Mi tarde en el vapor

Tanto tiempo sin ir, varios buscaron mi verga, pero solo uno me tuvo completo, y que forma de coger con este cabrón!

Mi tarde en el vapor

No lo puedo evitar, tantas fotos de machos calientes, tantos videos de sexo gay, relatos, mensajes… hombres y más hombres… todo eso hace mella en uno, que es débil… y ayer me decidí visitar un rato el vapor, después de casi 8 meses de no ir

Llegué temprano, con mucho calor, me desnudé en el cubículo, lo cerré, tomé el trapo que sirve de taparrabos, y entre directo a las regaderas para refrescarme con agua fría… El lugar muy bien, limpio, amplio, pocos hombres, unos 6 ó 7, no me fijé muy bien (tampoco es llegar desesperado), y entré a la sala de vapor soft, porque hay otra donde si está fuerte y aguanto poco tiempo ahí.

Pues solo fue entrar al vapor y un tipo de unos 40 años, delgado, blanco, velludo, de no mal ver, me comió con la mirada… me quité el taparrabos y me senté sobre él en una banca, algo cansado, y con ganas de relajarme en el vapor antes de darle rienda suelta a mi calentura… Pero el tipo no me quitaba los ojos de encima… lo volteé a ver y enseguida abrió las piernas y me mostró su verga flácida… yo hice como que no vi, y el wey comenzó a sobársela mirando mi verga… No le di mucha importancia porque apenas venía llegando… Pasaron unos minutos, entraron otros hombres al vapor, se les veía completamente bugas, señores mayores, nada que ver, además por lo mismo yo debía ser discreto

De rato entró un chavo que si me llamó un poco la atención (después supe que tiene 28 años). Lo miré y me miró… se sentó algo alejado de mi, sin quitarse el taparrabos… Blanco, de pecho velludo, cara cachonda… boca de mamador… y me miraba mucho… El otro tipo seguía en su descaro de sobarse la verga (nunca se le paró) mirándome, y empezó el juego de las miradas furtivas… entre los tres. Yo me cansé un poco del calor y salí a las regaderas… y continuó el juego de seguir al cabrón que te gusta en el vapor. La situación ya estaba clara, los dos tipos querían conmigo, y eso me animó, a fin de cuentas siempre eleva el ego de uno saberse deseado, creo que porque voy muy poco al vapor, y supongo que represento carne nueva, jejeje, pero tampoco puedo negar que tengo mi pegue y que tantas desmañanadas en el gimnasio han surtido efecto!

Así estuvimos un rato, conforme pasaba el tiempo iban llegando más hombres al vapor. En un momento que estuvimos solos los tres en el vapor soft, si me excité con las miradas, y comencé a juguetear con mi verga. Los otros dos no perdían detalle de mi erección, y de cómo discretamente me frotaba mi glande y mis huevos… El tipo más descarado no perdió el tiempo y estiró su mano para agarrar mi tranca, y como eso no se le niega a nadie, lo dejé hacer, mientras el otro chavo reflejaba lujuria en su cara, y comenzó a tocarse él también, por debajo de su taparrabos… Definitivamente el que me interesaba era este chavo… así que me levanté con mi verga semierecta (crecida lo suficiente para mostrar el menú) y me cubrí con el trapo para irme a la sala de vapor fuerte.

En esa sala me fui hasta el fondo, protegido por el vapor denso que impide mucha visibilidad, y seguido de mi se fueron los otros dos… Me caga cuando un wey no ve respuesta y se vuelve insistente, hasta el grado de chingar y chingar… pero bueno, igual no le iba a hacer caso, y si quería ver, pues adelante, lo que no me gustaba era que cuando lo veía, el tipo abría su boca y lengüetaba demostrando que me la quería mamar, y yo seré muy puto, pero la discreción y la clase no la pierdo, y más si en un lugar así puede haber quejas de personas heterosexuales y nunca he querido exponerme a un escándalo.

El chico que me llamaba la atención se sentó junto a mi, y comencé a masturbarme en los momento en que nos quedábamos solos los tres (el otro cabrón no se iría nunca, jajaja!). El chavito también perdió el pudor y se comenzó a pajear junto a mí… pero llegaron más personas y discretamente me cubrí y me salí rumbo a las regaderas.

Me estaba deleitando con el agua fría, cuando se puso junto a mi en la regadera continua Pedro, el chico que me interesaba, y yo disimuladamente le mostré todo lo que se podría comer, ese juego me encanta, putear sin ser visto, mostrando mi cuerpo, mis nalgas, mis pectorales, enjuagando mi verga semiparada… mis huevos… y Pedro como pendejo mirándome.

Cerré la ducha y me encaminé a una salita donde hay 4 camas de mármol para masajes, es poco iluminada y fresca, ahí me senté en una de las camas, descubriendo mi verga, y llegó el Pedro, se sentó en la cama de junto, exactamente frente a mi… Aproveché que estábamos solos y me masturbé frente a él. En dos minutos llegó el otro wey insistente, pero no le hicimos caso… Pedro se recostó en la cama, y yo me senté junto a su cara… Él estiró su mano izquierda y toco mis nalgas, las levanté un poco y comenzó a acariciar mi ano, como una corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo mi verga se erectó casi a reventar… Tenía frente a mi al otro wey, que se agachó a mamármela con maestría… yo estaba en ese preciso momento perdido, hubiera llegado mi madre y a mi me valía lo mismo, madres! Un cabrón dedeando mi culo y otro mamando mi verga hasta su raíz… hay algo mejor?

El momento pasó rápido, y terminó cuando un señor entró al cuarto e inmediatamente nos separamos… No se qué alcanzaría a ver este señor, pero se fue como entró, y yo con mi verga durísima, me levanté, me voltee a la cara de Pedro que seguía acostado… y le ofrecí mi pene en su boca… ni siquiera lo agarró, solo abrió su boca y confirmó mis sospechas, era una boca mamadora experta de vergas!!!!! Ahora el wey que antes me la había chupado me acariciaba las nalgas… Y miren que trato de ser objetivo y contar las cosas como pasaron realmente, pero así fue, yo me sentía encabronadamente deseado por estos tipos que me estaban dando placer sin yo hacer absolutamente nada

Como de todos es sabido, después de una eyaculación el deseo baja… y esa tarde era temprano aún… no quería terminar en ese momento… así que detuve la acción en medio de mis gemidos ocultos, y con la respiración agitada me cubrí con el taparrabos y salí a las regaderas… Sabía que eso no terminaba ahí, y que tendría a estos dos detrás de mi un rato más… Yo solo quería disfrutar un poco más el placer del sexo anónimo y furtivo, a escondidas… y con más de un cabrón

De rato me regresé al cuarto de las camas de masaje, y estaba Pedro sentado, me senté frente a él, pero había otro tipo platicando con un hombre joven de muy buen ver… estaba acostado boca abajo, y tenía su cara volteada hacia mí, por detrás de Pedro… Inmediatamente este nuevo chico me noto la verga parada… pero no desvió la mirada, al contrario, se acomodó de tal forma que me podía ver completo, mientras seguía platicando con el otro. "A este le gusta la verga!" pensé, y dejé que Pedro estirara su mano, me descubriera la verga y me comenzara a masturbar. Era rico sentir la mano de Pedro en mi verga dura, mientras el otro wey me miraba… y yo a él… Tuve que detener la mano de Pedro para no venirme, quién en momentos se echaba para atrás y estiraba sus piernas para atrapar mi verga con sus pies y seguir frotándomela así. Al poco rato entró más gente y nos detuvimos, decidí sacarle plática Pedro, y ahí se rompió el encanto… El chico estaba bien, medio guapillo, pero platicando con él me demostró muchos ademanes femeninos, quizá encantadores, pero esos mismos ademanes no contribuyeron a que mi deseo sexual aumentara… De cualquier manera, cabrón que es uno, ya tenía en la mira a otro cabrón, y me encargaría de hacerlo caer!!!!

De regreso al vapor fuerte, me siguió Pedro, y sin mediar palabra, y a pesar de que había un tipo gordito frente a nosotros, se agachó y me comenzó a chupar la verga. El gordito nos miró caliente y bajo su taparrabos comenzó su chaqueta personal… Escuché cuando la puerta se abrió y Pedro inmediatamente se incorporó. Era el otro wey que me miraba mientras Pedro me masturbaba en las camas de masaje… "Upss, solito llegó" pensé yo.

Me quedé sentado, y Pedro se salió del vapor, el gordito se quedó muy quieto, y el otro chico se vino a sentar donde estaba Pedro antes. Me miró fijamente, y me preguntó: "Te dolió?" Yo no entendí, y el wey me señaló mi pezón, me preguntaba si me había dolido el piercing que tengo en mi pezón izquierdo. Le respondí que si, pero que fue un dolor muy excitante, comparado con un intenso orgasmo

Darío, así se llama este chico, me dijo "La tienes muy rica" refiriéndose a mi verga. Y nuevamente me sacó de onda, no suelo ser tan lanzado, y yo que pensaba conquistarlo a él, pues era todo lo contrario!

Agradecí su comentario hacia mi pene, sonriendo, y sin más se levantó su taparrabos y me mostró su verga. No mamen, en serio, y no es por fantasear, pero estaba súper bien! Y se lo dije, "Tu si que estás vergón!", una verga morena, sin circuncisión, gorda, semi erecta, peluda, y de 19 cm, porque le pregunté cuánto le medía

Estuvimos platicando un ratito, y de plano le pregunté si vivía solo, me dijo que si, y que no llevaba auto, y le dije que si quería yo lo llevaba a su casa. Aceptó. Y yo solo había pensado en una buena chaqueta o alguna mamada en el vapor, y ya… no suelo llevar más allá los ligues en un vapor… pero tenía esa oportunidad en charola de plata… podía hacer otra cosa?

Nos fuimos a las duchas, me bañé, Darío también, alejados, y me fui a vestir. Darío pasó por mi cubículo unos minutos después ya vestido, y nos salimos del vapor derechito a mi auto.

Darío es un chavo de 22 años, de mi estatura, 1.80, 80kg, cuerpo normal, no de gym, velludo, piernón, con cabello muy cortito, varonil, con una voz tremendamente seductora de macho caliente… Yo incluso tenía mis dudas aún de que fuera gay

Platicamos en mi auto camino del vapor a su casa, un poco de mi pareja, de la suya, de lo cabrones que éramos… jejejeje! Y de cómo nos gusta vivir el momento con total seguridad y responsabilidad sin complicarnos la vida

Llegamos a su casa, pequeña y cómoda, es estudiante, de otra ciudad y por eso vive solo… su pareja está de viaje… Nos fumamos un cigarro mientras me contaba detalles de su vida y de cómo se aceptó gay… terminamos el cigarro, y entre plática y sonrisas, se levantó, me tomó de la mano y me llevó a su recámara.

Yo que pensaba seducirlo, en momentos me sentía como adolescente ante un cabrón experto en sexo! Me valió madres y me dejé llevar, a mi edad esos momentos cada vez son los menos, y me gusta disfrutar ese tipo de situaciones.

Su lengua en mi boca, mis dientes mordisqueando sus labios, mis manos en su espalda, sobre su playera. Me pega su pelvis, siento su verga dura chocando con la mía sobre los jeans. Levanta mis brazos, me quita mi playera, desabrocha mis jeans y caen al piso, bajándome la trusa, estoy desnudo en sus brazos. Subo su playera y se la quito. Mis manos en su pecho, sus vellos, sus pezones, su lengua sigue en mi boca. Levanta mi brazo izquierdo, siento su lengua en mi axila. Ahora baja su cara, su lengua está en mi pezón, juega con mi piercing que le había llamado la atención. Toma mi verga con su mano, la mira, le gusta. Mi lengua en su oído, muerdo el lóbulo de su oreja. Gime. Desabrocho su pantalón, y cae. No trae trusa, nada. Estamos de pie, pegados, desnudos junto a su cama.

Me jaló con sus brazos y se recostó en su cama, y yo caí sobre él, mirándonos… "Me gustas wey" me dijo, y yo le dije lo mismo, estaba riquísimo el cabrón! Y bueno, besos, manoseos, puso su verga entre mis piernas y la sentía enorme. Para esto el wey me había preguntado en el vapor si era activo o pasivo, y yo le dije que era inter, y que todo me gustaba, a lo que él me dijo que era activo

"Glup!" pensé… me frotaba su reata entre mis piernas y su glande asomaba de entre mis nalgas… "No mames, me vas a meter esa chingadera? Me vas a partir en dos cabrón!" le dije desde el fondo de mi corazón. "No te apures", me contestó "te haré lo que quieras y hasta donde quieras, soy muy cuidadoso y quiero que disfrutes solamente". De nuevo: ¿qué puede hacer uno ante eso? ¿cómo puede negarse uno ante eso? No podía hacer otra cosa más que resignarme a mi suerte.

Mi mano en su verga, sopesando sus huevos calientes y velludos, retirando el pellejo, descubriendo la cabeza de su verga. Me toma de mis hombros, me empuja hacía su verga. Mi boca se abre. El sabor caliente de verga limpia, aún con aroma de jabón. La siento hasta mi garganta, mi ego se siente alterado al sentir horcadas. Mueve sus caderas metiendo y sacando su verga de mi boca. Trago. Trago más. No lo puedo evitar. Pongo en práctica tantos años de experiencia. Mi garganta se tiene que relajar y lo logra. Mi nariz enterrada en sus vellos púbicos.

Saco su verga de mi boca y me enfoco a sus huevos. Hermosos. Levanto sus piernas abiertas. Su ano es hermoso. No lo resisto. Pego mi cara, mi lengua en su ano y mi mejor recompensa, sus gemidos fuertes que le brotan desde el alma.

De repente nos sentamos ambos en la cama, en flor de loto, y Darío comenzó a masturbar nuestras vergas juntas con su mano, ¡puta madre! ¡qué sensaciones! Luego se me dejó ir, y me tumbó boca arriba en la cama, se bajó al mar, como dicen, y se dio un gusto con mi verga… tendrá 22 años pero es un cabrón mamando verga!!!! Se la tragaba toda, y bueno, no son los 19 cm que él tiene, pero que gusto me dio con su boca!

Así estuvimos un rato, hasta que volvió a subir su cara a mi cara y probé el sabor de mi verga de su lengua… "Te la quiero meter" me dijo, "por ahí tengo unos condones, pero no tengo lubricante". Le respondí que yo traía condones y lubricante en mi mochila (uno nunca sabe…), me levanté y salí de la recámara a la sala por mi mochila, desnudo y erecto. Saqué los condones y unos sobres (del tamaño de los condones) de lubricante. Volteé hacia la puerta de la recámara y ahí estaba Darío de pie, con su verga de pie, mirándome desnudo y con mi verga también de pie. Caminó hacía mi, y me besó nuevamente. Nos quedamos en un sillón junto a la escalera de su departamento, y me recargó en el respaldo del sillón en 4 patas. "Aquí?" pregunté. Y me dijo que si… No dejaba de manosear mis nalgas y sentí como abrió un sobre de lubricante y comenzó a dedear mi ano con maestría… Luego abrió el condón y se lo puso. "Te queda?" le pregunté yo riendo y me dijo: "Apenas, jajajaja!" Le dije que hacía tiempo nadie entraba por ahí, y que iba a batallar para entrar, sin decirme nada, comenzó a restregar su verga enfundada en el latex por la entrada de mi culito, y yo, entregado al placer, solo cerré los ojos y le dije: "Órale, va, como macho me aguanto!" y miren que si es un acto de valentía, soy muy hombre y me aguanto, jejeje!

Sus manos agarran mis caderas, mis piernas completamente abiertas muestran mi culo cerrado. Empuja un poco. Su verga va cumpliendo su cometido. La cabeza de su verga va entrando, poco, poquito. Mis manos agarran el barandal de la escalera. Debo soportar. Mis músculos se tensan. Debo relajarme. Duele. Su verga entra más, un poco más. Levantó más mi cadera, mis nalgas. Relajo mi ano. Aflojo mis nalgas. Duele más. Mi mano izquierda se interpone entre su pubis y mis nalgas. Trato de detenerlo. Me quita la mano. Empuja con más fuerza. Mis gemidos se oyen, de mi boca salen resoplidos y gritos bajos. Toda. Su verga entera está toda dentro de mi.

Yo sentía que me partía en dos el cabrón, pero si, su verga ya estaba dentro de mi culo, y ahora comenzaba a sudar, y a sentirme todo lleno de esa verga gorda y morena, hasta los pelos de su verga se restregaban en mis nalgas y en mi culo. Darío comenzó a moverse con rapidez, de vez en vez yo me hacía para adelante, y el muy puto jalaba con sus manos mis caderas, pegándome a él, como queriéndose meter por completo en mi ano!

Con mas fuerza y con mayor rapidez Darío me estaba cogiendo como desesperado, yo volteaba y lo veía, qué cabrón más hermoso, de pié fornicándome, hasta se ponía de puntitas para arremeterme con más fuerza. Yo seguía agarrado del barandal, apoyado en el respaldo del sillón, estaba que me moría del deseo. En momentos volvía a hacerme para adelante, pero ya no era dolor lo que sentía, sino que su verga invadía todo mi recto y sentía que empujaba mis intestinos contra mi estómago, y mi estómago contra mi diafragma… Casi sentía que su verga me iba a salir por la boca… Pero Darío me jalaba más contra él, y no podía hacer más que dejarme llevar y sentir como su verga rozaba mi próstata en un masaje que ya tenía mucho tiempo que nadie acariciaba!

Sus gemidos fuerte, sobre mi espalda. Sus manos acariciando mi espalda. El sudor limpio de nuestros cuerpos nos refresca. Su ritmo frenético continúa, ahora lo alterna. Lentamente mueve en círculos su pelvis. Su verga se regodea en mi ano. Su pubis raspa mis nalgas. Sus vellos, el lubricante, entra y sale su verga. Ese ruido característico de una verga entrando y saliendo de un culo. Ese ruido cada vez más fuerte, más rápido.

De repente Darío se detuvo y me dijo que sentía que se iba a venir, voltee y lo miré, le dije que no parara, que se viniera dentro de mi, que quería hacerlo gritar de placer… y cerré mis ojos, no sentía más que placer.

Su fuerza va creciendo, su penetración es más rápida. Resoplidos de macho en celo los siento en mi espalda húmeda del sudor. No para, va más fuerte. Grita. Sus dedos se clavan en mi cadera. Su verga crece en mi interior. Volteo. Acerca su cara a mi cara. Mi boca se pega a su boca. Su lengua entra ansiosa en mi boca. Grita en mi boca. Gime en mi boca. Todo se detiene… el espacio, el tiempo, mi respiración, la suya. Su pelvis vuelve a moverse una vez. Se detiene. Otra estocada fuerte. Silencio. Y esos segundos terminan.

Con mi boca besando su boca, sentí como sus huevos se vaciaban de leche, ahogando sus gritos en mi boca. Darío aflojó sus piernas y se medio tumbó sobre mi espalda, con su verga quieta y dura aún dentro de mi… Yo en ese momento perdí la vista por unos instantes, y una oleada de calor me invadió por dentro, como un chorro de lava que recorriera mis venas... Apenas pude sacar su lengua de mi boca para voltear a ver mi verga, estaba flácida, colgando y balanceándose aún, y un chorro de esperma salió escurriendo de mi pito cayendo sobre el sillón… Su verga se encargó de desalojar el semen de mis huevos con las caricias tan fuertes que me propinó en mi próstata. Fue tan fuerte la sensación que apenas pude volver a respirar, sin gemidos de por medio, el cabrón se deslechó dentro de mi, e hizo expulsar todos mis mecos sin que mi verga pudiera responder con una erección!

Un poco repuestos, Darío se incorporó y deteniendo el condón de su verga, me la sacó del culo. Se quitó el condón lleno de leche y soltamos la carcajada al ver la mancha de mi semen en el sillón. "Te dije que lo ibas a disfrutar wey" me dijo entre risas… Me levanté del sillón y con mis piernas aún temblando, nos fuimos a la recámara y nos tiramos en su cama.

Duramos abrazados un rato, comenzamos a platicar de lo rico que estuvo, de lo que le gustó mi culo apretado. Me dijo que desde que me vio en el vapor quiso coger conmigo, pero que estaba con el otro wey… "Si no hubiera sido porque me miraste con la verga parada y seguiste viéndome, nunca hubiera pensado que íbamos a acabar así" le dije, "además, del vapor me iba a ir a mi casa". Nos besamos nuevamente y me dijo que se quería volver a venir!

Apenas hacía 5 minutos había eyaculado y su verga no se había bajado… Como dicen en el pueblo, "ya encarrerado el ratón, que chingue a su madre el gato", me bajé a mamar su verga de nuevo, y no, no sabía a látex como me dijo, sabía a él, a su aroma, rico! Mi verga resucitó de inmediato, y me dijo que quería que nos masturbáramos hasta venirnos, que me quería ver viniéndome! Y pues como yo andaba de complacencias

Darío tomó su verga, y yo la mía, acostados, yo sobre su brazo izquierdo, y comenzó el clásico movimiento intermitente de dos machos juntos frotándose la verga a más no poder, mirándose uno al otro, sus caras, besándose, viendo la verga del otro como es machacada por la mano que no para de ir y venir en un movimiento colérico

Volvemos a gemir, fuertes, su mano no para, su verga se distorsiona, igual que la mía. Se voltea un poco sobre mi costado. Apunta su verga sobre mi abdomen. Explota el grito de su boca y su leche de su verga. Saltan chorros blancos, aún espesos, sobre mi pubis, sobre mi ombligo. Mi mano arrecia el movimiento. Su verga aún no termina de vomitar su jugo cuando mi verga estalla. Atento mira mi verga. Mi verga apunta al cielo. Mi mano se detiene en seco. De mi glande rojo explota la sabia blanca. Chorros fuertes saltan. Caen mi abdomen. Más allá, en mi pecho. Un chorro más llega hasta mi cuello. Mi esperma no para de salir. Mi verga inmóvil, mi mano inmóvil, los estertores del orgasmo. Salen de mi uretra los últimos líquidos blancos que bañan mi glande.

"No mames cabrón, ya te habías venido!!!" soltó asombrado Darío. "Pues si, qué te puedo decir… esto lo provocaste tu wey" le respondí, además le aclaré que toda mi vida he sido bastante lechoso… "Puta madre, qué rico te ves así, todo mequeado…" Jajajaja, seguí con mi verga agarrada, todo inmóvil, y bañado por las leches de dos cabrones calientes!!!! En verdad que una foto así hubiera estado exquisita, maldije el olvido de mi cámara!!!!

Nos comenzó a dar sueño, y ya era tarde, Darío tenía cosas qué hacer, y mi pareja estaba esperándome en casa… Más o menos me limpié los mecos de mi verga, estómago, pecho y cuello, pero como siempre, ya una parte se había secado, y tendría que llegar a bañarme en casa ("no que vienes del vapor? me preguntaría mi pareja, jejeje!").

Nos vestimos, recogí mi mochila en la sala, nos intercambiamos los números del celular, y bajó la escalera conmigo. Nos dimos un tierno beso antes de abrir la puerta, y quedamos que el día que tuviera ganas y que yo tuviera ganas, repetiríamos, porque como me había dicho desde que salimos del vapor, "el que me prueba repite", y si, me quedé con esa tentación de repetirlo a él.