Mi tía Dolly

Un muchacho es descubierto por su tia con sus ropas, alli comienxa una nueva vida para el.

MI TIA DOLY

Parte 1

Desde muy chico sentí atracción por las ropas de mujer, nunca me sentí mujer pero al utilizar esas suaves prendas mi excitación corría a mil por hora.

Bombachas, medias, corpiños, enaguas, etc, todo me producía escalofríos al solo tocarlas y hasta pensarlas. Ni hablar de cuando me las ponía. Otra prenda que me fascina son los pañuelos de seda. Puestos en la cabeza o en cuello o donde fuere. Mi tía Doly tenía muchos de ellos, y es de ella de quien quiero hablarles.

Cuando tenía 18 años vivíamos en una casa con mucho terreno. En la casa del frente vivíamos mi padre, mi madre, mis dos hermanas mayores y yo. En la casa del fondo vivía mi tía Doly, hermana menor de mi mamá.

Doly era una mujer increíble. Alta, morocha, 52 años, súper elegante, muy inteligente.

Secretaria ejecutiva de una gran empresa, soltera. Siempre de buen humor, con ella me llevaba de maravillas.

Yo solía pasar mucho tiempo solo en casa. Al salir de la escuela al mediodía siempre estaba solo, mis padres trabajaban y mis hermanas trabajaban y estudiaban, así que las tardes eran casi siempre para mí. Por supuesto que gran parte de esas tardes, solía robar ropa y ponérmela y así pasar un buen tiempo vestido de mujer, masturbándome.

Muchas veces iba a lo de Doly a usar su ropa que era espectacular. Solo seda, raso, satín, lycra, todo de primera calidad en su ropa interior y en la ropa de calle. Su colección de pañuelos de seda era fabulosa, tenía casi 50 pañuelos de todo tipo y color. Su ropa siempre olía maravillosamente y estaba impecablemente guardada. Doly solía llevar pañuelos en la cabeza, cosa que me fascinaba verla.

Un día al volver del colegio me voy directo a lo de Doly ya que me pidió si le podía arreglar unos enchufes. Entro y primero a seleccionar la ropa. Unas medias negras de seda, bombacha color piel, de cintura ancha casi faja, corpiño de lycra rojo bastante grande ya que tenía enormes pechos, una blusa de raso roja, una pollera de cuero, pañuelo al cuello atado al costado, pañuelo a la cabeza cruzado en mi barbilla y atado a la nuca tipo Grace Kelly, unos zapatos con no mucho taco y a trabajar. Me puse en una mesa a desarmar el enchufe del velador. Mientras arreglaba me frotaba mi cuerpo enfundado en esas maravillosas prendas. Una vez terminado el enchufe me disponía a masturbarme cuando vi un hermoso camisón de satén colgado de una puerta, era espectacular, imponente. No resistí la tentación, me saque la blusa y la pollera y me puse el camisón. Era un sueño, el roce de la tela por las medias y el cuerpo era sensacional, que maravilloso sería dormir todas las noches con eso puesto. Era largo hasta el piso y las mangas eran hasta los codos. Yo sabía que Doly tenía guantes así que me puse a revisar en los cajones. Dentro de una cajonera del placard encuentro unas muñequeras de cuero con felpa adentro, unidas por una cadena, una capucha de lycra y unos rollos de soga de algodón. No tenía idea que a mi tía le gustaran esas cosas. Tomé las muñequeras. En el otro cajón encontré los guantes. Eran largos de color blanco, preciosos. Me los puse y sobre ellos las muñequeras. Me excité mucho. Me saque las muñequeras y tomé otro pañuelo de seda, me vendé los ojos, me acosté en la cama y me volví a poner las manillas pero esta vez con mis brazos hacia atrás. Nunca había estado atado pero me pareció excelente, mi excitación ya estaba a mil pero me quería quedar un rato mas así. Entre el pañuelo de pesada seda que tenia en la cabeza y el pañuelo que vendaba mis ojos no podía escuchar bien, además el roce de los dos pañuelos sobre mis oídos producía un dulce ruido, por esa causa no pude escuchar a mi tía que llegaba.

Cuando escuché el golpe de la puerta al cerrarse ya era tarde, intenté quitarme las manillas con desesperación pero.....

-¿Qué es esto?¿Sos vos Alberto?

-Si, tía, soy yo, pero te lo puedo explicar

Por el pañuelo de cabeza y la ancha venda de seda mi tía no estaba segura de que sea yo, pero en cuanto escucho mi voz se tranquilizó un poco.

-Dios mío que susto me llevé, creí que era alguna de tus hermanas, jajajajajajajajajaja

-Doly, te voy a explicar, sacame la venda y soltame las manos y ......

-Shhhhh, no hay nada que explicar, siempre estuve a punto de prohibirle la entrada a tus hermanas pensando que me usaban la ropa sin decirme nada, pero ya entiendo todo.

Doly se sentó a mi lado sobre la cama y me acariciaba la cabeza.

-¿Cuánto hace que hacés esto?

-Hace un tiempo, pero nunca me había atado, lo encontré en un cajón y me los puse.

-Ya se, y te gustó. Pero hay que hacer algo con esto, voy a tener que contárselo a tu mamá

-¡¡No, por favor !!, por lo que mas quieras en el mundo no lo hagas, hago todo lo que me digas, por favor no se lo cuentes a nadie

-Mmmm, esto es difícil, me ponés en una mala situación, mirá si tus padres se enteran y saben que yo lo sé, no les va a gustar.

-Te lo pido encarecidamente, no se lo digas a nadie, voy a hacer todo lo que quieras pero no digas nada.

-Voy a pensarlo, pero mientras....

Doly se levantó, yo seguía sin ver nada. De repente me pone boca abajo y por sobre las manillas ata mis manos mas fuerte con sogas de algodón. Luego hace lo mismo con mis pies y rodillas. Me sienta en la cama y me mete unas bombachas suyas en la boca y las sujeta con un pañuelo.

-Mmmmmfffffffffmmmmmmmmffffffffffffff

-Te vas a quedar así mientras pienso y descanso un poco.

Se acosó a mi lado y empezó a ver televisión

No lo podía creer vestido de mujer al lado de mi tía y atado y amordazado por ella, pero estaba en sus manos, ya no era dueño de mí.

Al ratito se levanta y empieza a abrir cajones. Abría y cerraba y yo sin poder ver que hacía, así estuvo un largo rato hasta que me desató los pies y las manos, me lleva caminando a la cocina y me saca la venda de los ojos.

-Haceme unos mates.

Calenté el agua, puse la yerba y preparé todo, cuando el agua estaba a punto tomo la pava y me voy a sentar en la mesa, Doly me detiene

-No, vení, arrodillate con las cosas acá a mi lado.

Puse todo en el piso y me arrodillé delante de ella, le sirvo el primer mate.

-Desde hoy vas a ser mi mucamita, mi secretaria, mi sirvienta, mi todo. ¿Entendiste?. Sé que te va a gustar, te voy a enseñar a vestirte a depilarte a pintarte a servir. Ya nos vamos a arreglar con tus estudios y tus horarios, si haces todo lo que te pido, yo no le cuento a nadie nuestro secreto. ¿Qué me decís?

-Mmmmmfffmmmffffffffffff

-Eso lo tomo como un si, ahora sacate toda mi ropa y guardala, dejate la bombacha y la mordaza y anda al baño.

Me fui a la pieza y me saque todo dejándome solo lo que ella me pidió y el pañuelo de la cabeza también ya que no lo podía sacar por la mordaza.

Doly entro en el baño y me ordenó meterme en la bañera, ató mis manos al caño de la ducha y empezó a afeitarme las piernas, luego me bajó la bombacha y afeitó un poco mis pendejos.

-Por ahora te lo voy a hacer así, mas adelante voy a depilarte. Muchos pelos no tenes así que nadie va a notar lo de tus piernas.

Desató mis manos y me llevó a la habitación, me puso unas medias negras de lycra muy brillantes y muy suaves, se sentía hermosas sobre mis piernas depiladas. Un corpiño armado bastante grande, una enagua y finalmente un delantal color rosa viejo como de sirvienta. Pañuelo en el cuello y zapatos con taco. Me sentó en una silla y ató mis manos a la espalda y mis pies a la silla, luego dio varias vueltas de soga por mi cuerpo para asegurarme.

-Voy a quitar tu mordaza, no digas ni preguntes nada de nada.

Me sacó el pañuelo y la bombacha que tenía dentro de la boca, aproveché para mojar mi lengua un poco pero me mantuve callado. Mientras Doly me quitaba el pañuelo de la cabeza.

-Este es uno de mis mejores pañuelos, pero ahora todo lo mío es tuyo, igualmente para tus tareas del hogar te separaré ropa vieja mía para que la puedas ensuciar sin problemas.

Se fue al dormitorio y volvió con otra bombacha y más pañuelos.

-Abrí la boca, mamita

Me introdujo otra bombacha en la boca con la orden de no escupirla.

Abrió una caja que había traído anteriormente, estaba repleta de ruleros de todos los tamaños. Yo usaba el pelo bastante largo, así que empezó a llenarme la cabeza de ruleros y piquitos por todos lados. Cuando terminó me puso un gran pañuelo en la cabeza cubriendo todos los ruleros y lo ató a la base de la nuca. Con otro pañuelo aseguró mi mordaza de bombacha y se fue a la habitación.

Volvió vestida solo con lencería, una bombacha grande de seda y lycra, portaligas, medias negras, un corpiño grande de lycra, pañuelo en el cuello y otro en la cabeza. Se sentó en mi regazo, me bajo al cuello el pañuelo que me amordazaba y me sacó la bombacha de la boca.

Mi cara fue hundida en sus terribles tetas, las cuales debí besar y lamer. Un aroma maravilloso inundaba mis fosas nasales y mi lengua recorría una y otra vez sus pechos, le gustaba que le lama el pezón a través de la lycra del corpiño y a mi me encantaba lamer esa tela y ese relleno. Una mano me empujaba la cabeza y la otra acariciaba mis pierna enfundadas en esas maravillosas medias. También besaba su cuello por sobre la seda de su pañuelo. Se empezó a masturbar por sobre su bombacha hasta que acabó en un grito espectacular.

Se paró y se sacó la bombacha, la hizo un bollo y me la metió en la boca, sus jugos salaron mi lengua, y se sentía muy rico. Con el pañuelo me aseguró la bombacha y con otra bombacha me encapuchó.

-No te vayas, vuelvo en un rato.

Como para irme estaba. Sentía cosas muy extrañas, estaba en manos de mi tía y totalmente entregado.

Volvió al rato y me desató por completo, me sacó la bombacha de capucha pero no la mordaza. Me dio unos guantes de goma.

-Quiero que laves toda la cocina y que la dejes reluciente, voy a hablar con tu madre para que te deje venir conmigo a la casa de la costa todo el fin de semana donde la pasaremos genial y sin que nadie nos moleste. Cuando termines, te ponés las manillas de cuero, un pañuelo en los ojos y te sentás en la cama hasta que vuelva.

Puse manos a la obra y comenzé a limpiar la cocina. Platos, vasos, cubiertos, cacerolas, luego seguí con la mesada, los pisos, la mesa, quedo espectacular.

Fui a buscar las manillas que estaba en la cama, me vendé los ojos con un pañuelo y aseguré mis muñecas a la espalda, me senté en la cama tal cual ella había ordenado.

Doly regresó al rato largo.

-Veo que eres obediente, buenas noticias, nos vamos a la costa toda una semana, en el trabajo me debían días de vacaciones y a tu madre la convencí de que te deje venir conmigo así que nos vamos las dos. Ya falta poco para que terminen las clases, vos estas bien en todas las materias y es tu último año así que no hay dramas

Me estremecí de pensar que pasaría en esta semana, pero estaba seguro que me iba a gustar.

Doly me desató por completo, y me sacó la mordaza, me ordenó desvestirme y ponerme la ropa de varón, pero debía dejarme la bombacha y las medias, me sacó el corpiño grande y me puso uno mas pequeño que no se notaba sobre mi ropa.

Fui a mi casa a agarrar un poco de ropa, simbólicamente, sabía que no la usaría.

Regresé a lo de Doly y comenzamos a cargar la camioneta 4 x 4, después me daría cuenta de la cantidad de cosas que llevaba y de la cantidad de cosas que tenía en la casa de la costa. Como la camioneta tiene vidrios polarizados no se ve nada de afuera hacia adentro así que Doly decidió comenzar la sodomizacion y humillación desde el viaje.

Me desvistió y me puso un corpiño grande que rellenó con unas prótesis, me puso una blusa de raso color rosa y un pañuelo en el cuello. Una bombacha pequeña de lycra, unas pantymedias color piel y otra bombacha grande arriba.

-Te haz puesto algo en la colita alguna vez?

-No tía, nunca.

-Bueno, vamos a empezar.

Me bajó las pantymedias y las dos bombachas hasta las rodillas y me hizo recostar en la cama. Me metió un pañuelo en la boca para que muerda por si me dolía. Lubricó con un poco de crema mi ano y metió un aparato.

-Vas a empezar usando uno chiquito, es muy práctico porque se mete todo y lo agarramos afuera con unas tiritas, es casi un tampón.

Me subió las bombachas y las pantymedias y me puso una pollera larga de seda negra.

Zapatos con taco bastante alto, pañuelo en la cabeza y me maquilló suavemente.

La verdad, el aparatito no me molestaba mucho al caminar, casi no lo sentía, el tema fue cuando me senté en la camioneta, ahí si caí con que había algo en mi cola.

Doly se sentó al volante, accionó el remoto del portón y salimos hacia la costa. Paramos a las pocas cuadras y me metió un bombacha en la boca, la sujetó con un pañuelo y me puso sobre casi toda mi cara otro pañuelo doblado en triángulo tipo bandido, ató mis pies y mis manos las ató adelante pero asegurándolas en la consola central. Debía hacer asi todo el viaje. Para colmo de males, encendió el aparato de mi cola y ahí si que sentí el vibrador, la sensación me encantaba.

Escuchamos mucha música ya que no podíamos charlar, ella habló un poco sobre sus gustos de dominar a los hombres, que no se había casado nunca por esa causa y que yo ahora pasaría a ser su juguete preferido, que me iba a amoldar a su gusto.

Se bajó a mitad de camino a tomar un café y me dejó atado y amordazado en la camioneta y encima me estaba meando, pero jamás saldría asi vestido en público. Cuando volvió me sacó la mordaza y me dio un poco de gaseosa (mas ganas de mear al rato) me metió otra bombacha seca en la boca y volvió a atar los dos pañuelos.

Llegamos a la casa de madrugada y entramos al garage. Doly me desató, apagó el aparato y me ordenó descargar las cosas de la camioneta. Bajé todas las valijas y fui urgente al baño. Me bajé las pantymedias y las bombachas y me descargué. Doly se había puesto detrás de mí, observándome.

-Tenés que mear sentada, las mujeres lo hacemos sentadas y cuando estas conmigo sos una mujer !!!!!

-Mmmmmmmmmmmfffffffffffffffmmmmmmmmmffffffff

Todavía con el pito en la mano, Doly me saca los pañuelos y la bombacha de la boca.

-Perdón tía pero como tengo el aparato y estaba apurado y....

-¡Nada!, metete ese pito y acomodate la ropa, vamos a dormir que mañana va a ser largo el día.

No se para que quería que me acomodara la ropa si al ratito nomás me sacó la pollera y la blusa. Me ordenó hacer la cama de ella. Tenía unas sábanas de raso preciosas. Salió del baño con un camisón de satén espectacular color salmón de mangas largas, hermosísimo

-Doly, estás hermosa.

-¿Te gusto?

Se puso detrás de mí y ató mis manos a la espalda con un pañuelo y me hizo arrodillar en el piso. Se sentó en cama, se levantó el camisón y dejó al descubierto sus medias de seda y una bombacha negra también de seda.

-Empezá a besar putita.

Comenzé por sus bellísimas piernas besando la seda de sus medias, seguí lentamente hasta llegar a la seda de la bombacha, una entrepierna deliciosa. Apretaba con sus piernas mi cabeza con mucha fuerza y estábamos cada vez mas excitados. Se levantó mas el camisón y dejó al descubierto sus enormes tetas perfectas las cuales lamí y besé con pasión. Guió mi cabeza nuevamente hasta su concha la cual lamí hasta que acabó con un terrible grito. Yo estaba a punto de acabar y la guacha no me lo permitió.

Se fue a lavar al baño y quedé al pié de la cama con mis manos atadas atrás asi que no podía masturbarme. Volvió del baño y me desvistió por completo ató nuevamente mis manos con un pañuelo, me acostó en la cama, me amordazó y me vendo tambien con pañuelos y me ató los pies. Comenzó a acariciarme con varios pañuelos de seda, acariciaba mi cola, mi pecho, mis piernas, envolvió un pañuelo en mi agrandada pija y me masturbó, con muy pocas sacudidas acabé en la seda. Me desató los pies y me llevó al baño para lavarme, me puso un bombacha, medias, me desató las manos y me colocó un corpiño, un camisón de mangas largas muy sedoso y me ató nuevamente las manos pero por adelante y con sogas. Me saca el pañuelo de mordaza y me sienta en una silla.

-No siempre te voy a masturbar, no siempre vas a acabar, solo cuando yo quiera que lo hagas, por ahora va a ser asi ya que recién empezamos, pero no te acostumbres. Abrí grande la boca.

Me mete un pañuelo grande en la boca que parecía medio mojado y me lo asegura con otro entre mis dientes y otro que cubría toda mi boca.

-Ese pañuelo que tenés en la boca, tiene tu semen, disfrutalo

-Mmmmmmmmmmmmfffffffffmmmmmmmmmmfffffffff

-Nada de protestas, ahora a dormir.

Me acostó en una cama, ató mis tobillos y rodillas con sogas y aseguró mis manos al respaldo de la cama y mis piernas a la otra punta, muy cómodo para dormir no estaba.

Así y todo quedé profundamente dormido hasta que Doly me despertó desatándome.

-Vamos amorosa, es hora de empezar el día.

Me desató completamente, me sacó la venda y me ordenó ir al baño, sacarme la mordaza, poner todos esos pañuelos para lavar, asearme y hacer mis necesidades.

Me saqué todos esos pañuelos frente al espejo y me enjuagué la boca, lavé un poco mi cara y cuando iba a hacer pis recordé sus palabras, asi que bajé mis bombachas y medias y me senté a mear como una mujer, justo cuando ella entra en al baño.

-Muy bien, muy bien, vas aprendiendo, termina tranquila y vení a la cocina.

Terminé con mis necesidades, me acomodé toda la ropa y salí hacia la cocina. Doly se había sentado a la mesa, estaba con un camisón rosa de satén precioso y pañuelo en la cabeza atado tipo gitana cubriendo todo su pelo.

-Quiero café y tostadas con manteca.

Me puse a preparar y le serví todo lo que me pidió, luego me hice un café para mi y me senté en la mesa con ella.

-¿Cuánto hace que te vestis?

-Y...hace un par de años que lo hago.

-¿Te gusta mucho?

-Si, me encanta.

-¿Te gustan los hombres?

-No, me gustan las mujeres

-Bien, yo a todos mis hombres los visto de mujer, pero con ellos soy mas mala por lo general, no les permito comer conmigo, por ejemplo. Con vos es distinto, sos mi sobrinito, bah, mi sobrinita ahora, te voy a llamar Juana, cada vez que esés conmigo vas a ser Juana, mi mucama y juguete personal, ¿estas de acuerdo?

-Tía, es un poco raro lo que estamos haciendo, es incesto.

-No, te voy a contar la verdad. No soy hermana de tu mamá, mis padres murieron cuando tenía 5 años y fui a vivir con tus abuelos que eran vecinos nuestros. Por esa causa siempre dijimos que eramos hermanas, pero no hay lazos de sangre entre nosotros.

-Entonces......no estamos haciendo nada malo.

-Nada, no te preocupes y no se te ocurra contarle a tu madre lo que te conté.

-No, jamás.

-Bueno, hay que comprar cosas en el súper, a cambiarnos.

Supuse que me ataría y me dejaría atada mientras iba al supermercado, mal supuesto.

Me ordenó desvestirme por completo cosa que hice rápidamente y me empezó a dar ropa, bombacha de lycra tipo faja, previamente un pañuelo en mi culo, corpiño de lycra y encaje semiarmado que relenó con unas prótesis bastante grandes, me colocó un corset que me dio una buena cintura pese a mi pancita, medias de seda negras que agarraban a las ligas del corset, una camisa de raso negra preciosa, pañuelo al cuello atado adelante y dentro de la camisa, una pollera medio tubo color verde que me llegaba mas debajo de las rodillas y unos zapatos cerrados con un taco de 5 cm aproximadamente. Me puso una peluca rubia de pelo hasta los hombros, me pintó los labios, los ojos, un poco de rubor y completó el atuendo con un pañuelo en la cabeza atado bajo mi barbilla y dejó las puntas colgando, no las ató a mi nuca. Me ató las manos a la espalda y me amordazó tan solo con un pañuelo con un nudo en el centro. Ella se vistió delante de mí, cuando se desnudó pude apreciar su hermoso cuerpo, era un placer verla colocarse una por una sus hermosas prendas, lo hacía lentamente, muy sensual, era como que gozaba cada cosa que se ponía. Cuando se puso las medias me excitaba mucho verla hacerlo, estirar la seda por sus deliciosas piernas y enganchándolas a las ligas del girdless de raso y lycra que se había puesto. Se puso una camisa de seda blanca, tambien un pañuelo al cuello pero tipo gargantilla atado atrás, una minifalda de cuero y también un pañuelo a la cabeza pero atado estilo gitana.

Me desata las manos y me pone un impermeable y me ordena poner las manos en los bolsillos. Los bolsillos no tenían fondo. Agarró mis manos y las ató con dos pañuelos por dentro del impermeable y lo cerró. Parecía solamente que tenía las manos en los bolsillos pero no las podía sacar de allí. Me llevó a la camioneta y salimos hacia el súper. Antes de bajar me saca la mordaza.

-Doly, si llego a tropezar, no puedo moverme bien con las manos atadas.

-Caminá bien, derecha y despacio, no hay apuro.

-Pero, encima tengo tacos, no se caminar con esto.

-Por eso te puse tacos bajos y anchos para que no tengas problemas.

Bajamos, yo con un miedo terrible, no tanto que descubrieran que no soy mujer, pero si de que estoy atada. Me puso también unos lentes oscuros bastante grandes.

Me costó un poco empezar a caminar con los tacos pero me acostumbré en poco tiempo.

Me miraban un poco pero mas que nada por mi atuendo no creo que por sospechas, además no había mucha gente ya que no era temporada de verano. Compramos unos cuantos víveres y nos fuimos. Estacionamos en el centro y caminamos por la calle principal. Nos detuvimos en una tienda de lencería y Doly me obligó a entrar.

-Hola buenos días, necesitaría algunas cosas para mi sobrina.

-Sí, como no, digame que necesita.

-Bien, corpiños, medias, bombachas, para empezar. Talle 110, que sea todo lycra, seda raso, satén, solamente, nada de algodón.

-Como no, enseguida le traigo algunas cosas, si quiere en el otro salón hay exhibidores para que vaya mirando y eligiendo.

Fuimos al otro salón, allí eligió algunas enaguas enteras y otras de pollera, dos enaguas para cuerpo entero de satén, preciosas. Dos mallas enterizas, varias calzas de lycra, dos pares de guantes largos y varios pares de medias de distintos colores y algunos con fantasía.

Volvimos al salón principal donde la empleada esperaba con un montón de corpiños y bombachas. Seleccionó varios, la guacha me los apoyaba en el pecho para hacer que los probaba mientras hablaba con la vendedora.

-¿Quiere que se los pruebe?

-Será lo mejor.

No, por favor, esta mujer está loca, me estaba muriendo de vergüenza y no me animaba a hablar ya que mi voy es muy gruesa, solo me trataba de negar con la cabeza mientras Doly y la empleada me empujaban hasta el probador.

La empleada me abrió el impermeable y allí aparecieron mis atadas manos.

-Pero.....que bien, tenemos una sumisita aquí.

-Si, es nuevita, es mi sobrina, una dulce.

Yo ya no entendía nada, como ambas se dieron cuenta de eso, la empleada agarró una bombacha, la hizo un bollito y me la metió en la boca.

-Espero que así estés mas cómoda sin tener que andar preguntando nada. ¿Cómo estás Doly?

-Bien, tomándome una semanita y adiestrando a mi sobrina, la descubrí con mis ropas en mi casa ayer y atadita la guacha encima.

-Pará, hagamos una cosa.

La empleada desató mis manos, me sacó el impermealble y volvió a atarme a la percha que estaba en la pared, con unas medias me ató las piernas y con otras aseguró la mordaza.

-Tomemos un cafecito en la oficina.

-Dale

Corrieron la cortina y se fueron, esto ya superaba mi entendimiento, obviamente se conocían hace rato y la mina era igual a Doly ya que no se sorprendió en absoluto cuando me vio las manos atadas y que se avivó que era un tipo.

Asi estuve hasta que las dos regresaron, Doly me desató las manos, las piernas y me sacó la mordaza, me volvió a poner el impermeable pero esta vez no me ató, claro, alguien tenía que llevar las bolsas con ropa que había comprado y eran varias. Se despidió de su amiga y nos fuimos hacia la camioneta. En el camino me contó que Andrea además de su amiga era su socia, esa lencería también era de ella.

Después que bajamos las cosas que compramos Doly me ordenó sacarme la ropa y quedarme solo con la lencería, también me sacó el pañuelo de la cabeza y la peluca, en su lugar me colocó otro pañuelo pero atado tipo gitana atado a la nuca. Me dio un delantal rosa abotonado atrás y un delantalcito blanco atado a mi cintura. Ató mis manos con una chalina de seda pero no juntas dejándome bastante movimiento y mis tobillos los ató igual con otra chalina. Me ordenó acomodar todo lo que compramos en la cocina que ella se pondría a acomodar la ropa. Por supuesto me amordazó con una bombacha y un pañuelo y me dediqué a hacer mis tareas.

Una vez acomodado todo me puse a hacer unos fideos con salsa, me costaba un poco cocinar con las manos atadas pero me las rebuscaba bastante. Puse la mesa y llamé a Doly a comer. Salió de la habitación vestida con un corset rojo con portaligas, medias negras, bombacha negra, pañuelo rojo a la cabeza y otro pero negro al cuello atado de costado alrededor de su cuello. Además, guantes rojos hasta después del codo y botas.

-No puedo comer fideos con salsa vestida asi, esperame.

Salió de la habitación nuevamente con una túnica de satén roja impresionante, de mangas largas ajustadas y se puso un delantal. Me sacó la mordaza y nos sentamos a comer.

Todo era fetiche para ella, la vida misma, debía estar asi hasta para comer, descubrí que hasta para dormir vestía esos camisones imponentes, pañuelo en la cabeza y hasta un pañuelo de venda. Usaba ropa interior elegante hasta para hacer gimnasia, toda ella era asi y quería que yo fuera igual.

Una vez que lavé todo y dejé acomodado me presenté en su habitación. Doly estaba recostada leyendo una revista de moda. Se había sacado la túnica.

-Arrodillate a los pies de la cama y masajeame los pies.

Era un placer acariciar esos pies deliciosos con esas sedosas medias.

-Empezá a besarlos.

Mis labios recorrían los pies de mi tía, me estaba empezando a excitar mucho.

-Bueno basta, recostate a los pies de la cama.

Doly se paró y me desabrochó el delantal, me bajó las medias y la bombacha, sacó el pañuelo que tenía en el culo y me metió un vibrador. Me levantó y me sentó en la cama. Me mete una bombacha muy grande en la boca y la sujeta con dos pañuelos. Me ata las manos al frente y las ata a otra soga que rodea a mi cintura con varias vueltas. Luego mas vueltas de soga por mi cuerpo para impedir movimiento alguno de los brazos y finalmente ata mis tobillos, rodillas y muslos. Luego trae una capucha de goma y me la coloca, la cierra con tiras por detrás y me ajusta mucho, hace mas eficaz mi mordaza, menos mal que tenía agujeritos para la nariz. Finalmente me cubre los ojos con otra venda de goma muy ajustada y me tiende en el piso. Enciende el vibrador y mi cuerpo empieza a temblar, era fuertísimo. Está bien que casi no tenía movimiento por como estaba atado pero el aparato me hacía mover por si solo, yo era como que temblaba. Pese a la tortura estaba muy excitado, al rato acabé solito, pensé que Doly se daría cuenta y me desataría ya que me dejé de mover un poco, pero la guacha me dejó allí, es mas ni siquiera sabía si ella estaba en la habitación. Largo rato después mi pito se vuelve a agrandar en su ajustada prisión de lycra y seda y empieza a excitarme nuevamente, me costaba respirar por lo ajustado de la mordaza y la capucha pero mi calentura era muy grande. Por supuesto me corrí otra vez.

El vibrador seguía funcionando a mil y yo ya no podía mas.

Cuatro veces acabé hasta que Doly apagó el aparato.

Me sentó en la cama y me desató el cuerpo, luego me sacó la venda y la capucha, luego la mordaza, ahí pude tomar una buena bocanada de aire fresco.

-¿Te gustó?

-Si, pero ya no aguantaba.

-Debés estar toda manchada, puta, ahora te voy a desatar, te vas a bañar y venís aca toda desnudita y entalcadita.

Me desató por completo y me fui al baño. Me costó sacarme toda la ropa. La bombacha estaba llena de semen. Me saqué el vibrador y me metí en la ducha, la verdad, la necesitaba.

Doly me había tenido asi cinco horas, me dolían las ataduras y la cola asi que me quedé un buen rato bajo el agua caliente.

Una vez relajado, me seque y me puse bastante talco por el cuerpo como Doly me ordenó. Salí del baño a allí estaba ella esperándome. Se había vestido toda con pañuelos, un top con un pañuelo grande doblado en triángulo atado a la espalda, con dos pañuelos se había hecho una pollera, pañuelo a la cabeza, otro al cuello y por supuesto medias. Estaba espléndida.

Me hizo ponerme una bombacha, un corpiño y una enagua, me explicó como ponerme bien las medias para no romperlas ni correrlas, como colocarme bien un pañuelo en la cabeza, las distintas formas de ponerlo y atarlo, me enseñó a maquillarme básicamente, como caminar con tacos, a reconocer distintas texturas, como combinarlas, como llevarlas, estuvimos mas de dos horas hablando como chicas, yo mas que nada, aprendiendo, escuchándola. Finalmente quedé con la ropa que me había puesto al principio, bombacha, corpiño y enagua, medias negras y me puso un uniforme de mucama de raso negro, que se cerraba por detrás, con pollera tubo muy cerrada bastante larga. Me sentó en una silla y ató mis manos a la espalda. Me empezó a poner ruleros por toda la cabeza y los cubrió con un gran pañuelo. Me ayudó a levantarme y me condujo hasta otra habitación. En la habitación había una cama grande, un ropero, un par de sillas, un sillón, un baño y un poste en el centro casi iba del piso hasta el techo. Luego noté algunos ganchos en el techo y en las paredes

-Esta va a ser tu habitación. En el ropero tenés toda la ropa que necesitás, aunque aca vas a estar casi todo el tiempo atada.

Abrió el ropero y estaba repleto de ropa, camisones, blusas, vestidos, polleras, zapatos, pañuelos y toneladas de ropa interior.

-Esto tiene que estar todo el tiempo limpio y acomodado, no soporto el desorden.

Dicho esto me sentó en una silla, ató mis pies y mi cuerpo a la misma, me metió una bombacha en la boca, dos pañuelos mas de mordaza y otro pañuelo de venda.

-Me voy a bañar y a descansar un poco, a la noche tenemos fiesta.

Allí quedé inmovilizada y aislada. ¿Qué fiesta habría a la noche, quien venía?. Lo cierto era que estaba felizmente en sus manos y.... ya empezaba a pensarme como mujer.

Pasé tres horas en completo silencio, la habitación tenía alguna especie de tratamiento acústico que impedía que entraran y salieran sonidos, mas el pañuelo de la cabeza, los dos que me amordazaban y la venda, era imposible escuchar algo. Solo sentí cuando se abrió la puerta.

-Bueno, ya estoy como nueva después del baño y una siestita, espero que vos también hayas aprovechado para descansar, te voy a peinar.

Me desató los pañuelos de mordaza y sacó la bombacha de la boca y luego el pañuelo que vendaba mis ojos. Fue hasta la cómoda y agarró una bombacha de raso que volvió a introducir en mi boca. Me sacó el pañuelo de la cabeza y comenzó a quitar los ruleros.

-Este pelo tuyo es un problema, no va a quedar como yo quiero, mejor te dejo un buen pañuelo a la cabeza asi quedás mas de sirvienta, con un pañuelo super exclusivo en la cabeza pero sirvienta al fin.

Me recogió todo el pelo agarrándolo con hebillas y cubrió mi cabeza con un enorme pañuelo dorado de gruesa seda. Sin sacarme la bombacha de la boca me colocó una bola de caucho roja en la boca bastante grande y la aseguró a mi nuca con correas. Desató todas las cuerdas que me sujetaban a la silla y me llevó a la cocina.

-Bien, esta noche vienen varias amigas, tu función es servir en todo y con todo me refiero a todo lo que sea, ¿está claro?

Asentí con la cabeza.

-En media hora viene mi amiga Eugenia con el servicio, como tiene una empresa de catering con el marido ella se encargará de toda la comida, vos empezá a guardar las botellas que trajimos en el frezzer y a disponer platitos y servilletas en la sala de estar.

Dicho esto ató mis rodillas por debajo de la pollera y me puse a trabajar.

Cuando terminé mi tarea me senté en un sillón y me puse a ver un rato de televisión. Un poco mas tarde de lo previsto suena el timbre y Dolly abre el portón de entrada. Una camioneta entra y se baja una impresionante mujer rubia vestida con un vestido de lycra muy ajustado color rojo, medias negras, zapatos con taco aguja y un pañuelo negro al cuello atado al costado. Obviamente era Eugenia.

-Hola amorosaaaaaa, menos mal que me llamaste, estaba aburrida de esta ciudad y ya extrañaba nuestras fiestas!!!!

-Como no te voy a llamar a vos, dulce.

-¿Esta es tu nueva adquisición?, que belleza!!!, dichosa de vos, carne fresquita y bien parada seguramente. Bien, ya lo vamos a disfrutar, vamos a bajar las cosas.

Cuando abrió las puertas traseras de la camioneta me llevé una gran sorpresa. Un hombre, luego supe que era su marido) vestido de mucama como yo, atado de pies y manos y amordazado. Eugenia lo desató y entre los cuatro descargamos la comida. No era mucha cantidad ya que por suerte no era una fiesta multitudinaria.

-Bien, te presento a Ana mi sobrina y esclava.

-Un placer conocerte Ana, como Dolly ya la conoce yo te presento a María, mi marido y mucama personal.

María tenía un traje de raso rosa con muchos volados, la pollera era amplia no tubo como la mía, medias negras y altos tacos muy finos, guantes de raso también rosa y peluca rubia, los ojos pintados muy marcados era lo único que se veía de su cara, un gran pañuelo de seda cubría desde su mentón hasta debajo de los ojos, luego supe que tenía dos pañuelos mas debajo de este y otro dentro de su boca.

Le ataron también las rodillas y se sentaron a charlar en la cocina mientras nosotras debíamos permanecer de pié en un rincón.

Me sentía extraña, otro hombre en mi misma situación, me preguntaba si podría tener oportunidad de hablar con María o como se llame en algún momento de la noche, por el momento nuestras mordazas impedían esto.

Volvió a sonar el timbre y entraron dos mujeres mas.

Andrea, la socia de Dolly en la lencería, vestida con pollera y blusa de raso, pañuelo a la cabeza, medias marrones de lycra muy brillantes y zapatos con taco.

Sonia, muy alta, morocha, unas tetas enormes vestida con remera muy ajustada, short de cuero y medias negras, llevaba un pañuelo atado tipo gargantilla anudado atrás.

Las cuatro se sentaron en el living charlando como locas. La mas zafada parecía Sonia, en cuanto se sentó se sacó la remera de lycra quedándose con el corpiño que era una belleza, tipo antiguo de satén con la copa tipo cucurucho muy grande que contenía esas enormes tetas. Andrea se sacó solamente los zapatos y Dolly y Eugenia se quedaron como estaban.

Mi tía me ordena empezar a traerles los bocadillos y a María le encargan las bebidas. Con nuestra incomodidad a cuestas les comenzamos a servir, por supuesto cada vez que nos acercábamos a la mesa nos daban palmaditas y algún comentario humillante.

Como me imaginaba, la primera que se levantó para hacerme algo fue Sonia. Se me acerca y empieza a acariciarme la entrepierna.

-Me imagino que se te para bien dura ¿no?

Me toma del brazo y me lleva hasta el sillón grande, me empieza a sacar el traje de mucama asi que quedo solamente con la enagua y el resto de mi lencería debajo, se saca el pañuelo del cuello y me amarra las manos por detrás.

-A ver, ¿cual de ustedes lleva una bombacha bien fina y que ya esté algo mojadita?

Andrea inmediatamente se pone de pié y se saca la bombacha, una calzón de satén rosa precioso. Sonia desata las correas que sujetaban mi mordaza de pelota.

-Aha !!!, ya tenías una bombachita en tu boquita, seguro que es de la degenerada de tu tía.

Me sacó la bombacha de Dolly ya muy mojada y me mete la de Andrea, luego se saca el short y las pantymedias y me asegura con ellas la bombacha en la boca. Me acuesta en el sillón, me levanta la enagua y me baja las pantymedias y la bombacha, mi pija apareció en todo su esplendor, ahí nomás se sentó y me empezó a cabalgar. Eugenia se sacó también su bombacha y me la puso de capucha, era grande de lycra color carne. No pasó mucho tiempo para las dos acabaramos. Eugenia trajo a María a la que le sacó todos los pañuelos que cubrían su boca y la obligó a limpiarme con su boca.

  • Mirá que lindo espectáculo con estas dos putas.

Sonia parecía desatada, se sentó en una silla y agarró a María del cuello la condujo hasta su concha y la obligó a lamérsela y chuparsela.

Mientras tanto, Dolly se compadeció de mi y envolvió mi pija en un pañuelo y me subió de nuevo la bombacha y las medias.

Andrea le levanta la pollera a María y le baja la bombacha y las medias para empezar a jugar con su culo, Eugenia no se queda atrás, me saca la mordaza y la capucha y se sienta sobre mi cara obligándome a lamerla por toda su entrepierna mientras Dolly me acariciaba a travéz de mi bombacha. Todas gozaban y por supuesto yo también. Estuvieron unas dos horas haciendo de todo, con nosotras, entre ellas, fue una orgía total, cuando pararon había bombachas, corpiños, medias, pañuelos, polleras, blusas, todo desparramado por el living y todas ellas medio en bolas, yo terminé con la enagua levantada hasta el corpiño, la bombacha y las medias por las rodillas, un pañuelo de seda a medio meter en mi culo, atada de pies y manos, con una bombacha en la boca sujetada por un corpiño. María estaba algo peor, tirada en el piso, muy atada y fuertemente amordazada con un terrible vibrador en su culo y los ojos vendados.

Una vez que descansaron (ya eran mas de las 2 de la mañana) se les ocurrió derse una ducha. Sonia de levantó del brazo y me llevó a los saltos a mi habitación, me desató las manos y las piernas y me desvistió por completo, solo me dejó el pañuelo de la cabeza y el que estaba colgando a medio meter en mi ano. Buscó entre los cajones de ropa y me puso una bombacha de lycra color blanca y unas pantymedias color tostado luego encontró una malla enteriza color azul de lycra y me obligó a ponérmela. Me metió un pañuelo pequeño de seda en la boca y me lo aseguró con otro atado a la nuca, finalmente unos guantes de goma y me llevó al baño. Una vez que el agua estaba calentita debí meterme con ella bajo la ducha y bañarla. Enjabonar todo su cuerpo, lavar su cabello, sus partes intimas, toda por completo, luego debí secarla. Una vez terminado esto me ató las manos a un gancho en donde se cuelgan las toallas.

-Ahora vas a esperar a otra y a hacerle lo mismo que a mi

Asi sucedió, luego vino Eugenia, luego Andrea y finalmente Dolly.

Me encantó bañarlas a todas, mi principal problema era que yo estaba empapada y los pañuelos de seda de la boca al estar mojados me dificultaban la respiración.

Dolly me llevó a mi cuarto y me obligó a desvestirme y secarme, Luego me puse unas pantymedias negras, bombacha, corpiño y un body, blusa de raso, pollera, pañuelo al cuello, otro pañuelo para mi cabeza, guantes de lycra y botitas cortas con taco. No me amordazó fuertemente, solo colocó un pañuelo sobre mi boca y lo ató a la nuca y me ató las manos a la espalda con una chalina de seda.

Al llegar al living las chicas ya estaban vestidas, me dio mucha pena por María que seguía en la misma posición.

-Bien, hemos pasado una maravillosa noche pero mañana tengo un servicio a la mañana asi que me tengo que ir.

Eugenia desató los pies de su marido-esclava, le saco el vibrador, le acomodó un poco la ropa y lo metió en la camioneta.

Sonia y Andrea se fueron en otro auto.

-¿Andrea, a que hora pasas mañana?

-Al mediodía te paso a buscar, chau.

Dolly cerró el portón de entrada y luego me desató las manos y me sacó la mordaza.

-¿Para que viene Andrea mañana?¿esto sigue?

-¿Por qué me lo preguntás, te gustó o no?

-Si, me gusto mucho, me dio mucha pena Maria, Eugenia la trata muy mal, vos sos distinta conmigo.

-Eugenia es medio guacha, pero yo te puedo asegurar que eso a María le encanta, es muy masoquista, hoy se portó bien, pero en la casa es super tirana, yo soy mas suave me gusta hacerte sentir el rigor pero que no sufras.

-Asi a mi me encanta, no tendría problemas en vivir siempre asi.

-Mejor, andá acostumbrándote, tengo planeado venirme a vivir aca y si tu mamá está de acuerdo te venis conmigo, ¿te gustaría?

-Si, me encantaría, sería genial.

-Bien, vamos a dormir.

Me llevó a mi dormitorio y me sacó la pollera y la blusa y las botitas, me puso un camisón largo de satén color rosa, precioso, luego me ató las manos adelante, me amordazó con un pañuelo entre los dientes y atado a la nuca, luego me metió en la cama y me ató los pies juntos y me arropó con una sábana de raso y una frazada.

-Buenas noches dulce.

-Mmm ffffff

Me dormí profundamente toda envuelta en seda.

Como a las 11 de la mañana Dolly me despierta y me desata, me saco el camisón y me hace ponerme la ropa que tenía la noche anterior. Luego me saca el pañuelo de la cabeza y me sienta en una silla, me recoge todo el pelo y me pone una peluca de pelo color negro tipo melena y luego comienza a maquillarme. Cubrió toda mi cara con base y luego coloreó mis pómulos, pintó mis párpados y realzó mis cejas, finalmente pintó mis labios de un rojo muy intenso. Me hizo desvestir completamente y luego me dio para que me vaya poniendo un corpiño armado grande en seda y lycra color piel, una bombacha de lycra tipo faja con vibrador incluido, luego un ajustado corset con portaligas para las medias, estas eran color negro de seda muy finas que se sentían maravillosamente sobre mi piel. Sobre todo eso una enagua de satén color blanca y finalmente un vestido en seda color verde agua de mangas hasta los codos que cerraba por detrás con un cierre, largo hasta las rodillas con la pollera tipo tubo pero no muy cerrada. Pañuelo negro de seda al cuello anudado de costado. Zapatos con bastante taco no muy fino y guantes de raso color negro. Ató mis manos a la espalda y me introdujo una bombacha de lycra en la boca.

-No te voy a sujetar la mordaza para no arruinar tu maquillaje, pero no debes escupirla.

Me llevó a su habitación y me sentó en una silla, debía observarla como se vestía y maquillaba, era una diosa, sus felinos movimientos me excitaban terriblemente, poniéndose las medias era una loba. Me preguntaba si me gustaban sus bombachas y corpiños y yo gemia detrás de mi simple mordaza.

Se vistió con medias negras, falda de cuero y blusa de raso roja, un pañuelo de colores al cuello muy bien acomodado dentro de la blusa.

Se colocó un sacón liviano y luego me desató las manos y me puso un piloto, este era un poco mas holgado. Me hizo meter las manos en los bolsillos que no tenían fondo y entonces mis manos fueron amarradas por dentro del saco. Finalmente un pañuelo en mi cabeza color azul y blanco muy grande que fue anudado bajo mi barbilla y unos anteojos oscuros de gran tamaño.

-Bien, vamos a ir a comer con Andrea, a un restaurante, no te pongas nerviosa que todo va a salir bien.

Justo en ese momento suena el timbre, era Andrea que nos pasaba a buscar, Dolly agarró su cartera y salimos a la calle. Que sensación terrible. El día no estaba fresco, había viento y parecía que en cualquier momento se largaba a llover. Subimos en la camioneta de Andrea, yo en el asiento de atrás y Dolly con Andrea adelante.

-Hola, que linda que estas, parecés una señora de los años sesenta.

-Bueno, a donde vamos a comer?

-Elegí uno recontra exclusivo, ya reservé para tres, pero antes debo hacer una pasadita por la iglesia para lavar mis pecados.

Al ratito de andar paramos en una capilla. Yo pensé que bajaba Andrea sola pero estaba equivocada....bajábamos las tres. Que vergüenza que sentía, por favor, para colmo de males Dolly cada dos por tres le daba un saque con el control remoto a mi vibrador y las guachas se mataban de risa. Encima yo no podía abrir la boca ya que todavía tenia la bombacha. Estuvimos unos 10 minutos y volvimos al auto.

Cuando llegamos a restaurante Dolly me sacó la bombacha de la boca y desató mis manos.

-Caminá bien, tranquila, en cuanto nos sentamos te sacás el piloto, los guantes y el pañuelo de la cabeza, no hables, nosotras pediremos por vos.

Entramos y al acomodarnos en la mesa me saque todo como me indicó Dolly. El lugar era muy elegante y fino, no había mucha gente por lo que me tranquilizé un poco.

Comimos y bebimos bastante, pude fumarme unos cigarrillos y escuchar hablar a esas dos diosas de las cosas que les hacían a sus hombres. Me costaba comportarme como mujer pero ante cada movimiento medio masculino de mi parte Dolly me daba un sacudón al vibrador. Al levantarnos debí ponerme el pañuelo, los guantes y el piloto y nos fuimos al auto. Mi problema era que tenía muchas ganas de ir al baño.

-Dolly, tengo ganas de mear.

-Aguantate hasta que lleguemos a casa.

-Es que no puedo, tengo muchas ganas

-Bueno, vamos las dos juntas.

Un verdadero despelote, la bombacha era muy alta y el corset estaba sobre ella, encima las medias con portaligas, no sabía como hacer.

-Metete en baño y levantate la pollera, con mucho cuidado sacás el pito por el costado de la bombacha y meás

Dolly era una genia, era tan simple la solución que ni se me había ocurrido, una vez que descargué me volví a la camioneta de Andrea.

-Viste que es complicado a veces para las mujeres ir al baño?, Ya que no tenemos apuro vamos a dar una vuelta por la avenida costanera.

Pude disfrutar de ese paseo, no me ataron ni amordazaron, afuera había una leve llovizna y el paisaje con el mar era hermoso. Bajaba la ventanilla y sentía las gotitas en mi cara mientras disfrutaba un cigarrillo. Andrea y Dolly charlaban amenamente. Estuvimos como 2 horas dando vueltas por la ciudad hasta que volvimos a casa. Andrea se fue porque tenía que encontrarse con unas amigas y nos quedamos solitas con Dolly.

-Bueno, ya estamos, estoy un poco cansada asi que me voy a dormir un ratito. Voy a hacer una cosa, no voy a atarte ni amordazarte, quiero que vivas como una mujer, que te sientes a ver televisión, que te arregles las uñas, te las pintes, que leas revistas de moda, es mas, quiero que dentro de un rato te cambies y que decidas vos que ponerte ¿ok?

-Si Dolly, confiá en mi.

Dolly se fue a acostar y yo me saque el pañuelo, el piloto, los guantes y los anteojos y me senté a mirar televisión, me fijaba en que mi postura fuera femenina y me puse a mirar el canal cosmopolitan. Al rato fui a la cocina y puse a calentar agua par hacerme un café, mientras eso pasaba fui a mi habitación y me saque los zapatos y el vestido, luego el corset y las medias, la bombacha con vibrador y el pañuelo del cuello. Me puse una camiseta de lycra color roja, una bombacha de lycra tipo faja, unas medias tipo pantyhose y encima unas calzas de lycra negras, me saque la peluca y envolví mi cabeza con un pañuelo de seda anudado atrás, también me puse otro pañuelo en el cuello, unas chatitas rosadas muy delicadas y me fui a preparar mi café. Busque en el baño una lima y esmalte de uñas y a ellas les dediqué parte de mi tiempo. Después de fumarme un par de cigarrillos me quedé dormida en el sillón.

Me desperté al rato con un sacudón del vibrador de mi bombacha.

-Veo que también estabas cansada, muy bien esas uñas, las revisé mientras dormías, lindo lo que te pusiste, mucha lycra y seda y veo que también te fumaste mis cigarrillos, asi que ahora te las vas a arreglar vos solita para salir y comprar un atado porque no tengo mas.

-En serio Dolly tengo que salir?

-Asi es, arreglate vos solita, toma cinco pesos.

Esto si que me daba mucho miedo. Me puse un piloto largo y los anteojos oscuros y salí a la calle. Nadie me podía conocer pero tenía terror que algo me pasara o que me parara la policía o cualquier otra cosa. Caminando muy temerosa llegué al kiosco y con mi mejor voz aflautada le pedí un atado. Pagué y creo que volví a la casa corriendo. En cuanto cerré el portón de entrada estaba súper agitada y me sentía toda transpirada pero aliviada al fin que había vuelto sin problemas.

-Pero nena, ¿por qué estas tan agitada?

-Y bueno, es la primera vez que salgo sola a la calle, volví corriendo.

-Bien, a partir de mañana lunes vas a empezar a hacer ciertas cosas. Lunes a la mañana vas a darle una mano a Eugenia, al mediodía tiene un pequeño evento y necesita una persona que lave los platos y otras cosas de limpieza. El Martes vas a trabajar con Andrea en la lencería y el Miércoles vas a trabajar con Sonia, la cosa es que no sabés de que trabaja Sonia y eso por ahora lo dejo como sorpresa. Ahora andá a tu habitación y desnudate y esperame que voy en seguida.

Me fui a mi habitación y me desnudé por completo, al toque llega Dolly y me ordena hacer pis y caca y luego bañarme. Tarde como una hora para evacuar bajo amenaza de que me haga una enema y luego me duche, me sequé y salí del baño dispuesta a cualquier cosa. Me pone una bombacha con vibrador, por suerte para mi siempre los aparatos son pequeños y ya no me molesta tenerlos siempre metidos en la cola. Medias de seda negras, portaligas, un gran corpiño con corselette y enagua de satén de seda. Me pone un delantal de raso rosa abotonado adelante y pañuelo rojo al cuello. Zapatos abotinados negros con unos cuatro centímetros de taco. Peluca rubia tipo melena y pañuelo a la cabeza atado bajo mi barbilla. Me coloca unos guantes de goma y me ata las manos a la espalda con sogas. Un pañuelo de seda pequeño dentro de mi boca, otro pañuelo que me lo hundía mas adentro atado a mi nuca y otro pañuelo mas cubriendo todo. Ató mis brazos a mi cuerpo rodeándome con varias vueltas de soga.

-En diez minutos te viene a buscar Eugenia, vas a dormir a su casa ya que mañana empiezan temprano, ojo, es bastante malvada, hacé todo lo que te diga.

-Mmmmmmmmmmffffffffmmmmm

Me toma del brazo y me lleva a la sala. En seguida suena el timbre, Eugenia. Dolly sale y abre el portón y entra con la camioneta.

-Bien, ya me la tenés lista. Mañana a la tarde te la devuelvo sana y salva.

-Tratámela bien que es nuevita.

-Pero por favor querida, soy experta en novatas.

Abrió el portón trasero de la camioneta y me tendieron en el suelo que estaba alfombrado, ataron mis pies juntos y salimos de la casa.

-Vas a ver que bien la vamos a pasar, vas a aprender muchas cosas asi cuando se vengan a vivir aca me podés venir a ayudar seguido.

Como la camioneta era una Renaul Trafic ella podía hablarme y manejar ya que yo la escuchaba aunque estaba tendida en el piso. En un momento para la camioneta y viene atrás. Me sienta.

-¿Tenés una bombacha de Dolly en la boca?

Negué con la cabeza

-¿Un pañuelo?

Asentí.

Se empezó a levantar la pollera, se sacó las pantymedias y luego la bombacha. Me sacó los dos pañuelos que rodeaban mi boca y el pequeño que tenía adentro.

-Quiero que tengas mi gusto en la lengua, abrí la boca.

Me metió su bombacha, era lycra bastante grande y estaba un poco húmeda.

-Acabé hace poquito asi que tienes deliciosos juguitos míos.

Con sus medias me dio varias vueltas a la cabeza hundiendo mas la bombacha en la boca y cubrió todo con los dos pañuelos que me había puesto Dolly. Se sentó al volante y continuó manejando hasta su casa.

Yo ya me hacía a la idea de que iba a ser una larga noche con esta loca.

Entró la camioneta al garage y abrió las puertas, desató mis pies y me ayudó a bajar. La casa era muy grande y linda decorada tipo rústica con tirantes de madera gruesos en el techo, un living muy amplio con los dormitorios tipo balcón alrededor. Por supuesto de los tirantes colgaban sogas y algunas cadenas. Me lleva a la cocina y ahí estaba Maria, su esposo. Vestida solo con bombacha, corpiño y medias, fuertemente atada a una silla y con una capucha de látex en su cabeza que se notaba que apretaba muchísimo. Eugenia con bastante trabajo le sacó la capucha. Estaba amordazada con una bombacha en su boca, un pañuelo de seda sujetándola y una ancha cinta de plomería. Se notaba que por la capucha y la mordaza le costaba respirar ya que cuando le sacó todo tomaba grandes bocanadas de aire.

-Mirá, te traje a tu amiguita, nos va a ayudar mañana en el evento. Ahora las voy a desatar a las dos, van a lavar todo y a acomodar las cosas para mañana, es mas, no las voy a amordazar así charlan y se conocen mientras trabajan.

Eugenia desató a María y luego le puso un delantal rosa parecido al mio pero de tela común, le calzó unos guantes de goma y comenzó a desatarme a mi. Finalmente quitó mi mordaza.

-¿Te gustó mi bombachota grandota toda llena de jugo?

-Si, gracias señora.

-Bien, empiecen a trabajar, yo me voy a duchar y a mirar un rato de televisión.

María me condujo hasta un depósito donde guardaban todas las cosas para los catering.

-Bueno, ya me conocés, soy Maria-Esteban, pero llamame siempre María a menos que esté vestida de hombre, aunque eso no pasa muy seguido.

-Ok, soy Ana-Alberto, sobrina de Dolly.

Mientras acomodábamos y limpiábamos nos pusimos a charlar.

-¿ Hace mucho que estas casada con Eugenia?

-12 años.

-¿ Y hace 12 que sos su esclava?

-No, esto pasó a los dos años de estar casados. Yo siempre fui muy fetichista y me gustaba de vez en cuando ponerme alguna ropita de ella pero solo para masturbarme, nada mas. Un día estaba solo en casa y me había puesto una bombacha y medias, me había vendado los ojos con un pañuelo, Eugenia tiene miles ya que le encantan y siempre usaba ya desde antes de casarnos, y me estaba masturbando en el baño. Justo cuando acabo siento un ruido...

-Eugenia

-No, dos ladrones, los muy hijos de putas me estaban mirando. En cuanto me avivé se tiraron encima mío. Me ataron las manos, me vendaron bien y me amordazaron, me tiraron en la cama y me ataron los pies, todo atado con los pañuelos de Eugenia. Lo peor de todo fue que una vez que encontraron una buena cantidad de dinero uno vino al dormitorio, me bajó la bombacha y las medias y me cogió.

-Que hijos de puta.

-Si, por suerte fue uno solo, pero me dejó ahí atado y amordazado con la bombacha y las medias bajas y con el culo roto, asi estuve hasta que llegó Eugenia.

-¿Imposible desatarse?

-Imposible, me habían atado muy fuerte y con varios pañuelos y algunas medias. Eugenia llegó y me desató. Yo le conté una historia de que los tipos me obligaron a vestirme con su ropa y después me cogieron, ella se rió y me dijo que sospechaba algo ya que había encontrado su ropa algo revuelta ya varias veces. Entonces le conté la verdad.

-Y ella se puso loca.

-Todo lo contrario, me volvió a atar, me sacó fotos y me dijo que a partir de ese momento las cosas iban a ser asi como son ahora y que sino le iba a contar a todos mis amigos. Al principio acepté de mala gana pero después me fue gustando mucho, además desde que somos así cogemos casi todos los dias en cambio de la otra manera era casi nunca.

-¿Y con tus amigos como hacés?

-Esto que te conté pasó en Misiones donde vivíamos cuando nos casamos, después nos vinimos aca a la costa y ya no tuve oportunidad de conocer a nadie. ¿y Vos?

-Dolly me encontró en su casa con su ropa y atado con unas manillas de cuero, me había atado yo con cosas de ella. Esto fue el viernes pasado asi que recién empiezo en esto.

-Si, Eugenia me contó que no es tu tía.

-Claro.

-¿Y? ¿Te gusta esto?

-Me encanta, la verdad es que me gusta mucho.

Estuvimos charlando y trabajando como dos horas. Cuando terminamos María me llevo a su dormitorio a fumar un cigarrillo y luego nos presentamos a Eugenia.

Ella estaba tendida en la cama con un amplio camisón de satén y un pañuelo en la cabeza.

-Ya terminamos, la camioneta esta cargada y todo listo para mañana.

-Muy bien, ahora vamos a jugar un rato, María atale las manos a Anita y amordazala, usá la bombacha que esta sobre la cómoda y los pañuelos que están al lado.

Maria me metió la bombacha en la boca, me ató las manos con dos pañuelos y me terminó de amordazar con otros dos. Por órden de Eugenia me quitó el delantal y los guantes de goma y sacó mi pija ya muy dura por el costado de la bombacha, me ayudó a subir a la cama y a sentarme sobre las tetas de Eugenia, mientras Eugenia me chupaba la pija, María se metía bajo el camisón a chuparle la concha. La guacha rugía como una loba y le daba marcha a el consolador de mi culo con el control remoto. Creo que acabamos las tres juntas después de un largo rato.

Al parecer la loca quedó cansada y le ordenó a María llevarme a mi habitación y que la esperara allí.

En mi habitación había una cama, un ropero y una silla. Eugenia entra y me ordena sacarme el delantal, los guantes y los zapatos. Abrió el ropero y era impresionante la cantidad de cosas que había allí. Sogas, cadenas, manillas, mordazas, capuchas, látigos, correas, de todo y para todos los gustos. Me ordenó darme vuelta y me ató las manos a la espalda, luego sujetó mis brazos al cuerpo con muchas vueltas, mis miembros quedaron absolutamente inmovilizados y bastante incómoda estaba. Luego se sacó la bombacha y me la metió en la boca, con una mordaza de pelota de caucho me la aseguró y la ató con correas a mi nuca, luego un pañuelo cubriendo todo. Para terminar con mi embozamiento una capucha de cuero totalmente cerrada que se ajustaba por detrás, solo dos pequeños orificios para la nariz. Me acostó en la cama boca abajo y me ato los tobillos, las rodillas y los muslos y luego juntó mis manos con mis pies haciendo mas incómoda la posición todavía. Así me dejó. La noche iba a ser dura y no iba a poder descansar nada de nada.

Pese a mi incómoda situación en algún momento me quedé dormida. Me desperté, sin saber cuanto tiempo había pasado, cuando sentí que alguien me empezaba desatar. Soltó mis pies de mis manos y las ataduras del cuerpo, luego las manos y finalmente la capucha. Era María. Me sacó el pañuelo, la ball gag y la bombacha de la boca.

-Eugenia me dijo que venga a esta hora y te desate, dormí y descansá faltan unas 4 horas todavía. Ponete este camisón y acostate.

Me puse el camisón y me saque el pañuelo de la cabeza y la peluca y me tiré a descansar como la gente.

A las seis de la mañana viene nuevamente María a despertarme. Me pongo la peluca, el pañuelo del cuello, el delantal de raso rosa, los zapatos abotinados y los guantes de goma. El pañuelo que llevaba en la cabeza lo llevo en la mano y me presento ante Eugenia. Ella estaba vestida con un vestido rojo de raso muy ceñido y cerrado, medias negras, zapatos con mucho taco y una peluca rubia con el pelo muy batido y alto adornado con unas plumas negras, el vestido tenía apliques de puntilla en el cuello, puños y el ruedo de la pollera que era muy tubo y larga. María estaba vestida igual que yo. Nos ató las manos a las dos por adelante y nos subimos a la camioneta. Llegamos a un salón y comenzamos a preparar las mesas, era para unas 20 personas. Yo tenía terror de que me hicieran servir las mesas, pensé que solo iba a lavar platos y esas cosas. Entre que preparamos todo e hicimos la comida se hicieron las 12,30 del mediodía, afuera estaba muy nublado y lloviznaba. Fue en ese momento que llegó la primera persona. Cuando la vi de lejos noté que estaba vestida parecida a Eugenia, llevaba en un principio un piloto y pañuelo a la cabeza. María la ayudó con la ropa y luego se acercó adonde estaba yo. Era una travesti, muy alta y corpulenta y de unos 55 años.

-Hola linda, yo soy Jessica, la anfitriona del evento, encantada.

-El placer es mío señora.

-Muy bien Eugenia, debo felicitarte por el personal que siempre traés, que educaditas que son, una maravilla.

-Gracias Jessica, siempre trato de brindar el mejor servicio.

La cosa es que fueron llegando todas....y eran todas travestis de 50 años para arriba, todas unas diosas, pintarrajeadas al máximo, después me enteré que se llamaban Drags Queens. Casi todas estaban casadas y llevaban vidas normales, todas eran o profesionales o empresarios en sus vidas y cada dos años organizaban este evento. Servimos entre María Eugenia y yo y la fiesta salió perfecta. Como a las 5 de la tarde se fue la última y nosotras nos pusimos a lavar y a acomodar y limpiar. Cuando terminamos cargamos la camioneta y nos fuimos. En el viaje María me ató las manos a la espalda, me amordazó me puso el pañuelo en la cabeza y me vendó los ojos. Siento que la camioneta entra en un lugar y me bajan. Por los ruidos me di cuenta que estaba en casa de Dolly.

-Muy bien, ¿cómo les fue?

-Bárbaro, Anita es una diosa, muy laburadora, para este evento fue genial. Mil gracias por prestármela.

-Hoy fue préstamo, cuando nos vengamos a vivir vas a tener que pagarle.

-Por supuesto, será un placer. Me voy querida que todavía tengo mucho por hacer.

Entramos a la casa y Dolly me saca la venda de los ojos, el pañuelo de la cabeza y la mordaza.

-¿Asi que estuvo bien?

-Si, todo bien.

-Que te hizo Eugenia, contame porque alguna maldad debe haber hecho.

-No, nada, lo único fue que me tuvo unas horas muy atada e incómoda con una mordaza muy severa y encapuchada.

-¿Que habías hecho vos?

-Nada fue después de tener sexo.

-Que guacha, que necesidad tiene de hacer esas cosas.

-Pero, me gustó, al principio es un poco incómodo pero no me molestó tanto.

-Mmmm, ¿en serio te gustó?, porque a mi también me gusta a veces atar fuerte.

-Por vos me lo banco sin problema.

-Bueno, ya veremos, andá a bañarte.

Me desató las manos y me fui a bañar. Estuve como una hora en un baño de inmersión muy relajante y reconfortante. Una vez que me seque y me puse un poco de talco salí del baño y me encontré con ropa que Dolly me había preparado. Una bombacha común de lycra, pantymedias, corpiño, un hermoso camisón de satén de seda color rosa con una larga bata del mismo color, pañuelo para la cabeza y otro para el cuello y unas pantuflas rosadas muy lindas. Cuando llegue al living Dolly estaba vestida exactamente igual que yo.

-Sentate y relajate, pedí unas empanadas para comer.

-Gracias Dolly vos me tratás muy bien.

-Porque vos sos buena, igual no soy siempre asi, me gusta tener atadas y amordazadas a mis chicas, pero hoy trabajaste mucho y mañana también vas a trabajar mucho, vas a estar mucho tiempo parada en la lencería asi que para que te vistas mañana te voy a dejar unas medias muy especiales que comprimen la pierna y a la vez la relajan, al principio parecen calzas pero te puedo asegurar que son maravillosas y unos zapatitos cerrados muy lindos que son muy cómodos.

-¿pero voy a tener que atender a la gente?

-Solo a algunos clientes muy especiales. Andrea sabe bien que hacer.

Ya vinieron las empanadas, toma plata y atendelo por la ventanita del portón asi no te ve, la plata está justa.

Cada vez tenía mas contacto con el mundo exterior y cada vez me preocupaba menos.

Comimos y tomamos un buen vino y luego nos vimos una película en la tele.

Realmente me sentía muy cómoda en mi nueva vida y estar relajada mirando una película y sentir el satén rozando mis piernas enfundadas en sedosas medias era maravilloso, trataba siempre de hacer poses lo mas femeninas posibles aunque ya casi me salían naturalmente.

Al terminar la película Dolly me acompañó hasta el baño e hice pis como una buena chica y luego a mi dormitorio donde me ató las manos adelante con un pañuelo de seda para dormir.

Dormí de un tirón hasta las siete de la mañana hora en la que Dolly me despertó y me pidió que le haga el desayuno. Me desató y se volvió a la cama. Me lavé un poco, le preparé el desayuno y se lo llevé a su dormitorio.

-Bien, mientras tomo esto poné a llenar la bañera con agua tibia y vos desnudate y quedate solo con la bombacha y el pañuelo de la cabeza.

Fui a su baño y preparé todo, puse unas sales en el agua y me desnudé. Ella entro al rato y se sacó el camisón y la ropa interior, todo su cuerpo era hermoso y firme, una piel suave y tersa. Se metió en el agua lentamente y yo debía bañarla y enjabonarla, era muy excitante esta tarea, notaba como se excitaba cuando enjabonaba su concha y su culo, además yo hacía todo con gran suavidad asi que eran como caricias y ella disfrutaba mucho eso.

Luego lavé su cabeza con un shampoo especial que ella usa y le aplique crema de enjuague.

Al salir sequé todo su cuerpo y le pase un poco de talco.

Volvimos al dormitorio y la ayudé con la bombacha, el corpiño y las medias, me excitaba mucho vestirla y se notaba a travéz del terrible bulto de mi bombacha.

-Se nota que te excita vestirme.

-Si Dolly, me encanta.

-Esto lo vas a hacer casi todas las mañanas. Cuando duermas destada me vas a venir a despertar vos directamente con el desayuno y preparás el baño. Cuando te ate las manos solamente como hoy vas a venir a despertarme para que te desate y luego hacés todo, el resto de los días ya veremos.

-Si Dolly, será un placer.

-Bien, ahora andá y vestite, vas a encontrar toda tu ropa sobre la cama.

En mi cuarto tenía ya todo preparado, una bombacha grande con vibrador, body modelador todo de lycra blanca, las medias especiales, otra bombacha mas pequeña, camisa de raso roja y un trajecito de tweed con una larga pollera tubo, zapatos abotinados con taco alto pero ancho, pañuelo de seda multicolor al cuello, peluca morocha y un piloto largo.

Nos encontramos en el living, se había puesto ruleros y los cubría con un enorme pañuelo de seda verde y negro, vestía una remera de lycra con un saquito abierto, pollera de cuero, medias negras y sandalias. Pañuelo infaltable al cuello.

-Bueno, vamos a completar tu atuendo con un pañuelo a la cabeza, y unos buenos anteojos oscuros, pero antes te voy a pintar un poco para disimular.

Me maquillo bastante, me colocó el pañuelo en la cabeza y los anteojos y salimos.

Llegamos a la lencería a las 9 de la mañana y justo estaba Andrea abriendo el local.

-Que puntual, menos mal que trajiste a la nueva empleada.

-Aca te la dejo toda preparadita, yo me voy a la peluquería.

-Andá tranquila, yo me encargo. Hola Anita, ¿cómo estas?

-Bien gracias, un poco nerviosa.

-No te preocupes, la vamos a pasar muy bien.

Entramos y Andrea encendió todas las luces, me ordenó sacarme el piloto, el pañuelo de la cabeza y los anteojos y que vaya a la cocinita a prepararle unos mates.

Cuando le llevé el primer mate ya estaba con una clienta, mi corazón se aceleró a mil, bajé la cabeza y le di el mate a Andrea. La señora pareció casi ni se dio cuenta que yo estaba, compraba unas medias comunes y nada mas. Al tercer mate seguía la misma mujer y ya había dos personas mas.

-Anita, dame una mano y atendé a la señora. Ella la va a atender, tengale paciencia que es nuevita, cualquier cosita me pregunta a mi.

Me queria moriiiiiiiirrrrrrrrrrrrr, yo no tenía ni idea y tenía pánico que me descubrieran. Me dirigí a otro mostrador tratando de tapar mi cara con el pelo.

-Hola, quisiera un corpiño talla 100 color negro sin breteles.

Andrea me indicó donde estaban y llevé varios modelos para que la mujer los viera. Seguía sin dirigirle la palabra, parecía una mudita.

-Estos estan lindos, cuanto cuestan.

-No se, eso se lo pregunta a ella.

Dije con una estúpida voz aflautada.

-Mejor me los pruebo, asi nomas como para ver como me van.

La lleve hacia los probadores y la mujer entró en uno. Enseguida sale con las tetas al aire pidiéndome que se lo acomode, yo me moría.

-Me parece que necesito una talla 120, esto no me sostiene nada.

Me voy a buscarle otra talla mas grande y regreso con otros modelos, la mujer seguía en el medio del pasillo con las tetas al aire. La ayude a calzarlo y le gustó como quedaba.

Pero no le gustaba mucho el modelo asi que traje 4 modelos mas. La muy turra me tenia con los brazos extendidos hacia delante en los que había colgado todos los corpiños y se los iba probando. Hasta que por fin eligió uno pagó y se fue. Andrea ya había despachado a varias y nos quedamos solitas.

-¿Te está gustando vivir con Dolly?

-Si, me encanta, es una mujer increíble.

-Decímelo a mi, yo casi la considero mi mamá, si no fuera por ella estaría en la calle. Hace unos años yo trabajaba de prostituta en la calle. Una noche un tipo se me estaba jodiendo, estábamos en un bar, Dolly estaba ahí, el tipo se puso loco en un momento, además estaba un poco en pedo, y me pegó un cachetazo. Ahí nomás, Dolly se paró y le dio una descarga eléctrica con uno de esos aparatitos de autodefensa, el tipo se quedó ahí seco. Me sacó del bar y me llevó a su casa, me cuidó de una manera maravillosa y me quedé a dormir ahí. Al otro día le dije que quería trabajar para ella que haría lo que sea que sería su sirvienta de por vida si me sacaba de la calle. Ella, lejos de humillarme me propuso que atienda un negocio que estaba por poner en la ciudad, y aca estoy. Me puso de socia, asi que mi vida es de Dolly por siempre.

-Que historia maravillosa que me contás, sabía que era un buena mujer pero no me imaginaba tanto.

La mañana paso sin sobresaltos, muy tranquila, yo le cebaba mate y ella atendía y charlábamos mucho. A las 13 hora llega Dolly con su pelo recién hecho.

-¿Y, como les fue a mis putitas preferidas?

-Muy bien, Anita hasta atendió a una loca, todo muy bien. ¿Vamos a comer?

-Por favor, estoy muerta de hambre. Pero vamos nosotras dos, tengo cosas que hablar.

-¿Y que hacemos con la nena?

-Atender sola no puede, asi que un poco de disciplina no le va a venir nada mal, encargate.

Andrea me llevo al fondo de la tienda donde había toneladas de ropa por todos lados.

Primero ató mis manos a la espalda y luego mis codos, mis brazos fueron sujetados por varias vueltas de soga muy firmemente. De un cajón sacó una bombacha de seda nueva y me la metió en la boca, era bastante grande y debía abrir mucho la boca. Me la aseguró con un pañuelo que me la metía mas y dos pañuelos doblados mas anchos que me cubrían casi por completo la cara. Me paró contra una columna y me ató con muchas sogas los tobillos, y las rodillas, dio muchas vueltas parecía un matambre, me podía ver en un gran espejo que tenía delante de mí. Me vendó los ojos con dos pañuelos mas y me ató a la columna con mas sogas.

-Espero que estés cómoda amorosa, en unas horitas venimos, pero no te voy a dejar tan cómoda.

¿Cómoda, esto es cómoda, que mas me podía atar?

-Mmmmmmfffffffffffmmmmmmmmm

Atar nada, prendió el vibrador, se ve que esto ya lo habían planeado y me iban a dejar de todas formas.

No escuché cuando cerraron el local debido a todo los pañuelos que rodeaban mi cabeza.

Estaba realmente muy incómoda y encima el vibrador me producía mucha excitación, en poco rato ya había acabado dos veces así que me sentía bastante sucia. Las muy guachas volvieron como a las 4 de la tarde. Lo peor de todo fue que sin decirme nada solo me desataron de la columna y me llevaron a los saltitos hasta el salón principal, allí me acostaron en el piso y se pusieron a atender gente. Si las pobres señoras que iban a comprar sabían que me tenían en el piso atada y amordazada se hubiera armado un gran lío.

Así permanecí hasta las 8 de la noche, hora en que cerraban el negocio. Dolly me desató las piernas y me ayudó a pararme, apagaron el vibrador.

-Andrea, ayudame que le ponemos el piloto, me la llevo así.

Entre las dos me pusieron el piloto sobre los hombros, un pañuelo a la cabeza atado bajo mi barbilla y un gran par de anteojos disimulaban bastante mi embozamiento de seda.

-Chau dulce, fue un placer trabajar con vos.

Dolly me guió hasta la camioneta y me ayudó a subir.

Llegamos a la casa y me bajó, me sacó todo y me desató, también fue liberada mi venda y mi mordaza.

-Andá a tu habitación, desvestite y bañate y luego vení a hacer la comida, vestite vos solita.

Tenía muy mojada la bombacha por las veces que acabé, me dí un baño mas o menos rápido y luego a decidir que me ponía. Agarré una bombacha de lycra de tiro alto color roja, pantymedias color tostado, un hermoso corpiño rosa, camisón de seda, pañuelo al cuello, otro a la cabeza y unas pantuflas rosaditas.

Me fui directamente a la cocina y preparé unas hamburguesas y un par de omelettes de jamón y queso. Serví la mesa y llamé a Dolly que estaba en su habitación. Nos sentamos en silencio a comer mientras veíamos un poco de televisión.

-¿Mañana voy a trabajar con Sonia?

-Si

-¿Y en que trabaja ella?

-Te vas a enterar mañana, sorpresa.

-¿Por qué tanta intriga?

-Sonia es muy especial, ya vas a ver.

Terminamos de comer y me puse a lavar los platos, luego me senté con Dolly frente al televisor a fumarme un cigarrillo.

Como a las 11 de la noche Dolly me indica que es hora de dormir, pero que igualmente mañana no íbamos a salir temprano pero que a eso de las 10 de la mañana la despertara, eso indicaba que no iba a dormir atada asi que iba a aprovechar para descansar. Me acosté a dormir con mi hermoso camisón de satén rodeada por maravillosas sábanas de raso.

A las 9 y 30 sonó el despertador y me fui a prepararle el desayuno a Dolly. Llevo la bandeja a su dormitorio y la despierto suavemente.

-Dolly ya son las 10 de la mañana, aca tenés el desayuno.

-Muy bien, vamos aprendiendo y cumpliendo. Andá a desayunar vos y después vas al baño y hacé todas tus necesidades, va a ser un largo día.

Cual sería la sorpresa de hoy, estaba muy intrigada. Desayuné y me fui al baño, estuve como una hora pero creo que quedé limpita limpita, cuando salgo del baño Dolly estaba esperándome y preparando la ropa.

Primero un vibrador de un tamaño mediano, un poco mas grande que los que había usado hasta ahora, además este no estaba integrado a la bombacha y la base se metía bien en mi rayita no dejando nada afuera, luego una bombacha modeladora con pierna, arriba un body blanco de lycra muy gruesa que modelaba mas mi cintura y tenía un corpiño armado que me hacía unas grandes tetas. Medias de seda negras agarradas al portaligas del body. :uego vino lo más interesante. Arriba me puso una chaqueta de material parecido a la goma de mangas largas que se cerraba por detrás, la goma tomaba lentamente mis curvas hasta quedar fuertemente ajustada, luego una pollera también del mismo material larga hasta mis tobillos, en mi cadera y muslos se ajustaba bastante y mas abajo caía libre pero permitiéndome muy poco movimiento. Me calzó unos zapatos cerrados con mucho taco tipo botitas cortas cerrados con cordones y guantes de lycra negros. Me ató las manos a la espalda y me sentó en una silla. Sacó mi pañuelo de la cabeza y me recogió todo el pelo, luego me puso un pañuelo negro cubriéndomelo todo. Metió una bombacha en mi boca y con otro pañuelo la hundió mas, me dio un vuelta en la cabeza y me lo ató adelante metiéndome el nudo en la boca, luego otro pañuelo negro doblado mas ancho sobre mi ya amordazada boca al que también ató adelante. Finalmente apareció la capucha del mismo material que la chaqueta y la pollera. Con mucho cuidado fue colocándomela, además la capucha tenía tiras a los costados para ajustarla mas. Tenía agujeros para la nariz y los ojos asi que podía ir observando todo por el espejo que tenía de frente. La capucha tomó hasta la forma del nudo del pañuelo de mi boca. Finalmente un cuello ancho de cuero me limitaba por completo el movimiento de mi cabeza. Me ayudó a levantarme y me puso un piloto muy largo y un pañuelo a la cabeza, unos anteojos negros y nos dirigimos a la camioneta donde me ayudó a subir. Se puso al volante y salimos. Recorrimos un trecho importante casi saliendo de la ciudad. Llegamos hasta una entrada que transitaba un camino rodeado de frondosas árboles hasta que apareció una gran casa casi en el medio de la nada. Unos jardines maravillosos con muchas flores, el paso perfectamente cortado. Nada me parecía extraño además de la espectacularidad de todo, hasta que noto que el jardinero llevaba pollera, lo miro mejor y noto que estaba atado a la máquina y debajo de su sombrero se notaba una mordaza. Ya empezaba a entender algo. Una mujer trabajaba en un cantero de flores, vestía de mucama y estaba esposada con algo de movimiento entre sus brazos y por supuesto amordazada. En cuanto estacionamos una criada se nos acerca y le abre la puerta a Dolly. La criada por supuesto era un hombre, vestía un delantal rosa muy largo, medias y zapatos de taco alto, pañuelo a la cabeza, otro al cuello y guantes rosas de lycra. Luego abrieron mi puerta y la criada me ayudó a bajar. Mis movimientos eran sumamente dificultosos. Subimos por una gran escalera y entramos a la casa. Era una mansión antigua completamente remodelada a nuevo, todo brillaba y estaba inmaculado. La entrada daba a una gran escalera que llevaba al primer piso y al costado un gran e imponente salón con techo muy alto y luminoso, alrededor del gran salón asomaban los balcones del primer piso y a los costados del salón era todo galerías con hermosas columnas. Estas columnas eran diez, en tres de ellas había personas atadas de diferentes maneras y amordazadas y vendadas. Al final del salón estaba Sonia.

-Hola, mi querida amiga, menos mal que me trajiste a tu criadita por un par de días.

-Aquí la dejo en tus manos, es tuya, lo único que te pido es que me la cuides.

-Pero por favor, vos sabés lo que sos para y un deseo tuyo es una órden.

-Bueno, ¿vengo mañana a la noche?

-Por favor, yo te la llevo a tu casa y comemos algo ¿te parece bien?

-Dale, te espero entonces.

Dolly le da un beso a Sonia y se dirige a mi.

-Portate bien, esto es parte de tu entrenamiento, obedecé en todo lo que Sonia y sus chicas te pidan.

-Mmmmmfffffffffmmfffffffffmmmmmmmmfffffffffmmmm

Me dio un beso en mi amordazada boca y se marchó.

Sonia le pide a la criada que me lleva a mi habitación, que me ate las piernas y me deje allí hasta que ella pudiera ir a verme. La criada me toma del brazo y me conduce por las escaleras. En el primer piso debería haber unas 20 habitaciones y fui introducida en la número tres. Me ata los tobillos con sogas y me sienta en una silla sin atarme a ella. La habitación era muy simple, una cama, la silla, un pequeño placard, ganchos en las paredes y techo y una ventana mediana adornada con cortinas de raso negras.

Al ratito entra Sonia.

-Mi querida Anita, Dolly te entregó para entrenarte, sé que sos muy sumisa y obediente asi que no creo que tengamos problemas. Te cuento, esta es mi casa, aca los hombres no son hombres son criadas y los que vienen deben trabajar, además de pagar. A algunos les gusta mas fuerte a otros mas suave pero todos se van satisfechos, mirá, la criada que te trajo hasta acá es abogado penalista de los mas pesados del país, si notaste a un jardinero en el parque, ese es un reconocido neurocirujano y una de las personas que están atadas en las columnas es el intendente de la ciudad.

-Mmmmmffffffffmmmmfffffffmmmfffff

-Voy a hacer una excepción con vos y te voy a sacar la mordaza para que puedas preguntarme lo que quieras.

Sonia me saca el pañuelo y luego la capucha y los pañuelos que me amordazan y por último la bombacha de la boca.

-Que querés saber.

-¿Que es lo que me van a hacer aca?

-Aca vas a aprender a hacer una serie de cosas que como hombre no sabés, vas aser feminizada por completo ya que das bien para ese rol, a algunos hombres solo se los viste de mujer pero a otros como vos se los feminiza por completo.

-Pero, a mi me gusta ser hombre.

-Ves, después de mi te va a gustar ser mujer y además muy sumisa y dominada, nunca vas a dejar de ser hombre pero en tu interior una mujer ya estará despierta.

Sin decir mas palabras tomó un pañuelo de seda grande y me lo introdujo en la boca por completo, con dos pañuelos mas me terminó de amordazar, luego con otro pañuelo me vendó los ojos y finalmente una capucha de cuero me cubrió la cabeza por completo y además muy ajustada, finalmente hecho a andar el vibrador que tenía en mi cola. Así me dejó por unas dos horas. Siento que apagan mi vibrador y empiezan a sacarme la capucha, luego la venda y la mordaza. Era la criada. Me desata y me desviste por completo menos mi pañuelo de cabeza. Así desnudo me conduce hasta una habitación en donde hay una camilla y soy atada a ella. Era una camilla ginecológica asi que mis piernas son atadas a las barras y mi culo queda expuesto. Me amordaza con dos pañuelos y pone en marcha el vibrador. Enseguida que la criada se va entra Sonia y otra mujer vestidas de enfermeras. Ponen a calentar algo, al sentir el olor me doy cuenta que es cera depilatoria. Dicho y hecho comienzan con la tarea de depilarme todo el cuerpo lo mas doloroso fue la entrepierna y mis pobres pendejos. Fue todo un tratamiento depilatorio, por suerte yo tenía muy poco pelo asi que no fue tan crítico. Me ponen una crema por todo el cuerpo y me dejan alli atada con el vibrador prendido por unas dos horas mas. Vuelve la criada me saca el vibrador y me desata. Me coloca una bata como las de los hospitales pero de raso color rosa y la cierra atrás, pañuelo también rosa a la cabeza y amarra mis manos por detrás. En mi boca me coloca un penis gag no muy grande y me lo ata a la nuca con correas. Me lleva a otro cuarto no muy lejos del anterior en el que había otra camilla ginecológica y otros aparatos y tubos que colgaban de la camilla. Me desata las manos y saca la bata. Me pone medias negras con banda siliconada y una capucha de goma con orificios en boca nariz y ojos. Me acuesta en la camilla. Ata mis manos por debajo muy fuertemente y mi torso a la camilla, luego mis piernas son alzadas y atadas a las barras de la camilla. También ató mis rodillas a otras barras asi que prácticamente no podía moverme. Comienza a pasarme una crema por la cola y luego destapa un aparato que estaba en un rincón cubierto con una funda. Era una cosa bastante rara pero lo que llegué a divisar fue un tremendo pene en un brazo que salía de el que se dirigió directo a mi culo. Apoyó el pene y penetró un poquito nada mas, era bastante grande asi que me dolió un poquito. Luego me puso algo que parecían sopapas en mis pechos, cada una estaba agarrada a un aparato a cada lado de la camilla, antes de ajustarlas me puso una pinza en cada pezón conectada a un cable que pasaba por el centro de la sopapa y luego si me las ajusto a cada una de mis tetitas. Finalmente colocó dos enormes bafles a los costados de mi cabeza y salió de la habitación. Enseguida entra Sonia con otra criada.

-Bueno Anita, este aparato te va a ablandar mucho, tu culito es casi virgen asi que vamos a empezar despacito, por la forma en la que estas atada es casi imposible que te muevas pero es bueno recomendarte que no intentes moverte porque te puede lastimar, lo que te queda es relajarte y gozar. Este aparatito maravilloso te va a penetrar y te va a ir largando un delicioso chorrito tibio de algo muy parecido al semen tanto a tu culo como a tu boca. Estas dos sopapas que tenes en tus pechos son un sistema maravilloso que te las va a hacer crecer un poco, vas a necesitar muchas sesiones ya que es algo lento pero es mejor que operarse, consta de impulsos eléctricos y succión asi que vas a recibir algunas descarguitas de vez en cuando pero es poco voltaje no te va hacer daño. Y por estos dos bafles vas a escuchar voces, orgasmos, gritos, susurros, etc., que además de su función psicológica evita que te quedes dormida y estés alerta con todos tus sentidos al máximo, al principio sufrirás un poco pero después te puedo asegurar que vas a gozar mucho.

Me conectó una manguerita al penis gag y vendó mis ojos con una tira de cuero que sujetó mi cabeza a la camilla con varias vueltas. Comenzé primero a escuchar los bafles, el volumen era ensordecedor. Luego prendió las sopapas y el primer sacudón eléctrico no tardó en llegar y finalmente el aparato empezó a entrar en mi culo. Entraba y salía, a veces rápido, a veces lento, giraba dentro mío, vibraba, era terrible y encima los chorrito de ese líquido tibio que recorrían todo mi interior. Al ratito nomás un chorrito en mi boca que por el largo del penis llegaba directo a mi garganta, eso me hizo atragantar un poco pero ni toser podía asi que me fui tranquilizando y a no desesperarme porque sino sería peor. Obviamente no escuché cuando se fueron ni si alguien entró en algún momento ya que el volumen era terrible, hasta la voz de mi tía que me hablaba estaba grabada.

Luego supe que estuve allí doce horas, cuando apagaron todos los aparatos yo era casi un zombi. Entre dos criadas me desataron por completo, me dejaron las medias, el pañuelo de la cabeza y la mordaza. Me llevaron a un baño y me ataron a un inodoro. Todo ese líquido que había recibido fue casi como una enema asi que evacué durante un rato. Me desataron y me pusieron en un rincón y con una manguera de agua tibia me mojaron y me obligaron a bañarme, el chorro de agua tenía bastante presión y me molestaba. Me sacaron la mordaza, el pañuelo y las medias y me secaron. Me ponen una bombacha, me vendan los ojos y me llevan a mi habitación. Allí me ponen medias, corpiño, camisón, pañuelo a la cabeza, me atan de pies y manos, me amordazan y me tiran en la cama. Pese a mi situación pude por fin descansar un poco.

Cuando me despertaron eran las nueve de la mañana, de la máquina me sacaron a las cuatro de la mañana mas o menos, mas una horita mas que me tuvieron despierta debo haber dormido unas cuatro horas pero estaba bastante bien.

Entre dos criadas me desvistieron por completo. Primero me pusieron un vibrador, luego una bombacha grande tipo faja color blanca, corpiño de raso blanco bastante armado y me ataron las manos a una argolla de la pared, ahí vino el corset que ajustaron de una forma inhumana casi no podía respirar, era muy formador, de raso rosa con ballenas y me dejó una cintura increíble. Medias negras de seda agarradas al portaligas del corset y después de desatarme las manos una enagua de satén color blanca. Lo impresionante era el vestido que sacaron del ropero. Un vestido de mucama de raso negro con aplicaciones de raso rosa en puños, cintura, cuello y ruedo, la pollera larga hasta los tobillos sumamente ajustada casi los muslos me quedaban atados, cerrado atrás con tiras como un corset. Las mangas largas también muy ceñidas se cerraban con botones, pero antes de cerrarlas me pusieron unos guantes de raso rosa. Pusieron un pañuelo negro en mi cabeza cubriéndome todo mi pelo y un collar muy ancho en mi cuello forrado en raso rosa y puntillas. Los zapatos eran cerrados con muy alto taco y finito. Me maquillaron mucho y finalmente una bombacha de seda en mi boca y un ball-gag amordazándome ajustado a mi nuca.

Me costó mucho caminar con los tacos, además mis pasos era muy cortitos por la estrechez de la pollera. Lo que me costó bajar la escalera no tiene nombre, varias veces debí apoyarme en las criadas para no caerme. En la gran sala de abajo estaba esperándome Sonia.

-Hola Anita, estas divina. Vamos a empezar con algo sencillo, vas a ir a la cocina a prepararme un café, Alina te va a explicar como me gusta y te va a dar todos los elementos necesarios.

Alina me conduce a la cocina en donde había dos criadas mas trabajando. Era impresionante la cantidad de hombres-criadas que esta mujer tenía a su merced. Todas estábamos amordazadas y con prohibición total de quitárnosla. Alina era una de las criadas que mas tiempo llevaba con Sonia asi que ella se sacó la mordaza para explicarme como quería el café Sonia. Un tono muy suave y sumiso salió de su boca cuando se sacó el ball-gag y el pañuelo que tenía dentro de su boca.

-Le gusta el café instantáneo, bien batido, con crema y ralladura de chocolate, aca tenés todo, no debe estar muy caliente, en cuanto lo hacés se lo llevas en una bandeja con dos obleas de chocolate, te arrodillas delante de ella y te quedás asi hasta que ella lo termine.

Alina se colocó nuevamente la mordaza y se marchó. Preparé todo y salí con la bandeja al encuentro con Sonia. Me costó mucho arrodillarme sin volcar una gota de café pero lo logré. Sonia estaba junto a una mesa eligiendo unas telas para unas cortinas, tomó un primer sorbo de café y lo dejó en la bandeja que yo sostenía mientras seguía con las telas. Una vez que terminó me quedé quietita y arrodillada.

-Ana, andá, lavá las cosas y vení para aca.

Intenté infructuosamente levantarme. La estrechez del vestido hacía imposible la tarea. Traté de dejar la bandeja en el piso e inmediatamente me sacudió un golpe de vibrador.

-No se te ocurra dejar la bandeja o apoyarte.

Como seguía arrodillada, otro sacudón. Ya me estaba poniendo muy nerviosa hasta que logré incorporarme todo esto con violentos sacudones del vibrador. Lo que pasó al levantarme fue que entre el vestido y los tacones perdí la estabilidad y caí de costado aparatosamente tirando todo a la mierda.

-Mirá que sos boluda, esto es causal de castigo pero voy a hacer una excepción por ser nuevita, levantate y recogé las cosas.

A duras penas y ahora ya con el vibrador siempre prendido me levanté y con mucho cuidado al agacharme junté la taza y la bandeja, por suerte no se había roto nada.

Llevé todo a la cocina y lo lavé, no tuve la precaución de ponerme guantes de goma y mojé muy poco mis guantes de raso. Salgo de la cocina y voy nuevamente por Sonia.

-Que de entrenamiento que te falta querida, mirá tus guantes, tenés suerte de ser la sobrina de Dolly, sino tenías para varios días de castigo. Pero ahora vení, vas a aprender algo nuevo.

Fuimos hacia el fondo del salón donde había una puerta, dentro de ese cuarto un hombre amarrado a fuertemente a una silla, amordazado y vendado, vestido con bombacha, corpiño y medias. Sonia me ata las manos a la espalda y me arrodilla ante el hombre que tenía sus piernas atadas cada una a las patas de la silla, por el costado de la bombacha saca la pija que estaba muy parada y me saca la mordaza.

-Vas a aprender a chuparla.

Sonia tomó mi cabeza y me empujó hasta la pija del hombre, me dio mucho asco al sentirla en mi boca y cuando Sonia me empujaba mas se me metía hasta la garganta. Mientras me daba instrucciones para mamarla bien, donde pasar la lengua, cuando succionar. Así me tuvo media hora, por suerte el tipo no acabó. Luego ella se sentó en una silla y se levantó la pollera y debí lamerla a ella mientras gozaba y me daba instrucciones. En momento me pide que cubra toda su concha con mi boca bien abierta y aspire, justo en ese momento acabó y mi boca se llenó de sus jugos y ella gritaba como loca. De su concha, otra vez a la pija, media hora mas y otra vez a la concha. Ese procedimiento lo hicimos cinco veces mas, yo estaba muerta de cansancio y mi boca ya no podía mas. Para colmo de males después de su quinta acabada agarró su bombacha del piso y me la metió en la boca para sujetarla nuevamente con el ball-gag.

Desató mis manos y me ordenó subir a mi habitación, descansar y bajar en cuanto escuchara una campanilla.

Subir la escalera fue una tortura pero llegué a mi dormitorio, cerré la puerta y me saqué el ball-gag y la bombacha de la boca para aflojar un poco mis mandíbulas, había una jarrita con agua así que la bebí con ansias y me senté en la cama.

Al ratito nomás suena la campanilla, me coloco nuevamente la mordaza y voy hacia abajo. Seguí a las criadas que se dirgían hacia el fondo de la casa. Allí había una habitación bastante grande con cuatro mesas. Eramos ocho y nos sentamos en dos grupos de cuatro. Las dos criadas que antes vi en la cocina comenzaron a traernos nuestros platos de sopa. Una vez servidas todas se sacan las mordazas y las dejan sobre la mesa. Alguna tenían bola y bombacha como yo, otras pañuelos, una tenía un penis-gag enorme. Comenzamos en absoluto silencio a tomar nuestro almuerzo, yo las trataba de imitar, solo una mano sobre la mesa y no mirar para ningún lado. Después de la sopa, un plato de arroz. Agua para tomar y al terminar todas a colocarse la mordaza nuevamente y a seguir con sus tareas. Yo me fui a mi habitación nuevamente. A los pocos minutos me viene a buscar una criada y me lleva hasta Sonia que estaba sentada en un gran sillón en el salón principal.

-Bueno Anita, por pedido de tu tía tu tratamiento va a ser en varias etapas, esto es solo el comienzo, cuando se vengan a vivir aca la cosa va a ser distinta ya que vamos a tener mucho rato para estar juntas, además vos me caes bien y sos la sobrina de mi amiga mas amada, asi que aca vas a tener trabajo asegurado. Ese uniforme de mucamita es un regalo que te hago junto con toda la ropita que llevás puesta y mi bombachita de tu boca para que siempre te acuerdes de mi. Ahora vamos que te voy a llevar a lo de Dolly.

Ataron mis manos atrás, me subieron a la 4 x 4 de Sonia y salimos.

El día estaba soleado y agradable pero no había mucha gente en la calle, la camioneta tenía vidrios polarizados asi que era imposible que me vieran. Sonia no decía nada y fumaba y yo me moría por un cigarrillo.

-Mmmmffffffffffmmmmfffffffffffmmmm

-Que pasa?

-Mffffmmmffffffffmmmfmfmfmmf

-Esperá que te saque la mordaza.

Desabrocha la bola y me saca la bombacha de la boca.

-Yo se que no está bien lo que te voy a pedir pero, ¿me darías un cigarrillo?

-Jajajajajaja, mirá yo quiero que entiendas como es este juego. Con todos los tipos que vos viste ahí adentro yo soy bastante mala, pero solo ahí adentro, cuando salimos y estamos en nuestras vidas normales somos hasta amigos con algunos, quizás vos no entendiste eso todavía pero vas a tener muchos ratos normales en tu vida. No queremos llevarte a la esclavitud, se trata de que goces y que gocemos. Lo hacemos asi para que sea mas divertido pero a veces no da para jugar, entonces no jugamos. Dame que te desato, te voy a sacar este cuellote, lo que no puedo sacarte es el vibrador, eso cuando lleguemos a tu casa.

Me encantó lo que me dijo Sonia, me gustaba mucho todo lo que había vivido hasta ahora pero no me hubiese gustado vivir asi el resto de mi vida, asi que sus palabras me trajeron alivio y placer. Fumamos y charlamos durante largo rato, dimos vueltas por el centro de la ciudad. Me contó cuando la conoció a Dolly y lo que la quiere, hasta han sido pareja.

Llegamos a la casa de Dolly y Sonia bajó conmigo. Ya me había acostumbrado al vestido de mucama y caminaba como si lo hubiera tenido desde toda la vida.

-Pero que belleza que estas hecha.

-¿Te gusto Dolly?. Obra de tu amiga Sonia.

-Jajajajaja, va a andar muy bien, es una buena persona. Le aplicamos el aparato durante doce horas, terminó muerta pero se la bancó bien. Y ya le empezamos a dar en los pechos, algo ya tiene pero es poquito.

-Igual no me gustaría que tenga mucho busto, tiene que seguir siendo hombre sino la madre me mata.

-Bien, las dejo solitas que tengo que seguir trabajando, Chau, suerte.

-Chau Sonia, muchas gracias por todo lo que hablamos.

-Chau, nos vemos pronto.

Dolly me ayudó a sacarme toda la ropa y luego me di un baño reparador de casi una hora. Cuando salí me puse una hermosa bombacha rosa, pantymedias, corpiño, un hermoso camisón largo de satén dorado, pañuelo a la cabeza, otro al cuello y sandalias bajitas. Voy a la sala y Dolly estaba hablando por teléfono.

-Lo siento mucho Anita, pero mañana a la mañana nos tenemos que ir, me llamaron del trabajo que tengo que estar allá a las 4 de la tarde por un cliente importante.

-Bueno Dolly, no hay problemas.

-Asi que vamos a aprovechar el poco tiempo que nos queda.

Me llevó a su dormitorio y me sacó el camisón. Ató mis manos adelante con una chalina de seda y me amordazó con un pañuelo de seda metido en la boca y otro mordiéndolo atado a mi nuca. Luego me hizo recostar en la cama, me bajó la bombacha y me introdujo un vibrador mediano. Me subió la bombacha nuevamente y me acostó boca arriba, ató mis manos a la cabecera de la ama y mis pies a la otra punta con pañuelos de seda. Se sacó su camisón y comenzó a besarme el pito por sobre la bombacha. Mi pija parecía que iba romper las costuras de la bombacha de lo grande que estaba. Me besaba todo el cuerpo y me acariciaba tambien con otros pañuelos que había en la cama. Se bajó la bombacha y sacó me bajó la bombacha y las medias, me cabalgó y se metió mi pija hasta el fondo. Yop solo podía ver sus tetas subiendo y bajando, gritaba como una loca hasta que acabamos los dos. Pensé que alli terminaba pero no. Prendió el vibrador, me sacó la mordaza y me empezó a besar apasionadamente comiéndose mi lengua y mis labios, mi erección no tardó en volver. Soltó mis manos de la cabecera de la cama pero no me las desató. Puso sus piernas enfundadas en medias de seda a los costados de mi cabeza e incrustó su concha en mi boca, ella se abalanzó sobre mi pija y mis manos por fin pudieron acariciar esas hermosas tetas por sobre el corpiño. Mi lengua se metía en su concha provocándole mucho placer y yo estaba en la gloria con la mamada maravillosa que ella mi hacía y el vibrador trabajando en mi culo. Acabamos los dos y me tragué todos sus jugos. Me desató los pies y me levantó de la cama. Sacó un penis gag de su mesa de luz y me lo metió en la boca, tenía otro pene que salía hacia fuera. Se sentó en la cama y abrió sus piernas me arrodillé delante de ella y le introduje el falo. Ella apretaba mi cabeza con sus maravillosas piernas y con sus manos, yo entraba y salía con el falo y acariciaba con mis manos atadas sus sedosas piernas. Con un pañuelo me vendo los ojos hasta que pegó un terrible grito de placer y me empujó hacia atrás. Me hizo parar y me sacó el penis gag, desató mis manos y me las volvió a atar pero atrás, me metió una bombacha en la boca y me la aseguró con dos pañuelos, me acostó en la cama boca arriba y ató mis tobillos con pañuelos de seda, luego con unas correas de cuero sujetó mis rodillas y las ató a la cabecera de la cama quedando con mis piernas hacia arriba. Sacó de un cajón un pene con arnés y se lo empezó a sujetar en la cintura. Me bajó las medias y la bombacha hasta mis atadas rodillas y me sacó el vibrador. Se arrodilló delante de mi culo sobre la cama y me empezo a pentrar y encima con una mano envolvió mi pija en un pañuelo de seda y me pajeaba. No podía gritar por la mordaza pero lo hubiera hecho sin dudas ya que el placer era indescriptible. Dejé un gran enchastre de semen en la seda que me envolvía el miembro y Dolly quitó su pene artificial de mi culito. Ahí si se detuvo, estaba exhausta y yo también. Me dejó el pañuelo envuelto en la pija y se fue de la habitación dejándome atada y con el culo al aire. Volvió a los pocos minutos fumándose un cigarrillo y soltó mis piernas, me ayudó a pararme y me acomodó la ropa interior, sin decirme nada me tomó del brazo y me condujo hasta su ropero. Abrió las puertas y apretó un botón del estante y se abrió una puerta de costado que daba a unas escaleras. Bajamos y prendió la luz. Era un sótano no muy grande pero con varios elementos de sado. Un cepo, un potro, maderas en equis con correas, un par de jaulas, cadenas, ganchos, correas, látigos, etc. Yo abrí los ojos con mucho asombro.

-Este es el lugar para los mas rebeldes, con vos no lo debo usar pero quiero que pruebes un par de cositas.

Me desató las manos y me puso en el cepo. Quedé doblado hacia delante pero de pié, me bajó la bombacha y las medias y me empezó a pegar nalgadas. Al principio no dolían pero después de un ratito empezaba a dolerme el culo. Me empezó a acariciar el ano con un pañuelo de seda y otra vez me metió el falo con arnés. Me cogió durante un rato, lo sacó y me metió un vibrador, vinó hacia delante mío y me sacó la mordaza, me obligó a chupar su pija artificial mientras me acariciaba la cabeza con un pañuelo. Al cabo de un rato me amordazó de vuelta y se fue, subiendo las escalera y apagando la luz. Asi me dejó durante largo rato con el vibrador funcionando a pleno. Cuando vuelve me saca del cepo y me lleva nuevamente arriba.

-No queria que te fueras de aca sin conocer mi sótano, ya tendremos otras oportunidades de usarlo durante mas tiempo.

Me lleva al baño y me desnuda por completo, luego me ata las manos atrás y me obliga a entrar a la bañera que esta llena de agua con sales aromáticas. Me empieza lavar todo el cuerpo pasándome suavemente la esponja y el jabón. Asi estuvimos un rato hasta que me saca de la bañera y me seca con mucho cuidado, luego me pone una bombacha, medias, corpiño y un pijama de satén rosa precioso y súper delicado, me ata las manos con unas chalinas de seda, me amordaza con su bombacha y dos pañuelos, me sienta en la cama y me ata los tobillos y las rodillas con mas chalinas de seda. Me acuesta y me arropa, me da un beso en la frente y me da las buenas noches.

Fue una noche maravillosa con Dolly, el sexo con ella es majestuoso y se aprende mucho.

Al otro día me despertó a las siete de la mañana, después de desatarme me dio mi ropa de hombre pero debía mantener mi bombacha todas las veces que pudiera. Viajamos muy bien y volví a ver a mis padres y a mis hermanas.

Terminé el colegio y me fui a vivir con Dolly a la costa con la promesa a mis padres de hacer el profesorado de historia.

Hace diez años que vivo con ella y que trabajo con sus tres amigas, tengo unas horas en un colegio en donde doy historia pero la mayor parte de mi vida la paso con Dolly y sus amigas. Hasta tuve una novia que hoy es sumisa de Dolly y mia, pero esa historia se las voy a contar en otra oportunidad.

Sedosa

sedosa1@yahoo.com.ar