Mi tía Dulce, mi dulce tía...

Subí al piso con una mezcla de emociones, por un lado me sentía un poco sucia, pues toda la conversación por mi parte habían sido temas explícitamente sexuales, con el propósito de alimentar mis deseos, pero por otro lado quería pensar que había sido una charla normal entre dos adultas...

Mi nombre es Diana, actualmente tengo 19 años y lo que les contaré pasó el mes de diciembre pasado, faltando pocos días para noche vieja y fue provocado por la mala influencia de tanto ver porno de incesto y lésbico, los cuales son los que más me llaman la atención, no se porque pero lo cierto es que me atraen un montón.

Aprovechando que tengo mi propia habitación y a que mis padres dedican muchas horas a trabajar, esas horas las ocupo en mi enfermiza obsesión de ver porno, entrar a chat porno y desahogar mi lujuria con pajas monumentales, la verdad es que algo que siempre me han llamado la atención son los grandes pechos, me enloquece ver a una chica con un par de tetas bien puestas y aprovechando que también las mías son generosas, con unos pezones muy bien marcados y rosaditos, en cada una de esas pajas me auto complazco manoseando mis pechos, apretándolos, sobándolos y pellizcando mis pezones hasta causarme algo de dolor... eso a la verdad me causa sensaciones únicas.

Siempre he sido muy activa deportivamente hablando, de allí mis piernas firmes y mi muy buen torneado trasero, que despierta tantas pasiones y provocan tantas miradas con no muy buenas intenciones... todo esto compensa mi estatura la cual considero "regular" pues con mi metro y 58 centímetros, en más de una ocasión me acomplejé, pero al verme al espejo y ver mis dotes naturales, mi autoestima volvía a estar a tope...

Ya hacía tiempo que estaba obsesionada con probar tener relaciones con otra mujer, y es que soñaba con mamarme unos buenos senos y morder los pezones mientras escuchaba esos gemidos que tanto me encantaban... pero lo que menos esperaba es que al día siguiente tendría una nueva experiencia en mi haber, que sería el comienzo de una relación apasionada y prohibida con mi tía dulce, mi dulce tía.

Eran algo más de las 6 de la tarde de aquel viernes cuando entró una llamada de mi madre, diciéndome que preparara algo de ropa pues pasaría el fin de semana en casa de mi tía (su hermana) pues por motivos de trabajo ella regresaría el lunes y como yo aún era su pequeña, no quería dejarme todo un fin de semana sola en casa, al principio insistí en quedarme, pues la verdad es que me apetecía amanecer pajeándome, viendo porno, chateando y hasta imaginándome en un video chat de lo más sucio...

La verdad es que fue una sorpresa, pues tenía más de 4 años que no me quedaba fuera de casa, claro, mamá y papá buscaban la manera de que no pasara una noche sola, así que esta vez por las fechas me imagino que no lograron concretarlo, por lo que decidieron ir directo al plan “B” para no dejar a su hija única solita en casa.

  • No pasa nada mamá, puedes estar tranquila, bajaré al super por comida preparada y pediré a domicilio la cena, o mejor aún me comeré unas frut...

  • No tiene discusión Diana  -Me cortó tajantemente mi madre- Nada nos daría más tranquilidad que te quedes en casa de tu tía, además ya lo hemos hablado con ella.

  • Pero mamá, (insistí) acá tengo todo y no quiero molestar.

Mi madre rió un poco y con voz mas dulce me dijo:

  • Si eso es lo que te preocupa, pues te equivocas, tu tía le ha encantado la idea y pasará por ti en 15 minutos, más vale que estés en la puerta a las 6:30 pues entra a un turno nocturno justo a las 7, no la hagas esperar...

  • ¿Cómo que trabajará en la noche? ¿Me quedaré igual sola o con Jorge su novio?

  • Nooo, en casa de tu tía solo pasarás esta noche sola, ella llegará sobre las 6 de la mañana cuando acabe el turno y el resto del fin de semana estará contigo. Ahh y estarás sola en el piso, pues ya su relación con Jorge es historia.

  • Esta bien mamá voy a arreglar todo...

Mientras buscaba lo necesario para pasar aquel fin de semana en casa de mi tía, pensé: Valla que mala suerte tiene en el amor mi tía, ya he perdido la cuenta de los novios que ha tenido, o mejor dicho: menuda zorra, ya debe conocer todos los tipos de penes... uff, creo que es buena suerte.

Dulce, ese era su nombre, a sus 38 conservaba un aspecto bastante juvenil, en ese momento, vino un pensamiento fugaz, que me hizo estremecer: y es que los mejores senos naturales que he visto nunca eran de ella, muy bien proporcionados y bien puesto en su lugar, siempre había admirado su cuerpo y es que también es acreedora de un culazo de infarto y unas caderas envidiables. Si tuviera que dar unas medidas de ellas, diría que 110 - 65 -100, y es que a la verdad le dedicaba unas cuantas horas al gimnasio durante la semana y trotaba siempre que tenía algún tiempo libre.

Su trabajo de enfermera (me lo contaría luego ella) había pasado factura a mas de una de sus relaciones, los turnos nocturnos y turnos inesperado, hacían que no dispusiera de un tiempo apropiado para compartir en pareja  eficientemente.

Terminé de guardar lo que me llevaría y sentí que mi vagina se humedeció al pensar en el cuerpo de mi tía... la verdad es que soy una ninfomana o algo peor de verdad…

-Que enferma estás (me dije) mientras sonreí y me disponía a dejar todo en orden en casa. En mi bolso llevaba la ropa necesaria, mi ipad, un cargador, un trípode (pensando en si podía tener un vídeo chat) y por supuesto mi satisfyer succionador de clítoris que tanta felicidad y placer me había dado. Recuerdo que me lo regaló una amiga por mis 18 años y desde entonces ha sido el secreto mejor guardado en mi habitación…

Bajé justo a tiempo, pues vi el coche acercarse, cruce rápido y esperé ansiosa.

  • Diana, que hermosa estás mi bebé, tiempo sin verte preciosa, porfin vuelves a casa -me dijo, mientras se acercó para darme un par de besos en las mejillas- ummm olía a diosa a la verdad... y después que mis ojos se fueron instintivamente a esa franelilla blanca que mostraban sus senos generosamente, alcancé a decir - Lo mismo digo tía, tu estás perfecta... (y es que no llevaba sujetadores y me dejaba a la vista aquellos senos con pedazos de pezones incluidos…)

Mi respuesta sonó algo descarada, o eso pensé, lo cierto que mi tía debió notar mi mirada interesada en sus pechos y después de sonreír algo sonrojada me dijo:

  • Se hace lo que se puede Diana -dijo en son de broma- (mientras se puso recta para mostrar en todo su esplendor aquellas tetas perfectas)

-Ahhh y deja de llamarme tía, ya me haces sentir vieja, y por cierto tu no te quejes, pues con ese cuerpazo debes tener loco a más de un pretendiente, o pretendienta, uno nunca sabe...

Está última frase me hizo sentir una mezcla de excitación y alegría (o pretendienta...) y es que comencé a desearla más en ese momento con un descontrol enorme... Así que aprovechando la frase solté:

  • Pretendienta aún ninguna, o eso creo, pero a la verdad no creo que yo llame tanto la atención... ¿O si tía? ¿Te apuntas? Jejejeje…

Yo sabía que entraba en una conversación con un interés perverso de mi parte, y aunque algo apenada, no era yo la que hablaba, creo que era mi estado actual de lujuria...

  • Mira mi niña, ya que lo dices, hoy en día me arrepiento de haber estado solo con tios, creo que debí ser más abierta y dejar de ser una cobarde, probar con una chica o algo así, no se, seguramente me perdí de algo jajajaja, pero espera… para un momento,: Ya que te confieso esto, dejame preguntarte: ¿Tienes más de 18 verdad? dijo riéndose...

  • 18 y un poquito más tía,-dije riendo- y no te preocupes que ya conozco de esas cosas... y más… bueno, no de estar con una mujer -aclaré apenada- sino que hoy ya no es un tema tabut.

-          Pero mira a esta niñata como habla, (dijo mi tía con cara de asombro y complaciente) algo me dice que ya has crecido, pero ni una sola palabra a tu madre de nuestra charla eh, me culpará y dirá que te llevo por mi mal camino…

-          Tranqui tia, lo menos que querría es hablar de estos temas con ella, ummm y sobre llevarme sobre el mal camino, creo que no puedes…

-Ah no puedo? Porqué lo dices?

  • Pues, no puedes llevar a alguién a un lugar donde ya está, jajajaja

  • Esto si que me supera, dijo mi tía, mientras no paraba de reír, luego me miró fijamente y siguió riendo por un largo rato…

-Lo siento, era broma tía, solo que no quiero que te sientas solita en tu mal camino y quiero consolarte un poco o lo que quieras, jejeje

-Diana, Diana, que traviesa eres, me alegra mucho que pasemos este fin de semana juntas, podremos charlar lo que quieras abiertamente corazón…

-          Gracias tía Dulce

-          Mi turno termina a las 5:00 am, así que estaré en casa sobre las 5:30, suelo tomar una pastilla para conciliar el sueño, pero si prefieres que no lo hagas, estaré lista para que podamos planificar salir o hacer algo en la mañana, no quiero que te aburras tampoco…

-          Para nada, tu tranquila, descansa que mi pasatiempos favorito es estar encerrada en mi habitación, ¿a qué horas sueles despertar? pregunté por curiosidad y tal vez por algo más

-          Bueno, estas pastillas son geniales, entro en sueño profundo hasta las 2  o 3 de la tarde… pero libro el resto del fin de semana, así que te compensaré!

-          Vale, no tengo problema tía, ya tendrás tiempo para pagar esa deuda -dije riendo-

Dicho esto, noté que llegamos al edificio, mi tia estacionó y sacó de su bolso un juego de llaves. – Recuerda, Piso 3 – letra C, no tengo que explicarte nada, estás en casa, solo hay dos habitaciones, la mía y ahora la tuya mi niña…

-          Gracias tía Dulce, ah y dije señalando sus senos, creo que no es apropiados llevar a los enfermos por mal camino, le pararás todo menos el corazón, con semejante vista se les hará agua la boca jejeje…

-          Jummm, es mi mejor arma, pero no mi herramienta de trabajo, dijo mi tía riendo, tranquila, al llegar y antes de iniciar el turno tenemos nuestro cuarto para cambiarnos de ropa, de allí salgo como toda una santa…

-          Que mal para tus pacientes, no me gustarías santa, me gustas así, le dije ya en  forma de humor atrevido, acto seguido, nos despedimos con 2 besos en la mejillas, los cuales los pronuncié todo lo posible, creo que lo notó pues me dijo en tono travieso:

-          adiossss pequeña traviesa, pasa bueeena noche.

Subí al piso con una mezcla de emociones, por un lado me sentía un poco sucia, pues toda la conversación por mi parte había sido buscando hablar temas explicitamente sexuales, con el propósito de alimentar mis deseos, pero por otro lado quería pensar que había sido una charla normal entre dos adultas…

Bueno, lo cierto es que yo si que busqué el tema de conversación y lo hice dejándome llevar por mis deseos, la verdad es que cuando mi tía pasó por mi acababa de ver vídeos porno y eso me pone malita y muy puta de verdad…

Lo cierto es que entré al piso e inmediatamente fui a la sala, quitandome toda la ropa, acto seguido abrí mis piernas y empecé a tocarme mis tetas y bajando mis manos a mi conchita note que estaba totalmente empapada, aquello me puso aún más caliente…

La verdad no se si fue enfermo de mi parte hablar en voz alta mientras me pajeaba, y pensaba descaradamente en mi tía Dulce…

-          Tía Dulce, no sabes a quien has traído a casa, ummm, se que te gusto, te encanta mi cuerpo y mira ahora como lo tienes para ti sola en el sofá…

-          ¿Sabes que tía?, Puedes hacerme tuya, no le diré nada a mi mami ni a mi papi, juega conmigo, comeme como te de la gana, secame mi chocho con tu lengua, comeme mis tetas…

En ese punto electricidad pura cruzaba por mi cuerpo, me movía al compás de mis dedos, esta vez no frotaba solamente, tenía 3 de ellos dentro de mi, y los metía los más profundo que podía, estaba… saqué mis dedos mojados y los llevé a mi boca…

-Mira tia, este jugo lo tengo preparado para ti, en este sofá te  voy a meter la lengua lo más profundamente posible en tu culazo rico, te voy a estremecer, serás mía y yo tuya… ummm que rico sabe mi cuquita, ouhhh, si, hazme tuya… ouhhh ouhhhh..

No pude más con tanta excitación y estallé en un orgasmo escandaloso…

-          Mira lo que provocas en mi tía, ahhhh, me llevas por el mal camino, o eso crees, no sabes quien te va a hacer sentir una sucia de verdad, tienes una sobrina que tiene mucha maldad, tienes una sobrina puuuta de verdad y te lo voy a demostrar…

Y allí estaba yo, goteando, con mis dedos perdidos en mi cavidad y sin querer sacarlos y con una mano pellizcando mis pezones dandole palmadas fuertes a mis senos mientras sentía nuevos correntazos que complementaban aquel orgasmo bestial…

-Tia Dulce, dulce tia, de esta casa no saldré sin poseerte -dije exitada y exhauta- Ya lo verás, ya lo verás…

Aquella tarde – noche apenas empezaba, estaba sola, desnuda y con unos deseos de hacer locuras, suciedades…

Continuará…