Mi tía la puta
En mi familia siempre se había hablado de una tía que tenía especial adoración por la pija, cualquiera fuera el dueño de esa pija y cualquiera fuera el lazo que la uniera a el.
Mi tía la mas puta.
En mi familia siempre se había hablado de una tía que tenía especial adoración por la pija, cualquiera fuera el dueño de esa pija y cualquiera fuera el lazo que la uniera a el.
Con motivo de las fiestas de fin de año organizaron un almuerzo en un club de mi pueblo y hacia allí nos dirigimos todos los miembros de la familia.
Apenas llegamos me encontré con una morocha muy linda de unos 35 años que lucia un corto vestido blanco que apenas podía cubrir su cuerpo.
Esa era Susana, mi tía puta. Nos pusimos a conversar con mi tía y pronto me encontré hablándole al oído e insinuándole cosas de tipo sexual.
Susana se reía de mis comentarios y a cada rato me decía que lo que mas la divertía era imaginar lo que estarían pensando el resto de la familia que estaba por los alrededores.
El almuerzo paso sin pena ni gloria y a la hora de los postres veo que Susana se para y comienza a caminar por el club. La sigo con la mirada y veo que se detiene casi en el punto que estaba por desaparecer de mi vista y me hace una señal con la cabeza para que me acerque. Entonces yo también me paro y camino por el sentido inverso al que había tomado mi tía y me encuentro con ella del otro lado de un salón que había.
Ella estaba sentada sobre una mesa de madera con las piernas también sobre la mesa por lo que se veía casi todos su muslos y como el vestido era muy corto también se le veían casi todas las tetas.
Al verla me quede un rato recorriendo su cuerpo con la mirada, ella me pregunta si me gusta lo que estoy viendo, por supuesto que si le conteste. Mira que si alguno de la familia nos ve o se da cuenta de que faltamos los dos podemos tener problemas, me dijo a modo de advertencia. Y mientras me decía eso iba lentamente recorriendo su cuerpo con la mano mientras se bajaba el bretel del vestido mostrándome los dos melones que tiene como tetas.
No hace falta tener mucha imaginación para saber que a esa altura ya tenia la pija mas que dura y que solo me aguantaba las ganas de saltar sobre ella porque me excitaba el espectáculo que Susana me estaba dando. Al bajarse los breteles del vestido este se había acortado mas aun y le veía las blancas bragas que ella no tardo nada en separar para que le pudiera ver su prolijamente depilada concha.
Susana levanta un poco su rico culo de la mesa y se saco la bombacha. Luego me la tiro en la cara y allí pude oler el perfume de sus jugos, la bombacha estaba muy húmeda lo que confirmaba junto al espectáculo que me estaba dando que Susana era una mujer muy caliente y muy puta.
Cada movimiento que Susana hacia yo lo seguía como hipnotizado, solo basto una seña de ella para que me lanzara encima suyo y nos fundiéramos en un beso muy caliente.
No tarde nada en estar completamente desnudo y encima de mi tía haciendo un 69 muy lujurioso, ella era una mamadora profesional, por lo que me hacia casi acabar en cada chupada que le daba a mi pija.
Los dos llegamos al orgasmo muy rápido, entonces ella se acostó en la mesa y yo la penetre poco a poco hasta que estuvo toda mi pija dentro.
Susana me abrazaba con sus piernas y hacia que la penetración fuera más profunda, mientras me la cogía ella me decía que era verdad que era una puta pero que ahora era mi puta personal.
Luego de acabar los dos nos vestimos y volvimos cada uno por su lado donde estaba la familia, después de esa tarde todas las tardes paso por la casa de mi tía la puta.