MI suegro regresa fuerte y armado
Como un encuentro que en principio parecia un tramite familiar, acaba en una pequeña orgia memorable en un coche.
Me había trasladado a la notaria, algo ligera de ropa interior, por petición de Pedro que quería se refrescara y se aireara esas partes que tan castigadas habían sido la noche anterior, por aquel misil venoso que disponía, cuando al subir las escaleras sentí me llamaban por la espalda, girándome al conocer la voz y ver a mi suegro.
Me quede perpleja pues se había quedado mucho más delgado y además se había dejado la perilla y el bigote, rapándose algo más el pelo, por lo que parecía junto aquel traje de lino blanco, un galán italiano de esos de las películas.
Me dijo que estaba imponente que parecía estaba rejuvenecida, y mirándome de pies a cabeza, me dijo, Tere tienes un polvazo de escándalo, bueno dos… tu sabes que yo los doy dobles, riendo seguidamente y dando un beso y un abrazo.
Le dije que él estaba muy cambiado que estaba muy delgado y que le sentaba muy bien, el haciéndome un guiño dijo, tranquila que lo que más te gusta de mí, no está más delgado, tocándose sus partes a la vez que me hablaba, .. Reconozco que aunque un poco ordinario, me excito pues su mano no llenaba aquel paquete que acaba de tocar.
Para no cansarles les diré que hablamos largo rato esperando el Notario, y tras solventar los tramites, me dijo que nos fuéramos al Hotel que no tenía reservado ninguno y se quedaba conmigo, que quería recuperar tiempo y recordar los buenos momentos que pasamos juntos.
Fui a decirle que no pero su persuasión y mis deseos tras sentir como su sola presencia, me hacía mojar mi sexo, acepte y ya nos encaminábamos al Hotel en un Taxi, cuando me recordó el primer encuentro con él en uno de estos vehículos, llevando su mano con una rapidez a mi sexo a través de mi falda, que no pude contener, quedándome sorprendida por la hábil maniobra.
Uffff ,…silbo de forma suave, cuando vio que mi conejito depilado no tenía protección y estaba al aire algo mojado por todo lo que me estaba diciendo, fui a quitarle la mano pero era tan hábil que ya sus dedos se mojaban dentro de mí, eso sí,con discreción, para que el taxista no notara nada,… a la vez se llevó la mano a su enorme bulto invitándome a tocar, diciendo, mira como me pones nuera, y volviendo a hablarme al oído, me dijo,… te voy a pegar dos polvos nada más llegar al hotel que no los vas a olvidar en toda la vida,,, estoy tan salido y te deseo tanto que llevo dos semana sin follar para guardar toda la leche que necesites..
Yo estaba loca y avasallada por aquel viejo semental que no me daba tregua, y aunque reconozco deseaba tirarme sobre él, mi nueva condición con la vida en pareja me hacía ser cauta, aunque recordaba que el día anterior había roto todas mis perspectivas, y tendría que dar cuenta de todo a Paul, cuando regresara a casa.
Mi suegro miro al Taxista y le dijo, quiere ganarse 50€ extra?, sorprendiéndome a mí también con esa propuesta, a lo que el viejo taxista dijo, claro a nadie le amarga un dulce.. Acto seguido saco un billete de la cartera y se le dio al hombre, diciéndole, ahora llévenos dando un rodeo al Hotel, y no mire para atrás, y por favor que sea por sitios discretos libres de tráfico, tomando acto seguido el taxista el billete diciendo, disfruten que yo ni oigo ni veo nada y no se preocupen que voy a salir y pasar por un polígono discreto.
Iba a decir algo al respecto cuando mi suegro saco el misil del pantalón que miraba al techo del taxi con una dureza y un grosor que no recordaba tras sus últimos encuentro, diciendo Nuera agacha y come, que se te gusta y estoy necesitado, a la vez que su mano guio mi cabeza a aquel pollon viejo que más de un joven querrían tener.
Como asustada por la rapidez de los acontecimientos me deje llevar y ya saboreaba en segundos aquella enorme cabeza que tanto placer y tantas montas me había dado anteriormente, recordando el grato paladar que tenía, luciendo un brillo que me tenia anonadada, eso sí, su mano seguía hurgando en mi conejo que estaba aguando en demasía por tanta excitación, a la vez abrí más la cremallera del pantalón para sacar sus enormes y afeitadas pelotas que tanto me adoraba
acariciar
y comer.
Ya estaba el echado hacia atrás respirando agitadamente mientras yo comía su enorme mastil, disfrutando como loca y absorta a la idea que el taxista se estaba empapando de todo aquello, aunque de forma muy discreta.
Cuando vio que estábamos por un pequeño descampado camino a un polígono industrial algo separado, me dijo súbete nuera que quiero verte clavada y comerte esos pezones duros que siempre me gustaron tanto y que eran mi debilidad.
El Taxista escuchado la conversación, cuidadosamente corrió su asiento hacia adelante para dejar más espacio, aprovechando la menda, para subirse la falda a la cintura y girándome hacia él, clavarme en aquella vieja armadura que lucía con un brillo y una fuerza impresionante.
Me sentí empalada como en los viejos tiempos, a la vez que se me escapaba un gemido de placer al entrar aquella dura escopeta en mi abierto y deseoso conejo que pedía a gritos su rica nata.
Lo cabalgue lentamente pues la postura no era muy cómoda aunque sí muy placentera y no tardó en llegarme mi primer orgasmo que el vitoreo como de costumbre, le siguio el segundo aunque este algo más flojo, pero con igual placer, aprovechando mi suegro para con sus dedos, introducirlos en mi trasero, a la vez que su rabo seguía entrando y saliendo de mí..
Ahora estaba loca gritando, eso sí, con cuidado, anqué el taxista estaba ya más pendiente de nosotros que de la conducción, pues se le escapo un cumplido al viejo, diciéndole, joder que polvazo le está metiendo, dios hacía tiempo no veía alguien disfrutar tanto como le está haciendo disfrutar a ella, diciendo perdón, sigan ustedes que no quiero entretener.
Mi suegro se rio y me beso más fuerte, metiendo su dura lengua en mi boca como si fuese suya, acorralando la mía, que pedía espacio para salir.
Saco sus dedos de mi trasero para agarrarme de la cintura con fuerza y ahora ser el que me impulsaba de abajo arriba clavado en su enorme rabo que parecía se inflaba con el roce cada vez más, para en unos minutos comenzar a vomitar ráfagas de leche en mi asustado y enrojecido gazapo que no daba abasto para tragar semejante manantial que tenía allí acumulado.
Tras aquella corrida, me quede relajada sentada aun sobre él, recuperando ambos el aliento y el ritmo de la respiración, aprovechando el viejo taxista para parar el vehículo, en una zona tranquila, y así poder ponernos cómodos y recuperar nuestra postura.
Me deje caer sentada sobre un lado del asiento, siendo observada por mi suegro y el taxista que ya de forma descarada había girado la cabeza hacia atrás, llevando mi suegro la mano a la falda para mantenerla levantada, a la vez que le dijo al conductor, mira que conejo más rico tiene mi nuera , verdad que es un encanto.. Este sorprendido, dijo, ¡joder se está follando la nuera y todo!, y aunque mi suegro no entro en detalles de la muerte de su hijo y mi esposo, le dijo, si y además a ella le gusta que la folle y le encanta mi rabo.
Fui a decir algo cuando este viejo semental se puso de rodillas aprovechando la parada del taxi y llevando su morcillona pero no pequeño arsenal a mi boca, dijo, límpiala bien Tere que se te gusta relamerte con las ultimas gotas, que antes disfrutabas mucho con esto y a mí me pone loco.
El viejo conductor se había echado mano a su paquete diciendo, dios cuando vaya a casa me cepillo a mi mujer en el pasillo, me están poniendo ustedes como un toro.
Mi suegro dominando toda la situación, dijo, ven aquí anda que mi nuera no hace ascos a una ayuda, saca ese viejo revolver y pégale un tiro a este conejo ahora que está tocado. Fui a decir algo pero me metió su rabo más adentro para que me callara diciendo, calla nuera, que veras como disfrutas, que seguro tiene buena arma, solo hay que ver el bulto que tiene el colega.
El excitado taxistas se había bajado ya y abriendo la puerta de atrás donde estaba yo apoyada, dijo, ummm si me dejan no hare ascos de este bombón, girándome acto seguido mi suegro nada más sacar su rabo de mi boca, y echándome hacia su espalda, dejando mi conejo y mis piernas casi fuera del taxis, aprovechando aquel viejo, para tomarme por mis muslos y agacharse a comer mi sexo, sin importarle la leche que derraba por él.
Me sentí como una diosa ahora por aquella sabia comida que devoraba con una avaricia endemoniado mi sufrido sexo, a la vez mi suegro pellizcaba mis pezones.
Me volví a correr y entonces el taxista se puso de pies diciendo, con vuestro permiso, y dirigiendo su polla a la que yo acaba de echarle un lujurioso vistazo, a mi agradecido conejito, me la clavo dejándose caer sobre mí y comenzando a culear como un gato en celo.
Reconozco no tenía el tamaño de la de Alfredo mi suegro, pero si era larga y dura y dios… como se movía aquel viejo taxista, me estaba volviendo loca con aquellos culetazos sobre mí.
Sentía ya en mi espalda la dureza ya del rabo de mi suegro que ante aquellas acometidas se le había vuelto a poner dura, por lo que le dijo al conductor, espera que la voy a girar para que este mas cómoda y así me la come mientras sigues follando.
El viejo que no tenía nada que perder , saco su escopeta y tras girarme en cara al pollon de mi suegro, me volvió a meter su misil ahora si cabe con más fuerza, pues estaba el mas cómodo y me tenía cogida por la cintura, dándome cada envestida que me hacía meterme más adentro el rabo de Alfredo,….me corrí a la vez que el taxista que no cejaba de meter y sacar aunque ya había descargada dentro de mí, y es que aunque ya algo morcillona, al ser tan larga se mantenía dentro de mi sufrido y dilatado agujero, esperando la descarga ahora en mi boca de mi suegro que sorprendentemente se había armado fuerte otra vez, volviendo a vomitar ya con algo menos de frescura y cantidad, aunque reconozco tampoco pude degustarla toda.
Aprovecho Rafa que así dijo se llamaba el taxista para sacar aquello dentro de mí y descansar y así los tres poder recuperarnos de aquella improvisada pero grata orgia que habíamos tenido.
Saco un paquete de toallitas del taxis para poder limpiarnos todos, haciéndome mi suegro el muy borde fuese yo la que les limpiara los dos misiles que andaban ya algo dormidos por la faena reciente.
Rafa no se podía creer aquello e intento devolver los 50€ a mi suegro que este rechazo, diciendo que se los había ganado con creces y además había follado como un campeón.
Me miro y me dijo me permites darte un beso, y tras aceptar yo, me beso dulcemente diciendo, que era un encanto de mujer y que aquello no lo iba a olvidar jamás.
Tras el aseo nos llevó al Hotel, dejándonos su teléfono por si necesitábamos otra vez el taxi o una ayuda de esas.
Ya en la recepción y tras ampliar la habitación a dos personas, pasamos al comedor, poniendo al día a mi suegro de los acontecimientos del día anterior con Pedro y su hijo, pues la confianza con Alfredo y la larga experiencia no me fue difícil el contárselo.
Mi suegro dijo, veo volviste a retomar tu buena vida y no pierdes el tiempo, aunque te va a ser difícil convencer a Paul de todo esto, pues según me contastes por teléfono un día, llevabas con el otra vida más tranquila.
Yo le dije que las circunstancias esos dos días habían sido algo imprevisible y aunque no me arrepentida de nada, todo lo contrario tras el goce que llevaba en mi cuerpo, si que me sentía algo culpable por no haber llamado aun a Paul y por lo menos ponerle en aviso de acontecimientos.
Comenzamos a comer y mi suegro dijo, bueno tomemos fuerza pues creo que esta noche se presenta memorable con ese padre e hijo de invitados a mi fiesta, mirándome lujuriosamente y sonriendo como el solo sabía hacer.
Y lo cierto es que no se equivocó, pues la noche comenzó como…..