Mi suegra y yo
Su suegra había tomado esa noche alguna copa de más y al llegar a casa él se ofreció a masajearle la espalda porque estaba muy cansada. Verla desnuda le produjo una excitación terrible.
Esto que relato sucedió hace solo un par de meses, con mi suegra solemos formar un dúo de canto y siempre nos invitan a diferentes eventos donde cantamos preferentemente folcklore argentino y algo de Canciones de Latinoamérica.
El día 9 de julio, fue un día muy agitado para toda la familia, ya que tuvimos que asistir desde muy temprano a misa, al desfile, luego a una feria de platos, al mediodía estábamos invitados a un asado criollo, donde comimos, bailamos y cantamos hasta las 16.
Fuimos luego a la casa de mis suegros a tomar mates y allí casi se nos fue toda la tarde.
El asunto era que esa noche estábamos todos invitados a una cena a beneficio del hogar de ancianos de nuestra zona, y habíamos comprometido nuestra presencia (mi suegra y yo), para cantar algunas canciones.
Ya a las 22 en mi casa luego de darme un baño, mi esposa me dice que estaba muy cansada y que no iba a venir conmigo, allí fui solito a buscar a mis suegros para la cena.
Cuando llego a su casa, mi suegro estaba listo para irse a trabajar, él trabaja en una empresa de seguridad, y lo necesitaban esa noche con urgencia, ya que había varios ausentes en la empresa, así que no quedo otra solución que ir a la cena solos con mi suegra.
Ella estaba bastante elegante, bueno, siempre ha sido una mujer de buen nivel, de piel muy blanca, y a pesar de sus 60 años, su cuerpo se ve excelente y sus 82 kilos la muestran con espectaculares redondeces especialmente su culo bien formadito.
Ya en el auto nos reíamos del día tan lindo que habíamos pasado, y a pesar de que varias veces habíamos salido solos a hacer canciones, esa noche note algo especial en ella, no sé, como más sensual o algo así.
Ya en la cena la pasamos genial a pesar del cansancio que teníamos, bailamos como siempre lo hacíamos, además estábamos entre gente muy amiga, y luego de otros números cantamos nuestro repertorio y como a las 2 de madrugada se formo una ronda de unas 30 personas que eran los que quedaban con ganas de seguir la fiesta, en esa ronda con mi suegra éramos el centro de la atención y entre cuentos y canciones nos divertíamos, no había notado que a esa altura mi suegra había tomado unas copas de mas y estaba bastante alegre, mas de lo normal.
Todos habíamos mezclado varias bebidas alcohólicas y al final ya tomábamos whisky, cerca de las 4 de la madrugada mi suegra me dijo que se sentía un poco mal, por lo que optamos por retirarnos, ya en el auto camino hacia su casa me dijo, me siento terriblemente mal, he tomado demasiado, y el aire fresco le había hecho peor, tanto que al llegar a su casa casi estaba desmayada, yo me asuste un poco y como pude la lleve hasta su cama, como ya había mencionado estaba sola en su casa ya que mi suegro estaba trabajando y recién volvía a las 8 de la mañana.
La acomode en la cama y le saque sus zapatos y medio balbuceante me dijo que le dolía mucho la espalda, le pregunte si quería unos masajes y dijo que sí.
Primero comencé en sus hombros por encima de su blusa, pero luego al ver que mis manos no resbalaban bien le pregunte si podía correrle la blusa, no me contesto así que inocentemente la di vuelta para desabrocharle la blusa, y al hacerlo pude ver sus hermosos pechos apretados en su corpiño, eso me causo de pronto una excitación terrible, nunca me había imaginado estar en esa situación.
Se los toque un poco por curiosidad y luego le saque la blusa y ya de espaldas ella, comencé con los masajes, por momentos bajaba las manos y le acariciaba su culo, mi excitación iba en aumento, tanto que me tuve que sacar la pija y comencé a hacerme una paja, no podía aguantar mas, ya no podía ni pensar en lo que hacia y ella allí dormida casi inconsciente de ebria, fue así que mi orgasmo vino y dirigí mi pija hacia su espalda desnuda y se la deje toda salpicada de semen, un poco más tranquilo, comencé nuevamente los masajes en su espalda ahora toda lubricada, y luego me senté arrodillado sobre su culo, y seguí con los masajes hasta que el semen se fue secando en su espalda.
Para entonces la pija se me había parado de nuevo, y ya estaba jugado no me importaba nada, así que desabroche su falda y se la saque, también saque su bombacha y quedo ante mí su espectacular culo blanco y redondo, sin pensarlo dos veces acerque mi pija hacia su vagina y estaba seca y no se la podía meter, así que tome saliva de mi boca y con los dedos se la lubrique, y así la penetre, se la metía y la sacaba despacio, realmente la estaba disfrutando, así estuve como 10 minutos, hasta que sentí que se me venia de nuevo un orgasmo, y no quería acabar dentro de ella, así que la saque y empecé a frotarla por sus nalgas, las cuales en un momento abrí y descubrí su ano muy rosado, y note algunas pequeñas pelotitas rosadas que salían del ano, se ve que sufría de hemorroides, el ver eso me causo un morbo terrible, y empecé a refregar suavemente la pija sobre su ano, pensé en que no dejaría muchas huellas si le metía solo la cabeza en su ano y le acababa allí, y luego se lo limpiaba.
Así fue que nuevamente tomando abundante saliva de mi boca se la aplique en su ano, y apoye la cabeza de la pija y apretaba un poquito y la sacaba, el orgasmo en mi crecía sin cesar, ya casi no lo podía contener, hice un poco mas de presión sobre el ano y la cabeza entro y al ver el agujero un poco mas abierto, se la metía y la sacaba, y ya no pude aguantar el orgasmo me invadió, y un segundo antes de acabar , mi cuerpo me empujo inconscientemente y se la metí hasta la mitad, así sentí el semen regándole sus entrañas, el orgasmo duro una eternidad, y me quede así sin poder creer lo que había hecho, hasta que la presión del ano de mi suegra me saco la pija afuera.
Con la sabana le limpie el semen que salía de su ano y la volví a vestir con bastante esfuerzo, antes de taparla y acomodarla bien para que siguiera durmiendo, le olí la espalda, tenia un olor a semen mezclado con ese exquisito perfume que suele usar.
La verdad que no sé si ella habrá sentido algo esa noche, pero luego de eso, ella nunca me pregunto nada, ni como había llegado a la cama, al otro día con mucho miedo fui a su casa y con terror al verla le pregunte como se sentía, y me dijo me siento de maravillas, aunque me duele un poco la cabeza y agrego para mi asombro: Nunca me sentí mejor de mi espalda.