Mi tía la floristera

Trabajando con mi tia en su floristería fue que cumplí mi sueño de niño que era tener relaciones con ella.

Mi tía la floristera

Por Enrique

Comenzaré por describirles a mi tía ella tiene actualmente 65 años es soltera, bastante gorda y es dueña de una floristería.

Esta historia comienza desde que yo era muy niño y siempre estuve fascinado con mi tía Carmen; desde que tengo memoria he hecho agujeros en las puertas de los baños cuartos etc con el fin de verla desnuda.

Recuerdo que siempre me quedaba a dormir en su casa (vive con otras dos hermanas) porque su cuarto era muy grande y tenia dos camas y así aprovechaba cuando se quedaba dormida para verla y tocarla; recuerdo que me encantaba cuando iba al baño en la madrugada porque siempre dejaba la puerta abierta y podía verla.

Nunca hubo mayor acercamiento como hasta que cumplí los 17 años y empecé a dormir desnudo pues era tal mi desesperación que si no se acercaba a mi me tendría que acercar a ella, el asunto comenzó a volverse descaradísimo, yo andaba por su cuarto con el pene afuera y por lo general erecto y ella lo único que me decía es que me tapara que me iba a resfriar, entonces cuando ella apagaba la luz me comenzaba a masturbar para que con la poca luz me viera cosa que solo pasó una vez y lo que me saqué fue una charla sobre sexualidad que por supuesto me excitó muchísimo.

Pues bien, pasaron los años y nada cambió, ella continuo indiferente y yo continué durmiendo desnudo (lo que me valió cogerme a una sirvienta en una ocasión pero eso es aparte) seguía persiguiéndola cuando se bañaba para ver si podía verle algo pero nada. Olvidaba decirles que yo trabajo con ella de ayudante en la floristería que es donde todo ocurrió.

Era día de la madre así que estábamos agotados por la cantidad de trabajo que habíamos tenido ese día y los anteriores, ya en la noche yo me encontraba acomodando el local y ella estaba haciendo los números finales de la jornada y de paso tomándose unos traguitos en la casa (colindante con el local) y yo fingí un fuerte dolor de espalda para que ella me diera un masaje (truco que ya había utilizado), yo me encontraba desnudo en su cama y ella comenzó a darme el masaje cuando noté que su mano se deslizaba por mi ano y luego me pasó la lengua, me sentía morir, inmediatamente me voltee y ella se llevó mi pene a su boca mientras yo le bajaba los calzones y el olor de su vagina inundó toda la habitación, se la empecé a chupar y luego el ano hasta que con su mano llevó mi pene hasta su vagina y la penetré casi con rabia, ella no aceptó pero igual la penetré por el culo que por su tamaño estoy seguro que no era la primera vez que alguien lo hacía; teníamos largo rato de tener sexo anal cuando ella comenzó a orinarse en el piso, yo me puse debajo y recibí su orina, estaba muy caliente y después yo orine sobre ella.

En resumen tengo ya dos años de cogerme a mi tía en ocasiones varias veces al día y no dejo de disfrutar su enorme culo lleno de celulitis, ni sus tetas grandes y flácidas ni la forma en como me chupa la verga, lo hemos hecho en el baño, en su cuarto, en el patio, en la playa, y por supuesto en su floristería.