Mi suegra, una gran mujer (6)
Mientras unos duermen, otros aprovechan la noche para jugar
Las vacaciones de verano llevan camino de ser las mejores de mi vida. Cuando mi esposa me propuso ir a casa de sus padres en el pueblo para así poder ayudar durante un mes a su madre, pues la pobre está muy cansada de cuidar a su marido enfermo, solo vi inconvenientes y alta probabilidad de que fueran muy aburridas. La realidad no ha podido ser mejor, resulta que mi suegra se ha despendolado y me ha elegido a mí, su yerno, para llevar a cabo sus más fantásticas fantasías sexuales.
Llevamos solo cuatro días en el pueblo, y ya hemos tenido tiempo para que me haga una mamada sensacional, para follarla mientras le digo lo mucho que me gusta su coño recién rasurado y para que me obsequie con un espectacular squirt.
El martes, mi esposa y la niñas volvieron a la ciudad lo que aprovechamos para follar sobre la mesa de planchar. Durante el rato de la siesta le he dado por el culo bien rico.
Eso ya os lo he contado en relatos anteriores (“Mi suegra, una gran mujer 1, 2, 3, 4 & 5”), ahora viene la continuación con lo que me pasa cuando cae la noche y… algunos se van a dormir.
Jugamos durante toda la noche
- Me ha dicho tu hija que no la esperemos a cenar… ella y las niñas se quedan esta noche a dormir en casa. La pequeña no se encuentra bien y ha decidido que mejor no regresar hoy – esta es la noticia que transmito a mi suegra cuando oigo que empieza a trastear.
- Estas chiquitas de hoy en día no aguantan nada – afirma mi suegro que lo estaba oyendo.
- Llámala y dile que no se preocupe que aquí todo lo tenemos “bajo control” – dice con un poco de retintín, mirando primero hacia su marido y luego hacia mí, al tiempo que me guiña un ojo con mucha picardía.
Cenamos los tres juntos, acompañados de una charla intrascendente y visionando la noticias del día en la tele, donde se mezclan de varios temas. En la pantalla salen unas imágenes de mujeres manifestantes con los pechos al aire en plan muy reivindicativo…
- ¡Menudas frescas!... enseñando las tetas por la calle… en nuestros tiempos eso no sucedía, las mujeres eran mucho mas decentes y recatadas… ¿verdad Pepa? – le pregunta esperando el apoyo de su mujer a su opinión.
- Tú lo ha dicho… eran otros tiempos … ¡quien fuera joven y bonita para decidir por ti misma y hacer lo que te venga en gana! … - le responde a Manuel y después me mira haciendo con disimulo un gesto de invitación.
- Nunca es demasiado tarde… yo estoy completamente a favor…y me presto a participar en lo que haga falta – recogiendo la invitación de mi suegra haciéndole ver que vuelvo a estar dispuesto a continuar nuestros juegos.
Recibo por debajo del mantel su respuesta en forma de manoseo de mi entrepierna. Me gustaría saber lo que está pensando en este momento que tiene la mano dentro de mi bragueta y con la otra empieza a recoger las cosas que hay sobre la mesa.
Manuel se sienta en su butaca frente al televisor, Pepa y yo recogemos la mesa para llevar las coasa a la cocina. Allí con todo su descaro mete su mano bajo el pantalón y me agarra con contundencia.
- ¿Esta va a ser mía pronto, verdad? Esta noche no estará tu mujer ni las niñas…podríamos hacer algo especial, ¿no te parece? –
- Y Manuel…¿Qué hacemos con él? – de pregunto buscando bajo su bata su sexo.
- Uhmmm…ya no te pones ni las bragas… que zorrita eres…en cualquier momento de follo en un rincón –
- Déjalo en mis manos…ya encontraré la forma – y ambos volvemos al salón para ver una película de la tele.
Nos colocamos de forma que puedo verla casi de frente. De vez en cuando separa las piernas, no puedo ver nada pues hay poca luz, pero sabiendo que no lleva bragas y que las separa a propósito para mí, me pone a cien. Ella lo sabe, abre y cierra las piernas a su antojo, disfruta provocándome. De vez en cuando se mete el dedo pulgar en la boca y lo chupa como hizo con mi polla, todo ello delante de su esposo y sin que este se entere de nada.
La película se alarga más de lo esperado a cuenta de los innumerables cortes para la publicidad, por lo que cuando termina solo nos resta desearnos las buenas noches e irnos a dormir. He cogido un buen calentón con las insinuaciones de mi querida suegra y me cuesta conciliar el sueño. Permanezco con la luz apagada, solo cubierto por la sabana, esperando pacientemente dormirme.
Pasada media hora mas o menos se abre la puerta de la habitación, en medio de la oscuridad se cuela un bulto, que cierra tras de sí. Se aproxima a la cama y se sienta en el borde, yo finjo estar dormido pues no se me ocurre prudente hacer nada sabiendo que no estamos solos en la casa.
- Carlos, Carlos…¿estas despierto? – me dice metiéndola mano debajo de la sábana en búsqueda de mi cuerpo.
- Pepa… estas un poco ida…como se te ocurre… que te marido está a solo unos metros, y nos puede pillar in fraganti-
- ¡qué va!...eso sería imposible… la medicación lo deja KO… y hoy… le he hecho una buena pajilla que lo tendrá durmiendo hasta media mañana –
- Así que tenemos toda la noche para nosotros… prepárate que te voy a sacar el alma por esta polla tan hermosa que tienes – ya la tiene bien agarrada para acariciarla como ella sabe hacer.
- Pepaaa… Pepa… me tienes fuera de control –
- Desde que se que tengo bajo mi techo una buena verga estoy cachondísima… y quiero disfrutarla cada minuto que tu suegro y mi hija nos permitan -
- Carlos, cariño…lo de esta mañana lo tenemos que repetir… creo que nunca me había corrido así… mientras me follabas el culo yo me frotaba y me frotaba, el resultado fue espectacular –
- Échate en la cama … te voy a reventar el coño –
Diligentemente se echa sobre la cama, acomoda la cabeza sobre la almohada y se abre de piernas. Con una mano se estrangula una teta y con la otra me muestra lo jugoso que se le ha puesto, esperando que vaya y se la meta hasta las bolas.
- Es todo tuyo… no me hagas esperar – dice al tiempo que se mete dos dedos y se frota a modo de calentamiento.
Me hinco de rodillas entre sus piernas, me doy unos meneos de comprobación… todo está bien preparado. Me acerco lo necesario para poder golpear con la punta sobre su clítoris, ¡uhmmm! que desarrollado lo tiene.Restriego la punta sobre la raja hasta humedecerla completamente, para a continuación encañonar y apretar poco a poco.
- Dame duro…más duro –
Pone sus manos detrás de mis glúteos, me atrae hacia ella con fuerza hasta que mi pubis se funde con el suyo. Sus piernas se ponen las mías atrapándome para que no me pueda ir. Mi suegra está completamente abierta, mi polla dentro y me pide intensidad… casi no me puedo separar de su cuerpo, apoyo las manos a ambos lados de su cabeza…y muevo las caderas… solo eso…nada más… no entro ni salgo…solo le doy empujones que hacen mover todo su cuerpo.
La punta debe estar golpeando en el fondo de su vagina, gime… se retuerce, cabecea…
- Así…así…cabron miio… rómpeme… dad mas, asi…a fondooooo ahhhh, ahhh… me corroooo –
- Pepa…. Que cachonda estas… ¿Cuántas veces te vas a correr esta noche?... sí acabamos de empezar-
- Llevaba mucho tiempo esperándolo… jejeje –
Me libero de su abrazo, ella cree que vamos a descansar un momento, en realidad lo que hago es colocarme sentado sobre mis talones cerca de su pecho para que alcance a chuparme la polla que está imponente. En cuanto la ve, se incorpora lo suficiente para engullirla por completo.
- Así…así…chupa…chupa –
Le digo poniéndole una mano sobre la nuca para que no se pueda escapar, la otra la llevo a su entrepierna, le froto sus labios mojados y le meto dos dedos curvados en forma de gancho. Me acomodo a su ritmo y ella hace lo mismo conmigo. Cuando le froto fuerte y rápido, ella me la chupa profundamente y sorbiendo fuerte. Si le paso los dedos suavemente sobre los labios, se entretiene lamiendo mi capullo, si le doy un frote rápido sobre el clítoris, responde con un cabeceo rápido que me masajea la punta con el paladar de su boca. A esto se le llama sincronización …
- ¡Échame la leche encima!... quiero sentirla bien caliente sobre la piel… vamos, vamos… querido yerno… preparare para ti esos platos que tanto te gustan… te hare las rosquillas de anis… lo que quieras… pero dame tu leche… no seas malo… -
- Jejeje… nunca había tenido tantas ganas de sacar mi leche y echarla sobre los labios de una tia… una mujer que sabe hacer lo que más me gusta –
Mientras intercambiamos estas palabras le sigo dando fuerte con mis dedos dentro de su vagina encharcada… chooop, choooop … suena mi mano entre sus piernas.
- Me viene…me viene – le advierto para que se prepare y ponga su boca cerca.
Sale la primera andanada y se queda pegada a su mejilla, la segunda impacta sobre su barbilla, y la tercera sabe con menos fuerza y cae sobre su pecho. Uhmmm que tembleque me entra…necesito apoyar la mano sobre el colchon para poder mantenerme, la otra mano va por libre… buscando el orgasmo de mi querida Pepa…. Uhmm casi inmediatamente después gime con fuerza, aprieta las piernas y atrapa mi mano.
- Para, para…cabrón… no ves que no puedo más… me he venido por segunda vez… tengo el chocho encharcado… y tu sigues dando… déjame descansar que una ya no es una jovencita –
Mi suegra se echa sobre la cama boca abajo para proteger su entrepierna, no quiere mas caricias, necesita tiempo para recuperarse… se agarra a la almohada, buscando seguridad… no es consciente que tiene todo su culo al aire, que las piernas separadas dejan a la vista su generosa raja… ahora totalmente blanda y jugosa. También su ojete queda expuesto… en cuanto recupere un poco de dureza voy a ir a por él.
Le dejo tiempo para que se recupere, mientras paso la mano por su cuerpo en una leve caricia de mis dedos por sus curvas.
- Uhmmm, Carlos… que zalamero eres… no hace un instante que me he has hecho correr y ya estas otra vez poniéndome el vello de punta, ¿esto también se lo haces a tu mujer? Nunca me ha contado nada sobre estas habilidades tuyas –
- Las tenía reservadas para una mujer que las aprecie como lo haces tu –
Mientras le digo esto estoy trayendo con mis dedos parte de los jugos viscosos que rezuma su coño hasta depositarlos sobre el ojete.
- ¿Te parece que demos también un paseo por aquí? – le digo apretando con la yema del dedo sobre el ano que empieza a ceder ante la presión.
- ¡Fóllame como quieras!… estaba destinada a ser su putita… hemos tardado mucho tiempo en encontrarnos pero aquí estamos… suegra y yerno… para que todo quede en familia –
Me hinco de rodillas entre sus piernas, hago que doble una pierna poniendo la rodilla apoyada en el colchon pero a la altura de la cadera. Su como queda perfectamente expuesto. Lo acaricio y le robo su jugo para mojar bien la punta de mi verga y todo el culo. Pepa coge su almohada y la otra que hay sobre el cabecero, las coloca ambas bajo su vientre para dejar su culo bien dispuesto y accesible para mi.
- ¿sabes que a tu hija no le gusta nada, nada hacerlo por detrás? –
- Ella se lo pierde… yo tampoco lo sabía… ahora se que me encanta –
Pongo la palma hacia arriba, la acerco hacia la raja, le paso los dedos adelante y atrás reservando el pulgar para que golpee sobre el ojete. Meto dedos…unos en la rajita, la primera falange del dedo gordo se cuela en su culo… uhmm que ganas le tengo. Ahora el dedo índice, una falange… dos… hasta el fondo. Se lo dejo dentro… que se acostumbre…
- Ten mucho cuidado… no quero que me desgarres… - me dice cuando nota que estoy intentando meterle dos dedos al mismo tiempo –
- Te va a gustar… relájate y disfruta de lo voy a tratar como si mi polla fuera de seda –
Acto seguido, me la cojo por la mitad del tronco para guiarla bien y mantenerla enfrentada… aprieto, se abre camino entre los cachetes hasta llegar al ano, empujo un poco mas…
- Ay! Ay…me hace daño…paramos un poco –
- No te preocupes… piensa en otra cosa… relájate … - le digo para tranquilizarla, le doy dos palmadas seguida en la nalga como distracción y doy un empujón brusco y medido que hace que el capullo se cuele dentro.
- Ahhhh, ahhhh…como escuece…me quema… pero … tu sigue, sigueeee –
Dejo que se acostumbre a la presión de mi glande dentro de su ojete, necesitamos unos minutos que aprovecha para acariciarse el clítoris. Saco y meto despacio…cada vez un poco mas profundo…Me estoy follando el culo de mi suegra, mujer madura y mujer de su casa, desde hace unos días también mi puta privada.
- Dame… dame…me voy a correr por tercera vez esta noche –
- ¿Cómo mi hija puede decir que esto no le gusta?, ¡qué mal la enseñe!.¡Tendrá que ir a un reciclaje como yo!
Deverano.