Mi tía Carmen

cuento aquí como fue mi primera experiencia sexual, nada más y nada menos que con mi tía.

Hola, antes de empezar quiero deciros que este relato es 100% real. Me llamó Patxi y tengo 18 años y soy de Barcelona y la historia que voy a relatar, pasó esta pasada semana santa, cuando aún tenía 17, os contaré como por una discusión muy oportuna de mi tía con su marido, conseguí hacer realidad mi mayor fantasía, perder la virginidad a manos de mi tía. Mi tía es una mujer de 49 años muy bajita 1’50 aproximadamente, pelo corto morena de piel, pechitos pequeños y un gran culo que m ponía cachondísimo.Esta se disponia a viajar a Castellón, donde ella , otra tía mia y nosotros tenemos cada uno un apartamento, pero por la ya mencionada anteriormente discusión, mi tía decidió no ir y quedarse en Barcelona, donde yo también me iba a quedar solo, pero bueno ya no me enrollo más esto fue lo que pasó:

  • Pues tu tía Carmen no va al final a Castellón para Semana Santa- me dijo mi madre.

¿Y eso?- pregunté con curiosidad.

Pues nada que han discutido y tu tía ya sabes el genio que tiene.

Vamos que san rallao y ya no van.

¡Que va! La que no va es tu tía, tu tío y tu prima si que van, así que, como tu tampoco vas al menos a dormir te vas a casa de tu tía, que así yo me quedo más tranquila, vale hijo.

( Ni en mis mejores sueños me imaginé que pudieran darme mejores noticias, ya que desde que tengo apetito sexual, y hace tiempo que lo tengo, deseo follarme a mí tía, que no es que sea gran cosa, pero es que a mi las maduritas me vuelven loco, y la verdad es que ella a sus 49 añitos tampoco está tan mal)

Si no queda más remedio...- respondí con ironía.

Por fin llegó el gran día, era miércoles 16 de abril, y si todo salía como yo esperaba, por fin iba a tirarme a mi tía, yo sabía que no iba ha ser tarea fácil, pero saber que tendría 5 días para intentarlo y que mi tía estaba hasta el mismísimo coño de su marido, tanto que están pensando en separarse, me daba mucha moral.

Tres horas más tarde aprox., a las 21.15h, me llamó mi madre, para decirme que habían llegado bien.

Te vas a ir al final a dormir con la tita- me preguntó.

Si, y a cenar también, si ya me iba, me has pillao en casa por los pelos, así que te dejo, un beso mami, te quiero.

Bueno hijo un beso, adiós.

Adiós.

Mientras la cena:

Oye tita que yo me acuesto contigo en la cama eh.

¿Cómo que tu te acuestas conmigo?, y eso ¿Por qué?

Porque me da mal rollito dormir aquí solo con las cosas que pasan.(en casa de mi tía se escuchan unos ruidos extraños)

Pero si yo voy a estar en la habitación de al lado, y además ya no pasa nada.

Si no pasa ahora, pasaba antes, así que o me acuesto contigo o me voy a mi casa.

Bueno, está bien, acuéstate conmigo, sí así te quedas más tranquilo...

Habiendo conseguido, que accediera a que me acostara con ella, ya había conseguido algo, ya que mientras no hiciéramos el amor, podía consolarme metiéndole mano mientras ella estuviera durmiendo.

Cuando yo decidí acostarme, mi tía llevaba ya algo más de una hora acostada. Me acosté a su lado, y comprobé que estuviera bien dormida.

Sólo con ver lo que llevaba puesto, me entraron ganas de masturbarme, y es que parecía que era mi tía la que quería follar, llevaba puesto un camisón blanco de seda que le llegaba un poco más abajo del coño, con el cuál, al no llevar sujetador se le trasparentaban los pezones. Levanté su camisón para ver como eran sus bragas, y al verlas casi me corro, eran de licra tan blancas, que los negros pelos de su coño se transparentaban a través de ellas, incitándome a acariciar ese regalo de Dios. Mientras acariciaba la parte más íntima de su cuerpo, sin tan siquiera bajarle las bragas, no dejé de pensar en lo que iba a hacer, o me pasaba toda la noche acariciando su cuerpo, o le bajaba las bragas, y sin decirle nada se la metía, eligiendo esta opción, había tres posibilidades, primera, que no se enterara, segunda y la que más me gustaba que de tanto placer se despertara pidiéndome que siguiera y tercera y más probable, que se despertara, me pegara una hostia y se cabreara tanto que me echaría de su casa perdiendo así toda oportunidad de llevarla al huerto. Por lo tanto decidí despertarla y proponérselo, pero no despertarla y decirle, oye tita vamos a follar, no, así no, por que lo más seguro es que me mandara a tomar por culo, lo hice de la siguiente manera:

Tita despierta- le susurré al oído.

Al no encontrar respuesta probé despertarla, besando su cuello, hubo movimiento por su parte, pero sin llegar a despertarse, así que probé algo que seguro no fallaría, y no falló, besé y mordisqueé sus orejas hasta que por fin se despertó.

  • ¿Qué estás...

Ssss...- la corté antes de que acabara la frase, poniendo mi dedo índice sobre su boca y retirándolo, sólo para besar sus labios, mi sorpresa llegó cuando ella, en vez de apretar sus labios con fuerza, para que yo no consiguiera besarla, lo que hizo fue abrir la boca y acariciar mi lengua con la suya, respondiendo así a mi beso.

¿ Ha estado bien, no?- le pregunté mientras me incorporaba.

¿ Por qué lo has hecho?- me preguntó sin moverse.

No digas nada, y déjate llevar- le dije yo.

Entonces, llevé mi mano izquierda hasta su entrepierna, haciendo que mi tía esta vez si reaccionara.

¿ Qué estás haciendo?- me preguntó mientras apartaba mi boca de la suya con una mano y mis dedos de su coño con la otra.

Lo siento tita, pero es que no sé que es lo que me pasa contigo, que cada vez que te veo no me apetece otra cosa que no sea estar contigo, besarte, acariciarte o hacerte el amor, me vuelves loco, pero es igual, ahora mismo me voy a mi casa, perdóname por favor.

Me estaba levantando cuando, mi tía se abrazó a mí por la espalda y:

Por favor, no te vayas- me dijo, mientras besaba mi cuello y acariciaba mi cuerpo con sus manos.

Yo me di media vuelta y acaricié su cara con dulzura, mientras la besaba de nuevo -. ¿ Estás segura de querer hacerlo?- Le pregunté.

A lo mejor mañana me arrepiento, pero esta noche quiero ser tuya -. Me respondió mientras se quitaba el camisón, dejando al descubierto sus pequeños pechos (tiene una 80 de sujetador).

Esta vez, fue mi tía la que me besó mientras se echaba sobre mí quedando tumbada encima mio.

Esto lo dejo así por hoy pero prometo volver, para contaros lo que pasó, que no fue poco.