Mi suegra Yolanda (2: Climax)

Aquella locura ya nadie sabía detenerla, ni yo, ni mi suegra...

Mi suegra Yolanda (Parte II)

Entramos en su casa después de lo sucedido en el garaje. Yo, con la tranquilidad de no ser descubierto y ella, turbada por todo lo que pasaba. Mi suegra apenas podía sujetar sus ropas rasgadas. Cerramos con llave y la llevé a la cocina. La subí encima del mármol de su fregadero y le abrí las piernas.- Dios, Yolanda, es mucho tiempo soñando con esto.Tantas noches, tantos dias...-

Casi no podia contener el nerviosismo mientras mi mano magreaba sus tetonas, sus muslos, sus brazos de mujer madura. Mi lengua trepaba desde sus pechos a sus hombros, su cuello, su boca, descendiendo de nuevo a sus enormes pezones. Yolanda seguía mis lenguetazos ya sin protestas, sin rechazos. Su cuerpo se curvaba según yo lo necesitara, y sus suspiros y repentinos jadeos resonaban en la cocina de su propia casa. Mis lametones en sus tetas hacían un sonoro chapoteo que cada vez nos aceleraba más el pulso a los dos. A medida que la manoseaba y la chupaba me asombraba cada vez más de su femeneidad.

Era tan hembra... Descendí por su abdomen con mis lamidas. Yolanda olía a hembra, pero también a mi, a nuestros flujos anteriores. Llegué con mi lengua a su vientre y alli me detuve. Sólo al pensar que en ese vientre había cobijado a mi exmujer durante 9 meses me volvía loco, me sentía dueño y señor de mi suegra. Yoli pareció darse cuenta por que al instante se curvó hacia atrás, apoyando sus manos en los azulejos que yo tenía de frente, y empezó a gemir más fuerte. Acaricié su vientre con delicadeza primero, y con lascivia después, bajé la mano y sobé sus muslos, su pelambrera... Me arrodillé y mi boca profundizó en la selva de su coño. Su cuerpo se tensó contra los azulejos y se curvó más aún –Ahh- Esbozó de pronto Yolanda, y alzó su mirada hacia el techo entreabriendo la boca.

Estaba derramada en el fregadero, abandonada a mi lengua que comenzaba a tocar sus labios vaginales. Su olor era fuerte y salado, delatando aún nuestras corridas. Eso me gustó aún más y seguí lamiendo su raja, ese coño que había recibido seguro tanta polla a lo largo de todos estos años. Cuantas corridas habría tenido la muy puta seguramente. Que zorra era... pensaba yo para mi propio disfrute. Mis instintos pasaban de la dulzura a la fuerza, de la fuerza a la dulzura, del cariño al más puro morbo e instinto animal guiados por mi lengua enloquecida.. Sujetaba sus cachas de cuarentona y metía toda mi lengua dentro de la vagina de mi suegra.

Yoli era ya una absoluta zorra quejumbrosa. Su cabeza resbalaba arriba y abajo sobre los azulejos humedecidos, su pelo se alborotaba y su gesto se fruncía igual que el de su hija cuando sentía demasiado placer. De pronto Yoli se tensó de forma brutal, sus quejidos aumentaron, sus manos se posaron por primera vez en mi cabeza y tiraban de ella a su rico coño.

-Umm, oooooh, ummm, dioss, sigue por favor, ahhh, ahh, siguee, voy a correrme, Diosss, que estoy haciendo, dioss- Yolanda lloriqueaba y gemía al mismo tiempo pero ahora no dejaba de moverse. Sus convulsiones eran increibles, como si fuera una joven colegiala en plena desvirgada en un cuarto de baño de Instituto. La puta de mi suegra estaba a punto de correrse en mi boca. Dios mio!! Nadie se habia corrido en mi boca nunca y me pareció perfecto que fuera ella, esa hembra cuarentona quien lo hicera.

Apuré mi boca en su vagina ya de por si encharcadísima, en busca de su climax, de su flujo materno. Qué hembras tenía esta familia, pensaba yo.... Mi lengua adentro, afuera, adentro, rodeando en circulos su coño. La tomé con fuerza de sus caderas y alterné lenguetazos y morreos y mordiscos sin parar...

-Córrete Yoli... vamosss... córrete suegra... así, asíii, en la boca de tu yerno, córrete puta-Balbuceé entre su enorme pelambrera.

Esas palabras la volvieron completamente loca. Yolanda estaba fuera de control, se retorcía y me empujaba la cabeza a su coño sin ninguna racionalidad hasta que de pronto detuvo un instante sus balanceos y empezó a gemir como una asquerosa. Gemidos roncos y largos, de vieja totalmente caliente. Regresó rapidamente a sus movimientos desenfrenados de cadera y casi asfixiándome metiendo toda mi cara en su entrepierna. Comenzó a mover su culo, con movimientos lentos y acompasados y empecé a sentir un espesor en sus flujos vaginales, su sabor era amargo pero muy rico, una espesa corrida me llenaba la lengua. Yoli retozaba su coño por mis labios, hasta por mi cara y mi nariz. Me incorporé y jadeando como un loco busqué su boca. No hizo falta acercarse demasiado pues Yoli ya estaba a medio camino, me dedicó un fuerte y convulsivo morreo que yo contesté con creces. Chupó mi boca con furia y lamió los restos de corrida que había por mi cara.-Eres un cabrón...- me susurró al oido,

Y comenzó lamerme el cuello. Que bién lo hacía muy puta, mejor que su hija en aquella fiesta el dia que la conocí. Me excitaba como nunca había soñado excitarme. Con fuerza la separé de mi y le dije con posesivo tono –Date la vuelta, perra!-

Yoli bajó del fregadero y dándome la espalda se tumbó encima del fregadero otra vez. Vi su cuerpo esparramado encima del fregadero y recordé a su hija en esa postura. Eran tan parecidas, definitivamente la genética era maravillosa. Magreé su culo con lascivia, sus caderas...- Vaya culazo que tienes, eh zorra, vaya cachas que tiene mi suegra- Mis manos se aferrabana a ellas hasta enrojecerlas arrancando sus quejidos ahora más bajos pero aún de vieja caliente.

-Te folló el cornudo de mi suegro alguna vez en este fregadero, eh puta, dime... te folló aquí?-

Sus gemidos se aceleraban y sus manos acariciaban con lascivia el marmol, como dos patinadoras totalmente ébrias.-No, no me lo hizo, no...- casi no lograba hablar por sus jadeos contenidos –El era demasiado clásico.. ahh.. me abre de piernas en cama y me folla hasta que se corre como un cerdo... siempre demasiado rápidooo ohhh- Mi suegra levantó la cara del marmol al sentir mi polla penetrarla. No lo soportaba más, el verla asi, como un puta cualquiera, dándome su culo y escucharla decir lo que acababa de decir me sacaron de mis casillas. No podía creerlo, mi suegro no sabía follar a esta hembra enorme. Pero yo si, yo iba a hacerlo, claro que si... Mi polla entró hasta el fondo de su vagina, no tuve que empujar, estaba llena de flujos.-Ahhhh, ahhh,ummmm, ummm,auggg,ugg...- Empezó a gemir mi suegra.

-Así, Yoli, así... levanta mucho tu culo, como tu hija... ahh, asi, asi, a ella le encantaba que me la tirara por detrás, ahh, ummm que rica estás, zorra... que rica...

Mis manos pasaron del culo a sus anchas caderas, a sus tetonas, esta vez frias debido al marmol. Mis penetradas eran cada vez más violentas, eso hacia que sus carnosos muslos se golpearan contra la cocina. –Te gusta, Yoli, te gusta lo que te da tu yerno? Ehh, te guuusta, verdadd?-

-Oooh, oooh, siii, me encantaaa, ahhh, ahhh, auggg...-

-Asíiii, perra, asi, déjate abandonada encima de tu cocina, asiii Por que no friegas los platos ahora, como cuando yo estaba en esta casa. Sabes una cooosa, zorra- Sentía su culo en mis huevos en cada embolada y eso me obligaba a darle más polla a mi suegra, que era una fuente de flujos, Dios santo, como podía mojarse tanto...!, encharcaba mi polla, mi pelambrera, mis huevos a punto de reventar, hasta mis muslos...- Voy a decirte algo, Yoli, sii... yo me la meneaba en la habitación esa de atrás, a través de la puerta media abierta, mientras veía tu culo bambolear de lado para lado mientras fregabas, siii, ahhh, en ese cuarto donde después me follaba a la zorra de tu hija, la muy asquerosa me la chupaba toda, aún babeante por la paja que te habia dedicado... Toma puta, toma polla, toooma... que te parece, ehh...-

-Ahhhhh, ahhhh, ahhhh- Yolanda gemía como una loca, gritaba ahogadamente en el fregadero. La cogí del pelo y le tiré de él hacia atrás. Así pude lamerle el cuello, la boca, la babé toda mientras mi polla le entraba adentro de su coño cuarentón una y otra vez. Estiré mi mano y abrí un poco el grifo del agua.- Vamos, suegra, friega esos platos, friégalos zorra!!!!-

Yoli tomó como pudo un plato que habia en el fondo del fregadero y comenzó a frotarlo debajo del agua. Ahora sus gemidos eran más espaciosos pero más roncos y fuertes. Cómo su hija al correrse.

Me cegué con su coño, con el coño de mi suegra Yolanda.

-Toma, zorra, toma polla, ahh, asi, asi, friega vieja de mierda, friegaaaaa, asi, asi- Metía mi polla irracinalmente hasta el fondo de su enorme coño.

Yolanda empezó a gritar como si la mataran y yo no pude aguantar más, me corría, me corría en la vagina de mi suegra...

-Vas a correrte, eh putita, si???? Pues cóoorrete puta, vamos puta,

córrete con la polla de tu yerno, vamossss puta,PUTA,PUTAAA, ahhhh,ahhh,ummmm, diossss...

Mi leche entró a borbotones hasta el fondo de su vagina . Me corrí insultándola y magreándola todamientras derramaba de nuevo en el coño de mi suegra hasta la última gota de mi semen caliente. Me sentí el rey del mundo, detrás de mi suegra, metido en ella, viendo su cuerpo sudoroso encima del fregadero donde durante años lavó los platos que yo habia manchado. Ahora era mia, toda mia, esa noche me reventaría pero no iba a dejar de follarla ni un instante. Nos quedaba mucho tiempo por delante.

-Vamos a tu cuarto, Yoli...- Yolanda no contestó, sólo jadeaba con sus cabellos mojados y su cara aplastada contra el marmol. Alargó su mano dejando caer el plato al fregadero y cerró el grifo...