendida. Así, que acariciandole su rostro, pregunté:
-Tita, sabes que no tengo mucha experiencia con las chicas... pero, ¿todas las mujeres podéis... vamos hacer eso con los pechos?
-Cariño, casi ninguna; eso lo dijo mientras acariciaba mi mano que estaba apoyada en su mejilla de todas las mujeres que conozco solo yo tengo eso... solo tu tío sabe esto de mí; antes del accidente que le dejó en su estado, el mamaba y mamaba mis tetas y las dejaba sequitas... ahora ya he encontrado otro vaquero que me ordeñe por él- y guiñó un ojo.
Eso significaba que lo de esa tarde se repetiría, y según sus palabras, con bastante asiduidad. Ella se puso de pie y fue al servicio a limpiarse los restos de semen que tenía en su barbilla y en sus magníficas tetas; yo, que aun tenía manchas de su corrida mamaria, pase el dedo por encima de éstas y me lo llevé a la boca... estaba delicisoso, era como leche de vaca pero más agria y pastosa. Desde aquel día, sabía de antemano, iba a cambiar la leche vacuna por el semen de las tetas de mi tía.
Ella regresó del cuarto de baño y se sentó a mi vera; yo ya me había guardado la polla, que me dolía muchisimo tal vez por el ímpetu que mi tía había puesto en la cubana. Se sentó a mi lado y me dijo:
-Ha sido maravilloso, en serio. Siento decirte esto, pero debes irte, son las 8 y tu tío no tardará en llegar. Pásate el lunes ya, a eso de las 5 otra vez, ¿vale?
-De acuerdo, tita- y le di un beso en la mejilla, por no atreverme a dárselo en los labios.
Mientras me alejaba dirección a la puerta de la casa, ella me llamo:
-¡Juan, por cierto! ¿sigues con esa afición a la fotogrtafía?- era cierto, me encantaba la fotografía y soñaba con algún día montar un estudio.Contesté:
-Claro, tita, ¿por qué?
-Por nada, sólo traete esa camara digital que tienes, el lunes; será algo muy morboso.
"¡Mi tía quería posar para mí!" pensé mientras me dirigia en el coche a mi casa. El tipo de foto que iba a sacar ya se sabía, lo que me intrigaba es lo que me encontraría el lunes por la tarde en casa de mi tía... esa mujer es una caja de sorpresas y con ella nunca se sabe que puede pasar. Lllegué a mi casa aturdido por todo lo vivido esa tarde y lo que me esperaba el lunes; mis padres no estaban en casa "¡Mejor!" pensé, porque me evitaría un montón de explicaciones.
El domingo fue un día larguísimo, los segundos eran minutos y los minutos, horas. Estaba impaciente por volver junto a mi tía. Por fin llegó el lunes. Regresé a casa a las 2:30 de la tarde, de clases. Comí en un santiamén y me fui a mi cuarto a preparar la cámara digital. Una vez la hube preparado, me eché una siesta, aunque no pude conciliar el sueño por lo nervioso que me encontraba.
Como un caracol en una autopista, así pasaban los minutos. A las 4:45 cogí mi coche y me dirigí a casa de mis tíos. De nuevo las mismas sensaciones que el sábado por la tarde, por no saber que me iba a encontrar al llegar. Las piernas iban como autómatas subiendpo la escalerilla de la casa, y mi dedo parecía no reaccionar cuando presioné el timbre. Ella apareció ante mí; llevaba un batín de raso celeste con motivos orientales, anudado a la cintura con un cinto del mismo color. Estaba colocado de forma tal que se veía un impresionante escote, por el que se apreciaba un blanquísimo sujetador. Al cuello, llevaba un collar de perlas blancas, que daban dos giros alrededor. Llevaba los labios pintados color carmín, como el día anterior, pero esta vez las uñas, larguísimas y muy cuidadas, no iban a juego, porque estaban lacradas de color blanco sólo en el extremo, lo que se conoce como "uñas a la francesa". En los pies llevaba zapatos estilo sandalias de tacón altísimo, con un color mezcla de dorado y plateado; las uñas de los pies iban juego con las de la mano.
-Hola Juanillo, ¿cómo pasaste el resto del fin de semana?- me dijo al verme. pasa, no te quedes en la puerta.
-Gracias, tita. Bien el finde.
Al darse la vuelta puede apreciar que llevaba tanga, porque se adivinaba, a través de la tela celeste, el triangulito de dicha prenda íntima. Cómo es costumbre en ella, andaba moviendo las caderas de un lado a otro, de forma muy llamativa, con el consiguiente oleaje en sus glúteos... me estaba poniendo a cien. Se dirigió a la cocina y yo me senté en el sillón de cuero negro donde dos días antes mi tía me había hecho una impresionante paja a la cubana.
-¡Veo que traes la cámara...! dijo desde la cocina. De nuevo directa al grano.
-Sí, como me pediste, tita dije, nervioso por saber cuales eran las intenciones de mi tía y por descubrir que demonios llevaba debajo de aquel batín oriental. Tuve que indagar - ¿qué vamos a hacer con la cámara, tita?
-No te hagas el tonto, juanillo... contestó, mientras regresaba de la cocina. Llevaba aceite en un vasito ¿para qué lo querría?. Me fijé en su escote; aquellas tetas estaban a punto de reventar el sujetador que llevaba bajo el batín, era algo impresionante-... una de las fantasías que siempre tuve fue que me hicieran un reportaje fotográfico, ¿quién mejor que tú para ello?
-Bu....eno tita....- de nuevo el nerviosísimo me hizo estragos- y don... de lo ha... cemos, ¿aquí?
-no no,...- dijo mientras me cogía mi mano derecha con su izquierda; al agacharse para hacerlo, pude adivinar que no solo llevaba sujetador por arriba sino tambien una prenda que no pude distinguir, y que también era blanca-... subamos a mi cuarto.
Ella subió por las escaleras (su cuarto estaba en un segundo piso de la casa) por delante mía, con el misterioso vasito de aceite en su mano; la panorámica de su culo a la altura de mi cara era algo magnífico, podía verse perfectamente el tanga que llevaba... tuve que contenerme para no alargar la mano y agarrar una de las dos masas de carnes que bailaban delante de mi cara.Una vez en su cuarto ella se dirigió a una especie de banquillo tambien de estilo oriental color azul oscuro, que estaba junto al armario. Me indicó que me colocara en la cama de matrimonio, situada justo en frente de aquel silloncito.
Ella, lentamente se fue desanudando el cinto, hasta que el batín quedó suelto; ella echó los brazos hacia atrás y éste resbaló hasta el suelo. Me quedé sin respiración al ver semejante monumento: Sobre el sujetador, que aprisionaba sus inmesos pechos, llevaba una especie de salto de cama de encaje blanco, anudado por debajo de los pechos, cosa que adiviné, porque sus tetazas no dejaban ver el nudito, y de mangas largas las cuales acababan en un gracioso volantito tambien de encaje; a juego con los volantitos de las magas, otro volante adornaba todo el borde del resto de la prenda. Ésta caía por detrás y, medio tapaba su trasero... sin embargo por delante era abierto y pude admirar el tanga que llevaba: era tambíen de encaje blanco, y los elásticos laterales se hundían sobre sus caderas y se perdían camino de su culo, que aun no había podido ver. Realmente me mareé ante tanta belleza.
-¿Estoy bien,sobrinito?- dijo mientras se sentaba en el silloncito - ¡Vamos saca la
primera!
Yo, tembloroso, cogí mi camara, enfoqué y apreté el botoncito. Mi pena no quedó indemne ante tanta belleza y sensualidad por parte de aquella magnífica mujer, y empezó a adquirir más y más longitud. El pantalón, que era de esos veraniegos, no me permitierpn esconder la erección, y mi tía, percatandose de aquello, me animó:
-¡Vamos Juanillo, estás deseando sacártela! ¡¡¡No te atormentes tú mismo!!!
Dejé mi camara en la cama y me desabroché el pantalón corto que llevaba. Estaba totalmente empalmado; me baje también el eslip y alli apareció mi polla:
-¡¡¡VAYA, HOY ESTÁ AUN MAS BONITA QUE ANTEAYER!!!- Gritó al vermela.
Cogí la cámara de nuevo con la mano derecha, mientras con la izquierda me meneaba la churra. Mi tía se recostó en el banquillo, poniendo distintas poses pero aun sin despojarse de nada de lo que llevaba puesto... sabía como colocarse para calentarme más y más, ahora con una pierna sobre la otra, ahora, de frente, en el borde del silloncito y con las piernas muy abiertas, ahora, con una pierna abajo y otra apoyada en el brazo del sillón, ahora con los brazos hacia atrás, sacando pecho, y con ambas piernas apoyadas en dicho banquillo. Yo me masturbaba a la vez que fotografiaba, y eso pareció ir calentando a mi tita, que empezó a comportarse como el sábado anterior:
-¡¡¡JODER, JUAN, ME ESTÁS PONIENDO MALÍSIMA!!! ¡¡¡TE GUSTA PONER CACHONDA A TU TÍA, ¿VERDAD?!!!
Mientras decía eso fue colocando cada pierna a sendos lados del silloncito, hasta quedar éste a modo de cabalgadura, y por fin pude verle el tanga por detrás... o mejor no se lo ví porque los dos cachetazos del culo me impedían verle el sedal. Solo admiré el triangulito, una de mis obsesiones más fervientes. Poco a poco fue agachando su tronco hasta que el salto de cama cayó por detrás de sus hombros. En esa postura sus pechos, aun aprisionados por el grandísmo sujetador, colgaban algo y eso hizo acelerar mi paja, al percatarme de las dimensiones que habían adquirido. Mi tía, como si de una carrera de caballos se tratara, me vitoreaba y me animaba:
-¡¡¡MUY BIEN, JUANILLO, SIGUE ASÍ!!! ¡¡¡DALE CAÑA A ESA CHURRA!!! MMMM ¡¡¡ CÓMO ME GUSTÓ TENERLAS ENTRE MIS TETAZAS EL OTRO DÍA!!! ¡¡¡QUE GUSTAZO ME DIO!!!- Gritó, lo que aun me ponía más y más caliente.
En aquella postura, como amazona en su corcel, empezó a cabalgar, moviendo su culazo hacia delante y hacia atrás, hacia delante y hacia atrás, mientras gemía y gemía a cada embestida que se daba entre la piernas; mi mano derecha no daba abasto para poder captar con la cámara todo aquel delirio de sensualidad... ni mi mano izquierda tampoco, para calmar mi lujuria.
-¡¡¡AH, AH, AH!!!- Gritaba mientras cabalgaba sobre su silloncito oriental.
Aquello terminó de calentarla, y cambió de postura, colocándose recostada, pero de lado, de forma que podía yo admirar cuan bella era en todo su conjunto... colocó uno de sus pies, aun entallados por aquellas sandalias de tacón, encima del reposabrazos de la silla, mientras que el otro lo dejó caer y lo apoyó sobre el suelo; colocó sus brazos bajo sus inmensas pechugas, alzándolas de tal forma que creí iban a destrozar el sujetador.
-¿Quieres volver a ver estas tetazas? Preguntó - ¿quieres que tita vuelva a juguetear con su pezón?
-Sí tita, ¡claro que quiero!- dije mientras tomaba una tras otra instantánea
Mi tía , en aquella pose tan erótica, en la cual se podía perfectamente apreciar como el tanga buscaba de delante a atrás su deliciosa raja del culo, se fue sacando cada teta por encima de su correspondiente habitáculo... cada vez que las veía más grandiosas parecían. Mi tía empezó a juguetear, al igual que el día anterior, con su uña en su pezón, que ya estaba de por sí bastante erecto. Ella, mientras hacía esto, expulsaba de su boca cuantas barbaridades puede un ser humano decir en un momento de máxima calentura:
-¡¡¡JODER, COMO ME EXCITA JUGUETEAR CON MI PEZÓN!!!... ¡¡¡TENGO LAS TETAS OTRA VEZ REPLETAS DE LECHE PARA QUE ME LAS ORDEÑES, CABRONAZO!!!... ¡¡¡VOY A HACERTE TAL PAJA CON ESTAS TETAS QUE ME VOY A CORRER DE NUEVO COMO UNA POSESA!!!... ¿¿¿VAS A VOLVER A MANCHAR ESTOS MELONAZOS DE TU TITA CON TU CORRIDA, HIJO DE PUTA???
Creí que se corría solo jugueteándo con su pezón, pero se detuvo, tal vez porque notó que ya le llegaba el orgasmo. Tomó un poco de aliento, que le faltaba de tanto como había gritado y de tanto como había gemido, y se puso de rodillas sobre el silloncito, con los pies colocados sobre el reposabrazos izquierdo, y las manos apoyadas sobre el derecho... de nuevo sus tetazas colgaban pero esta vez libres de toda prisión... casi llegaban a tocar la tela del banquito de cómo pesaban... realmente estaban repletas de leche, tal vez más que l día anterior.
Lentamente se fue poniendo de espalda a mí, rotando sobre sus rodillas. Así, pude ir contemplando todo su trasero... riquísimo... en todo su esplendor, hasta que quedó totalmente de espalda a mí.
En aquella postura el culo adquiría dimensiones exageradas y se podía distinguir sin obstaculo alguno, el hilo dental del tanga que atravesaba su raja trasera. Ya se había desprendido del salto de cama de encajes, y solo llevaba el sujetador, colocado bajo las tetazas, el precioso tanga color blanco, y aquellos zapatos de tacon, los cuales apuntaban hacia mí... estaba esplendida.
-¿Quieres verle el culo a tu tita, Juan?, ¿estás deseando que tu tita Lola se abra su culo para que puedas verle el ojete?
-¡¡¡SI TITA!!!, estoy deseando vertelo
Entonces, de forma muy sensual, colocó su mano izquierda en su glúteo del mismo lado, sin dejar de masajearselo, fue acercandose más y más hasta llegar a la raja... apartó el tanga hacia un lado, y separó el cachete... aprareció ante mí: estaba viendo el ojo del culo
de mi tía, ese que tantas veces me había follado en sueños; era muy redondito y estaba totalmente desprovisto de vellos. Casi me corre ante tal espectáculo. Pero mi tía no se detuvo ahí, porque poco a poco fue separando las piernas hasta que empezó a distinguirse
por detrás el inicio posterior de su vagina... ¡que coñazo tenía mi tía, visto por detrás! Estaba coloradito, y con muy pocos vellos; los labios menores se escapaban por encima de los mayores y permitían verle lo que se conoce como introito; estaba húmedo, pude apreciar, por el reflejo de la luz al contactar con él.
-¡¡¡¡JUAN, MIRALE EL COÑO A TU TITA!!! ¡¡¡¡MIRA COMO ESTÁ!!!! ¡¡¡¡¡ES POR TI QUE SE HA PUESTO TAN MOJADITO, CABRÓN!!! Y se pasaba el dedo corazón de su mano izquierda por el ojo del culo, bajando después por el periné hasta el inicio de su vagina - ¡JUAN,CARIÑO, EMPAPATE EL DEDO DEL ACEITE QUE ESTÁ EN EL VASO Y MASAJEAME EL OJETE!
¡Mi tía quería que yo, su sobrino, le masturbara el culo! ¡¡¡A mi tía le encantaba el sexo anal!!! Yo no la hice esperar y cogí el vaso que mi tía había dejado colocado encima de la mesita de noche; mojé en él mis dedos índice y corazón derechos, y me acerqué a mi tía por detrás... tenía el ojete a la altura de la boca, porque mi tía había dejado caer su cuerpo por detrás del banquito y su culo se había elevado hasta la altura de mi cara.
-¡¡¡POR DIOS, JUAN, VAMOS, DALE CAÑA A ESE OJETE!!!! ¡¡¡¡YA NOTO COMO PALPITA!!!
Yo, muy tembloroso, acerqué mi mano derecha hasta su trasero y acaricié uno de los
Cachetes... estaba ardiendo, como un horno. Mi tía notó el contacto y escapó un gemido que me hizo tambalear:
-¡¡¡¡¡¡¡OOOOOOOOOOOHHHHH!!!!!! ¡¡¡¡VAMOS, CARIÑO, POR TUS DEDITOS EN EL CULETE DE TITA!!!!
Ya no la torturé más y extendí mis dedos hasta que entraron en contacto con aquel esfinter... noté como latía. Mi tía era un flan, gemía y gemía y aun no le había metido los dedos. Al principio empapé el agujero con el aceite, pero después fui apretando mis dedos más y más, haciendo círculos con ellos alrededor del ano de mi tía. Éste se dilataba y contraía, como los labios de un bebé cuando está mamando.
-¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHH!!! ¡¡¡¡¡¡SIGUE ASÍ QUE ME ESTÁS MATANDO DE PLACER!!!!, ¡¡¡¡VAMOS METE ESOS DEDITOS MUY A DENTRO, QUIERO QUE ME DESTROCES EL CULO, CABRÓN!!!!
Yo la obedecí y muy lentamente fui deslizando ambos dedos dentro de su ano... me los estaba succionando como si fuera una boca. Mi tía perdió el control cuando hube introducido casi tres cuartas partes del dedo corazón... el índice práticamente ya estaba totalmente dentro:
-¡¡¡¡OHHH....AAAHHHH......OOOHHH.... AAAAHHHHHHH!!!! ¡¡¡QUE LE HACES... OHHHH... QUE LE HACES A TU TI.....TA LOLAAAAAAAA.....!!!! ¡¡¡MI CULOOOOO..... JUAN ...... MI CULOOOOOOO!!!! ¡¡¡¡¡QUE ME LO REVIENTAS..... AAAHHHHH OOOOHHHH QUE GUSTAZOOOOO.......QUE ME ESTÁS DANDOOOOO POR DETRAAA OOOHHHHH AAAHHH!!!!
Ante aquella retaíla de obscenidades, también yo perdí el control y empecé a rotar y a la vez sacar y meter, ambos dedos... cada vez con más violencia... el "chupchup" de su culo era pura melodía para mis oídos; los dedos entraban y salían sin dificultad alguna, y no precisamente gracias al aceite:
-¡¡¡AAAAAAAHHHHHH AAAAHHHHH OOOOOHHHH MMMMMM!!!! ¡¡¡¡VAAAS A HACEEER QUE ME COOORRRAAAAAAAAA....OOOOHHHHH!!!! ¡¡¡¡NOOOO PAREEEEEES....OOHHHH... JUAN, NO PAREEEES DE HACERME ESOOOOOO.... QUE TU TITAAAAAA ESTÁAAA GOZANDO POR EL CUUUULOOO COMO UNA..... OOOOHHHHH..... COMO UNA ZORRAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡¡¿¿¿TAMBIÉN... OHHH TAMBIÉN QUIERES VER A TU ..... AHHHHH A TU TÍAAA CORRERSE POR MMMMM POR DETRÁS????, ¿EH CABRÓN, QUIERES.... OOOOOOOOOOOOH... VER COMO ME VENGO POR EL CU.... AHHHHH CUUUULOOOOO??? AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH OOOOOOOOOOOOHHHHHH YA ME LLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEGGAAAAAAAAAAA... QUE ME COOOORROOOOO POR EL CUUUULOOOOOO CABRON, QUE ME CORROOOOO POR EL OJEEEEEETEEEEEEEEE!!!!! AAAAAAGGGGAAAAGGGGGG JOOOOOODEEEER QUE GUSTAZOOOOOO ME HAS DADOOOOO EN MI CUUULOOOOOOOOOOOOO
Mi tía empezó a convulsionar como un animal en celo... se estaba corriendo con la masturbación anal que le acaba de hacer... de repente, de su vagina que estaba totalmente abierta por la postura y por la excitación, empezó a escupir un líquido transparente que murió en el banquito oriental... aquello no era nonrmal, al menos cinco chorros de un considerable volumen salieron por su vagina. Pero mi sorpresa fue mayor al retirar los dedos de su culo, pues, al hacerlo, tres o cuatro chorritos de un líquido semejante al anterior salieron desde su ano y empaparon mi camisa.... ¡¿esta mujer es capaz de eyacular por todas partes de su cuerpo?!
Mi tía, tras tremendo orgasmo, quedó tendida boca abajo en el banquito, con los ojos cerrados y con la respiración entre cortada... su cara era el vivo reflejo del placer que había experimentado, un placer que, yo, su sobrino de 20 años y aun virgen, (no por mucho tiempo) le había provocado con una magnífica paja culera. ¡¡¡ESTA MUJER ES UNA ZORRA Y UNA NINFÓMANA DE MUCHO CUIDADO!!! (CONTINUARÁ).