Mi suegro vive con nosotros (10)

Por fin mi sueño cumplido, mi novio y mi suegro juntos.

MI SUEGRO VIVE CON NOSOTROS (10)

Hola, aquí esta la continuación de mi pequeña historia que algunos, creo, esperabais.

Después de nuestra primera incursión en el club de intercambios ya estaba decidida, bueno, lo había estado siempre, a contarle a Roberto lo que sucedía con su padre y decirle también que deseaba que continuase sucediendo y que él mismo participase. Me pase bastantes días tramando planes para que se diese una situación propicia para contarle la verdad, pero no encontraba nunca ni el momento ni la situación para hacerlo.

Una noche estábamos los dos en el salón viendo una película, mi suegro se había ido a su habitación a ver otro programa en el televisor que tenia para él, durante un intermedio Roberto comenzó a decirme

-Silvia, ¿te apetece hacer algo este fin de semana?

-Lo que digas, no tengo nada especial preparado.

-Me gustaría ir otra vez a DyR. (si alguien no lo recuerda es el nombre del club de intercambio)

-Me parece bien. ¿Te gustaría ver de nuevo a Mamen?

-No sé, Raúl no me cae muy bien.

-¿Y eso?

-No me va el rollo que lleva con Mamen, hay momentos en que la trata como si fuese su esclava.

-No te preocupes por eso, Mamen me contó que es un juego entre ellos, unas veces el dominante es él y otras ella.

-¿Por qué te contó eso?

-Pues por que cuando fuimos al baño se lo pregunte.

-¿Le preguntaste si era sumisa?

-¡Claro!

-Que bruta eres.

-No es que sea bruta, es que me extraño muchísimo que teniendo ese tipo de relación fuesen a un club liberal.

-Hay tíos de esos que obligan a sus mujeres a tener sexo con otros hombres.

-Lo sé, pero no en un club liberal, lo hacen en sitios donde ellos mantienen el control de la situación y siempre, o casi siempre, con hombres que tienen los mismos gustos sexuales.

-¿Con cuantos follaste aquella noche?

-Follar solo con tres, aunque ya sabes que todos me la metieron.

-Yo te gane, me folle a cinco tías, los huevos me dolían al salir de vacíos que los llevaba.

-Pensaba que a los tíos solo os dolían los huevos si los llevabais demasiado llenos.

-No, al contrario también duelen, además eso de que duelen por estar demasiado llenos es una de esas leyendas urbanas, en realidad cuando duelen es cuando has estado al borde del orgasmo y no has conseguido descargar por algún motivo.

-¿Te quedo alguna tía por follarte?, quiero decir que le tuviese ganas pero ya no pudieses.

-Sí, alguna. ¿Y tú?, algún tío al que te quisiese follar y no lo hiciste.

-¿En el club? (no sé por que salio esa pregunta de mis labios)

-¿Hay alguno de fuera? (era el momento, me estaba poniendo a huevo el decirle lo que quería)

-Sí, pero no me atrevo. (sabia que esa noche se lo iba a decir por fin, sin embargo quería demorarlo un poco)

-¿Por qué?, no es bueno que te quedes con las ganas.

-Es que tú le conoces.

-¿Alguno de nuestros amigos?, bueno, en principio no me importaría, aunque tampoco me gustaría que le pusieses los cuernos a alguna de nuestras amigas.

-No es exactamente un amigo y de momento no tiene pareja.

-Pues no hay problema, fóllatelo cuando quieras.

-Es sencillo, pero no es tan fácil.

-¿Sencillo pero no fácil?, ¿estas hablando en jeroglífico o que?

-No, es que la misma razón por la que es sencillo hace que no sea fácil.

-¿Y cual es esa razón?

-Vive aquí.

-¿En este edificio?

-Sí, en este edificio y en esta casa.

-¿Qué?

-Eso mismo, que desde hace un tiempo tengo ganas de acostarme con tu padre.

-¡Pero estas loca!, ¿cómo te vas a follar a mi padre?, ¿qué pensaría el si lo intentases?

-Pues no te creas que me haría muchos ascos, alguna vez me mira con muchas ganas, creo que lleva demasiado tiempo sin tener sexo. (bueno, alguna mentirijilla tenia que soltar, ¿no?)

-¡Que va!, eso no. (a pesar de sus palabras note que su polla había reaccionado)

-Bueno, tan solo conteste a lo que me preguntaste.

-Pero desde luego no era la respuesta que esperaba.

-¿Qué respuesta esperabas?

-Yo que sé, por ejemplo que te gustaría follarte al hijo de los del tercero.

-Tú si te has vuelto loco, ese crío apenas tiene 15 años, hasta podría acabar en la cárcel si follase con él.

-Tampoco habría que poner un luminoso anunciándolo y no creo que él se lo contase a nadie que te denunciase.

-¿Te gustaría verme follando con ese chaval?

-¡Joder!, sí, a veces he visto como te mira cuando nos cruzamos y casi se me pone dura a mí.

-Haría cualquier cosa que me pidieses, pero eso no, es demasiado peligroso.

-Nadie se enteraría.

-¿Qué no?, seguro que el chaval saldría corriendo a contárselo a sus amigos, estos lo comentarían entre ellos, pronto se convertiría en un rumor y no sabes lo lejos que puede llegar un rumor.

-Hagamos un trato.

-¿Qué trato?

-Yo traigo al chaval un día a casa con alguna excusa, lo engatuso y te lo follas, a cambio te dejo que folles siempre que quieras con mi padre.

-¿Por qué tendría que aceptar?, paso muchas horas a solas con tu padre, si quiero follar con él no tendrías por que enterarte. (puede que suene a que soy muy hipócrita, decirle esto cuando llevo más de seis meses teniendo sexo con su padre, pero en realidad me estaba preparando el terreno para contarle pronto la verdad)

-Pero lo has hecho, me has dicho que te gustaría acostarte con mi padre, eso quiere decir que no lo quieres hacer a mis espaldas. (pobrecillo, a veces se pasa de inocente)

-Venga, ¿qué más te da?, además el chaval es guapetón, casi siempre va acompañado por chavalas, lo mismo ya ni es virgen.

-Es verdad que es guapo y si fuese un año mayor le seduciría para que quedases contento, pero es demasiado joven.

-¿Por qué un año mayor?

-Porque con 16 ya se pueden tener relaciones sexuales consentidas, deja de ser un delito a no ser que uses fuerza o intimidación.

-¿Cómo sabes eso?

-Lo escuche o lo leí en algún sitio.

-Bueno yo me encargo de traerlo y de convencerlo de que no diga una palabra a nadie.

-No seas inocente, un chaval de 15 años se va a follar a una tía y no contárselo a sus amigos, eso seria casi como no follársela, los tíos tenéis ese defecto, os encanta hablar de vuestras conquistas sexuales.

-¿Qué dices?, yo no hablo de lo que nosotros hacemos.

-¿Y antes?, la primera semana, cuando solo teníamos sexo, antes de que lo nuestro se convirtiese en algo serio, ¿tampoco se lo contaste a nadie?, mírame a los ojos y dime que no lo hiciste.

-Estoo… bueno, sí, le conté a un par de amigos que nos habíamos acostado, pero sin detalles.

-Claro, ahora ya supongo que no andas contando por ahí que te acuestas conmigo, eso todo el mundo lo da por sentado, pero aun así sigues marcando el territorio, cuando nos presentan a algún chico te apresuras en cogerme por la cintura haciendo ver que estoy pillada.

-¿Me estas diciendo que soy celoso?

-No, celoso no, pero me marcas como tuya. Pero no te preocupes por eso, me gusta que lo hagas, además yo hago lo mismo, cuando nos presentan a una chica tardo poco en buscar el contacto físico contigo, es una forma de decir “cuidado, este chico ya esta pillado”

-Lees demasiados libros de psicología.

-Puede, pero es algo cierto, y si no te dejare uno de los libros que leí, luego fíjate en esos detalles cuando vayas por ahí, ya veras la cantidad de cosas que antes te parecían tonterías y luego comprenderás que tienen un motivo, aunque muchas veces se hacen subsconcientemente.

-No, no voy a leer ninguno de esos libros, luego acabas comiéndote el coco todo el día, que si este hace esto por esto o por aquello otro, nada, nada, prefiero seguir siendo un palurdo.

-No digas eso, no eres un palurdo, solo es que no te atraen esos temas.

-Lo que digas. Bueno, ¿qué?, ¿hacemos el trato?

-Mira que eres pesado con lo de ese crío. Esta bien, tu lo traes, y si veo que se anima me lo llevo a la cama.

-Eres la mejor, ya veras como no te arrepientes.

-Eso espero.

-¿Cuándo quieres follarte a mi padre?

-Bueno, ya sabes lo que dicen, para luego es tarde.

-¡¿Ahora?!, (pregunto sorprendido) no vas a perder ni en segundo en seducir a mi padre.

-Bueno, mira. (me levante y frente a él me quite la poca ropa que llevaba) ¿Te parece que si entro así en su habitación necesitare seducirlo?

-¡Eres una descarada!, pero no, con ese atuendo no necesitas seducir a nadie, estoy por llevarte a nuestra habitación y si mi padre tiene ganas que se haga pajas.

-No, un trato es un trato, aunque si esperas 5 minutos y te quieres unir a nosotros serás bienvenido.

-Creo que paso, es demasiado fuerte para mí, un trío con mi padre y mi novia, no, no, que va no soy capaz.

-Bueno, si te animas ya sabes donde encontrarme, pero te aviso, tal vez acabe demasiado cansada para luego moverme de su cama y me quede a dormir con él, así que si no vienes puede que esta noche te toque dormir solo. (eche a andar en dirección a la habitación de mi suegro)

-¿De verdad te vas a presentar así en la habitación de mi padre?

-¿No me crees capaz?, ¿no te apostaras nada?

-¿Apostar contigo?, no, no me gusta perder.

-Pues hasta luego o hasta mañana. (fui a la habitación de mi suegro, al oír abrirse la puerta se giro, al verme entrar desnuda se sentó de un salto en la cama)

-¿Qué haces Silvia?, ¿estas loca?, ¡Roberto esta en casa!

-No te preocupes por Roberto, Julián, el sabe que estoy aquí y sabe que lo vamos a hacer, tal vez se una a nosotros.

-¿Cómo?

-Que le he dicho a Roberto que me gustaría follar contigo y tengo su consentimiento para hacerlo.

-Entonces era cierto lo que me contó Susana, estabas preparando a Roberto para que aceptase lo nuestro.

-Sí, es verdad, aunque no le he dicho que ya lo hemos hecho antes, pero una vez que haya aceptado que su padre se puede follar de vez en cuando a su novia le contare la verdad. Pero ahora dejemos de hablar, tengo ganas de follar.

Me eche sobre la cama y comencé a quitarle la ropa a mi suegro, él me ayudo quitándose la camisa mientras yo batallaba con sus pantalones, en poquísimo tiempo Julián también estaba desnudo, su polla estaba preparada para la acción y a mi me hacia falta, de modo que le empuje haciendo que se tumbase de nuevo y me puse sobre él, sin más preámbulos hice que su polla se deslizase, si se deslizase, por que estaba tan mojada que entro con usa suavidad pasmosa, hasta el fondo de mi vagina y comencé a moverme despacio sobre él, tiro de mí hasta que mis labios tocaron los suyos y nos besamos con pasión, al separar nuestros labios me susurro.

-No me puedo creer que hayas sido capaz de decirle a Roberto que ibas a follar conmigo.

-Pues créetelo, además, no creo que tarde mucho en unirse a nosotros.

-¿De verdad?

-Bueno, eso solo es una sensación mía, pero, a juzgar por el tamaño de su polla bajo el pantalón cuando lo deje, o se nos une o se hace un par de pajas.

-Seria un imbecil si se hace pajas teniendo a una mujer como tú a mano.

-Tal vez le de corte follarme delante de su padre o ver como su padre me folla.

-Entonces… (le interrumpí poniendo mi mano sobre su boca)

-Calla y disfruta, (susurre en su oído susurrando todo lo flojo que pude) he visto una sombra en la puerta, (que a propósito había dejado abierta para facilitarle a Roberto que se uniese a nosotros o que nos observase) tiene que ser él.

Al poco la sombra apareció de nuevo en la puerta, yo miraba de reojo, no quería que Roberto se cortase por ver que le miraba mientras espiaba a su padre follando conmigo, poco a poco la figura de Roberto se fue haciendo más nítida en la puerta, no le veía con claridad por estar mirándole de forma algo forzada, además la excitación hacia que por momentos se me nublase la vista. En un momento me pareció ver que Roberto se masturbaba mientras nos miraba, no lo pude resistir, le mire directamente, primero a los ojos y luego a la polla, verle allí meneándose la polla, llevaba puesta la camisa pero de cintura para abajo estaba desnudo, como un poseso mientras nos “espiaba” me hizo tener un orgasmo como pocos, cuando paso abrí de nuevo los ojos Roberto seguía allí, le lance un besito y le sonreí, el tenia la mirada turbia de deseo, capto la invitación que iba en mi sonrisa y tímidamente fue dando pasos hacia la habitación, era el momento, debía hacer algo que le animase a llegar hasta la cama y unirse a nosotros, solo había una persona que podía hacerle sentir cortado, de modo que coloque mi mano sobre la cara de su padre obligándole a cerrar los ojos, creo que los dos comprendieron por que lo hacia, ya que mi suegro no se quejo y se mantuvo con los ojos cerrados mientras que Roberto avanzo algo más resuelto hacia la cama.

Cuando quedo a mi alcance le cogí de la mano y le hice colocarse justo detrás de mí, le entregue un frasco de lubricante que había puesto a mi lado en previsión de que esto sucediese y me abrí las nalgas, eso si, con una mano ya que la otra seguía tapando los ojos de Julián ofreciéndole mi culo a él.

Girando todo lo que podía mi cuello observe a Roberto, su cara era de total alucine, supongo que por que varias veces en nuestros tríos había tratado de hacerme una doble penetración y siempre me había negado, pero ahora era yo quien se la estaba ofreciendo y que decir tiene que la acepto al instante, con algo de urgencia me lubrico el ano y su pene y me la clavo, fue un poco doloroso al principio pero la excitación de estar siendo penetrada por los dos machos a los que más quería hizo que el dolor desapareciese casi enseguida y un caudal de placer me invadió, por supuesto que retire la mano de la cara de mi suegro, en parte por que ya no hacia falta, ya que Roberto estaba lanzado, y en parte por que estando siendo balanceada por las arremetidas de mis dos machos corría el riesgo de hacerle daño.

No os puedo contar el placer que me estaban dando entre los dos, me sentía como en el cielo mientras me balanceaba adelante y atrás movida por los dos, que dicho sea de paso se habían acompasado como si perteneciesen a un ballet, yo era la primera bailarina en ese ballet, aunque tan solo me dejaba llevar, hubo momentos en los que pensé en que había sido bastante tonta por no haber disfrutado antes de una doble penetración, claro que enseguida me decía a mi misma que si no lo había hecho era por que desde que por primera vez había sentido una polla penetrando mi culo me había propuesto disfrutar de lo que estaba disfrutando en ese momento, por desgracia no duro lo que yo esperaba, Roberto se corrió en mi culo esto me provoco un orgasmo y creo que mi orgasmo provoco el de mi suegro.

Nos quedamos los tres quietos y en silencio, no sé ellos, pero yo estaba en silencio por que seguía disfrutando de tener dos pollas metidas hasta el fondo, aunque notaba como lentamente iban perdiendo la erección.

Lentamente fui recuperando el aliento, ellos dos también respiran con fuerza, apoye mis manos sobre el pecho de mi suegro, lo noto subir y bajar con cada respiración, detrás oigo respirar a Roberto, como siempre atento a mí me pega el pecho a la espalda, ahora le siento respirar, su polla se va ablandando en mi culo, mi esfínter amenaza con hacerla salir, procuro no moverme, quiero sentirlos el máximo tiempo posible dentro de mí, el silencio continua un poco más, al final lo rompe mi suegro.

-¡Joder, hijo!, ¡Vaya mujer tienes!

-Sí, es insaciable. (les escucho sin decir palabra)

-¡Y que lo digas!, me ha dejado seco y con ganas de más al tiempo.

-¡Pues no te cortes!, dale que tenemos que dejarla satisfecha por una buena temporada, que se entere de lo que somos capaces los Ramírez.

No me lo podía creer, la polla de Roberto se estaba poniendo dura de nuevo dentro de mi culo, me provoco un orgasmo cuando alcanzo de nuevo la erección, comenzó a moverse lentamente en mi culo a la espera de que sus movimientos fuesen seguidos por su padre, este a su vez estaba recuperando la erección, algo más despacio que su hijo, cosas de la edad.

Una vez recuperada la erección de mi suegro me sentí de nuevo mecida por las penetraciones de ambos, solo que esta vez mis sensibilizados coño y culo respondían con un orgasmo que me sacudía cada pocos minutos, encadenándose de tal modo que me parecía estar teniendo un solo y prolongado orgasmo. Desde luego los Ramírez, mis machos, me iban a dejar bien servida de sexo para una temporada, por que como es normal esta segunda vez fue mucho más larga que la primera, tanto más que estuve a punto de rendirme y pedirles que hiciesen el favor de dejarme, el placer era tan intenso y agotador que me sentía a punto de desvanecerme, por suerte casi al momento note como de nuevo descargaban su semen en mi interior, lo que me provoco un orgasmo que como calambres recorría mi cuerpo.

Esta vez hice acopio de todas las fuerzas que me quedaban para escabullirme de entre los dos, no podría resistir que de nuevo me follasen, quede sobre la cama deshecha, respirando con esfuerzo, sentía mi coño y mi culo palpitar. Después de unos minutos quede adormilada, Roberto y su padre seguían prácticamente como les había dejado, pensé que tal vez era la primera vez que se veían desnudos uno al otro, bueno, al menos desde que Roberto había crecido. Después de un rato, envuelta en mi neblina, escuche a Roberto.

-Bueno, yo me voy a mi cama, creo que Silvia no va a ser capaz de moverse y tampoco me encuentro con ánimos de cargar con ella, así que lo mejor será que duerma contigo.

-Espera Roberto, tengo algo importante que decirte.

-Dime. (el comentario de Julián, y sobre todo el tono que uso me pusieron en alerta)

-Mira, no sé si Silvia estará de acuerdo en que te lo diga yo, pero creo que debo hacerlo, no es la primera vez que hemos follado, se que ella te lo iba a decir un día de estos, pero he pensado que debía ser yo quien te lo dijese.

-¿Cuántas veces lo habéis hecho?

-Bastantes.

-¿Cuántas son bastantes?

-Ni idea, pero comenzamos hace unos seis meses, pon más o menos una vez por semana desde entonces.

-Bueno, ahora ya lo sé. (aunque ya estaba bastante espabilada continuaba haciéndome la dormida) Me voy a dormir.

-Te has pasado, era pronto para decírselo. (dije cuando Roberto ya no me podía escuchar)

-Puede, pero tenia que decírselo yo.

-Haberlo dicho y te habría dejado.

-Bueno, ahora ya esta hecho, además parece que se lo ha tomado bien.

-Sí, eso parece, pero de todos modos a partir de ahora siempre que vayas a hacer o decir algo relacionado conmigo me lo comentas antes.

-De acuerdo, ¿qué?, ¿te vas a dormir con Roberto?

-¿Te importa si me quedo contigo?

-No, desde luego que no, pero… (no le deje seguir)

-Entonces me quedo, quiero que Roberto tenga tiempo de pensar en lo que ha pasado y en lo que le has contado.

-Vale, pero vamos a dormir.

-También los Ramírez os cansáis.

-Es que eres mucha mujer.

Me incorpore un poco, le bese y me eche a dormir. Despertarme al día siguiente al lado de mi suegro fue una nueva y agradable sensación, entendedme bien, no es que lo prefiera a hacerlo al lado de Roberto, en ese momento eso fue como la confirmación de que lo de la noche anterior había sido algo más que un sueño, significaba que había cumplido mi propósito y ya no debían quedar secretos entre nosotros. Me levante, desnuda, como había llegado a la habitación de mi suegro recorrí la casa hasta el salón, para recoger mi ropa, que allí había quedado y llevarla al canasto de la ropa para lavar, luego al baño, una ducha y a mi habitación para vestirme, allí me encontré con Roberto ya completamente vestido, me acerque y le bese.

-Tenemos que hablar. (me dijo)

-Claro. (su frase me sonó algo preocupante, pero se le veía tranquilo, además había correspondido a mi beso con naturalidad)

-Pero no ahora, esta noche, seguramente será una larga conversación.

-Lo que digas, hablamos esta noche.

-Eso, esta noche.

Mientras me vestía me preocupe un poco por el tono seco en que Roberto me había hablado, aunque en cierto modo le comprendía, no todos los días uno se entera de que su novia se esta follando a su padre. Cuando fui a la cocina me tranquilice algo al ver que había preparado el desayuno para los dos, desayunamos sin apenas hablar.

Durante el día en el trabajo pasaba de la tranquilidad al nerviosismo, según me imaginaba como iba a ser la conversación con Roberto. Al llegar a casa el nerviosismo fue ganado la partida, ya que mi suegro no llegaba y era bastante más tarde de su hora habitual, y claro, yo había pensado en tener el apoyo de mi suegro, ya que él también tenia culpa, durante la charla con Roberto. Finalmente Roberto llego antes que mi suegro.

-Vamos al salón, sentados hablaremos más cómodos. (me dijo después de darme un pequeño beso)

-Estoy preocupada por tu padre, aun no ha llegado y a estas horas ya suele estar aquí.

-No te preocupes, le pedí que llegase más tarde para que podamos hablar los dos.

-Podrías haberlo dicho y no me hubiese preocupado.

-Bueno vamos a sentarnos y hablar. (fuimos hacia el salón)

-¿Me tengo que preocupar?

-Tu sabrás, depende de lo que me tengas que contar. (nos sentamos en el sofá)

-Bueno, tu dirás.

-Creo que eres tú quien más tiene que decir, pero bueno, supongo que ya sabes lo que mi padre me dijo anoche, ahora quiero saber si hay algo más que tengo que saber.

-Bueno, como te dijo tu padre hace unos seis meses que nos enrollamos y comenzamos a tener sexo, al principio, tal vez por que me sentía culpable de engañarte, el tuvo sobre mí un control, de ese modo conocí… (le hice un resumen de cómo había conocido a Tino y a Susana, a medida que le iba contando veía como su paquete estaba cada vez más abultado, lo que era señal de que le gustaba lo que le contaba y a mí me animaba a darle todos los detalles, por supuesto que no os aburriré con ellos por que debéis haber leído mis relatos anteriores y lo conocéis). Después comencé a abrirte sexualmente para que aceptases el que yo tuviese relaciones sexuales con tu padre y también otros hombres.

-¿Y ahora?

-¿Ahora que?

-¿Como quieres seguir?

-No te comprendo.

-Pues es sencillo. ¿Qué es lo próximo que me tienes preparado?

-Nada, no tengo nada más preparado, simplemente quiero seguir con todo lo que hemos hecho durante este tiempo.

-¿Entonces todo sigue igual?

-No, a partir de ahora tal vez algún día cuando llegues me encuentres follando con tu padre, si quieres te unes y si no esperas tu turno.

-Bueno, yo también algún día puedo traerme a alguna amiga a casa.

-Por supuesto, y si quieres me uno a vosotros o si no quieres me voy a dar un paseo.

-Me parece que me va a gustar esto.

-Me alegro de oírlo, por que a mí me encanta. Pero ahora, de momento, tenemos que hacer algo con ese paquete tuyo antes de que reviente.

-¿Y si mi padre nos sorprende en plena faena?

-¿Quién sabe?, lo mismo se anima y se une a nosotros.