Mi suegro vive con nosotros (6)

Un encuentro no muy casual con Susana.

MI SUEGRO VIVE CON NOSOTROS (6)

Hola, soy Silvia y aquí me tenéis de nuevo para seguir contándoos mi pequeña historia con mi suegro, claro que en esta historia hay un personaje secundario, Roberto, mi novio, he hablado poco de él, pero ahora os tengo que contar lo que sucedió cuando prepare y le propuse hacer un trío, tal vez no os interese demasiado, pero si no os lo cuento tal vez no entendáis lo que sucedió después.

Como ya dije Susana, la amiga que me presento, muy bien presentada por cierto, mi suegro, se convirtió en la mejor candidata para que hiciese mi primer trío con Roberto, bueno, en realidad era la única candidata que tenia, por que no tenia ninguna otra amiga a quien me atreviese a pedirle que se metiese en la cama con Roberto, de modo que la única otra opción que tenia era contratar a una profesional y claro tampoco era plan que yo pagase a otra mujer para que se acostase con mi novio.

De modo que un día la llame para quedar y hablar con ella antes de proponérselo a Roberto, me cito en su casa, después de anotar su dirección colgué el teléfono. Al día siguiente casi a la hora convenida fui a su casa, me abrió la puerta vestida tan solo con un salto de cama muy sexy, casi transparente, debajo de este tan solo llevaba unas braguitas.

*Silvia, tenia ganas de que llegaras, pasa.

-Hola, Susana, no esperaba encontrarte así. (dije cuando traspase la puerta)

*Espero que no te importe, en casa me gusta estar cómoda, normalmente estoy en braguitas o sin ellas, cuando has llamado me he puesto esto, más que nada por no estar así desnuda delante de ti.

-¡Pues chica! Casi lo estas.

*¿Prefieres que me ponga otra cosa?

-No tranquila, esta es tu casa, no te voy a decir como debes vestir en tu casa.

*Si te molesta me pongo una bata que tape un poco más.

-Como me va a molestar después del otro día, no estoy viendo nada que no haya visto ya.

*Ni nada que no hayas chupado.

-También, bueno quería hablar contigo. (habíamos ido avanzando y llegamos a un salón, e indico un sofá para que me sentase)

*Vale, ¿Quieres algo de beber?

-Estaría bien.

*¿Qué quieres? Whisky con coca cola, con 7up, ginebra con limón.

-¿Tienes cerveza?

*Por supuesto, un momento que enseguida te la traigo. (se fue durante apenas un minuto y regreso con dos cervezas) Bien, tu dirás. (dijo entregándome una de las cervezas y sentándose a mi lado)

-Bueno, el otro día me dijiste que si necesitaba tu ayuda te lo pidiese. (¡joder! me estaba costando decirle a Susana lo que quería)

*Ya, y quieres que participe en un trío con tu novio.

-¡Eso es! (vaya, lo difícil que me había parecido a mí y con que naturalidad lo había dicho ella)

*Esta bien, pero quiero algo a cambio.

-¿Cómo?

*Que si yo hago eso por ti tienes que hacer algo por mí.

-¿Qué puedo hacer por ti?

*Es muy fácil, quiero que hagamos el amor las dos.

-¿Cómo? (me estaba tomando de sorpresa, en poco tiempo había hecho dos veces la misma pregunta)

*Vamos Silvia, las dos somos mayorcitas y no creo que haga falta que te repita lo que te he pedido.

-No, claro, (dije dudando) es que no me esperaba que pidieses eso.

*Mira, hablemos claro, el otro día me excite muchísimo haciéndolo contigo, soy una chica muy abierta en lo que al sexo se refiere, sin embargo las veces que he estado con otras mujeres no ha sido como fue contigo, quiero comprobar si es que tu me gustas o es que estaba excitada por que íbamos a hacer un trío.

-¿Y si es que yo te gusto?, ¿Qué pasara?

*Nada chica, al menos nada que tu no quieras.

-¿Si digo que no?

*Pues yo también digo que no.

-Vamos, que si no me acuesto contigo no harás el trío con Roberto.

*Exacto.

-¿Podría ser al revés?, ¿primero el trío y luego las dos?

*No, tienes tiempo de pensarlo si lo necesitas, todo el tiempo que quieras, bueno es un decir, por que también depende de las ganas que tengas de hacer un trío con Roberto.

-Es que así sentiría que le estoy poniendo los cuernos a mi novio.

*No lo sientes cuando te follas a Julián.

-¡Touche!

*Venga, que no es para tanto, sé que el mío no fue el primer chocho que te llevaste a la boca, me lo han chupado otras tías y se nota cuando una es inexperta.

-Hacia mucho tiempo que no chupaba un chumino.

*La practica no se pierde, por lo que sentí.

-Vale, de acuerdo, me acostare contigo a cambio de que me des tu palabra de que después harás un trío con nosotros.

*La tienes.

-¿Cuándo y donde?

*Por mí aquí y ahora.

-¿Ahora?

*O cuando quieras, solo tienes que llamarme, puedes venir aquí o que yo vaya a tu casa, pero tenemos que estar solas, no quiero que haya nadie más, ni siquiera mirando.

-Esta claro.

*Bueno, ¿quieres que hablemos un rato de nuestras cosas o prefieres irte para pensar?

-No necesito pensar demasiado, me das pocas opciones.

*Tampoco creo que las necesites, sé que el otro día tu también disfrutaste del rato que pasamos solas, te gusto, así que no creo que vaya a ser tan desagradable.

-Lo del otro día fue diferente.

*Como quieras. Por cierto, ¿le has dicho ya a tu novio lo del trío?

-¿Cómo? (¡joder! Hoy parecía tonta, la tercera vez que la misma pregunta escapaba de mi boca)

*Me parece que no, (se respondió a su propia pregunta) ¿Cómo se lo dirás?

-No lo había pensado. (en verdad no había pensado en eso, no podía llegar y decirle a Roberto “oye, tengo una amiga, vendrá este fin de semana y follaremos los tres”)

*Tal vez sea mejor que primero me conozca, podemos quedar un día para tomar café o unas copas en algún sitio, tu te lo traes y así nos conocemos.

-Es una buena idea, pero acuérdate que no sabe nada de lo que sucede entre… Julián (iba a decir mi suegro pero me contuve) y yo.

*No te preocupes, ya suponía que no lo sabia, es más, cuando el otro día te pregunte si tu objetivo era meterlos a los dos juntos en tu cama, bueno, luego estuve pensando y me pareció una pasada, como se le dice a un novio “venga, me vais a follar tu y tu padre”

-Desde luego no así, la verdad me hiciste pensar en eso y aunque seria una cosa que me gustaría muchísimo no sé si algún día me atreveré a pedírselo, ni siquiera a mi suegro. (esta vez use a propósito el mi suegro)

*Bueno, eso es cosa tuya. Cuando quedamos para que me presentes a tu novio.

-Cuando te vaya bien a ti.

*Pues este Viernes por la noche, podemos ir a alguna discoteca, así me dejas que baile un poco con él, le caliento un poco y estará más receptivo para hacer un trío nosotros tres.

-Puede funcionar, pero no te pases calentándolo, quiero que hagamos un trío, no que te lo folles.

*Confía en mí, hay muchos tíos por ahí como para quererle quitarle el suyo a una amiga.

-Y tu no debes tener problemas para ligarte a los que quieras.

*No, los problemas los tengo luego.

-¿Luego?

*Sí, luego, no hay manera de hacerles entender que solo me interesaba follar y luego si te he visto no me acuerdo, o si que me acuerdo pero no lo quiero repetir, o si que lo quiero repetir pero sin compromisos, pero la mayoría de los tíos se creen que cuando una tía folla lo hace buscando una pareja para toda la vida, las hay así, pero yo no, de hecho como te dije lo paso muy mal cuando me ato demasiado tiempo al mismo tío.

-Si no recuerdo mal dijiste que lo habías pasado mal por que lo habías dejado con tu novio anterior.

*Tienes buena memoria, bueno, es verdad, cuando paso mucho tiempo al lado de un hombre acabo enamorándome de él y siempre acaban haciéndome daño.

-Algún día encontraras al hombre ideal, como me paso a mí con Roberto.

*¿Tu hombre ideal?, ¿por eso follas con su padre?, ¿por eso quieres follar con otros?

-Para mí el sexo y el amor son cosas muy diferentes, quiero mucho al hombre que se sienta conmigo a comer o ver la tele pero necesito cambiar de vez en cuando en la cama.

*Eres aun más rara que yo.

-Rara ¿Por qué?, porque nos enseñaron que estar enamorado significa ser fieles, ¿y si lo que nos han enseñado no fuera verdad?

*¿Entonces no te importaría que me follase a Roberto?

-Si luego no me lo ocultase, no.

*Pero le ocultas lo que sucede entre Julián y tu.

-Me gustaría poder llegar a decírselo, incluso que lo presenciase, tal vez con el tiempo si consigo abrirle la mente lo suficiente eso suceda.

*¿Por eso quieres que hagamos un trío?

-Exacto, primero un trío con una chica, luego con un chico, después intercambios de parejas y al final poder llegar a casa un día y decirle “hola Roberto, hoy me encontré a un tío muy bueno en el supermercado, me he ido con él a su casa y hemos follado como locos, por eso vengo algo tarde”

*¿Crees que algún hombre será capaz de aceptar eso?

-Si él puede hacer lo mismo por que no lo iba a aceptar.

*Mis experiencias me demuestran que son demasiado posesivos para aceptar una relación así.

-Si no lo acepta no sé que haré.

*¿Qué quieres decir?

-Pues eso, creo que ya te lo dije antes, si no vario un poco en el tema sexual pierdo la pasión, de modo que si él no es capaz de aceptarlo me pensare dejar nuestra relación.

*Pero dices que le quieres mucho, ¿tan malo es en la cama que le dejarías solo por el sexo?

-¡Que va!, lo hace muy bien, has oído lo de tal palo tal astilla, pues en su caso es cierto, en la cama es tan bueno como su padre.

*Entonces no te entiendo.

-Llevo con Roberto más de cuatro años, en esos cuatro años llegue a perder la pasión por el sexo, vamos que llegue a follar tan solo cuando a él le apetecía, pero lo hacia sin ganas, tan solo recupere la pasión cuando comencé a follar con Julián, al poco y por un pequeño suceso descubrí que mi naturaleza es esa, no pertenecerle sexualmente a ningún hombre.

*Podrías seguir igual, follandote a los dos, no tendrías que dejar al hombre que quieres.

-Es que no sé cuanto tiempo mantendré la pasión gracias a Julián, al final será monótono con los dos, lo se por lo que sucedió hace poco.

*¿Qué sucedió?

-Prefiero no contarlo.

*¿Tan horrible fue?

-No, no tuvo nada de horrible, pero prefiero guardarlo para mí. Por cierto, se ha hecho tarde, tengo que irme, mañana por la tarde vuelvo y lo hacemos.

*¿Mañana?, ¿estas decidida?

-Sí, ¿a que hora estas en casa?

*A partir de las tres, por la tarde, claro.

-Yo no puedo venir hasta un poco después de las cuatro.

*Muy bien, te esperare, no me dejes plantada.

-No te preocupes, hasta ahora nunca te he fallado.

*Solo es la segunda vez que nos vemos.

-Confía en mí, al fin y al cabo te voy a dejar follar con mi novio.

Nos despedimos, anduve el camino hasta casa pensando en lo que iba a hacer al día siguiente con Susana, tan solo me preocupaba una cosa, ella era la primera mujer por la que sentía una cierta atracción, antes había tenido sexo con otras, pero no era lo mismo, las otras no me habían atraído, solo había sido sexo por sexo, me preguntaba que sucedería ahora que me iba a meter en la cama con una que me atraía y que además me había confesado que también se sentía atraída por mí.

Al día siguiente en el trabajo estaba intranquila, a la vez que excitada, deseaba que llegase la hora de irme, de ir a casa de Susana, para colmo fue un día muy tranquilo en la oficina y las horas parecían no pasar, le dije a mi jefe que en vista del trabajo que teníamos me iba a los archivos a ordenarlos, se sorprendió ya que es un trabajo para el que nadie se presenta voluntario y que normalmente hacemos por rotación, pero necesitaba mantener la cabeza ocupada, dejar de pensar en Susana o acabaría mojando mi silla por la excitación. Mientras ordenaba los archivos entro un compañero a buscar unos documentos, se me paso por la cabeza cerrar la puerta y follarmelo para calmarme, pero me contuve, toda la oficina sabría lo que pasaba, además aquel chico conocía a Roberto de alguna cena. Acabe bastante antes de lo que esperaba en los archivos, apenas habían dado las dos, me quedaban dos horas de trabajo, mi jefe entro en los archivos al poco de salir yo, parecía satisfecho, se acerco y me dijo que podía irme a casa por haber dejado los archivos tan bien, me quede sorprendida, nunca en los seis años que llevaba en la empresa le habían dado permiso a nadie para irse antes, a no ser que fuese por alguna causa justificada, pero nunca como premio, por supuesto que no espere a que lo repitiese, agarre mis cosas y salí casi corriendo.

Llegue a casa de Susana un poco después de las tres, se sorprendió al verme allí tan pronto.

*No te esperaba tan pronto.

-Me dieron permiso en el trabajo para salir un poco antes.

*Me alegra que ya estés aquí, tenia muchas ganas.

-Me tendrás que permitir darme una ducha, vengo directamente de la oficina y hoy he sudado, no puedo meterme en la cama así.

*Mira, eso es algo que nunca he hecho.

-¿El que?, meterte en la cama sin ducharte.

*No, ducharme con una chica, ¿te importaría?

-No, claro que no y menos teniendo en cuenta lo que he venido a hacer contigo.

*Has venido para que hagamos el amor, me gustaría oírtelo decir.

-He venido a hacer el amor contigo.

*Me encanta. Ven, sígueme, vamos al baño. (la seguí hasta el baño, al entrar hizo algo que no me esperaba, se giro y me beso en la boca, respondí a su beso al tiempo que notaba sus manos desvistiéndome con calma, luego cuando mis prendas iban abandonando mi cuerpo ella comenzó a besar la piel que descubría)

-Estoy sudada, no hagas eso.

*Puede que hayas sudado, pero estas limpia y tu sabor es delicioso.

En poco tiempo quede desnuda ante Susana, más por hacer que parase de besar mi cuerpo que por otra cosa la empecé a desnudar yo a ella, pronto estábamos las dos desnudas, me pegue a ella y la bese en los labios, casi enseguida nuestras bocas se abrieron para que nuestras lenguas se entrelazasen con pasión, lentamente fui empujándola hacia la ducha, era una de esas cabinas de baño con casi de todo, vi los botones que ponían en marcha la sauna, la radio, etc. pero no conseguía identificar el grifo, quería soltarlo y que el agua cayese sobre mí llevándose los rastros de sudor, no es que sea tonta, ni que fuese demasiado difícil poner en marcha la ducha, es que quería ponerla en marcha sin dejar de besar a Susana para evitar que sus labios se posasen de nuevo sobre mi cuerpo, ya que me sentía sucia, finalmente fue ella quien se encargo de soltar el agua, me coloque bajo los chorros de agua sin tan siquiera comprobar que tal salía el agua, estaba agradablemente tibia, después supe que se podía programar la temperatura y el agua salía desde el principio a la temperatura deseada.

Susana agarro una esponja y vertiendo algo de gel sobre ella se encargo de irme limpiando todo el cuerpo, fue una de las duchas más agradables de mi vida, al terminar conmigo vertió algo más de gel sobre la esponja y me la entrego, no hacia falta ser muy inteligente para adivinar que quería que la limpiase a ella, lo hice con toda la dulzura que despertaba en mí aquella mujer. Al salir de la ducha nos secamos mutuamente con dos toallas limpias que saco de un mueble, no sé por que nos envolvimos en las toallas y luego ella me cogio de la mano tirando de mí, me llevo a la que supuse seria su habitación, una vez allí se separo un poco de mí y se quedo mirándome.

*¿Sabes lo sexy que resultas envuelta en una toalla?

-Tu también estas muy sexy, con el pelo mojado pareces una sirena recién salida del mar.

No hablamos mucho más, nos pegamos la una a la otra y nos besamos con pasión, caímos sobre la cama, entre restregones y caricias las toallas se desprendieron de nuestros cuerpos como si supiesen que molestaban hasta desaparecieron de la cama.

Susana fue quien primero se dedico a darle placer a mi cuerpo pronto fue descendiendo con sus labios por mi cuello llegando a mis pechos, que beso y chupo deliciosamente poniendo mis pezones en erupción, luego siguió bajando, abrí mis piernas dejándole el camino libre hasta mi coño, deseaba sentir su lengua recorriéndolo, tardo bastante en llegar, o a mí me lo pareció, pero cuando lo hizo una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo, como podía estar tan excitada, tenia que controlarme o me correría sin haber disfrutado apenas de las habilidades de la lengua de Susana, apreté su cabeza con mis muslos, había intentado evitarlo pero me fue imposible, ya os dije en un relato anterior que mi coño es mi talón de Aquiles, demasiado sensible, cuando me chupan bien el chocho no puedo evitar apretar la cabeza de quien me lo esta comiendo, además contrayendo o tensando los músculos en cierto modo dirijo la lengua hacia los lugares donde deseo sentirla, a Roberto eso le encanta, o al menos eso me dice, a Susana también parecía gustarle en la habitación solo se escuchaba mi respiración acelerada por el placer que sentía y algún que otro chupetón que Susana emitía. En pocos minutos alcance el orgasmo que trataba de contener, ella continuo chupando un poco más, haciéndolo despacio y luego trepo de nuevo por mi cuerpo hasta que nuestras bocas volvieron a unirse, sus labios conservaban el sabor de mi coño, rodé obligándola a rodar a ella hasta quedar yo encima, me tocaba a mi darle el placer que había recibido, deseaba hacerlo, procure demorarme en llegar a su entrepierna, tampoco era difícil, el cuerpo de Susana es una escultura y el sabor de su piel delicioso, especialmente sus pezones, aun así cuando tuve su coño ante mi, mientras dirigía mi lengua hacia el, pensé que había ido demasiado rápido, que tendría que haber tenido más calma, ¡pero que carajo!, ya estaba allí y tenia a escasos centímetros el coño que ansiaba chupar. Comencé a hacerlo con calma, adentrándome poquito a poquito entre sus labios, hasta conseguir que poco a poco toda la zona se fuese humedeciendo con mi saliva y sus jugos, pronto los signos de placer de Susana fueron más que notorios, al contrario que yo ella se mantenía con las piernas bien abiertas, pero culeaba mucho, vamos que levantaba el culo de la cama pegándome el coño fuertemente a la boca, quise chuparselo fuertemente ya que eso me demostraba que le gustaba sentir mi boca presionando, aun así ella seguía culeando, al igual que yo perdía el control de mis muslos ella perdía el control de su culo. También se corrió en poco tiempo, satisfecha le lamí un poco más el coño con dulzura y subí hasta sus labios para besarla, luego me deje caer a su lado.

Pasado un tiempo en silencio, una vez recuperada, Susana se levanto. “Ya esta” pensé, “se da por satisfecha, creía que su intención era hacer el amor y esto ha sido como echar un polvo” me sentí algo decepcionada, realmente yo quería mucho más de lo que había sucedido, en cuanto la mire a los ojos supe que no habíamos terminado, se traía algo entre manos, pero no tenia ni idea de que podía ser, fue hasta el armario y saco de el una gran bolsa de papel, no había ninguna inscripción sobre ella, sospeche lo que podía haber en la bolsa, cuando regreso a la cama y extrajo de la bolsa un pene de plástico, de un tamaño más que considerable, unido a unas bragas que parecían de látex se confirmaron mis sospechas, sin decir nada observe como abría el paquete que contenía ese artilugio, luego le aplico un tubo como de spray y vi como la parte que corresponde al conducto de la parte baja del pene se hinchaba bastante, luego se comenzó a colocar las bragas mirándome de tanto en tanto.

*Prepárate por que te voy a follar como nunca te han follado.

-¿De donde has sacado eso?

*Cuando te fuiste ayer salí a hacer algunas compras. Esto es lo último en los sexshop, me aseguraron que están teniendo muchísimo éxito.

No podía dejar de mirarla mientras se ajustaba las bragas por medio de unas hebillas en los laterales, la imagen de Susana con ese gran pene, viéndoselo ahora puesto aun me parecía más grande que cuando lo tenia en la mano, era entre extraña y sugerente, me invadía el morbo, una tía con un gran pene me iba a poseer, no pude evitar acercarme a ella y agarrando la polla comenzar a chuparla como si fuese de verdad, al menos la parte exterior parecía de látex, daba una textura que parecía un pene real, eso si, algo más frío, lo chupe un rato queriéndole transmitir algo del calor de mi boca, aunque para nada estaba tan frío como para resultar desagradable sentirlo en el coño.

Susana parecía disfrutar viendo como se la mamaba, al tiempo que terminaba de ajustarse las bragas de látex que sujetaban aquella polla a ella haciendo que casi pareciese suya, me hubiese gustado inspeccionar aquel artilugio antes de que se lo pusiera, antes solo había visto cosas como esa en fotos o algún video porno, pero bueno seguro que luego tendría ocasión de verlo, una vez estuvo satisfecha con la colocación del instrumento me sujeto la cabeza y comenzó a follarme la boca.

*Te gusta mi polla, ¿verdad? (hubiese querido contestarle que si, pero con aquello en mi boca y sus manos sujetándome era más que imposible) Pues vas a desear no haberla conocido, por que te voy a follar hasta que me supliques que te eche toda mi leche. Venga túmbate y abre bien las piernas por que allá voy.

Sus comentarios me pusieron a cien, parecía el tipo más rudo de la ciudad, aunque su voz fuese tan dulce como siempre, note como se me humedecía el coño al instante, me tumbe en la cama, presa de excitación observe como se colocaba entre mis piernas y apuntaba aquel pollón a mi vagina, cuanto más miraba aquella polla más grande me parecía, desde luego iba a resultar imposible que toda me entrase, pronto fui notando como iba a entrando poco a poco pero sin detenerse, cuando estuvo más o menos a la mitad comenzó con los movimientos cóitales, sacando y metiendo aquel pene en mi coño, cada vez que empujaba un cacho más de aquel pene me invadía y continuo así hasta que sentí su pelvis golpeando contra mis ingles, me pareció increíble haber recibido todo aquel pene, me sentía repleta, incapaz de albergar un centímetro más, ella se fue moviendo dentro de mi a un ritmo perfecto, oleadas de placer me llenaban gracias a la primera vez que una mujer me follaba, el morbo me invadía, comencé a decirle lo que se me pasaba por la cabeza, queriendo animarla a follarme con más fuerza, cosas como “vamos destrózame el coño”, “hazme sentir tu polla bien adentro” o “soy tuya, vendré a dejarme follar cuando quieras”.

Pasado un tiempo, me la saco y me hizo ponerme a lo perrito, rece para que no se le ocurriese insertarme semejante instrumento en el culo, pero era incapaz de hablar, colocada con el culo en pompa note como de nuevo la cabeza de aquel monstruo se apoyaba nuevamente contra la entrada de mi vagina, esta vez me la metió con fuerza, ya que sabia que mi vagina estaba preparada para recibirla, sentirla entrar de ese modo estuvo a punto de provocarme el orgasmo, Susana comenzó a moverse con fuerza dentro de mí, ser follada de aquel modo me provoco el primer orgasmo, ella bajo su ritmo, follandome muy despacio, dejándome disfrutar del orgasmo pero sin detenerse, una vez acabado mi orgasmo me la saco nuevamente, se tumbo sobre la cama y me dijo que quería verme cabalgarla como una puta, normalmente no me gusta que se use esa palabra refiriéndose a mí, pero consiguió ponerme a cien, casi de un salto me coloque sobre Susana y metí de nuevo aquel tronco hasta lo más profundo de mi ser, cabalgue sobre ella hasta alcanzar un nuevo orgasmo, quería que acabase ya que dejase de follarme, necesitaba descansar, hacia casi media hora que me estaba follando, recordé que me había dicho que me follaria hasta que le pidiese que me echase su leche.

-Vamos ya, lléname de leche.

*Túmbate que te acabare como mereces.

Me salí de su polla y me tumbe, ella se coloco sobre mi y volvió a follarme como había hecho al principio, aunque con algo más de brío, quería que terminase ya, pronto sentí como un nuevo orgasmo llegaba, cuando mi orgasmo comenzó note como unos chorros de liquido se estrellaban en lo más profundo de mi vagina, no lo podía creer, ¡se estaba corriendo!, mi orgasmo se prolongo mientras chorros de liquido, cada vez menos intensos me iban llenando, aquello parecía increíble, como si un hombre de verdad se hubiese corrido dentro de mí. Al acabar se tumbo a mi lado con su pene apuntando al techo, casi esperaba verlo perdiendo rigidez como si fuese de verdad, desde luego había tenido uno de los mejores polvos de mi vida.

Pasado un rato Susana fue soltándose las hebillas que sujetaban aquel magnifico pene a su cuerpo, yo la observaba.

-Tienes que dejarme que lo inspeccione

*Ni hablar, este es mío, en la bolsa encontraras otro para ti.

-¿Me has comprado un pene de esos?

*Por supuesto, no te creerías que ibas a ser la única que saldría de aquí follada.

-Yo no sé si sabre hacerlo.

*Claro que sabrás, para mí también era la primera vez.

-Entonces te he desvirgado. (dije entre risas)

*Sí, venga que ahora te voy a desvirgar yo a ti, coge el tuyo. (dijo también entre risas habiéndose liberado ya de su magnifico pene)

-Vale.

Me levante y saque de la bolsa un paquete que quedaba, había un pequeño libro de instrucciones, comenzaba diciendo que esperaban que disfrutases de tu nueva adquisición, luego explicaban como rellenar el deposito para simular corridas, había dos modos, uno era comprando los botes de spray, que resulto que era lubricante para relaciones intimas, otro era con una jeringuilla y rellenarlo con el lubricante que más te gustase, y como ajustar las correas, luego decía que si la pareja estaba un poco seca se podía dar un pequeño toquecito al dispositivo de salida para liberar un poco de lubricante en la vagina, al final decía que para simular la corrida se presionase fuertemente la perilla, que era el dispositivo de salida, y que pude ver que quedaba en la parte derecha de las bragas de sujeción, el resto se supone que quien lo compraba ya lo debía saber. Cogi el bote y llene el deposito, estaba observando a la vez aquel artilugio, por la parte interior llevaba unas puntas de silicona, como es natural redondeada, no era difícil adivinar que estaban ahí para darle placer a la que llevaba el rol masculino, una vez lleno el deposito me fui colocando las bragas, como quien no quiere la cosa me fui acercando al armario, había un espejo de cuerpo entero en una de las puertas.

*Quieres ver que tal te sienta tener polla, mírate tranquila.

-Me siento rara con esto, es un impactante verme así, la verdad es que nunca he estado con un tío que la tenga tan grande cómo yo.

*La verdad es que había ido en busca de unos vibradores normales, cuando las vi en la tienda no me pude resistir, además cuando las miraba la chica de la tienda me dijo que acababan de salir al mercado y estaban arrasando en ventas.

-¿Por qué compraste dos?

*Por higiene.

-¿Higiene?, chica te he comido el coño, hemos follado las dos con… Julián (estuve a punto de decir mi suegro) y nos follo con la misma polla a las dos, no sentiría manía si me follases con el mismo aparato que he usado yo para follarte a ti.

*Bueno, pero ya que compre dos usemos una cada una.

-Claro, pero es una cosa que nunca he acabado de entender, incluso en las películas porno ves dos chicas dándose el lote, haciéndose de todo y luego cada una usa su propio consolador.

*Eso es por que al usar los consoladores podría haber o hacerse un pequeño desgarro en la vagina y eso con las enfermedades que corren por ahí, a nadie le hace gracia que le peguen una enfermedad por un aparato que vale unos pocos euros.

-Mira, por fin una explicación que me convence, ¿Cómo lo sabes?

*Conocía a una chica que hacia shows eróticos, un día que fui a verla actuar le pregunte eso mismo y esa fue su explicación.

-¿Conociste?, ¿Qué le paso?

*Se fue al extranjero, esta trabajando en el cine.

-Bueno, creo que esto ya esta, prepárate que ahora voy yo.

*Aquí me tienes, pero contrólate al principio, tampoco estoy acostumbrada a pollas como esa.

Me subí a la cama, Susana al igual que había hecho yo se acerco y comenzó a chuparme la polla, nunca pensé que me pudiese resultar tan excitante ver a una chica chupándome la polla, aunque fuese de mentiras, comprendí un poco mejor por que a los chicos les gusta que se la coman, sientes que la persona que te la come esta sumisa a ti o algo parecido, además cada vez que su boca se movía sobre le polla las puntas de silicona de la parte interior de las bragas masajeaban divinamente varias zonas de mi intimidad, la deje que me la comiese un rato. Luego la hice colocarse a lo perrito, se la quería meter desde atrás, antes de metérsela comprobé con mis dedos su grado de humedad, habíamos tenido bastante rato de charla y la podía haber afectado, pero no, estaba bastante húmeda, se la fui metiendo poco a poco, tal como ella había hecho conmigo, tuve que contenerme un par de veces para no ensartarla de un golpe, me resultaba muy excitante estar penetrando a otra chica, por mi mente paso lo de “¡joder!, que bien se lo deben pasar los tíos haciéndolo con su propia polla”.

La folle en varias posiciones, y más o menos durante el mismo tiempo que había estado ella conmigo, claro que Susana tuvo más orgasmos que yo, hasta seis le conté, espere a que me lo pidiese para mandarle mi corrida, esa era una ventaja que no tienen los tíos, o al menos ninguno que yo conozca, no pueden decidir cuando correrse y la mayoría lo hacen demasiado pronto, bueno en fin que le mande casi toda la “corrida” al interior de su coño, eso si, me guarde el ultimo apretón, que en realidad se convirtieron en los últimos dos, y cuando se la saque me la sujete y apuntando hacia su cara apreté la perilla, en el primer apretón el liquido cayo sobre sus tetas, el segundo sobre su barbilla, casi sobre sus labios, apreté una vez más pero no salio nada.

*¡Cabrona!, pareces un tío de verdad corriéndote encima mío. (dijo entre risas, aunque le resultase difícil reír después de la follada que le había dado)

-¡Esto es la leche!, ¡tenemos que repetirlo!

*Esperaba oír eso.

PD. A los que seguís esta serie, perdón por haberla cambiado de categoría, pero entenderéis que tal como ha quedado no pinta nada en amor filial.

A quien le pueda interesar, no sé si existe una polla como la que usan las protagonistas, de modo que no perdáis demasiado tiempo buscándolas si os han interesado.

Hasta la próxima. Ya veremos donde aparecerá el siguiente. Un beso para ellas y un saludo para ellos.