Mi suegro vive con nosotros

Desde hace unos meses mi suegro vive con nosotros y el roce.

Hola, mi nombre es Silvia, bueno, vale, puede que no lo sea, pero no voy a usar mi nombre de verdad. Tengo 24 años, soy bastante normalita, sin ser ninguna belleza tengo bastante éxito entre los chicos, ahora quizás más del que me gustaría, por que tengo novio desde los 20 y vivo con el desde los 22, como he dicho antes no me considero ninguna belleza, por lo tanto me cuido mucho y elijo ropa que resalten lo que más me gusta de mí y disimulen lo que menos me gusta, hago bastante deporte para mantenerme en forma, tengo un buen cuerpo, sin destacar mucho suelo llamar la atención. Bueno basta de tirarme flores.

El caso es que hace seis meses los padres de mi novio tuvieron una crisis matrimonial y el padre de mi novio se vino a pasar un tiempo con nosotros mientras se solucionaba o encontraba un apartamento para el, la cosa es que después de seis meses sigue aquí, y no creo que se vaya.

No me molesto que se viniese con nosotros, claro que era un engorro, sobre todo por que a mi me gusta vestirme muy sexy para estar por casa, para mantener la pasión de mi novio, pero claro, al estar su padre en casa comencé a vestir bastante mas recatada, aunque poco a poco fui acostumbrándome a tener a mi suegro en casa, sin llegar a la forma que vestía antes de que viniese, procuraba siempre estar atractiva para mi novio. El problema es que, claro, también mi suegro me veía y cada día se fijaba más en mí, a veces me daba cuenta de sus miradas, por un lado me sentía mal al ver como me miraba, pero por otro a todas nos gusta un poco sentirnos admiradas.

El se portaba muy bien, ayudaba en la casa, nos entregaba parte del dinero que ganaba, aunque siempre le decíamos que no hacia falta el decía que no quería ser una carga para nosotros, que no teníamos que alimentarle gratis y que era normal que pagase los gastos extra que provocaba, la verdad es que nos daba bastante más dinero del que podía costar, pero no hubo forma de rechazarlo. Pasaba mucho tiempo sola en casa con mi suegro, ya que mi horario de trabajo es bastante similar al suyo, y el de mi novio difiere bastante, de Lunes a Viernes pasábamos unas dos horas los dos solos y los Sábados estábamos casi todo el día solos, poco a poco fue habiendo más confianza entre mi suegro y yo, entonces comenzaron sus halagos, cuando no estaba mi novio solía decirme cosas como “que guapa estas hoy” o “hay que ver la suerte que tiene mi hijo de haber encontrado a una chica como tu”, al principio estos piropillos me hacían sentirme incomoda, pero me fui acostumbrando y el fue soltando alguno un poco más picante.

Hace unos dos meses, justamente un Sábado, sucedió algo que nunca hubiese esperado, hacia una hora que mi novio se había ido a trabajar, yo estaba planchando en el salón, frente a la tele, al rato llego mi suegro y se sentó en el sofá detrás de mí, a ver la tele. Yo me había puesto ese día un pantalón corto blanco y una camiseta sin mangas un poco ajustada, aun de espaldas a él sentía sus ojos recorriendo mis piernas, me sentía algo molesta por haber elegido aquella ropa y por sus miradas, además al planchar no puedo evitar, nunca he podido, el contonearme un poco, también al agacharme a dejar las prendas planchadas sobre una silla que tenia al lado y al agacharme aun más a recoger una nueva prenda para planchar era plenamente consciente de cómo se marcaba mi trasero en el pantalón, casi podía notar como iba creciendo la excitación de mi suegro, pero preferí no hacer caso, seguí planchando y mirando la tele, pensando, y deseando, que pronto se cansaría de la situación y se iría a dar un paseo, la verdad, no tuve en cuenta que mi suegro llevaba cuatro meses sin sexo y que lo debía necesitar ya.

Oí como se levantaba, pensé, por fin se va, pero me equivoque, se acerco a mí, coloco sus manos en mi cintura y me dijo:

-¿Quieres que te ayude a algo?

-Pues podrías ir al súper a comprar unas pechugas de pollo. (Respondí después de unos segundos, para librarme de él)

-¿No hay nada que hacer aquí? (Sus manos seguían en mi cintura)

-No, solo me queda un poco de plancha.

-Hoy te has puesto muy sexy. (No supe que decir, sus manos subieron y bajaron un poco en mi cintura)

-Pues eso, si va a comprar luego comeremos pechugas. (Dije después de un rato incomodo)

-Tú si tienes un par de buenas pechugas. (respondió subiendo una de sus manos y acariciándome una teta, maldije para mí misma el haber elegido justamente ese alimento)

-Soy la novia de tu hijo, respétame. (Tal como me tenia cogida, aunque no usaba fuerza, no me dejaba mover)

-Te respeto, y me gustas muchísimo.

-¡Esto no puede estar pasando! (No lo decía por que mi suegro me estuviese sobando, no, lo decía por que sentía que me estaba excitando, y no quería)

-Eres una chica muy atractiva, yo un hombre, es normal que pase.

-No, no es normal, soy le novia de tu hijo, nunca le he engañado y tú no puedes querer ponerle los cuernos a tu propio hijo.

-Te lo he dicho, soy un hombre, tengo necesidades, además los cuernos solo le dolerán si se entera.

-¿Serias capaz de hacerle esto a tu hijo?

-En estos momentos estoy muy necesitado, seria capaz de cualquier cosa, además siempre te encontrado muy atractiva, hace tiempo que tengo fantasías contigo.

-Bueno, me siento un poco halagada, pero esto no esta bien, no quiero que siga.

-¿De verdad?

-De verdad.

-¿Entonces por qué no te apartas?

-Me tienes sujeta.

-Si te quieres apartar te suelto, pero me parece que no tienes muchas ganas de que te suelte, es más diría que te gusta sentir mis manos.

-¡No estoy excitada!

-¿Te excita esto?

-¡No!

-Sí, sí que te excita, por eso has dicho que no, aunque yo no haya dicho nada de excitación.

-Esto… (Me quede sin saber que decir)

-Vale, a ti te apetece y a mí mucho más, pasemos un buen rato los dos. (Su mano no seguía sobre mi teta y, aunque yo se lo negaba a él y trataba de negármelo a mí, estaba excitada, notaba mis pezones duros bajo el sujetador, no sé, tal vez fuese por la excitación de pensar en engañar a mi novio, por que aunque mi suegro era atractivo, muy parecido a mi novio, incluso en fotos que había visto de él de joven era difícil decir quien era uno y otro, nunca había pensado en él como hombre, hasta ese día, claro)

-No esta bien.

-Lo que no esta bien es que sigamos reprimiéndonos. (La mano que había mantenido todo este tiempo en mi cintura bajo hasta mi culo y apretó mi cachete con fuerza, un gemido estuvo a punto de escapar de mis labios al sentirlo)

-No debemos hacer esto. Pobre Roberto. (Roberto se llama mi novio)

-A Roberto no le pasara nada, ni tan siquiera tiene por que saberlo.

-¿Te verías capaz de mirar a tu hijo a los ojos sin sentirte culpable si nos acostamos?

-Sí, ¿Tú no?

-No lo sé, nunca he pensado en engañarle, no sé como me sentiría si lo hiciese.

-Vamos a probarlo.

-Si me siento muy mal cuando empecemos y quiero parar, ¿pararas?

-Claro.

Aunque sabia que en esas circunstancias cualquier hombre le diría a una chica exactamente lo que ella quería escuchar, es decir que pararía en cuanto se lo pidiese le creí, o le quise creer, la verdad es que, pese a que no quería engañar a Roberto, me había excitado muchísimo y deseaba hacer el amor con mi suegro.

Lentamente me fui girando, hasta quedar de frente a él, pegando mi cuerpo al suyo, le mire a los ojos mientras el bajaba sus manos por mi cintura hasta llegar a mi culo, con ternura apretó mis cachetes entre sus manos, no lo pude remediar, al sentir sus manos en mi culo busque su boca con la mía y nos besamos con pasión, en ese momento lo supe con certeza, no había vuelta atrás, deseaba que mi suegro me poseyese.

Sus manos recorrían mi cuerpo por encima de la ropa las subía hasta alcanzar mis tetas, me las estrujaba un poco, bueno lo que la separación entre nuestros cuerpos le dejaba, y luego volvían a bajar hasta mi culo que también apretaba, mientras mis manos estaban entrelazadas en su cuello al tiempo que cada vez nos besábamos con más fuerza y pasión, de vez en cuando sus manos bajaban lo hacían buscando descaradamente alcanzar mi sexo, entonces yo me pagaba con más fuerza a el impidiéndole que alcanzase su objetivo, igual que cuando me acariciaba el culo y trataba de alcanzar mi coño por entre mis piernas las apretaba para que no lo tocase, el mantenerme tan apretada a el hacia que notase su más que considerable erección con intensidad. Supongo que trataba de mantener la situación a raya, me sentía un poco culpable por lo que estaba a punto de hacer y quería mantener al menos la ilusión de que lo podía parar, por que de una cosa si estaba segura, si me acariciaba el coño me tendría a su disposición, que le vamos a hacer, soy así, en cuanto me acarician el chocho pierdo el control, por desgracia para mí cada vez me costaba más impedirle que llegase hasta mí coño, mi cabeza no quería que el llegase pero mi chocho lo pedía a gritos, lo notaba completamente húmedo y ansioso de caricias.

Finalmente mí resistencia quedo reducida y haciendo un poco de fuerza, pero sin lastimarme, una de sus manos se coló entre nuestros cuerpos alcanzando mi coño, lo sobo durante unos momentos por encima del pantalón, luego la metió por la cintura del pantalón y palpo mi ansioso coño que estaba defendido tan solo por unas pequeñas bragas tipo tanga.

-¡Joder! Silvia, estas empapada.

-Siii. (acerté a susurrar)

-Vamos a mi habitación.

Ni tan siquiera conteste, me llevo cogida de la mano camino de su habitación, yo le seguía como una corderita, sin resistirme, sin poderme resistir, pese a que me decía a mí misma que todavía no había pasado nada, que todavía estaba a tiempo de no ponerle los cuernos a Roberto con su propio padre, pero tenia que pararlo antes de entrar a la habitación, eso haría lo pararía ya.

De pronto me encontré sentada en la cama de mi suegro, pero como diablos había llegado allí, si un momento antes estábamos en el pasillo y yo había decidido parar lo que estaba pasando. No lo había parado, sin saber como habíamos recorrido los metros que nos separaban de la habitación de mi suegro y me encontraba sentada a su lado, él estaba buscando nuevamente mí boca con la suya mientras con una mano luchaba por desabrochar el botón de mi pantalón y yo tan solo podía seguir allí sumisa recibiendo su lengua en el interior de mí boca buscando la mía, en segundos comencé a olvidarme de que tenia novio, olvidarme que el hombre que estaba besándome era el padre de mi novio y mi lengua reacciono a la de él. Mientras tanto el botón de mi pantalón había cedido en la lucha con su mano y se había desabrochado, ahora me estaba bajando la cremallera del pantalón, que no le dio problemas, mi coño estaba ahora pobremente protegido por un pequeño pantalón desabrochado y unas braguitas minúsculas, poca cosa para aguantar mucho.

Yo deseaba, ahora ya sí, sentir de nuevo su mano sobre mis bragas acariciando mi coño con la protección de la fina tela de mis braguitas, ahora estábamos semi-tumbados en la cama, con las piernas colgando fuera de esta, pero los cuerpos tumbados, su mano sorteo hábilmente el elástico de mis pequeñas bragas y alcanzo mí coño directamente, abrí las piernas para dejarle que acariciase mi tesoro y mi perdición, ya dije antes que en cuanto me acarician el coño pierdo el control, con total libertad.

¡Joder! era un experto, había pasado un poco las yemas de los dedos por mi raja para humedecerlas y después se había dedicado durante bastante tiempo a acariciar toda mi vulva, ocasionalmente rozaba mi clítoris, lo que me producía una descarga de placer, pero nunca se paraba ahí, llegue a pensar que no era capaz de encontrármelo, a pesar de que cada vez que me lo rozaba yo sentía que lo tenia duro como un garbanzo, pero al poco tiempo me demostró que no, que siempre había sabido que estaba ahí, sus dedos se posaron suavemente sobre mi clítoris y comenzaron a excitármelo, no sentí ninguna molestia cuando lo hizo, como cuando alguno te dedica alguna caricia en ese lugar tan delicado antes de que estés lo suficientemente excitada para recibirla, vaya que el muy cabrón, dicho esto desde el cariño, me estaba llevando al orgasmo sin siquiera haberme quitado los pantalones.

Efectivamente alcance el orgasmo sin haberme quitado ninguna prenda, entonces el despego sus labios de los míos, se puso de pie entre mis piernas y me quito los pantalones y las bragas a una, por primera vez mi coño estaba a su vista, parecía que lo estaba admirando mientras me sacaba el pantalón y las bragas, luego me hizo abrir las piernas se arrodillo entre ellas y comenzó a lamer mi coño, normalmente me es muy molesto que le dediquen atenciones a mi coño después de un orgasmo sin dejar pasar un par de minutos para recuperarme, pero no esta vez, me lo lamia despacio con muchísima suavidad, sin posar los labios o la lengua sobre zonas demasiado erógenas, dejando que me fuese relajando y excitando al tiempo.

Desde luego mi suegra, si recibía las mismas atenciones que estaba recibiendo yo por parte de mi suegro lo debía echar muchísimo de menos, en ese momento pensé que, seguramente, con la experiencia que parecía tener mi suegro su crisis se debía a las infidelidades de este, por un segundo me sentí mal por que ahora yo también le estaba siendo infiel a mi novio, pero enseguida sentí una lengua adentrándose en mi raja y deje de pensar, ahora solo podía disfrutar de aquella comida de coño que me estaba dando y que era la mejor que me habían hecho nunca.

El se dedicaba ahora con más ganas a chuparme, lamerme y darme mordisquitos, con los mordisquitos me sorprendió por que nunca había pensado que sentirlos en una zona tan sensible me gustase, y me encantaba, me acercaba a pasos agigantados a un nuevo orgasmo, pero el lamió con menor intensidad y el orgasmo que iba a llegar se desvaneció, luego volvió a lamer con intensidad acercándome de nuevo al orgasmo para una vez más hacerlo suavemente y dejar que mi orgasmo nuevamente se desvaneció, hizo lo mismo varias veces más, yo ya había levantado mi camiseta y me estaba sobando las tetas como una loca, cuando finalmente me llevo a un orgasmo como nunca había sentido, entonces se aparto de mi, cerré los ojos relajándome, cuando los volví a abrir por que sentí peso a mi lado sobre la cama mi suegro ya se había desnudado y se había colocado de nuevo en la cama semi-tumbado, busco de nuevo mi boca, aunque no tuvo que esforzarse ya que yo también busque la suya y nos besamos nuevamente con pasión mientras una de mis manos busco su polla y jugo un poco con ella, estaba dura, muy dura y era grande, bastante más grande que la de Roberto.

Dejamos de besarnos, nos movimos, el quedo, esta vez si, completamente tumbado, con las piernas abiertas, yo arrodillada entre ellas jugando con su polla al tiempo que la admiraba, el agarro mi camiseta y acabo de quitármela, yo después seguí jugando con su polla.

Después sucedió algo que volvió a sorprenderme a mí misma, agache mi cabeza y comencé a chupar aquella polla como si fuese lo más delicioso que nunca iba a tener entre mis labios, entendedme, no soy ninguna mojigata, no me importa comerme una polla, lo hago sin problemas, pero tampoco es algo que gustase, normalmente lo hago solamente cuando el tío que esta conmigo me lo pide, desde que estoy con Roberto hasta hoy solo la suya, pero es que mi suegro no me la había pedido, había sido yo la que había deseado sentir esa lengua en mi boca, eso era algo que jamás me había sucedido antes, a pesar de que sabiendo que a Roberto le encantaba que se la chupe muchas veces me había propuesto chuparsela sin que me lo pidiese nunca había podido, y ahora estaba devorando la polla de mi suegro, era la primera vez en mi vida que disfrutaba de chupar una polla, incluso antes había pensado que las que decían que se disfruta haciéndolo mentían. ¡Joder! si hasta cuando mi suegro me pidió que dejase de chuparsela y lo cabalgase me supo mal.

Pero lo hice, de nuevo hice lo que me pedía sin rechistar, me coloque sobre el y me metí su polla en el coño, mientras el simplemente observaba, luego fui cabalgando sobre el lentamente y poquito a poquito fui aumentando el ritmo mientras el me acariciaba las tetas, me las amasaba, me retorcía suavemente los pezones, bajaba sus manos por mis costados y estrujaba mis nalgas, de vez en cuando colocaba sus manos en mis caderas y me obligaba a follarlo más rápido o más despacio, controlando en todo momento, como desde el principio, todo lo que estábamos haciendo.

Tuve dos orgasmos antes de sentir los chorros de su semen en el interior de mi vagina, lo que me provoco un nuevo orgasmo, luego me deje caer sobre el mientras sentía palpitar su polla en mi interior nos besamos apasionadamente, cuando sentí que su polla comenzaba a decrecer rodé hacia un lado quedando tumbada a su lado, permanecí allí unos minutos.

Luego me levante, recogí mi ropa que había quedado tirada junto la cama y sintiendo algo de vergüenza por lo que acababa de suceder me dirigí a la puerta. Cuando estaba atravesando la puerta oí la voz de mi suegro nuevamente.

-La próxima vez tendremos que darle a ese culito las atenciones que se merece.

Me gire y le mire, sin decir nada seguí andando, llegue al baño y me metí a darme una ducha. Mientras me duchaba pensé:

“La próxima vez, este cabrón piensa seguir follandomé, y no solo eso, sino que también quiere darme por el culo, cosa que nunca le he permitido a nadie, ni a Roberto, pero se lo podré negar a mi suegro”

Cuando salí del baño, lo hice desnuda, supuse que había tardado bastante en salir, por note que mi suegro también se había bañado, tenemos dos baños en casa, lo encontré vestido y terminado de planchar la ropa que había quedado en el salón.

-Es hora que te vistas y comiences a preparar algo de comer mientras yo termino lo que queda de plancha.

-Si. (respondí escuetamente, y fui a mi habitación, mientras me vestía pensé) “será mi suegro quien desvirgue mi culo, o me atreveré a negárselo”

Horas después estando ya Roberto en casa cenamos los tres, mi suegro hablaba con Roberto como si esa tarde no hubiese pasado nada, a mí me costaba hablar con mi suegro mirándole a la cara.

Luego ya en nuestro dormitorio me pregunto Roberto:

-¿Te ha molestado hoy mi padre?

-¿Por qué me preguntas eso?

-Te he visto muy fría y distante con él durante la cena.

-A no, es que estaba pensando en mis cosas. (le respondí, mientras pensaba) “Fría y distante, pues no dirías eso si nos hubieses visto esta tarde”

GRACIAS A TOD@S LOS QUE HAYAIS LEIDO ESTE RELATO, ESPERO QUE OS HAYA RESULTADO AMENO Y AGRADABLE LEERLO, TODO ES FICTICIO, YA QUE ENTRE OTRAS COSAS SOY UN HOMBRE, TAN SOLO ES QUE ME APETECIA CREAR UN RELATO EN FEMENINO, ESPERO NO HABER COMETIDO MUCHOS FALLOS Y QUE A ALGUIEN LE HAYA GUSTADO. Una sola petición, que lo valoréis, a todos los que nos esforzamos por editar los relatos de esta pagina nos gusta que nuestro pequeño esfuerzo sea recompensado con puntuación y por que no que dejéis algún comentario, eso nos ayuda a hacerlo mejor en el siguiente. Una vez más GRACIAS A TOD@s.