Mi sugar Daddy

Él era un extranjero que se encontraba en mi país para ese entonces. Luego de unos días de conversatorios, video llamadas, etc. Me invitó al hotel en el que se hospedaba sin ánimos de propasarse, sólo conocernos.

Hace un par de años salí de una relación larga y me tomó algo de tiempo sanarme del dolor que me causó. ¡Oh sí! Era mi primer amor. El hecho es que ya llevaba tiempo en el que no sabía lo que era sentir el calor de un hombre en mi cuerpo, sus manos palpando las mías o las yemas de sus dedos quemando cada centímetro de mi espalda, que si te fijas, cuando es la persona indicada; los centímetros se transforman en kilómetros.

Por un tiempo estuve dándome largas duchas en las que terminaba con algún orgasmo… ( Sí es que a introducir un par de dedos o algún juguete  en mi chocho y menearlo hasta hacerme correr podría llamarle orgasmo ).

Hace un tiempo rondaba por una página de hacer amistades, En la cual al principio me escribió un madurito de unos 50 años. Aunque toda la vida me han gustado los hombres mucho mayores que yo, no solo me fijo en el físico, sino en el trato y en la ortografía (cuando de hablar por chat se trata)  ésto es debido a que pienso que muestra mucho la personalidad de las personas. Y como éste tenía ambas decidí conversar con él.

Él era un extranjero que se encontraba en mi país para ese entonces. Luego de unos días de conversatorios, video llamadas, etc. Me invitó al hotel en el que se hospedaba sin ánimos de propasarse, sólo conocernos.

Mientras yo evaluaba la situación… aquel hotel está ubicado en todo el centro de la ciudad; es de buen prestigio y con mucha seguridad así que accedí a ir a verlo para conocernos.

Esa tarde que llegué a verlo me recibió con una copa de vino mientras esperábamos la hora para cenar. Tenia la habitación más grande del hotel, así que había hasta una cocina pequeña dentro de la habitación. Pasamos las horas conversando de nosotros, conociéndonos. El poseía varias nacionalidades por lo que no me quedó muy en claro de dónde era exactamente, solo sabía que por cuestiones de negocio venía muy poco a mi país…

(El era blanco, alto y delgado aunque con mucha flacidez…. Su manera de ser era muy pacifica, tranquila y me transmitía mucha paz y seguridad)

Al cabo de algún rato con alcohol en el cuerpo me hace una propuesta súper indecente y es que, como le gusté quiso que yo fuese su novia. Les recuerdo que soy Blanca, delgada, cabello castaño lacio y largo, ojos marrones con poco senos pero con buen trasero.  Y a pesar de tener un carácter pesado me considero una muy buena persona.

Seguido de esto me conversó que quería verme cada vez que estuviese en mi país ya que le parecí súper divertida, le caí bien y le gusté. Convirtiéndose así en un Suggar Daddy para mí. Él me daba dinero y todo lo que le pidiese a cambio de vernos cada vez que estuviese aquí, de disfrutar la compañía, distraerse de su trabajo y hasta de la  familia y por supuesto, de disfrutar de sexo.

Y es que, lo calentaba que además de que fuese joven le encantan las niñas con buen trasero porque les gusta azotárselos. Le encantaba darme nalgadas y que le pidiese “papi, dame mas” lo excitaba el simple hecho de saber que yo era su niña putita y el mi papi consentidor.

Me gustaba, me gustaba todo eso, porque me amarraba las manos  y lamia y mordía mis senos hasta rompérmelos, y el dolor me excitaba cada vez más… Me masturbaba tan fuerte y tan rico que cuando sus dedos entraban en mi chocho los movía y los retorcía dentro de mí de tal manera que lograba que yo me retorciera al ritmo de ellos. Sabía dónde darme, dónde tocarme, sabía dónde quedaba mi punto g.  Me hacía colocarme en cuatro en la esquina de la cama y me daba de nalgadas de tal manera que sus manos quedaban marcadas por días en mis nalgas. ( Soy muy blanca así que esto me suele suceder) me penetraba y me cogía con tanta fuerza y tanta furia que aunque me excitase y mojase tanto siempre me sacaba sangre…

También cogía mi cuello con sus dos manos y me ahorcaba en la primera embestida de tal manera que no sintiera qué dolía más

Me metía en la ducha de cabeza y me cogía por el culo tal cual animal en celo, con furia pero con pasión a la vez, totalmente cegados de lujuria… Era tan fuerte la conexión y tanta la excitación que yo terminaba defecando y expulsando su leche espesa y calientica  de mi culo en la ducha.

Le gustaba que se lo mamara una y otra vez, que me atragantara con su vergota (Porque a decir verdad era grande y gruesa y como usaba pastillas siempre estaba tan dura que te hacia subir al cielo de una embestida)

Me volvía loca ese hombre del cual me enamoré ciegamente pero también estuve clara que no pasaría nada más de allí. Hoy por hoy ya no estamos juntos porque él quiso hacer un trío y yo no pude, no pude compartirlo con nadie más frente a mis ojos, me volví egoísta. No quería que nadie se enterase, que nadie supiese que por las noches, de vez en mes, era solo de mí.