Mi tía

Esto sucedió una calurosa tarde de enero.

Estaba yo en mi casa viendo un partido de fútbol por la televisión cuando sonó el teléfono, era mi tía Victoria que preguntaba si estaba mi madre en la casa.

Yo le conteste que había salido pero que no tardaría en volver, entonces ella dijo que si podía pasar a esperarla en casa y yo le dije que si.

Antes de continuar les cuento que Vicky como le decimos en la familia es la madre de Fabiana la protagonista de mis anteriores relatos.

Ella es alta, delgada muy conservadora en la forma de vestirse, por lo que no podría decirles a esta altura sí esta buena o no.

Llego como había anunciado en su auto y lo estaciono en la entrada de mi casa. Cuando abrí la puerta casi me caigo de espalda ante la sorpresa, ver a mi tía con una diminuta minifalda y una camisa casi transparente y unas medias blancas que me dejo alucinando.

Entro en mi casa, se sentó en un sillón y empezamos a hablar de mi familia, de los estudios y de un montón de temas más.

De repente ella me dice que le había hablado a mi madre al celular y que ella no vendría hasta la noche por lo que nos quedaba casi cuatro horas de espera, ella debió ver mi cara de sorpresa porque me dijo que sabia que yo estaría solo y que por eso había decidido venir a la casa.

Me contó que mi prima le había mencionado lo que pasaba entre nosotros y que quería comprobar por ella misma porque Faby se animaba a cometer una locura como la que estaba cometiendo.

Dicho esto sin mediar mas palabras se quito la falda y la camisa y me regalo una sonrisa además de una visión de una hembra que pide a gritos ser cogida.

Yo no aguante y me tire encima de mi tía comenzando a besarnos y tocarnos por cada rincón del cuerpo.

Los años no habían hecho otra cosa que dotar a mi tía de un cuerpo maduro pero irresistible a la vez.

Pronto los dos estábamos desnudos comiéndonos la boca como dos desesperados, entre beso y beso me decía que cuando mi prima le contó de nuestro primer encuentro casi tiene un orgasmo de la calentura que se agarro y que esa noche casi mata a mi tío exprimiéndole hasta la ultima gota de semen que le quedaba. También me dijo que había pensado mucho en la posibilidad de insinuarme algo pero se había decidido por ir derecho al grano.

Se puso de espalda mi contra el sillón donde había estado sentada dándome una visión inmejorable de su rico culo bien paradito a pesar de la edad. No pude ni quise contenerme y comencé a devorarle la concha y el culo desde atrás, al cabo de unos instantes de succión sentí como se contraía todo su cuerpo y explotaba en un orgasmo que parecía no terminar nunca.

Después recostados en la alfombra empecé a penetrarla de a poco hasta que su hambrienta concha me devoro en su interior estuvimos un largo rato bombeando hasta que me hizo rodar sobre mi espalda y comenzó a cabalgarme de una manera irresistible hasta que ninguno de los dos quiso o pudo contener el orgasmo que se avecinaba a pasos agigantados y acabamos al mismo tiempo y quedamos abrazados.

Lentamente nos fuimos reponiendo, la tome de la cintura y volvimos a besarnos con pasión, nos fuimos a mi cuarto y apenas entramos la puse en cuatro patas y comencé a estimularle el ano hasta que logre meter tres dedos en su interior que sustituí por mi pene que pedía a gritos mecerse en ese rico culito. Mientras le daba por el culo con una mano le masajeaba las tetas y con la otra le tocaba el clítoris así tuvimos otra ruidosa acabada, posteriormente me tomo la pija con la mano y me dio una mamada que no olvidare mientras viva.

Luego nos vestimos y fuimos al living a esperar que llegara mi madre.

Cuando esta llego mi tía me dijo que gracias por haberla acompañado en la espera.