Mi suegro me come los pies y me encanta
Relato real de una aventura con mi suegro con alto contenido en fetichismo de pies
Hola chicos, me llamo Natalia y tengo 25 años, soy una fetichista de pies que vive en chile, me encanta provocar con mis pies a los hombres, que se vuelvan locos con ellos, se mueran de deseo por hacerme cosas ricas como chuparlos, olerlos y que me los llenen de lechita para luego probarla ya que me hace sentirme muy deseada y me excita mucho.
Soy una chica de pelo castaño , mi altura es de 1,65 cm, tengo unas tetas bien puestas, redonditas, el pezón clarito y un culete redondo que se puede agarrar. Me gusta llevar faldas y pantalones ajustados como las mallas, con los que voy muy cómoda y encuentro que son muy sexy. Arriba me gusta siempre usar algo abierto con lo que pueda lucir mis lindos pechos, de calzado como trabajo en una oficina me he acostumbrado y me encanta llevar tacones altos y mules que estilizan mucho mi cuerpo aunque también sandalias abiertas con un poco de tacón, por lo que siempre me cuido mucho mis piesitos echándome cremita y haciéndome la pedicura.
Tengo un novio al que le provoco mucho con mis pies, tacones y e le pido que me haga todo tipo de guarradas en ellos para ponerme como una verdadera loba, pero también me gusta excitar a otros hombres, así que contare una de mis historias.
Mi suegro Eduardo siempre me a mirado con deseo, y la verdad es que me encanta provocarle quiero que me desee y cuando folle con su mujer le ponga mi carita y se imagine mis pies cuidados, cuando voy a su casa me pongo vestidos ajustados y cortos con unos zapatos sexy para que no pueda parar de mirarme.
Mi aventura comienza un día soleado que fui con mi novio a comer a casa de mis suegros , fui con un vestido entero color beige y unos tacones de 10 cm marrones con la parte de delante que se me veían mis deditos, la misma mañana me había hecho la pedicura pintándome de color negro, después de comer me senté en un sillón enfrente de Eduardo, mi novio y mi suegra iban al trastero a coger unas cosas así que era mi oportunidad, nosotros mientras conversábamos empecé a jugar con mis tacones, me crucé de piernas y empecé a jugar con el zapato, sujetándolo con mis deditos y el resto del pie al aire, mi suegro estaba que se le salían los ojos y deje caer mi zapato quedando mi piesito al aire para ver cual era su reacción y no podía dejar de mirarme mi pedicura parece que le había gustado.
Yo: dije en alto huy se me ha caído el zapato, tanto que juego con los tacones.
Eduardo: no te preocupes quítatelos si quieres que seguro estas más cómoda.
Yo: no te preocupes, lo que si me gustaría es dormir una siesta.
Eduardo: si claro, puedes ir a mi cama, ven que te acompaño.
Inmediatamente me levante y le seguí a su habitación, me quite mis tacones y me acomode en la cama, Eduardo se quedo mirando y me decidí a preguntarle.
Yo: Eduardo he notado que me miras mucho mis zapatos, te gustan?
Eduardo: eh eh si si me parecen muy bonitos
Yo: ah me alegro si quieres puedes cogerlos y los ves de cerca.
Eduardo cogió uno de mis tacones y se lo acerco mucho a su cara, le llego todo el aroma de mis piesitos, y parece que le puso muy bruto, asi que me lancé.
Yo: te gustan? huelen bien bebe? quieres probar mis piesitos mejor?
Después de un momento que se quedo paralizado con mis preguntas, Eduardo vino hacia mi y le puse uno de mis pies en su cara, me comió el pie literalmente, lo chupo de arriba a abajo durante mucho rato, tanto la suela como los deditos, nunca nadie me había dado tal repaso a mis piesitos, me puse cachondisima y empecé a lubricar muchísimo, hasta que me llegue a correr y grite de placer. Eduardo no se lo podía creer que me estaba corriendo mientras me chupaba los pies. Le tumbe en la cama y le dije que ahora iba a disfrutar el asi que le saque la polla y era grande y estaba durísima y le comencé a hacer una de mis especialidades "footjob", puse mis piesitos alrededor de su polla y le empecé a pajear con unas ganas locas de que se corriera y me llenara los piesitos con su leche. Lo hice muy salvaje y el notaba mi deseo de que se corriera asi que estaba muy excitado, subía y bajaba con mis pies y cuando se secaba un poco, le pedía que me chupara un poco el pie y seguía, hasta que llego el momento que no pudo aguantar mas.
Eduardo: me voy a correr mi amor
Yo: si bebe lo deseo, quiero que lo hagas en mis piesitos, que me los llenes de tu lechita calentita
Eduardo me agarro mis pies y buahhhhhhhhhhh me los lleno de su lechita, note muy caliente, le había salido mucha, mis uñas negras casi ni se veían. Me lleve uno de mis pies a la boca para probar su lechita y estaba muy rica la verdad, viene de familia :)
Esta es una de mis historias reales con mis piesitos, tengo algunas más relacionada con mi suegro y otras en el trabajo, si veo que gusta mi relato y tengo comentarios positivos me animare a compartirlas con vosotros chicos. Me hubiera gustado subir una foto de mis piesitos, pero no lo permiten, asi que el que quiera que se ponga en contacto conmigo.
Un saludo y besos para todos de Natalita, muaaaaaaak