Mi tia la puta
Como me masturbo pensando en mi tia, y como se cumple mi sueño de comoerle su chocha.
Esta es una historia que empezó hace mucho tiempo y que ha durado hasta hace muy poco. Todo inició un día cuando iba a ser una fiesta familiar. Entré por coincidencia a un cuarto de la casa y vi a mi tía política que se estaba colocando sus medias, claro que todavía no tenía puesta su falda, me pareció excitante verle en esa pose, tenía un lindo culo y unas piernas casi perfectas. Pasó el tiempo y me quedé con las ganas de tenerla entre mis brazos y poder hacer el amor con ella. A veces me masturbaba pensando en su culo .
Luego un día cuando fui a su casa y para mi buena suerte, ella estaba sola entonces nos pusimos a conversar y me dijo que estaba feliz porque estaba conmigo conversando a solas y me comentó que ella se había dado cuenta que siempre le veía de manera diferente y que le parecía también excitante que un hombre diferente a su esposo y sobretodo menor le vea de esa forma, me dijo que le hacía sentir muy bien. Entonces yo le dije que si, que en efecto la veía con ojos diferentes porque era muy atractiva y sobretodo muy sexi, seguimos conversando por un buen rato y ella entonces me empezó a preguntar sobre mi vida sexual y le confesé todo, que de esa vez que le ví había empezado a masturbarme pensando en ella. Entonces fue en ese momento que pensé que había hecho algo malo porque ella se levantó y no me dijo nada.
No pasó ni 5 minutos cuando ella volvió y me dijo que me masturbara porque quería verme. Entonces yo le obedecí, empecé a bajarme los pantalones y cuando estaba empezando a hacerlo ella me dijo déjame hacerlo a mí, me tomó con sus manos y me masturbaba con tanta dulzura, me tomaba las bolas, me pasaba su lengua por toda mi pinga, pasaba su lengua por la cabeza de mi pene, con todos esos movimiento le dije que estaba por terminar entonces ella se lo metió en su boca y yo terminé, ella se tomó todo mi semen y luego me limpió con su lenguita. Me dijo que me arregle y que me vaya. Yo hice lo que me dijo y me marché. Pasaron los días pensando en lo que habíamos hecho, una vez fue a mi casa a visitarnos, claro ella fue con mi tío y con sus hijos, entonces yo le saludé con recelo hasta que cuando se marcharon me dijo que vaya a visitarla a su oficina, lo que me despertó nuevamente mi deseo. Esta vez ya quería penetrarla por su chocha y por su culo. Me acuerdo también que mi prima estaba deseable y me imaginaba tenerlas a las dos a mi lado, es decir a madre e hija. Pasaron los días y me arriesgué y me fui a su oficina, era el mediodía, todos habían salido al almuerzo, tenían como dos horas de receso, era perfecto para consumar el acto, si es que ella quería. Cuando ella me abrió la puerta de su oficina que era grande y tenía un sofá grande, le dije hola como está, ella me dijo que bien porque yo estaba allí, recuerdo que ella vestía una faldita negra tacones altos y una blusa blanca. No me aguante más y me lancé a ella la comencé a besar y a acariciar su culo entonces ella me apartó y me dijo que era un abusivo y que iba a hablar con mis papás sobre esto, yo no podía creerlo. Ella me aclaró que lo que había dicho en mi casa era una cortesía y lo que yo estaba haciendo era un abuso y que ella estaba resentida. Me dijo que me vaya lo más pronto posible yo quería explicarle pero no me permitió.
Cuando quise abrir la puerta me di cuenta que estaba con llave, le dije que me abriera y cuando ella regresó con la llave ella ya estaba con sus senos al aire, aquellos senos parecían dos cerritos en medio de un desierto, tenía unos pezones negros que parecía que iban a explotar, me dijo que era una broma lo que me había hecho, entonces yo me acerqué y le besé, luego empecé a mamarle los senos, parecía un bebé alimentándome ella me empezó a desvestirme y cuando ya no tenía nada encima tomo mi pinga y me empezó a chupar, me sentía en la gloria, era mucho mejor que la vez anterior, le propuse hacer la 69 a lo que ella aceptó al instante, su vagina era saladita y con un olor muy agradable, al parecer ser había puesto aceite de bebé, entonces cuando ya estaba bien lubricada le introduje mi pinga por primera vez ella me pedía que sea despacio, yo le obedecí, la saqué y le dije que se ponga en cuatro, le metí y sentía como mi pinga entraba hasta el fondo de sus entrañas, sentí como ella tenía su primer orgasmo, entonces fue cuando apresuré mi metida cuando de pronto ella soltó un gran grito de placer era su segundo orgasmo pero más placentero que el primero, según me dijo, seguí con mi penetración hasta que tuvo su tercer orgasmo, estaba tan lubricada que ya no había fricción en su vagina, entonces la saqué y quería darle por su culo, tal era su exitación que aceptó inmediatamente, entonces le escupí su agujero, mi pene estaba super lubricado y a punto de reventar, le abrí su culo porque le introduje dos dedos, luego a la cuenta de tres le metí toda mi pingota en su culo, ella gritó de dolor me pedió que le sacara pero yo no lo hicé, quería soltarse pero le abracé muy fuerte para que no lo hiciera, permanecimos un rato hasta que su culo se acostumbre, entonces yo le dije que iba a empezar con la culiada, con uno de mis dedos le tocaba su clítoris y entonces fueron como 10 minutos de culiada y ella ya no tenía dolor sino solo ganas de tener mi pene en su culo porque succionaba mi pene con sus nalgas, después de ese tiempo le terminé, fueron varios chorros de semen en su culo, cumplía mi sueño de hacerla mía, saqué mi verga de su culo y rápidamente me fui al baño a limpiarme, ella también se vistió, nos dimos un beso y nos despedimos hasta otra vez. Así pasó el tiempo, de vez en cuando nos veíamos y teníamos relaciones, iba a su casa, a su oficina y a veces a un motelito que conocíamos. Era como una receta lo que siempre hacíamos: le besaba, le agarraba el culo, le lamía la vagina, ella me chupaba mi pene, la penetraba por su vagina y luego por su culo. Fueron días fabulosos para los dos. Cuando estábamos en su casa ella solo me chupaba y se tomaba todo mi semen. Inclusive una vez hicimos algo diferente, yo llegué a su casa y ella estaba viendo una película sentada en su sala, entonces yo le dije que me chupe y le metí en su rico culo, que hasta esta fecha, ya esta acostumbrado a mi pene, permanecimos así durante 30 minutos sin hacer ningún movimiento, ella sentada encima de mi culo y viendo la película. En este tiempo también le comenté que me gustaría tener relaciones con mi prima, o sea con su hija, porque me parecía rica pero ella me dijo que eso si iba a estar difícil que si yo quería tenia que intentarlo. De pronto ella se empezó a mover y su culo automáticamente empezó a succionar mi pene, terminé ni a los dos minutos, permanecimos así hasta que mi pene se puso flácido, me acarició mi pene con su mano me lo limpío y luego su mano pasó por su vagina. Nos quedamos tendidos por un largo rato besándonos como un par de enamorados. Llegó el gran día, sería como nuestra despedida, era como las dos de la tarde y llegué a su casa, ella me abrió la puerta. Estaba con la misma falda negra que lo comenté antes, no tenía medias ni sostén, solo una pequeña blusita que resaltaba sus pezones, ella no se porque estaba medio nerviosa, rápidamente me lancé a ella, le metí las manos por dentro de su falda, no traía interior, entonces la tomé con mis brazos y ella me abrazó, puso sus piernas entre mis caderas y así nos fuimos a su cama. Nos seguimos besándonos, así nos fuimos desnudándonos y entonces yo me baje hasta su vagina, ahí me quedé dándole un tremendo sexo oral hasta que tuvo su primer orgasmo, luego le viré e hice lo que nunca había hecho, me comí su culo, y ella me decía que solo quería tener sexo anal ese día. Entonces le di la vuelta e hice que me chupe mi pene con el fin de que me lo lubrique, entonces ella como siempre se lo metió en su boca y comenzó a chupar, pasó su lengua sobre mi cabeza y me lo lamía como nuca lo había hecho.
Entonces ya era hora de la introducción, se puso en cuatro con todo su culo a mi disposición. Le quise meter pero no lograba mi propósito, parecía que quería meter mi pene en el culo de una de 15 años. Traté de nuevo pero no podía, me puse crema para que resbale pero tampoco. Me puse un preservativo y crema encima pero nada, estábamos frustrados porque no podíamos. La única alternativa era que le meta por su vagina. Empezamos, ella se acostó en la cama y yo fui encima le metí hasta el fondo de sus entrañas, ella gemía de placer y yo seguía dándole, era fabuloso, no se imaginan como sus líquidos vaginales inundaban mi pene, ella tuvo su segundo orgasmo ya que pegó un grito de placer, yo paré mis embestidas y le saqué, luego se puso en cuatro y empecé otra vez a meterla, tuvo otro orgasmo que casi me lo hace terminar a mi también. Entonces me puse crema en dos dedos y le metí en su culo, cuando ya sentí que se abrió su esfínter, sin avisarle saqué mi pene de su vagina le metí de un solo golpe en su rico culo.
Ella gritó de dolor pero no hizo nada por sacárselo, ya lo logré la tenía como yo quería, estaba tan rico y tan apretadito como la primera vez que lo hicimos por ahí. Comencé con mis embestidas, ella me succionaba con sus nalgas, quería tener toda mi leche en su culo, luego sin sacar mi pene nos dimos una vuelta de tal manera que ella estaba de espaldas pero encima de mí, ella tenía el ritmo de todo, luego nos sentamos y ella seguía con sus movimientos, en este momento le metí un dedo en su vagina, cuando ya estaba a punto de terminar una llamada telefónica interrumpió nuestro magnífico sexo, ella salió corriendo dejando mi pene a punto de explotar, no podía creer lo que hizo, la seguí, había sido su hija, es decir mi prima, con quien hablaba quien le decía a que hora volvería a casa.
Como demoraba le hice señas de que se ponga en cuatro, ella obedeció automáticamente y cuando estaba por meterla, ella corto por un momento el teléfono para que no escuche el grito, yo no me movía mientras ella hablaba, terminó de hablar al cabo de 10 minutos y así enganchados nos fuimos a su habitación, lo hicimos parados, luego ella se apoyo en la cama y ahí si le metí con todas mis fuerzas, ella gemía y pedía que quería toda mi leche en su rico culo, no pasó no cinco minutos y le terminé, salieron varios chorros de semen que inundaron su culo, me sentía en la gloria, nuevamente habíamos tenido sexo anal. Me que dé por un rato encima de ella hasta que mi pene empezó a flaquear, nos dimos la vuelta y nos besamos por un largo rato, ella cogía mi pene y yo le acariciaba su vagina.
Después de un rato nos fuimos al baño a ducharnos, yo ya estaba otra vez con mi pene bien erecto, ella no pudo más y se lo metió en su boca, empezó a mamar y al rato le terminé en su boca, se tragó todo mi semen y me limpió con su lengua toda mi cabecita. Nos volvimos a besar, pero era raro, porque su boca sabía a semen. Eran como las cinco de la tarde, volvimos otra vez a la ducha, nos bañamos, nos besamos, nos vestimos y luego me fui. Nos despedimos con un gran beso. Ella me dijo que nunca olvidará toda esta experiencia que hemos tenido. Le dije que fue fabuloso. Después de esto ya no lo hemos hecho muy seguido, diríamos que casi nunca, ahora nuevamente llevamos la relación tía política sobrino. Me place haber podido contarles esto, les juro que fue increíble. Pero esta historia no queda ahí. Próximamente les contaré como empezó mi aventura con mi prima.