Mi tercera vez

Hace unos días estuve nuevamente con quien me desvirgó analmente. Lucía una hermosa erección y no pudiendo contener más mi excitación le rogué entrara nuevamente en mi canal. Nos colocamos de costados, dándole yo la espalda. Comenzó a pasarme la punta de su fenomenal glande y lentamente presionaba para dilatarme, algo que no era casi necesario, pues como estaba caliente ya, tenía el esfínter listo. Un leve ardor me indicó que acababa de recibir su delicioso glande. Empujé levemente hacia atrás y entró casi de golpe hasta la mitad. Me culeaba ahora con frenesí diciendo que le encantaba mi culo, casi recién estrenado, pues esta era la tercera penetración y yo sentía un leve dolor cuando se adentraba.

Dio un firme empujón y me la enculó totalmente haciéndome quejar del dolor que me produjo pues me había tocado el final del recto. Se detuvo y luego reinició el zangoloteo, haciéndome vibrar y gemir a un mismo tiempo. Tomándome de la cintura, me puso sobre él y desde abajo que hizo sentir su enorme pija que me llenaba tan bien. Enraba y salía a una velocidad súper y me levantaba literalmente con su enorme pija. Mis quejidos inundaban el sitio, pero él parecía estar en otro mundo, y yo ¡para que les cuento!...

Media hora duró esta bella jodienda. Quedé con el culo ardiendo, pero inmensamente satisfecho de haberlo tenido adentro. Creo que me estoy convirtiendo en pasivo. Su inmensa pija se ha adueñado de mi culo, algo que no hubiera supuesto hace cinco meses atrás cuando me la comí por vez primera. Obviamente, él sigue siendo el "pasivo" oficial de esta relación, pero no puedo dejar de agradecerle que gracias a su divina pija, me haya entrado un gusto especial por ellas, y ayer casi me como la de un pasivo con el que me encamé por tres horas. Creo que me la voy a comer ciertamente en la siguiente encamada, pues realmente es una pija súper gruesa y debe tener leche a chorros. En el siguiente relato les contaré como me ha ido.