Mi TaxyBoys
Ya con sus 25 años Tomás es dueño de un importante local de ventas de videojuegos, lleva una agitada vida entre su trabajo, la facultad y la construcción de su casa, no tiene tiempo para nada. Su vida sexual, y más su vida sentimental, estaba estancada.
Prólogo
Ya con sus 25 años Tomás es dueño de un importante local de ventas de videojuegos, lleva una agitada vida entre su trabajo, la facultad y la construcción de su casa, no tiene tiempo para nada. Su vida sexual, y más su vida sentimental, estaba estancada.
A uno de sus mejores amigos se le ocurre una idea para que al menos pueda recuperar su vida sexual.
Aunque a él no le agradaba, habiendo tantos peces en el agua ¿porque tendría que ir a la pescadería?
Mi TaxyBoy
Ya con sus 25 años Tomás es dueño de un importante local de ventas de videojuegos y accesorios para consolas, estaba a la mitad de su carrera de analista de sistemas y en plena construcción de su propia casa; hace ya 4 años que intentaba terminar su casa pero entre la facultad y su negocio creciendo cada vez más, Tomás no tenía suficiente tiempo libre, agregando también que en 4 años ya había contratado a mas de 12 albañiles, que cobran por adelantado y al pasar un tiempo no se presentan a trabajar, él todavía no podía creer la cantidad de gente que simplemente no tenía ganas de trabajar, su sueño era tener su casa terminada y poder formar una familia. Pero era otro problema, Facultad + Trabajo + Casa = vida social arruinada, no tenía tiempo ni para juntarse con sus fieles amigos, ni muchos menos para coger. Cada vez que podía se metía en unas de las tantas apps de levante gay para ver si podía y tenía la suerte encontrar algo para saciar su sed, pero como siempre no contaba con lugar ni con el tiempo y eso lo frustraba, tenía dinero, estaba feliz, pero no lograba encontrar a alguien con quien compartirlo.
-Hola Marce – Tomás se había encontrado con uno de sus viejos amigos que había pasado por el local para tomar mate, esa era la única forma que los amigos de Tomás habían encontrado para verse con él. Tenía muchos amigos y era muy querido por todos.
- ¿Hola pibe como estás, a full por lo que veo?- Tomás se encontraba levantando varias cajas de juegos para subirlas al depósito.
-Sí, hoy entró mercadería y otra vez Luis se enfermó y no pudo venir a ayudarme – contestaba algo enojado.
¿Otra vez? ¿Por qué no lo despedís, boludo? – decía Marce mientras preparaba el agua para tomar mate.
No seas boludo solo se enfermo unas… 10 veces, nada más. No puedo despedirlo por enfermarse, aparte cada vez que viene hace maravillas en el local es muy eficiente y sabe mucho – aunque Tomás a veces pensaba en despedirlo más cuando llamaba a las dos de la mañana para avisarle que no podía ir a trabajar.
Y bueno, vos sabrás, che ¿cogiste al final este finde con el chico con el que estabas hablando? – Marce cambió el tema mientras le cebaba un mate.
-No- respondió enojado – me dijo que no puedo tener la casa sola, o sea yo sin lugar + él si lugar = paja cada uno en su casa – decía Tomas medio enojado, aunque acostumbrado en los últimos años eso ya era habitual, los pequeños músculos de su brazos no eran por ir a al gym.
- Uh ¿y por qué no lo traés acá al local, en el depósito tenés un colchón inflable no?
-No seas boludo ¿quién va a querer venir al local?, aparte ¿tendría que cerrar por unas horas el local para tener un garche? Naaaa…
No, unas horas, un ratito, para una rapidito, para sacarte las ganas y la leche que debes tener acumulada.
Lo pensaré – respondió Tomás mientras tomaba el mate.
A las 13:00 de la tarde Tomás salió del local y se fue directo a la facultad, se quedó tranquilo cuando Luis le avisó que a la tarde iría él al local, tenía que reconocerlo, Luis era un gran amigo y un gran empleado, salvo las veces que se enfermaba, le había dicho varias veces que vaya al médico pero él se negaba. Al llegar a la facultad fue directamente a la cafetería a buscar algo para comer, el sabía que para llevar su estilo de vída debería respetar todas las comidas, desayuno + almuerzo + merienda + cena = corazón contento. Era muy obsesivo con comer a la hora que correspondía, si llegaba a comer un minuto tarde estaría de mal humor todo el resto del día.
A las 20:00 ya estaba en camino para su casa que compartía con el inútil de su hermano y la insoportable de su cuñada; la única razón por la que no los había mandado a la mierda incontables veces era ese pequeñito de 3 años que caminaba por toda la casa y lo abrazaba cada vez que él llegaba a casa, su sobrino era la luz de sus ojos, cada vez que llegaba a casa él estaba ahí para recibirlo, Tomás lo llenaba de regalos a pesar de lo que los padres del enano roba corazones le decían. Amaba a su sobrino, él se imaginaba que una vez que terminara su casa y su carrera se enfocaría en buscar una pareja y tener un hijo. Deseaba con todas su fuerzas tener un bebé y verlo crecer, varias veces una de sus amigas le había dicho que ella lo ayudaría con su sueño, ella quería tener la oportunidad de pasar por la experiencia de estar embarazada pero no la de criar un hijo, lo llevaría 9 meses en su panza pero él se encargaría del resto. Esa idea no le disgustaba del todo, el único problema que veía era que el niño tendría que pasar la mayor parte del tiempo con una niñera o una guardería, él no quería eso, quería pasar la parte de su día con él o ella, y dividirse las tareas de cuidado con su pareja, él no entendía pero respetaba a las familias que tenían hijos y los dos salían a trabajar dejando al niño con una niñera o en una guardería. Él no quería eso, él quería estar en cada primer paso, cada primer palabra, cada primer cagada, cada primer tropezón, buscaría la forma de, con su pareja, dividirse los tiempos para estar ahí para su hijo.
Con ese pensamiento se fue a dormir.
A la mañana siguiente Tomás se levantó devuelta con la pija dura y otra vez se tuvo que hacer una paja, agradecía que tenia gigas y gigas de porno en sus computadoras.
Al llegar al local se lo encontró a Luis quien ya tenía el mate preparado, mientras tomaba mate Luis le contaba como ayer a la noche había conocido un flaco y lo había llevado a un telo y habían tenido sexo duro, otra vez su amigo de abajo subía, pero bajó de golpe cuando se puso a razonar – ¿Luis ayer a la mañana no vino a trabajar porque estaba enfermo y a la tarde/noche fue a un telo a coger toda lo noche? – pensó - pero no dijo nada, quería a su amigo, si esa era su forma de mejorarse la aceptaría y la pondría en práctica la próxima vez que se enfermara. Aunque ni tiempo para enfermarse tenía. Un llamado lo sacó de su pensamiento, era el albañil, otro problema en su futura casa, tenía que ir a verlo.
- Hola Tomás - el albañil lo saludó con la mano.
- Hola – saludando secamente, ya había tenido tantos problemas con tantos albañiles que ya no le importaba llevarse bien con ellos, pensaba ¿cuánto tiempo me durará este albañil?
- El problema que tenemos es que los pisos de la cocina y el que va a ser la habitación de su hijo están desnivelados – sí, Tomás ya había incluido en su casa el cuarto para su hijo y también tenía una lista de todo lo que le iba a comprar – hay que romper y hacerlo de nuevo.
- ¡¡¡Que!!! Es una broma ¿no?, ¡¡¡¡Hace dos años están los pisos hechos; cómo es que con tantos albañiles que pasaron por aquí ninguno se dio cuenta de eso!!!! – furioso, se agarraba la cabeza pensando en el tiempo que esto retrasaría todo, no en la plata por que el hecho era que él estaba bien económicamente.
- No sé cómo trabajan los otros pero si es por lo que Ud. me contó me temo que no hacían bien su trabajo y se aprovechaban.
- ¿Como Ud.? – dijo tomas sin pensarlo.
- No señor yo no le pedí nada de plata para empezar el trabajo.
- Y tampoco la va a tener. Arregle esto lo antes posible- dijo y salió del lugar con mucha rabia.
Tomás paró en el lugar de comidas rápidas, no para comer, pensó que en los baños encontraría una forma de sacar su enojo, mejor dicho, pensó que en el baño encontraría a alguien para que le saque el enojo. Entró al lugar y fue directo al los baños, había tres chicos no tan lindos pero…- algo es algo y a estas alturas cualquier cosa me vendría bien – pensó.
Se acercó y se puso en el lugar vacío, dos a sus derecha y uno a su izquierda, saco su pija, si había algo que lo hacía sentir orgulloso era el tamaño de su pija bastante grande y estaba realmente orgulloso de eso, el chico que estaba a su derecha, cuando se dio cuenta que no había nadie se puso a chupar la pija del otro, Tomás se concentró en eso olvidando al chico que estaba a su izquierda, quien al ver que la pija de Tomás estaba tomando un tamaño bastante aceptable y apetecible se agachó para chuparle la pija, pegó un pequeño salto cuando sintió los labios del otro chico tomar su pija, se había olvidado de él. Rápidamente puso su mano en la cabeza y lo obligó a tragársela toda, olvidándose que estaban en un baño y que podría entrar cualquier persona. Al sentir esa boca tan caliente y esa lengua tan juguetona, no aguantó más e inundó la boca del desconocido con gran cantidad de semen, el chico medio atragantado lo escupió en el mingitorio, lo miró a los ojos y le dijo –Podrías haber avisado que te venías, puto– se alejó con cara de fastidio. Eso enojó más a Tomás –¡¡¡¡para qué mierda me chupa la pija de esa manera si no quería que le acabe en la boca, por Dios los putos están cada vez más histéricos!!!!- Al salir del baño con mas mal humor del que entró divisó en una mesa a la persona que le había estado chupando la pija con una mujer tomada de la mano- con razón – pensó y siguió su camino.
A la noche llegó a su casa y otra vez el pequeño lo esperaba, ver esos ojos, esa sonrisa, le dio fuerzas y sacó toda la mala energía y le cambió el humor. Era todo lo que necesitaba, unos minutos con su hermoso sobrino.; el más hermoso del mundo (hasta que naciera su hijo).
El ruido del celular lo sacó de su bola de cristal obligándolo dejar a su pedacito de felicidad con su padre que ya lo miraba de mala gana.
- Hola pibe no sabés lo que me pasó – Decía Marcelo desde el otro lado del teléfono.
- Me imagino; conociste a otro chico por la aplicación de levante, lo llevaste a tu casa y te cogió como los dioses – Tomás ya conocía a Marce, si lo llamaba a esa hora era para contarle la conquista de ese día, y daba la casualidad que todas las conquistas eran iguales y hoy no tenía ganas de escuchar la misma historia.
- Marce disculpá pero tuve un día muy malo y quiero dormir.
- Pará boludo que te cuento la mejor parte y te cuento la idea que se me ocurrió para solucionar tu problema de falta de sexo.
- ¿¿Qué??
- Este flaco con el que estuve anoche es un Taxyboy!!!
- ¿Y eso qué? ¿Pagaste? Marce con tantos flacos que hay afuera vas a pagar por un chongo para ponerla, déjate de joder. Enserio tuve un día complicado, estoy cansado, tengo hambre y sueño y necesito con urgencia una ducha!
- ¡¡¡No boludo pará!!! El falco no me cobro. Me dijo que le gusté. Me habló a mí por la app no yo a él, no sabía que él era taxy. Se me ocurrió que vos podrías contratar uno para sacarte las ganas, imaginá, llamás lo contratás elegís el día y el lugar vas lo cogés y listo a otra cosa mariposa, es ideal para vos, después no hay más contacto, nada de nada.
- Chau Marce me voy a dormir- diciendo eso Tomás cortó la llamada.
Apacible, durmió hasta que la mañana lo sorprendió haciéndole sentir que solo habían transcurrido un par de horas desde que llegó a casa.
Toda la mañana que estuvo en el local la idea de Marce le sonada en la cabeza, no creía que fuera necesario pagar por un chongo, habiendo tantos peces en el agua, ¿por qué tendría que ir a la pescadería?– pensó –pero aunque viéndolo de otro modo le evitaría un montón de problemas, o sea, ¿cuántas veces había cogido en estos últimos 6 meses?: 1, - que no cuenta porque no fue cogida, solo beso y caricias – 2, aunque solo el chabón se había puesto en cuatro y él le puso la pija acabó y se fue, ¿cuenta o no cuenta? – 3, el flaco era virgen y no pudo ponerla por que le dolía mucho y 4, el flaco en pleno acto empezó a decirle te amo, sos hermoso, ¿vamos a ser novios no?... esas fueron sus últimas veces y habían sido un desastre, no recordaba cuando había tenido buen sexo. Agarró su computadora y se metió en Internet a buscar acompañante masculino – total mirar no tiene nada de malo, no es que lo vaya a contactar – encontró un sitio donde tenía fotos de acompañantes. Tomás miraba casi sin ganas hasta que vio uno que le llamó la atención. Una persona de 35 años, pelo negro azabache, y una barba tipo candado. A Tomás lo volvían loco ese tipo de barbas – todas las barbas – su físico estaba bien parecía lampiño, y se notaba algo trabajado, no tanto pero algo, hizo clic en la imagen y aparecieron imágenes de su cuerpo sin ropa – mierda - gritó mientras miraba ese hermoso trasero sin pelos y esa pija tan erecta sin ni un pelo y esas piernas y esos ojos y esa barba sin darse cuenta ya había terminado de hacerse una paja en el depósito del negocio.
Levantó el teléfono con miedo y marco el número esperando que contestara…
- Hola
- Hola…si….yo…..saque tu….. número de una página….. quería saber…….- Tomás estaba muy nervioso
- Sí. Me llamo Germán trabajo en capital en mi domicilio $1200 la hora. Para dentro de dos horas tengo disponibilidad. – interrumpió algo molesto Germán.
- Eh… si… genial…si.
- La dirección es Uruguay 1995 5 B. te espero – colgó.
- ¡Mierda! ¡Mierda! Ni siquiera mi nombre pregunto – algo nervioso Tomás tomó su cosas para darse cuenta que en una hora tenía que estar en la facultad – solo por hoy – pensó mientras mandaba un texto a sus compañeros avisando que hoy no iría a cursar, se sentía mal, que estaba enfermo – pondré en práctica lo que hace Luis cada vez que se enferma – se dijo para sí mismo con una sonrisa.
Llegó media hora antes a la dirección, estaba nervioso, solo sería una cogida más, nada más, aparte el pagaría por su servicio. O sea que si a él no le gustaba, no tendría por qué sentirse incómodo e inseguro, él estaba pagando por este servicio.
A la hora indicada estaba tocando la puerta.
- Hola como va, soy Germán – Germán abrió la puerta y Tomás casi se desmaya, era un dios, estaba vestido con un jean apretado, una camisa negra y unas zapatillas de marca, sus ojos azules lo tenían hipnotizado, sus barba por Dios, su barba una obra de arte. Germán al ver que Tomás no reaccionaba dijo:
- ¿Vas a pasar? – su voz gruesa tan varonil trajo a la tierra a Tomás
- Eh, si, disculpá – entró y miró en la habitación, una habitación muy descuidada, un televisor, una cama King, una radio, paredes desgastadas, no era un lugar romántico como había creído.
- Dejá el dinero en la mesita de luz- dijo Germán secamente.
Tomás hizo lo que ese hombre tan lindo, tan varonil tan….. Ya no tenía adjetivos para describir su belleza.
Cuando lo hizo, Germán se acercó por atrás besando lentamente su cuello, eso envió una sensación electrificante por todo su cuerpo, hasta su pija que se endureció como nunca, Tomás no podía creer como un simple beso en el cuello lo lograba dominar y despertar su pija. Y esto recién empezaba.
Germán tiró a la cama a Tomás para empezar a desvestirlo, lo hacía despacio y delicadamente mientras besaba cada parte de su cuerpo que iba desvistiendo, con un susurro le dijo – Eres hermoso – Tomás lo escuchó pero pensó que se lo decía por obligación, él muchas veces le decía a sus cliente cosas que no sentía, solo para quedar bien, aunque no le dio importancia, él quería seguir disfrutando, cada caricia de Germán, cada beso lo trasportaba a otro mundo. Cuando Germán lo terminó de desnudar se empezó a desvestir dejando que Tomás aprecie ese íntimo espectáculo y pudiera apreciar su bello cuerpo. Su pija estaba al punto de explotar ¡y no habían pasado ni diez minutos! Cuando Germán quedó completamente desnudo, se subió arriba de él, tomó sus dos manos y las subió a la cabeza de Tomas, dejándolo inmóvil. Mientras con su trasero se refregaba en la pija de Tomás dejando escapar unos gemidos, Germán bajó para besarlo pasando su lengua por los pezones, mordiéndolos dejándolos rojos, erectos, Tomás estaba en estado de shock, no podía creer lo que estaba pasando ¿Un hombre tan bello podría estar haciendo el amor con alguien como él? Miró para un costado y vio en la mesita de luz el dinero que había dejado y recordó y encontró su respuesta pero no le importó, se dejó llevar por las caricias, los rasguños y las mordidas que recibía de este ejemplar de hombre. Germán tomó a Tomás y lo puso en cuatro – ¿qué está pasando? –Pensó – yo soy activo – lo miró por encima de su hombro y le dijo –Disculpe…ehh… yo quiero ponérsela….- Germán rió.
- Lo siento bonito, yo soy el activo, lo dice mi perfil de la página de donde me sacaste – ¡que! ¿Cómo se le pudo pasar ese detalle?, no recordaba la última vez que él había entregado la cola, de hecho jamás lo había hecho, nunca pensó hacerlo
- Tranquilo bonito, te va a gustar, soy muy bueno en mi trabajo. – trabajo, esa palabra desilusionó un poco a Tomás.
- Está bien Señor, pero por favor con cuidado. Yo…eh…nunca…. Eh… - A Tomás le avergonzaba decir algo.
- Bonito tienes un culo muy lindo, te va a gustar lo que voy a hacer con él – aseguró Germán.
Por qué mierda tengo que entregar el culo yo, yo estoy pagando por sus servicios, una suave nalgada que le dio Germán sacó de todos los pensamientos a Tomás, no sólo eso, sino también logró transpórtalo a otro mundo y olvidar todo absolutamente todo, una segunda nalgada le hizo escapar un gemido de pasión, una sensación muy fuerte corría por sus vértebras, quería más quería otra nalgada. – Por favor vuelve a pegarme – logró decir.
- Ud. es el jefe – otra y otra nalgada. Tomas gemía como puta, sintió como una lengua era introducida entre sus nalgas haciendo explotar de placer a Tomás que sin pensarlo se corrió.
- Mierda – dijo Tomás tratando de ocultar su vergüenza - ¿se corrió sin tocarse?
- Bonito tranquilo – lo besó en toda la espalda - aún faltan 40 minutos – en serio está contando los minutos –pensó – Claro es su laburo –
- Te aseguro que vas a acabar una segunda vez o hasta tres si hago bien mi trabajo – dijo con una sonrisa Germán.
Agarrando las dos nalgas, ya rojas para esta alturas, las abrió dejando a la vista el pequeño agujerito de Tomás, sin pedir permiso uso su profesional lengua para dilatarlo, Tomas agradeció haberse bañando y lavado todas las partes de su cuerpo incluso aquellas que no pensaba usar, después de un buen rato que la lengua de Germán estaba en ese lugar, usó uno de los dedos para empezar a abrir esa cerrada entrada, mientras con la otra mano le daba nalgadas en esa roja colita que Tomás creía que nunca iba a usar, un segundo dedo entró llevándolo al borde de la locura, su pija estaba dura denuevo. Cuando introdujo un tercer dedo Germán se dio cuenta que ya estaba listo, sacó los dedos y preparó la pija con bastante lubricante y un preservativo extra fino. Apuntó, preparó y penetró de a poco, sabía que Tomás era virgen, aunque no parecía.
Mientras que Germán ponía y sacaba su pija, Tomás moría por dentro, estaba caliente, le dolía, no quería parar, pero de seguir así no podría volver a sentarse nunca más en la vida. Pero no le importaba. Después de un rato el hombre barbudo giró a Tomás para que se sentara sobre él mientras se acostaba en la cama, las penetraciones eran más profundas y así se podía ver el deseo en los ojos de las dos personas, Tomás rasguñó los pezones de su amante dejandole diminutas marcas, pero qué marcas. Estaba gozando como no había gozado en un largo tiempo. Tomás llegó al segundo orgasmo y una cantidad considerable salió de su pene manchando el pecho se su amante.
- Yo también acabe – dijo Germán
- ¿Cuándo?, no me di cuenta – dijo sorprendido Tomás
Germán salió de apoco de Tomás sacándose el preservativo antes de que este lo viera.
- Tienes un lindo culo, pensé que podría penetrarlo -dijo Tomás
- Jajá, no bonito, soy activo, pero te dejo que juegues con él, sin penetralo– Germán se puso en cuatro moviendo de forma sexy su redondo y perfecto culo – ¿Te gusta?
- Sí, me encanta – dijo Tomás sintiendo que su pija se ponía dura de vuelta.
- Pajeate para mi – ordenó Germán y obviamente no dudó. Tocar ese firme culo, besarlo, hasta darle una nalgada logró hacer que llegue a su tercer clímax, pero antes de que acabara Tomás ordenó –date vuelta, quiero acabar en tu perfecta barba– era la primera orden que él había dado y se sintió tan bien, acabó y esparció su leche por toda la barba de su ahora amante pago.
- Te dije, si hago bien mi trabajo, podrás acabar varias veces.
- Aquí tienes una toalla para limpiarte –dijo Germán secamente a Tomás, dirigiéndose a la mesita de luz para tomar la plata – bueno fue un gusto cuando quieras me llamas y si tengo disponibilidad arreglamos, ¿dale?.
- Eh…si…ok… -Tomás se levantó, se vistió y se dirigió a la puerta, Germán la abrió y le dijo adiós.
¿Eso era todo? ¿Ni siquiera le dijo su nombre? ¿Le había gustado? Que importa, lo más importante era que a él le había encantado, aunque su culo dolía un poco.
Llegó a su casa más contento que nunca, estaba feliz muy feliz, se acostó en su cama y llamo a su mejor amigo.
-¿Hola Marce? – dijo en tono eufórico.
-Cuéntame todo- Marcelo ya lo conocía, sabía que recibir un llamado a esta hora de su mejor amigo significaba que había hecho algo.
Los días transcurrían con normalidad, la diferencia era que Tomás llevaba una sonrisa de oreja a oreja que nada absolutamente nada borraba, un albañil más lo dejó plantado, no le importaba buscar otro, Luis se había vuelto a enfermar, le daba dos días para que se recupere, en la facultad lo estaban matando con los trabajos prácticos, no le importaba…. Él era feliz, durante dos meses todas las semanas iba a ver a su nuevo amor platónico, aunque la actitud de este no cambiaba, entraba a su departamento, dejaba la plata, cogían. O sea Germán cogía a Tomás, aunque no había visto acabar nunca a su amante, el acababa varias veces, y se iba. Pero a Tomás no le importaba, era feliz, había inventado las mil excusas para hacerse tiempo para ir a visitar a su amante pago, como él lo llamaba.
- Hoy acabe 4 veces, realmente haces bien tu trabajo – decía Tomás mientras se cambiaba.
- Jajá – Germán rió mientras él también se cambiaba –¿Hey, una pregunta cómo te llamas?
- ¿En serio después de casi dos meses de vernos me vas a preguntar mi nombre?
- Jaja sí perdón te lo tuve que haber preguntado desde el principio, pero tu tampoco me lo dijiste, recuerdo la primera vez que te ví cuando te habría la puerta te quedaste mudo por varios segundos sin decir una palabra jajá- Tomás sintió que todo debajo de sus pies desaparecía, estaba muriendo de vergüenza.
- Eh… eh,.. bueno… si… yo…es que…..
- Jajá, solo dime tu nombre – interrumpió Germán con una gran sonrisa, sonrisa que no había visto nunca.
- Me llamo Tomas GoldSchmidt -dijo intentando sonar confiado.
- Genial, Tomás GoldSchmidt ¿le gustaría ir a cenar al restó de la esquina?. – preguntó Germán, a un atontado Tomás que no sabía qué hacer, en este tiempo se había preguntado si podría existir algo mas entre ellos o si podría invitarlo a comer o a tomar un café o algo, cualquier cosa que permitiera hablar unas palabras mas y ahora él le estaba proponiendo una cita, tenía que ser una broma, esto no podía estar pasando ¿o si?
- Hey! ¿quieres o no? – la pregunta sacó de sus pensamientos al pobre Tomás que ya ni sabía donde estaba.
- Sí claro que quiero – dijo al fin, exaltado.
Fueron a un restó bastante sencillo, pidieron una mesa lejos de la gente, Tomás al sentarse hizo una pequeña mueca de dolor.
- Esta noche te pondré una crema para que no te duela – dijo Germán.
- ¿Esta noche? –él ya estaba acostumbrándose al dolor después de una buena cogida con su amante pago, pero….. ¿escuchó bien? ¿esta noche?
- Eh… si…. Pensé….eh… como es muy tarde por ahí podías quedarte a dormir en mi casa – si Tomás no hubiese estado sentado se hubiese caído de culo al suelo.
- ¿Cuánto me vas a cobrar? – dijo tratando de calmarse.
- Jajá no bonito, piénsalo de esta forma son millas que acumulaste para ganarte un viaje de placer –eso último lo susurró, Tomás está al borde de la locura no creía lo que sus oídos escuchaban y torpemente tiró el vaso de cerveza que la mesera la había puesto al lado suyo – supertorpe – pensó, así le decían sus amigos, Germán no pudo aguantar la risa y se echó a reír.
Después de la cena tranquila y sin más accidentes los dos se fueron al departamento; cuando llegaron al piso Tomás se dirigió a la puerta pero Germán le hizo una seña negativa.
- Ese departamento es mi lugar de trabajo, la puerta que esta allá es mi casa – los dos caminaron a la habitación contigua donde al entrar Tomás encontró un departamento moderno, limpio, con máquinas de última tecnología y cuadros eróticos pintados.
- Guau! Que hermoso lugar –dijo mirando todo y dirigiéndose a la terraza que tenia vista a la gran ciudad.
- Gracias, era de mi padre pero falleció y me lo dejó a mí,
- Y traes a muchos clientes aquí, cuando juntan bastantes millas.
- Realmente no, cojo todo el día, pero no para traer a cualquiera a coger en mi cama; solo a quien lo vale – decía mientras se acercaba cada vez mas– ¿cómo está esa cola, todavía duele?.
- En realidad ya no. Pero unos masajes o nalgadas no me vendrían nada mal.
- Esta noche quiero hacerte el amor.
Sin más que decir los dos se fundieron en un beso intenso llenos de pasión, ninguno sabe qué pasó pero cuando se separaron para tomar aire los dos estaban en la habitación sin ropa tirados en la cama, antes de que Germán tomara el control, fue Tomás quien lo giro y lo puso en cuatro exponiendo su trasero.
- Esta vez déjame darte placer a mi primero- soltó una nalgada que sonó en toda la habitación incluso más fuerte que la que su amante le daba a él.
- Eres un hombre rudo…mmm me gusta… sigue , pero no dejaré que me penetres.
- No importa, - mordió una de las nalgas de su amante dejando una grave marca en esa redonda y firme nalga y siguió con los golpes hasta dejarlo completamente rojo, luego lo dio vuelta y sin pensarlo busco la pija de su amante y le la llevo a la boca, ya le había chupado otras veces la pija pero esta vez era distinto, sabía más rica y mas ¿grande?, subió por su pecho dejando besos y pequeñas marcas. Una vez que estuvo arriba Germán le dejo una terrible marca en el cuello a Tomás, cosa que lo desconcentró y lo hizo perder el control, Germán aprovechó para ponerlo en cuatro a él y sin preparación introdujo su pene en el trasero de Tomás. Tomás gritó de dolor combinado de placer, empezó un rudo vaivén como ninguno, Germán parecía otro hombre, en un momento, sus movimientos fueron más rápido, Tomas sintió que algo caliente corría por todo su interior; jamás había sentido esa sensación, era tan cálida, tan placentera. Estuvieron toda la noche cogiendo los dos perdieron la cuenta de cuántas veces habían llegado al orgasmo. Cuando llegó la mañana ninguno de los dos escuchó el despertador.
-Arriba dormilón – un beso suave en la mejilla, hizo que Tomás abriera los ojos solo para ver aquel hermoso rostro con esa hermosa barba, - ¿´Que hora es? – dijo medio dormido.
- Son las 13:30, dormimos mucho.
-¿Qué? Oh por Dios, hoy llegaba mercadería nueva al local y tenía que estar ahí para recibirla – dijo nerviosamente – espero que Luis no haya metido la pata.
Se quedó viendo a su amante, que ya no era un amante pago. O eso creía
- Anoche no usamos forro – dijo Tomás
- Si, lo sé, sobre eso te quería decir que si uso forro, no se por qué no se me para bien y no logro acabar – confesó apenado
- ¿O sea que todas las veces que estuviste conmigo no acababas?
- Eras un cliente mas, lo más importante es que tú acabaras y te sintieras feliz. No importa si yo acaba o no.
- ¿Y ahora que soy? – dijo Tomás con esperanzas.
- Una persona que tiene que irse a su casa, disculpa pero en una hora tengo que atender a un cliente, lo siento – se levantó y se dirigió al baño. El mundo de Tomás comenzó a colapsar, ¿que demonios había pasado, que había hecho mal?. De mala gana Tomás se vistió y se fue del departamento.
Un mes después…
Los días siguientes Tomás estuvo con mucho mal humor, se había peleado con todos las personas que se cruzaban en su camino. Había mandado a la mierda a los albañiles, vendido el terreno y se había comprado un departamento cerca del local, había estado a punto de echar a Luis por enfermarse otra vez, más que eso por haberse ido de joda con dos activos, pero no lo hizo. De Germán no sabía nada, después de que lo haya echado de su casa intentó llamarlo pero él no repondría su perfil en línea tampoco estaba, tuvo muchas veces tentado de ir a su departamento pero no se animaba, no quería salir herido devuelta.
2 años después
Tomás habría su segunda sucursal de videojuegos, estaba muy contento de ese logro, sus amigos Marce y Luis lo habían ayudado a salir del pozo en que se encontraba por culpa de Germán. Y aunque parezca increíble y no se sepa como pasó Luis y Marce cumplían un año de novios y estaban buscando casa para irse a vivir juntos, Tomás se había recibido, ya tenía tiempo libre y salía todos los viernes de fiesta donde siempre encontraba a alguien para salir y cuando se levantaba a la mañana usaba la misma frase que Germán usaba con él. De él nunca más supo nada, lo intentó buscar pero no hubo respuestas, ya no le importaba. Se dejó llevar una vez, otra vez no lo haría.
10 años después
- Llegué – decía Tomás al entrar a su casa y sentir el aroma de la comida salir de la cocina.
- Hola amor ¿como te fue hoy?- de la cocina salía una persona un poco mayor que él, sin barba pero de buen culo.
- Bien, estoy agotado solo quiero comer, baño, cama y postre – dijo agarrando una nalga de su novio.
- Jajá si te portas bien tal vez – dijo juguetonamente – A parte mañana tenemos que ir al instituto por nuestro hijo – dijo emocionado el muchacho.
- Justamente por eso… quiero celebrar hoy toda la noche por que después se nos va complicar - dijo abrazando a su pareja.
- Tienes razón, ¿por qué no terminas de ordenar las cosas de la pieza para el niño?
- Si jefe, ya voy – dijo medio malhumorado pero feliz por que mañana su sueño se cumpliría.
Al entrar a esa habitación, que sería de su niño, encontró su viejo celular; como su negocio había crecido tanto tuvo que cambiar de celular por uno mejor para poder estar todo el tiempo conectado y una nueva línea, una línea de empresa para poder tener beneficios, al encenderlo vio que tenía un mensaje de voz de hace algún tiempo.
“ Hola bonito soy Germán ¿como estás? Ha pasado mucho tiempo no? Jaja. Sabes, la otra vez te ví por el centro estuve apunto de hablarte cuando recordé las veces que me llamaste y no contesté y no quería pasar por eso, no me imagino que se siente que una persona que quieres te rechace,…. Bueno te llamo para pedirte disculpas por lo que pasó esa mañana. No quería que sufrieras, mi estilo de vida es muy distinto al que tu llevas. Soy un puto, un prostituto, tú me hubieses aceptado, todos los días cojo con hombres distintos para ganarme unos pesos. ¿Hubieses aceptado que yo tenga relaciones con desconocidos? No conozco otro estilo de vida, tengo casi 35 años, no tengo estudios y no sirvo para nada mas que para coger, ni siquiera documentación tengo ya que vine a este país escapando de todo. Tú te mereces algo mejor alguien que esté contigo en todo momento y yo no puedo darte eso, esa mañana me di cuenta que me enamore de ti, pero lo nuestro no puede ser, no tengo nada para ofrecerte, adiós. Te amo, ojala seas feliz”
Tomas no pudo contener las lagrimas, claro que hubiese aceptado su estilo de vida, por estar con él hubiese hecho eso y mucho mas, pero ya era tarde, aunque quisiera y le doliera admitirlo, era feliz, con su pareja e iba a ser feliz con su futuro hijo. Borró el mensaje, apagó el celular y se dijo para sí mismo – adelante.
FIN.
Agradecimientos:
Randall Germán Bauer kurts
Gracias amigo por ayudarme y por aconsejarme.
Maximiliano david Cabrera
Gracias por la por la portada te quedo genial
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