Mi suegra obtiene lo que necesita
Durante una conversacion el y su esposa discuten sobre las necesidades sexuales de su madura suegra, esto desencadenara un ardiente encuentro entre yerno y suegra provocado por esposa.
Mi suegra obtiene lo que necesita
Todo lo que sucedió comenzó por una simple conversación entre mi esposa y yo una noche mientras bebíamos algunas copas, estábamos comentando acerca de la actitud que tenia su madre quien se había divorciado de su padre hacia muchos años y no había vuelto a tener relación alguna con ningún otro hombre. Entonces bromeando le dije a mi esposa que quizás lo que mi suegra necesitaba era un hombre cercano que en verdad entendiera su dolor y que fuera bondadoso con ella pero que a la vez pudiera satisfacer sus necesidades de sexo y pasión. Mi esposa respondió algo que me dejo inquieto pero a lo que en ese momento no di mucha importancia, me dijo que porque no le ayuda yo, que mi suegra me tenia mucha confianza por todo el tiempo que habíamos compartido.
Desde esta conversación paso casi un mes hasta que un día mi esposa me aviso que tenia un compromiso de trabajo en otra ciudad y que estaría fuera de la casa durante dos semanas, me dijo también que había hablado con su madre para que viniera a nuestra casa y me ayudara con el cuidado de los niños pues de día, yo también trabajaba.
La primera noche después de que mi mujer salio de viaje cuando regrese a la casa de mi trabajo, mi suegra Rosa ya tenia preparada la mesa y los niños ya estaban cenando, yo salude cortésmente a todos e iba directamente a mi habitación a tomar una ducha. Acostumbrado como esta hacerlo todo el tiempo salí de la habitación usando solamente un bóxer de seda y sandalias. Así me uní a mis hijos y a mi suegra para terminar la cena.
Mas tarde cuando los niños se habían acostado, mi suegra y yo permanecimos mirando la televisión en la sala durante un algún tiempo, después de algunos minutos mi suegra me hizo el siguiente comentario:
"Antes de que mi hija saliera de viaje, me dijo que le recordara algo sobre un regalo que usted tenia para mi en su habitación"
MI corazón se hundió en mi estomago, pensando en lo que mi esposa le hubiese comentado a su madre, que era lo que tenia que hacer?, como iba a explicarle a mi suegra que el regalo del que hablaba mi esposa era yo mismo. Permanecí callado unos segundos frente a ella, hasta que de nuevo esta hablo.
"NO se preocupe yerno, cualquier cosa que venga de usted estoy segura que me gustara"
Lo que mi suegra me decía en ese momento me animo, sin embargo era un poco comprometedor. MI suegra es una mujer de 55 años, de altura mediana con un cuerpo normal, sin grandes proporciones, podríamos decir que tiene lo justo en los lugares justos. Lo que me extrañaba es que esta, siempre había sido muy religiosa, vistiendo con faldas o vestidos largos muy conservadores.
MI suegra pareciendo notar mi indecisión, me tomo por el brazo y me condujo a mi propia habitación, tenia un extraño brillo en los ojos mientras me miraba y me decía," Voy a cerrar mis ojos y cuando los abra usted me dará mi regalo"
Un poco mas seguro ante su actitud, le dije que se girara de espaldas y cerrara sus ojos, asegurándole que obtendría su regalo y que cuando estuviese listo para dárselo le avisaría.
Ella sonrió y hacia lo que le decía, girándose rápidamente de espaldas a mi, entonces armándome de valor, yo moderaba las luces del cuarto haciéndolas un poco mas tenue y de nuevo caminaba hacia ella y lentamente me colocaba detrás suyo y le susurraba al oído.
"Voy a tener que abrazarla para darle su regalo suegra"
MI suegra rió débilmente, permanecía inmóvil mientras me acercaba más a ella por detrás. Entonces coloque mis manos sobre su cintura y la atraía hacia mi hasta que su caliente trasero estuvo en contacto con mi ya dura virilidad dentro de mi bóxer. Lo primero que esperaba es que mi suegra se volteara y me abofeteara, pero por lo contrario parecía que mi suegra aprobaba lo que estaba pasando.
Confirmando que no se oponía a lo que sucedía, la hice girar encarándome y con todo el tacto y la amabilidad que pude lentamente acerque mi cara a la suya y la bese. MI suegra suavemente gimió, dándome a entender que le gustaba ser tocada y besada por un hombre, algo que no había experimentado en casi 10 años. De repente siento como sus manos comienzan a moverse, dando señales de vida y movimiento, lentamente siento como inserta sus dedos dentro de la abertura delantera de mi bóxer y roza la cabeza de mi dura verga, de nuevo gimió suavemente, parecía que el contacto de sus dedos con mi verga la estaban excitando, entonces sin separarnos despacio caminamos hasta la cama y empiece a desnudarla, al principio mi suegra estaba un poco nerviosa y puso alguna resistencia, pienso que sus principios morales y religiosos la agobiaban.
Sintiendo que si no hacia algo para alejar aquellas ideas de su mente, seguramente las cosas no avanzarían mas y ella no recibiría lo que tanto estaba necesitando, rápidamente incline mi cara hacia su vientre y empezaba a darle suaves besos en esta, mientras deslizaba mi lengua sobre su suave y madura piel, sentí como su cuerpo se escalofría, mi mano se deslizo hacia la parte inferior de sus piernas cubiertas aun por su falda y empecé a moverla lentamente hacia arriba.
Después de algunos segundos mi mano hacia contacto con su vagina cubierta por sus medias panties, "Que es esto?" pensé, su vagina ya se había humedecido. Moviendo suavemente mis dedos dentro de sus medias yo confirmaba mi pensamiento, insertando un dedo dentro de su raja, mi suegra rápidamente apretaba sus piernas juntas.
Usando toda la fuerza que podía, la hice girar en la cama quedando boca arriba y con mis manos subí su falda hasta la cintura, la próxima cosa que debía hacer era situar mi cara en su vagina donde aparentemente no había estado un hombre en mucho tiempo, así que continué besando su vientre descendiendo lentamente hacia su húmeda raja mientras al mismo tiempo con mis manos arrastraba sus medias hacia sus tobillos, una vez que las había quitado, empecé a besarla suavemente hasta que mi boca entraba en contacto con sus labios vaginales.
Con mi lengua lentamente los separe insertando esta dentro, suavemente movía mi lengua dentro de su raja arriba y abajo hasta encontrar su hinchado clítoris. De repente, empiezo a sentir como mi suegra gime cada vez mas fuerte, parecía que la mamada que le estaba dando a su raja la estaba trastornando de placer, deseaba sentir sus labios sobre mi verga pero como hacia para preguntarle a mi suegra si deseaba mamar mi verga, me moví un poco en la cama haciendo que mi verga quedara en posición cerca de su cara, mi movida tuvo éxito al sentir como la caliente lengua de mi suegra acariciaba mi dura herramienta, lentamente deslizaba su lengua y sus labios sobre la longitud completa de esta, aun sin meterla dentro de su boca, provocándome un inmenso placer.
NO queriendo decir algo por temor a que se detuviera, lentamente tome mi verga en mi mano y despacio empecé a indicarle a mi suegra que la metiera en su boca, esta pareció dudarlo por un momento y entonces metió parte de mi gruesa verga dentro de su caliente boca, sentía las sensaciones mas placenteras, mi recatada suegra estaba mamando mi verga, aunque se notaba que no tenia mucha experiencia, el solo hecho de saber que mi dura herramienta estaba penetrando la boca de esta, me calentaba cada vez mas.
Sumergí de nuevo mi cara entre sus muslos, mamando con desesperación toda su raja, mi suegra empezó a gemir mas fuerte y deteniendo un momento la mamada que me estaba haciendo, su cuerpo empezó a convulsionar completamente recorrió por una intensa ola de placer, sus gemidos fueron ahora mas altos, su cuerpo se contraía mientras su cara era un gesto pleno de placer, tomando mi durísima verga en la mano empecé a bombearla fuertemente, mis bolas estaban llenas de semen, podía sentir como mi abundante carga salía disparada contra la cara de mi suegra, potentes chorros de semen bañaron completamente la cara de esta, mientras mis fuertes gemidos expresaban todo el placer que estaba sintiendo.
No había terminado de gozar de mi orgasmo, cuando escuche unos golpes en la puerta de mi habitación.
"Papa que pasa?, porque te quejas tan fuerte?"
Era la voz de mi hijo de 8 años, quien pregunta desde la puerta de mi habitación que pasaba.
Continuara
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