Mi suegro vive con nosotros (5)

La relación con mi suegro avanza y cada vez me siento menos dominada por él.

NOTA DEL AUTOR:

Como en este relato hay muchas conversaciones entre tres protagonistas he cambiado los signos que dan inicio a los comentarios de cada uno para tratar de que sea un poco más claro:

  • cuando hable Silvia

  • cuando hable Julián (el suegro)

  • cuando hable Susana (a la que os presento)

Espero que esto os sirva para disfrutar más cómodamente del relato. Un beso.

MI SUEGRO VIVE CON NOSOTROS (5)

Hola de nuevo, soy Silvia de nuevo, aun me quedan algunas cosas por contar y como me parece que a muchos de vosotros os gusta leerlas pues vamos allá.

Después de haber vuelto a tener sexo con mi suegro la semana paso normal, la verdad es que de Lunes a Viernes nunca habíamos hecho casi nada, alguna mamada a la polla de mi suegro o dejarle que me comiese el coño, durante esos días solo disponíamos de un par de horas hasta que Roberto regresaba y no era cuestión de perder la noción del tiempo y que nos encontrase follando, así que como ya he dicho nos contentábamos con algo de sexo oral y por supuesto poniendo un despertador para que sonase una media hora antes del regreso de Roberto, de modo que nos diese tiempo a arreglarnos y no notase nada, claro que también existía el pequeño miedo a que algún día por cualquier motivo regresase un poco antes y nos pillase, pero, bueno, siendo sexo oral era más fácil recomponerse si escuchábamos abrirse la puerta, esto, no os quiero aburrir con pequeños detalles así que voy a lo que iba.

Llego de nuevo el Sábado, otro Sábado más que me levante con Roberto y desayunamos juntos, tenia de nuevo ganas de aprovechar todo el día para disfrutar del sexo con mi suegro, después de que se fuese Roberto y de dejar pasar un tiempo prudencial, esta vez en mi habitación y no delante de la puerta como la semana anterior, me desnude y me dirigí a la habitación de mi suegro, me sorprendió encontrarlo vistiéndose, él me miro y pareció sorprenderse de verme desnuda.

+¿Qué haces así?

-Eso debería preguntarlo yo.

+Venga, ves a tu cuarto y vístete, ponte algo bonito y sexy.

-¿Más sexy que lo que llevo?

+Eso es imposible, pero tienes que vestirte.

-Vale.

Un poco enojada salí de su habitación y regrese a la mía, con las ganas que tenia de sexo por que me hacia vestirme, mientras buscaba que ropa ponerme trate de imaginar que se traía mi suegro entre manos, quería que me pusiese guapa, vaya seguramente había preparado un día romántico en algún hotel fuera de la ciudad, pasearnos como una pareja normal delante de la gente y hacer el amor en una habitación del hotel hasta romper las patas de la cama, me sedujo ese plan, me apetecía hacerlo. Me costo decidir que ponerme, al final escogí un vestido rojo que había comprado para fiestas especiales, aquel día romántico con mi suegro seguro que seria muy especial, luego me maquille un poco, no me gusta maquillarme mucho, además a los veintidós años una chica no necesita mucho maquillaje, me gusta más la naturalidad. Cuando salí de mi habitación oí música en el salón, allí me dirigí, cuando entre mi suegro se quedo mirándome.

+Vaya, estas preciosa, nunca te había visto ese vestido.

-Gracias, solo lo uso en ocasiones especiales como esta. Tu también te has puesto muy guapo. (justo cuando terminaba de decir esto sonó el timbre)

+¿Te importa abrir?

Ni tan siquiera conteste, me di la vuelta y fui a abrir la puerta para ver quien era, vaya ganas de fastidiar que tenia quien fuese, justo cuando estábamos a punto de salir. Cuando abrí me encontré con una chica muy bonita, me dio la impresión de que debía tener unos veinticinco años, me quede mirándola extrañada de que aquella desconocida llamase a mi puerta.

-Buenos días, ¿Qué querías?

*Buenos días, soy Susana Rodríguez, de la inmobiliaria tu hogar, he quedado aquí con Julián Manzano. Espero no haberme equivocado. (por supuesto que estos nombres no son los verdaderos, vamos que me los he inventado, pero bueno, si existe alguna Inmobiliaria Tu Hogar y me quieren pagar por hacerles publicidad será un placer)

-Sí, (desee decirle a continuación “te has equivocado“ pero no lo hice) vive aquí.

*¿Puedo pasar?

-Claro, claro pasa. (me había quedado un tanto bloqueada, los planes que había imaginado que mi suegro tenia para pasar el día se esfumaron, además era cierto que había estado buscando casa para irse de la nuestra, bueno, esperaba que ahora que las cosas entre nosotros se habían aclarado y estábamos a gusto le dijese a esta chica que ya no iba a necesitar casa. (Cuando Susana entro yo cerré la puerta, al girarme la encontré mirándome de arriba abajo con una sonrisa cautivadora) Sígueme, es por aquí. (me sentía un poco incomoda por el modo en que me había mirado y supuse que ahora caminando detrás de mí debía mirarme del mismo modo, me pare frente a la puerta del salón indicándole que entrase a la vez que avisaba a mi suegro) Julián, tienes una visita.

El saludo entre mi suegro y Susana fue darse un piquito, se me subió la sangre a la cabeza, como era posible que mi suegro me hiciese aquello, después de haberlo arreglado, ahora se buscaba una nueva novia y me iba a dejar en la estacada, mire a Susana como a una enemiga, alguien a quien debía abatir, pero la verdad debía de reconocer que si yo fuese hombre también me dejaría a mí por aquel bebezón, entendedme, nunca me he sentido atraída por ninguna mujer, es cierto que en tiempos probé el sexo lésbico, y más de una vez, reconozco que lo pase muy bien, pero nada que ver con estar con un hombre, al menos para mí, y espero que ninguna chica se sienta atacada por este comentario, cada cual elige como quiere vivir y si no le hace daño a nadie perfecto.

Sin embargo Susana parecía tener una atracción magnética que me hacia admirarla, ya lo he dicho antes, era preciosa, pero de bonita que era, bueno y es, por que no le ha pasado nada, se puede repetir cien veces el mismo calificativo sin llegar a exagerar, morena, con una melena hasta la mitad de la espalda de un pelo liso muy brillante, labios carnosos, ojos azules, curvas de escándalo, grandes tetas, pero sin ser exageradas, bueno que sus formas debían de estar muy próximas al 90-60-90 si no eran exactamente esas, incluso me pregunte por que diablos perdía el tiempo en una inmobiliaria, si quisiese ser modelo los mejores modistos se pelearían por que desfilase con sus diseños, estaba segura.

De pronto me di cuenta de que mi suegro me miraba con expresión divertida, de modo que ahora quería jugar a ponerme celosa con aquella, aquella, ¡joder! Tengo que decirlo, aquella divinidad, quería haberme atrevido a decir para mi que era una pelandusca o algo parecido, que venia a robarme a mi amante, pero estaba claro que Susana era una mujer muy especial, y si quería no solo me quitaría a Julián, sino también a Roberto. Ella cuando me miraba seguía manteniendo aquella sonrisa de anuncio de dentrífico, a pesar de que mis miradas a ella no fuesen muy amigables. Por fin mi suegro se decidió a acabar con aquello antes de que la situación se volviese violenta.

+Susana, te presento a Silvia, mi nuera.

*Un placer conocerte. (dijo acercándose y dándome dos besos)

-Igualmente. (respondí casi como si lo tuviese programado, aunque para mí no fuese un placer)

+Bueno, tengo preparadas un par de botellas de buen cava para que hablemos un rato y rompamos el hielo, sentaros y hablad un poco mientras voy por ellas, pero no se os ocurra empezar sin mí.

Al oír esto de pronto caí en la cuenta, el dichoso menage a trois, vamos, en nuestro idioma, trío que mi suegro me había propuesto hacer, yo lo había aceptado, pero sin pensar demasiado lo que decía, tal vez por eso lo había olvidado totalmente, pero era evidente que mi suegro no, por eso había invitado a Susana, para tener sexo con las dos, me sentí un poco cohibida al pensar en follar frente a ella, al pensar en verla follar a ella, bueno por que engañarme a mi misma estaba cohibida por que había imaginado que seria la más guapa de las que participarían en el trío, pero era evidente que no seria así. Nos sentamos en el sofá.

-¿Cómo conociste a mi suegro? (quería ser simpática después de haber sido claramente antipática)

*Vino por la inmobiliaria, buscaba un piso o apartamento, le enseñe algunos. Pero por favor, deja de llamarlo suegro, me hace sentirme más incomoda con lo que vamos a hacer.

-¿Nunca has hecho un trío?

*No, nunca, ¿tu sí?

-Sí, alguno hice hace algunos años. (sonreí, al menos en algo tendría ventaja) Pero no como este.

*¿Cuál era la diferencia?

-Que en aquellos había dos chicos y yo hacia tres. (recordé en ese momento una fiesta que había acabado en orgia, debíamos ser veinte, aun así salíamos aproximadamente a dos chicos por chica)

*Si me gusta lo de hoy tal vez me anime a probar con dos chicos yo también.

-Seguro que no te faltaran candidatos.

*Gracias, tu también me gustas mucho.

-¿Eres lesbiana?

*¡No! Lo he probado y reconozco que me gusta, pero entre un hombre y una mujer me quedo con el hombre.

-En eso nos parecemos. ¿Puedo hacerte una pregunta personal?

*Claro, con lo que vamos a compartir hoy no tenemos por que andarnos con tonterías.

-¿Cómo te propuso (iba a decir mi suegro pero me contuve) Julián hacer esto?

*Nos acostamos unas cuantas veces, habíamos quedado el Sábado pasado pero no se presento, me llamo el Lunes pidiéndome perdón por dejarme plantada e invitándome a tomar café para hablar, entonces me contó que no había venido por que estuvo follando contigo y me propuso que viniese hoy para hacerlo los tres.

-¿Dijiste enseguida que si?

*Que va, le dije que tenia que pensarlo, luego le llame el Miércoles citándole en mi casa, después de follar le dije que me gustaría participar con vosotros por que tenia ganas de probarlo.

-Yo olvide que me lo había propuesto.

*¡Ah!, vale, por eso estabas de morros conmigo.

-¿Te diste cuenta? Lo siento.

*No te preocupes, ya esta pasado y todo aclarado, pero vamos como para no haberme dado cuenta, estaba a punto de largarme.

+¿De que habláis? (dijo mi suegro, entrando en el salón con una champanera con su pie y todo)

*Las conversaciones de las chicas se quedan entre las chicas, ¿no es verdad Silvia?

-Claro. ¿De donde ha salido esa champanera? (pregunte a mi suegro)

+De una tienda, esta claro, la compre el otro día, mientras planificaba como debía ser el día, las cosas hay que hacerlas bien. Luego os la regalare a Roberto y a ti, aunque espero que me permitas usarla alguna que otra vez.

-Sabes que todo lo que hay en esta casa es de todos los que vivimos, no tienes que pedir permiso para usar nada.

*¡Joder, chica! Eso suena un poco fuerte teniendo en cuenta que Julián se esta follando a la novia de su hijo siempre que quiere.

-Siempre que los dos queremos, que yo también decido. Por cierto, no me hace gracia que vayas contando lo que hacemos por ahí. (me dirigí a mi suegro con este último comentario)

+No te confundas Silvia, no lo voy contando, pero es normal que metiese a Susana en antecedentes una vez había aceptado participar con nosotros.

*Eso es verdad, antes de que acéptese solo sabia que había otra chica en la vida de Julián.

-¿No te importaba que se acostase con otra?

*Claro que no, entre Julián y yo solo hay sexo esporádico, cuando a uno de los dos le apetece llama al otro y si el otro también quiere pues quedamos en algún sitio, eso es todo, ni le soy fiel ni le pido fidelidad.

-¿Te follas a muchos clientes de la inmobiliaria?

*¿Qué dices?, ¡no!, solo Julián, y creo que fue por que me pillo en un mal momento.

-¿Cómo de malo?

*Hace dos meses rompí con mi último novio, desde entonces no había vuelto a estar con un hombre, hace tres semanas llego Julián preguntando por algo para alquilar, hice mi trabajo muy profesionalmente, le enseñe varios pisos y apartamentos, pero había algo que me atraía hacia él, una tarde le lleve a ver el piso de una pareja, ellos viven allí, pero me dejaron una copia de las llaves para que pudiese enseñar el piso, mientras le enseñaba el dormitorio nos rozamos y sin saber muy bien como acabamos desnudos y follando en la cama de la pareja que había confiado en mí, por supuesto que después de eso les metí las sabanas en la lavadora y les hice la cama con sabanas limpias, no sé si se extrañaron por eso, pero no dijeron nada, esa fue nuestra primera vez.

-No importaba que me contases eso.

*Puede, pero como Julián me contó a mi cosas de vosotros pensé que tenias derecho a saber cosas de nosotros, ahora estamos igualadas.

-Gracias. (me gustaba la manera de ser de Susana, era muy franca)

+Bueno chicas, me parece que estoy haciendo el tonto, a solas con dos bellezas y sin aprovecharme de ello.

-Pues habrá que animarte para que nos aproveches.

Ni que decir tiene que en el tiempo que duro esta conversación habíamos estado bebiendo cava, mi suegro sentado entre las dos se había encargado de mantener las copas llenas y la botella que había traído ya estaba prácticamente vacía, por supuesto de que él se había cuidado bastante de que fuésemos nosotras quienes bebiésemos la mayor parte, estaba segura de que él no había llegado a beber ni una copa, sin embargo no tenia ni idea de cuanto habíamos bebido nosotras por que las copas no habían estado en ningún momento con menos de la mitad, supuse que cada una habría bebido entre dos y tres copas, eso a esa hora, que era una hora a la que nunca tomo alcohol, y con lo que me sube el cava hacia que estuviese algo chispada.

Me acerque a mi suegro y le solté un morreo, mientras tanto Susana también se acerco a él y comenzó a acariciarle el pecho y la espalda, después de un rato mi suegro se separo de mí y se giro hacia Susana, ahora era yo la que tenia que contentarse con acariciar mientras les veía besarse, como yo quería mantener una pequeña ventaja con ella no me limite a acariciar a mi suegro, también los pechos de Susana estuvieron entre mis dedos.

*¿Lo vamos a hacer aquí? (dijo Susana cuando separaron sus bocas)

+¿No te parece bien? (respondió mi suegro)

*Ni bien, ni mal, lo que me parece es que el sofá va a resultar incomodo para los tres.

-Estoy de acuerdo contigo. (intervine)

*Además, tu has estado en mi cama, (no creo que sea necesario que os diga que le hablaba a mi suegro, bueno, ya lo he hecho) quiero probar la tuya.

+Vale, Silvia, por que no llevas a Susana a mi habitación, yo llevare la otra botella de cava en un momento.

Mientras decía esto sirvió el poco cava que quedaba en la botella, repartiéndolo en las tres copas, yo cogí mi copa y la de mi suegro y, como él me había pedido, le mostré el camino a Susana. Por el ruido que escuche mientras iba por el pasillo supe que mi suegro estaba poniendo nuevo hielo en la cubitera para que la nueva botella se mantuviese fresquita, tal vez tardase un poco en unirse a nosotras.

Una vez en la habitación me puse de rodillas sobre la cama, observe a Susana, estaba observando la habitación, creo que tratando de hacerse una idea sobre como era mi suegro a través de cómo tenia la habitación, creo que entre otras podía sacar la conclusión de que era un hombre limpio y ordenado.

Cuando me pareció que había acabado con su pequeña inspección y se quedo mirándome, parecía que sin saber muy bien que hacer en ese momento, tendí la mano hacia ella, cuando me la cogio fui tirando levemente de ella haciendo que se pusiese de rodillas en la cama, como había hecho antes yo Susana dejo caer sus zapatos antes de poner los pies sobre la cama, seguí tirando de ella hasta que nuestros cuerpos quedaron separados por menos de un dedo, es curioso, pero yo que nunca me había sentido atraída por otra chica, tenia ganas de hacer el amor con Susana, tal vez fuese debido a la excitación normal por lo que íbamos a hacer en cuanto mi suegro regresase.

Puse mis manos sobre sus caderas y sin pedir permiso, no creía necesitarlo ya que ella había aceptado hacer el amor con nosotros, las fui bajando hasta tener su culo entre mis dedos, cuando apreté sus nalgas me di cuenta por sus ojos que aquello estaba muy lejos de resultarle desagradable, me pegue a ella y bese sus labios, al principio fueron unos leves piquitos entre las dos, pero muy pronto se convirtieron en morreos de campeonato mientras nuestras manos recorrían cada una el cuerpo de la otra tirando de tanto en tanto un poco de los vestidos para dejar algo de piel al descubierto.

Al poco la separe de mí y comencé a desabrochar su vestido, realmente deseaba acariciar toda su piel sin el estorbo de la ropa, una vez desbrochado, con un poco de ayuda por su parte, se lo quite quedando ante mi tan solo con unas monísimas braguitas de encaje y un sujetador a juego, me hubiese abalanzado a acariciar todo su cuerpo si no fuese por que ella también se puso manos a la obra en la tarea de librarme de mi vestido, de pronto vi con el rabillo del ojo como mi suegro permanecía en el pasillo con la champanera observándonos, ni idea de cuanto tiempo llevaba allí parado, pero decidí hacer como si no le hubiese visto, seguro que se pondría muy caliente, si no lo estaba ya, viéndonos a las dos.

No hizo falta mucho tiempo para que mi vestido descansase sobre la cama junto al de Susana, pero seguro de que antes de que el vestido hubiese caído nuestras manos ya estaban de nuevo acariciando la piel de la otra y nuestras bocas de nuevo unidas en una pequeña lucha por ver quien introducía la lengua en la boca de la otra. Pronto mis manos sintieron la necesidad de encontrar más piel desnuda, de modo que atacaron el cierre de su sujetador, soy chica, me costo poco soltarlo, no como los chicos que la mayoría parecen necesitar un cursillo de cómo se libera un sujetador, acaricie sus tetas, eran grandes pero increíblemente firmes, me hubiese gustado separarme de ella para vérselas bien, pero en parte por que ella no me dejaba y en parte por que no quería dejar de besarla no lo hice, seguro que luego tendría ocasión de verlas, besarlas y hasta chuparlas. De pronto note como la mano de Susana se colaba entre nuestros cuerpos, bajaba por mi vientre y se colaba dentro de mis bragas acariciando mi coño, me sorprendió bastante, había esperado que me imitase y me liberase a mi también del sujetador, sin embargo me encanto sentir su mano tierna sobre mi monte de Venus, después de recorrerlo un par de veces cerciorándose de mi humedad, Susana es mujer y seguro que había experimentado lo desagradable que es que te metan los dedos secos en la vagina si no estas lo suficientemente húmeda, (para los chicos, si no estáis seguros de que una chica esta lo bastante húmeda meteros los dedos en la boca procurando que quede bastante saliva sobre ellos antes de meterlos, es mucho mejor) me metió dos dedos, jugo con sus dedos dentro de mi vagina, yo estaba por reventar, necesitaba sentir como mis tetas se frotaban con las suyas, de modo que como ella no parecía dispuesta a sacar la mano de mi coño me encargue yo misma de liberarme del sujetador.

Luego de un rato de frotamientos entre nosotras, y antes de que me provocase un orgasmo que aun no deseaba la empuje haciendo que se tumbase sobre la cama y quedando yo sobre ella, luego fui bajando por su cuerpo lentamente besando y lamiendo todos los centímetros de piel que pasaban ante mi, entre otras cosas bese sus magnificas tetas, sentí la tentación de detenerme en ellas, pero seguí descendiendo por su vientre hasta alcanzar el borde de sus bragas, las mordí y con la boca y una pequeña ayuda de mis manos le quite la última prenda que la cubría, luego como un perrito con sus bragas entre mis dientes la observe un segundo, justo el tiempo para darme cuenta de que no era capaz de ver ningún defecto en ella, lentamente fui haciendo que abriese sus piernas besando desde sus tobillos hacia sus muslos buscando el tesoro que albergaba entre sus piernas, durante un tiempo chupe, lamí y sorbí aquel delicioso coño mientras Susana no podía dejar de gemir, tan solo me detuve un segundo cuando escuche la voz de mi suegro, realmente me había llegado a olvidar que él nos estaba observando.

+Vaya, al final habéis empezado sin mí.

Ninguna de las dos contestamos, Susana por que tan solo era capaz de gemir debido a los estragos que mi boca estaba provocando en su coño y no creo que sea necesario que os diga por que yo tampoco podía contestar. Los ruidos que escuche detrás de mí me dejaron bien claro que mi suegro se estaba desnudando a toda prisa, no me importaba, ni lo que hacia, ni lo que fuese a hacer, mi único objetivo en esos momentos es que Susana tuviese su primer orgasmo de aquel día provocado por mí.

Poco después note como mi suegro se había tumbado sobre la cama entre mis piernas, que tenia un poco abiertas y me obligo a abrir más, e iba colocando su cabeza bajo mi coño, luego como con sus dedos apartaba mis bragas y aplicaba su lengua a mi conejo, me encanto sentir como me comían el coño mientras yo me comía otro, pero al mismo tiempo, consciente de lo caliente que estaba me decía a mí misma “vamos chica, espabila, tienes que hacer que ella se corra antes que tu”

Me esmere en chupar el conejo de Susana, sin dejar rincón sin chupar ni mantenerme mucho en el mismo sitio, supongo que no todas somos iguales, pero por lo que sé a la mayoría nos llega a ser molesto que nos chupen por un espacio de tiempo demasiado prolongado algún punto muy sensible, como el clítoris. Finalmente los espasmos que note en Susana me hicieron darme cuenta de que había logrado que se corriese, por cierto me llamo la atención que con lo que gemía antes durante el orgasmo permaneciese en completo silencio, sobre todo teniendo en cuenta que yo cuando me corro soy bastante ruidosa, por cierto que tan solo gane por unos diez segundos, la lengua de mi suegro unida a mi excitación anterior me provocaron un, como he dicho ya antes, sonoro orgasmo.

Quedamos los tres tumbados en la cama, mi suegro entre las dos, buen conocedor de las mujeres nos dejo que nos recuperásemos, bueno mejor dicho, aparte de hacer unas pequeñas caricias sobre nuestros vientres y nuestros muslos, espero a que fuésemos nosotras quienes comenzásemos de nuevo una vez recuperadas, claro esta que situado entre las dos estaba seguro de que él seria el eje sobre el que nosotras giraríamos una vez nos pusiésemos de nuevo en pie de guerra, no tardamos mucho en comenzar, debo reconocer que aun sin muchas ganas me puse en marcha en cuanto me di cuenta de que Susana tenia agarrada la polla de mi suegro, no podía permitirme quedar atrás, me arrodille sobre la cama y comencé a besar y lamer a mi suegro, poco después también Susana me estaba imitando, besando y lamiendo las mismas zonas que yo de modo que a menudo nuestras lenguas y nuestros labios se encontraban, estábamos en la zona del pecho cuando me di cuenta que mi suegro nos observaba y que parecía gustarle mucho cuando nuestras lenguas se encontraban, en vista de eso comencé a buscar más el contacto con la lengua de Susana sobre la piel de mi suegro mientras seguíamos bajando por su cuerpo, no sé si Susana también se había dado cuenta de que a mi suegro le gustaba ver como nuestras lenguas se entrechocaban o era por que le gustaba rozar su lengua con la mía, lo cierto es que cuando yo me separaba un poco de su cara era ella quien me seguía para mantener el contacto.

Donde casi se desato una guerra de lenguas fue cuando alcanzamos su zona genital, normal, la zona era mucho mas reducida y chupando su polla y sus huevos era casi inevitable que nuestras lenguas se encontrasen, además nosotras lo buscábamos, me di cuenta de que no solo lo hacia por que a mi suegro le gustaba, no, a mi también me gustaba encontrarme con la lengua de Susana.

De pronto me di cuenta de que acababa de perder la iniciativa en aquel juego, Susana se estaba moviendo para ponerse sobre mi suegro y comenzar a follar con él, me maldije por no haberlo hecho yo antes, pero claro, una vez que ella se estaba colocando tratar de colocarme yo quedaría ridículo. Me resigne a quedar un poco en segundo plano, aunque no me quedaría inactiva, procurando no molestarlos, sino darles un poquito más de placer, me dedique a chupar el coño de Susana y el tronco de la polla de mi suegro cuando asomaba.

Comprendí que Susana era una compañera ideal para hacer un trío cuando se quito de encima de mi suegro y me indico que me pusiese yo, mientras me colocaba me reprendía a mí misma por que yo no hubiese compartido la follada con ella. Susana hizo lo mismo que había hecho yo mientras, sentí como una delicia su lengua sobre mi clítoris mientras la polla de mi suegro taladraba mi vagina. Seguimos así intercambiándonos cada tres o cuatro minutos durante no sé cuanto tiempo, hasta que cuando una de las dos se estaba retirando, no recuerdo cual, mi suegro nos pidió que le dejásemos acabar en una de una vez, Susana se coloco una mano en la espalda y me pidió que eligiese “pares o nones”, bien, al final tener la iniciativa, que siempre había querido llevar, no iba a servir de nada y tan solo la suerte decidiría cual de las dos recibiría la descarga de mi suegro en su coño, perdí, Susana fue la agraciada con la leche de mi suegro, en esa primero follada, claro que ese día entre las dos conseguimos que mi suegro nos echase unos seis o siete polvos, fue un día de sexo total, desde aproximadamente las diez de la mañana hasta las seis de la tarde, por cierto que durante ese tiempo Susana me devolvió la comida de coño que yo le había dado al comenzar, mientras mi suegro se la follaba.

También tuvimos un poco de tiempo para hablar, durante el cual le conté cuales eran mis planes con Roberto, es decir iniciarle en los tríos y al final llegar a los intercambios, me pregunto si mi objetivo era llegar a hacer un trío con el padre y el hijo, se me hizo la boca agua de pensarlo, pero claro le dije que eso lo veía muy complicado ya que una cosa así podía llegar a causar problemas entre los dos, y nada más lejos de mi intención que causar problemas entre ellos, pero que no lo descartaba y si algún día se presentaba la ocasión propicia no pensaba desaprovecharla.

Cuando nos despedimos poco después de las seis Susana me entrego una tarjeta, diciéndome que si la necesitaba para algo o simplemente me apetecía acostarme con ella a solas no dudase en llamarla, estaría encantada. Me quede observando la tarjeta mientras me preguntaba si me atrevería a meter una tía tan buena en la cama con Roberto, guarde la tarjeta pensando más en algún día tener un encuentro a solas con ella que en volver a hacer un trío.

Luego regrese a la habitación de mi suegro y le ayude a cambiar la ropa de la cama, que debido a los diversos fluidos corporales que habíamos derramado sobre ella era impensable que durmiese así esa noche, tuvimos que darle incluso la vuelta al colchón, luego mientras yo llevaba la ropa a la lavadora mi suegro se quedo echando ambientador para hacer desaparecer el olor a sexo que lo invadía todo. Después nos vestimos y nos quedamos tranquilamente viendo la televisión a la espera de que llegase Roberto.

Durante esa noche soñé que hacia un trío con Susana y Roberto, pero también que hacia un trío con Roberto y su padre, no estoy demasiado segura de cual de los dos sueños me gusto más.

Al día siguiente una cosa estaba muy clara en mi cabeza, Susana era la mejor y única candidata que tenia para meterla en la cama con Roberto en nuestro primer trío.

Bueno, si no os he aburrido con esta historia, ya os contare como continuo.

Espero vuestros votos y comentarios, un abrazo y un beso.