Mi tía Almudena ( continuacion de mi prima Luz)

Ya había tenido sexo con mi prima, la siguiente seria su madre

Continuación de Mi prima Luz.

Hacia unos días, mi prima Luz me había hecho una mamada de campeonato, todavía me empalmo solo de pensarlo.

Desde ese día no pude hablar con mi prima Luz, quería repetir, pero me había evitado. No me sentía culpable, los dos éramos adultos y ella se había lanzado hacia mí, por lo que solo esperaba que ella no se sintiera culpable. Pero no dejaría escapar la oportunidad de metérsela.

Me acaba de levantar de la cama con esos pensamientos en la cabeza y me dirigía al baño, iba por el pasillo, con la polla medio empalmada, ya que iba pensando en cómo seria metérsela a mi prima, sin con la mamada había sido muy decidida, con la polla dentro debería ser una fiera. Cuando al pasar por el pasillo hacia el baño, veo delante de la lavadora a alguien, como esta de culo, no sé quién es, pero esta de culo y no es mi madre, ella lo tiene más ancho y no se pondría esa falda, además me suena de haberle visto esa falda a Luz, yo diría que es ella. Me paro a un lado de la puerta de la cocina y miro hacia adentro. Por los ruidos de la casa se que no hay nadie más, no se oye la televisión, ni ruidos de pasos ni nada de nada, es domingo por la mañana y mis padres habrán salido a pasear y desayunar. Que mi prima este en casa es normal, ella y mi tía tienen copia de la llave. Al igual que nosotros tenemos una de su casa. Estaba yo pensando en esas cosas, cuando veo que se levanta y saca algo de la lavadora.

Son unos calzoncillos que he puesto para lavar, ¡es mi tía Almudena!. Se los acerca a la cara y los huele. Yo me imaginaba que mi tía Almudena era algo puta, mi madre y mi padre a veces lo decía, que si ella estaba con muchos hombres, que si que iba a aprender mi prima Luz.

Para empezar, había aprendido a mamarla de infarto. Pues ahí estaba mi tía Almudena oliendo mis calzoncillos usados, volvió a agacharse y meter la cabeza en la lavadora, es de estas de carga frontal y la veía que estaba hurgando dentro de ella, supuse que buscaba mas tesoros. Como mi tía está muy buena, una buena empalmada y me dije, que siendo su hija tan puta, la madre seguro que también lo era y me iba arriesgar, después de todo ella era la que estaba oliendo mis calzoncillos. Si debía de sentirse culpable, quería aprovechar la situación.

Como tenía la cabeza medio metida dentro de la lavadora, aproveche para acercarme despacio por detrás, deje las zapatillas de andar por casa en la puerta del baño y fui como los gatos poco a poco. Cuando llegue a la altura de ese culo, me saque la polla por un lado de los calzoncillos y le levante la falda rápidamente le aparte las bragas a un lado y le empezó a restregar la punta del capullo por su almeja. Pensé que iba a gritar, pero solo se hizo un poco más para atrás y apoyó las manos en la lavadora. Pude notar que estaba bastante mojada y me fue fácil a las pocas arremetidas metérsela hasta las bolas, dios, no me lo podía creer se la estaba metiendo a mi tía y no me decía nada, esto era alucinante. Empezó a metérsela  y sacársela mientras la agarraba por las caderas, ella empezó a gemir rápidamente, primero de forma apagada, pero poco a poco iba gimiendo más fuerte, de los empujones que le daba, tenía la cabeza casi metida dentro de la lavadora, por lo que sus gemidos, sonaban apagados.

Después de un rato de estar en esta posición ella empezó a correrse por los gemidos que dio, puso las manos en el suelo e intento sacar la cabeza, pero yo todavía no me había corrido por lo que seguí un rato mas dándole. Estaba en esas disfrutando del conejo de mi tía, cuando le oigo decir.

  • Eduardo nunca has tardado tanto, me tienes rendida.- Eduardo es mi padre.

Os podéis imaginar la cara que se me quedo. Va a ser que mi tía y primas no son las únicas liberales en esta familia.

Como estaba a punto de correrme seguí dándole a mi tía que no paraba de gemir y se había corrido alguna vez mas por los fuertes gemidos que pegaba.

Definitivamente me termine de correr dentro de ella y me retire. Ella tardo en levantarse del suelo donde se había quedado con la cabeza medio ladeada y los ojos cerrados. La deje con la falda levantada y mi sus bragas totalmente empapadas de mi corrida y sus jugos. Yo me senté en una de las sillas de la cocina con la polla en los calzoncillos y dispuesto a que mi tía supiera quien la había follado. Después de todos si mi padre se la tiraba, yo también podría sacar tajada de la calentura de mi tía Almudena.

Al cabo de u nos 5 minutos abre los ojos con cara de felicidad y una sonrisa y me mira. La cara pasa a ser de sorpresa, pero veo que reacciona rápido y me dice.

  • ya me parecía a mí que esa polla y ese aguante no eran de tu padre- dijo esto sonriéndome poniendo la cara de vicio que nunca imagine en mi tía.

  • ¿tú y mi padre os lo habéis montado ?- le pregunte.

  • y seguimos- me contesta mirando hacia mis calzoncillos.

  • que desperdicio- me dice mientras se dirige hacia mis calzoncillos y me empieza a lamer sobre estos donde estaba la mancha de semen que estaba soltando mi polla, al poco con la mano me saca la polla, lame por dentro la parte de dentro, donde estaba en contacto con la polla y luego empieza a lamerme la polla desde los huevos hasta la punta. Despacio muy despacio, me baja el prepucio y con la punta de la lengua, empieza a repasar todos los restos de liquido que hay en mi miembro. Como no podía ser, me vuelvo a empalmar y mi tía mientras tanto empieza a mamármela agarrándome los huevos, con la derecha.

Creo que lo de mamadoras lo llevan en la sangre mi tía y mi prima, por que parecen que lo necesitan y disfrutan. Esta un buen rato chupando y tragando mi polla vamos me va a sacar brillo.

Pero la jodía es tan buena que lo que pensaba que le iba a costar, no tarda tanto, empiezo a notar el palpitar preludio de la corrida, como mueve la lengua la jodía, y como succiona mi polla, parece que hacia el vacio, me recorre con la lengua el tronco de la polla y su boca es tan cálida que no puedo evitar correrme en su boca. Al igual que su hija, se lo traga todo y me repasa la polla, para que no se pierda nada, me exprime con la mano desde la base de mi miembro hasta la punta, para sacar hasta la última gota y cuando está satisfecha me la vuelve a meter en los calzoncillos.

  • ahora sí, que no se desperdicie nada y no se ensucie la ropa-