Mi sostén, Marcos y el Jugo de Manzana.
Caminaba deprisa con paso firme y decidido, mis tacones resonaban en la vereda y más de uno se volteaba a mirarme. Iba rápido porque estaba retrasada, él seguro me estaría ya esperando y yo no quería causarle una mala impresión. Me hubiera gustado que el sostén que llevaba ese día hubiera sido al menos un talle más grande ... tal vez así me mirarían menos o, por lo menos, podría respirar más cómoda ... de cualquier manera me incomodaban las miradas de extraños en la calle que me chistaban, silbaban o piropeaban con descaro. Quizás el maldito sostén fuera el culpable, tan apretado ... maldita sea !!! Mi andar apresurado sacudía mis lolas arriba y abajo, mi camisa blanca apenas me abrigaba y comenzaba a ponerse frío ... el tapado, hermoso, precioso que llevaba puesto no podía prenderse al frente ... no tenía botones ... por eso lo había comprado con el sudor de mi frente en la temporada pasada para mostrar mis atributos ... quizás por la misma razón me lo había puesto para ir al encuentro con él. De ser necesario habría pagado aún más por ese tapado blanco, pero para mí fortuna aquel día estuvo de oferta. De cualquier forma me hacía frío y en ese momento estar a la moda no me ayudaba.
Caminaba deprisa con paso firme y decidido, mis tacones resonaban en la vereda y más de uno se volteaba a mirarme. Iba rápido porque estaba retrasada, él seguro me estaría ya esperando y yo no quería causarle una mala impresión. Me hubiera gustado que el sostén que llevaba ese día hubiera sido al menos un talle más grande ... tal vez así me mirarían menos o, por lo menos, podría respirar más cómoda ... de cualquier manera me incomodaban las miradas de extraños en la calle que me chistaban, silbaban o piropeaban con descaro. Quizás el maldito sostén fuera el culpable, tan apretado ... maldita sea !!! Mi andar apresurado sacudía mis lolas arriba y abajo, mi camisa blanca apenas me abrigaba y comenzaba a ponerse frío ... el tapado, hermoso, precioso que llevaba puesto no podía prenderse al frente ... no tenía botones ... por eso lo había comprado con el sudor de mi frente en la temporada pasada para mostrar mis atributos ... quizás por la misma razón me lo había puesto para ir al encuentro con él. De ser necesario habría pagado aún más por ese tapado blanco, pero para mí fortuna aquel día estuvo de oferta. De cualquier forma me hacía frío y en ese momento estar a la moda no me ayudaba. Por fin doblé en el café de la esquina y lo vi. Lucía con el rostro tenso, quizás por el frio ... quise pensar que por el frío. Estaba de pié junto a la mesita de ratán, y sacaba dinero para pagarle al mozo un café a medio beber que nunca había terminado de disfrutar ... yo llegaba tarde ... y sí ... el estaba molesto.
Llegas tarde, dijo con tono seco, mientras se apretaba el abrigo encogiendo sus hombros.
Perdona, le dije casi al oído mientras chocaba mi mejilla con la suya tirando un beso al aire para no marcarle con mi labial ... Inmediatamente mi perfume lo embriago y conjuró su embrujo al toque.
Hueles muy rico dijo sin mirarme a los ojos. De todas formas, - prosiguió- se está poniendo frío y ya pagué la cuenta. Mejor lo dejamos para otro día, quizás puedas llegar a tiempo Lucía.
Marcos ??? espeté ... ¿ estuve una hora en producción demorada por que el editor se equivocó de guión, después la tarada de Andrea con su reunión de congreso y para rematar, simulacro de incendio. Luego volví a casa a buscar el portfolio para esta reunión y corrí 15 cuadras para llegar?? ¿¿y todo eso para nada ?? -mentí. Yo sabía que mi demora solo había sido por vestirme y maquillarme con el mejor arsenal de mi guardarropas para deslumbrar al sujeto que ahora me quitaba la oportunidad de mostrárselo y echaba por tierra con mis pretensiones de conquistadora.
Mira, Lucy, yo no tengo la culpa que no puedas cumplir con tus compromisos ... vos pusiste la hora y llegaste 137 minutos tardes - argumentó con precisión numérica .
Ok, Marcos, como quieras -soné triste al soltar esas palabras- pero yo igual traje las fotos que vamos a publicar y me hubiese encantado que las vieras hoy ... y lo miré con los ojos al borde de las lágrimas esperando que reaccionara, que se diera cuenta que yo quería pasar un rato con él y que las fotos nada me importaban.
Se aclaró la garganta y dijo - De acuredo, hagamos así. Yo tengo una reunión en mi estudio en 15 minutos, podemos caminar hasta allá y en el trayecto intentas convencerme que tu trabajo es lo suficientemente bueno para que yo lo vea. Si lo logras, entonces de concederé 30 minutos, 35 máximo, para que me enseñes las fotos de la campaña de corbatas al término de mi reunión.
Se me antojó que sonaba vulnerable y yo aprovecharía esa oportunidad ! -No te vas a arrepentir !! - dije con incuestionable convicción.
Durante la caminata usé toda mi profesionalismo para concentrarme en la estúpida campaña de corbatas ... pero no se me pasaba por alto que sus ojos cada tanto estudiaban mi escote ... tal vez usar aquel sostén no había sido tan mala opción después de todo. Llegamos al portón antiguo de su estudio en la avenida de Mayo. Allí lo esperaban tres señores algo nerviosos con unos folletos de lo que parecía un jugo de frutas o algo así. Marcos los saludo cordialmente, se disculpó por su demora al mismo tiempo que me lanzó una mirada reprobatoria como culpándome en silencio por su retraso.
Entramos todos, los dirigió a estos señores a la sala de reuniones y a mí me llevó hasta su oficina. - Espera aquí y no toques nada, me desocuparé en 22 minutos- dijo con tono cortés.
Me decidí a pergeñar una estrategia de seducción para cuando el volviera ... saqué mi Carolina Herrera de la cartera y aplique algunos retoques de perfume aquí y allá. El tiempo se me hacía interminable y el no volvía. Ya había estudiado todo lo que había en su oficina con la agudeza que nos caracteriza a todas las mujeres. No había fotos de novias, ni de niños, ni de amigas, ni de nada. Para satisfacción mía todo cuanto había allí era material de trabajo, carpetas con nombres de productos comerciales, cuadros con fotos publicitarias, contratos ... y algunas extrañas cajas de jugo de manzana vacías sobre el escritorio, otras arrugadas en el cesto de residuos y algunas más llenas en la repisa. Y de pronto recordé porque eran tan familiares esas cajitas de jugo ... eran las mismas que tenían en los folletos los señores que esperaban en la puerta cuando llegamos. Marcos estaría cerrando un contrato con una marca de jugos, deduje, cuando de pronto escucho que Marcos se despedía en el pasillo. La reunión habría terminado y yo aún no tenía ninguna estrategia armada ... solo contaba con que mi trabajo con la campaña de corbatas cumpliera con su objetivo.
Marcos entro a la oficina y diendo un sorbo a una cajita de jugo de manzana dijo, - a ver esas fotos Lucy, espero que sean tan buenas como me dijiste. - Mirá con tus propios ojos y sacá tus conclusiones -dije confiada.
Marcos comenzó a verlas e inmediatamente supe que yo había hecho un gran trabajo con aquella campaña publicitaria. Sabía que le sorprendería ver una campaña de corbatas masculinas donde los modelos no son hombres sino mujeres. Mujeres con trajes Armani de hombre, con sombreros, con el pelo suelto, con trajes con chalecos, otras solo con camisas desalineadas fuera del pantalón,. en fin. el trabajo era impecable, había agotado toda mi imaginación en mostrar corbatas de la forma más sugerentes, usando mujeres para lucirlas en lugar de hombres. Sus ojos que no se despegaban del portfolio me daban a conocer cuánto le gustaba mi trabajo. Yo sabía que a las últimas fotos él no las aprobaría, y yo tampoco en su logar, pues las había puesto solo para seducirlo, ya que eran fotos mías donde mostraba las corbatas vistiendo solo una camisa de hombre blanca, como cuando una se pone la camisa del amante en la mañana para el desayuno después de una noche de pasión, en otras en lugar de usar la corbata en forma convencional la tenia estirada con los brazos en alto, en otra aparecía yo con la corbata entre los dientes. Así que antes de que llegara a esas fotos yo debía distraerlo con alguna conversación trivial que lo sacara del esquema de trabajo para que mis fotos pasen más desapercibidas, pues tal vez si él me escuchara hablando con total naturalidad de cualquier tema trivial a la vez que mirase mis fotos podría pensar que esas imágenes no tendrían ningún significado para mi, fuera de lo estrictamente profesional.
Así que comenté - ¿entonces que es todo este asunto del jugo de manzana ??? Marcos, levantó brevemente la mirada por encima del cuaderno de fotografías y suspirando dijo - puff es un proyecto de un sumo de manzana concentrado que viene pegando fuerte en el Mercosur y quieren lanzarlo en Argentina ... estoy hasta la coronilla ... hace más de dos semanas que vengo tomando "Apple juice" y no veo motivo alguno del éxito de este brebaje ... pero en fin parece ser un buen negocio así que ...
-¿Puedo probarlo ? dije con tono felino. Me miró directamente a los ojos y arqueando la ceja dijo - no te lo recomiendo, pero adelante, y me señaló con el mentón las cajas cerradas de la repisa. Yo con sagacidad de zorra, me incliné sobre el escritorio dejando mi escote a la vista de Marcos, quién disimuló mal, y tomé la caja de jugo que él tenía a su lado y de la cual él había estado bebiendo directamente del cartón hacía unos segundos. Marcos miró un poco asombrado y yo aproveché con descaro para beber del pico con la mayor sensualidad con que alguien puede beber de un cartón. Y dicho y hecho, al diablo la sensualidad porque me terminé tirando el jugo en la camisa al tiempo que exclamaba ¡¡ hayyyy que estuuuupida !! Marcos soltó el cuaderno, que cayó sobre el escritorio justo en la foto en la que yo estoy mordiendo la corbata, y muy cortésmente me ofreció unas servilletas de papel que tenía en el mueble de atrás del escritorio. A estas alturas, yo tenía que ir por todo si quería conseguir a Marcos
-! Donde tenés una canilla Marcos !!! el jugo mancha !! -exclamé con tono de ama de casa que sabe lo que dice, al mismo tiempo que me desprendía la camisa delante de él con total indiferencia por tal arrebato. -Por aquí -dijo él tomando la delantera con prisa dirigiéndose a los excusados. Lo seguí por el pasillo y antes de que pudiéramos llegar al baño, Marcos giró de repente y me tomó por la cintura. - Me volvés loco Lucy, no sé como lo hacés, pero definitivamente tenés un talento único para volverme loco !!!
Se me estremeció el cuerpo con un escalofrío eterno que me trepó desde los tobillos pasando por toda mi espina para terminar en mi nuca. Sin pensarlo lo besé tiernamente en la comisura de los labios y le dije al oído - me gustas desde siempre Marcos. Marcos, que al parecer eso le sonó a una invitación del tipo "haceme lo que quieras", me correspondió con un suave movimiento de manos, que en vertiginoso descenso bajaron de mi cintura a mi cadera, y de mi cadera a mi trasero. Yo inclinándome hacia adelante lo besé en la boca, dejando mis labios entreabiertos invitando a su lengua que no tardó en llegar para unirse a la mía en un riquísimo tango sin fin. Puse una mano en su pecho y lo separé para poder tomar aire. Lo empujé hasta la sala de reuniones dejando por el camino su saco, corbata, chaleco y camisa. El me tomó por la cintura y me abrazó apretándome las nalgas con sus fuertes manos, al punto que me dolió y solté un pequeño hay !! que le gustó aún más que mis muslos.
Que voy a hace con vos - dijo el- no sé si contratarte o comerte ... sos la mujer perfecta !! Inteligente, seductora y decidida ! - Coméme !!! -respondí- hacéme tuya Marcos, amáme.
El recobrando la cordura me separó con sus brazos diciendo - aquí no ! no sería lo mejor !, no puedo. Sentí que estaba perdiendo mi oportunidad a pesar de estar haciendo lo mejor de mí. Había puesto todas mis armas de seducción y sensualidad y aún así este hombre, tan intelectual como tonto, tenía la fortaleza para decirme que NO !
Como último recurso me volví a acercar, lo tomé del cinto, se lo quité, desprendí su pantalón ... su fragancia era exquisita, y me arrodillé delante de él. Con habilidad de cerrajero solté su cremallera y lo dejé con toda su hombría al descubierto. Marcos me miraba incrédulo, inmóvil, sin poder creer lo que veía ... sin estar convencido que me tenía a sus pies con su pene erecto rozando mis mejillas !!! - No digas nada - susurré mientras abría mi boca para extender mi lengua mostrándole la imagen más bella que él hubiera soñado. Con mi mano izquierda tomé su miembro y empujando su piel hacia atrás descubrí el extremo de su pene. Lo toqué con la punta de mi lengua y el expiró intentando controlar el temblor que comenzaba a sacudir sus piernas. Besé su glande como quién da un beso en la mejilla, con ruidito a chuick y todo. Le gustó, estaba extasiado y vulnerable. Aquel hombre que parecía imposible, estaba entregado y rendido ante mí, aún cuando yo era la que estaba de rodillas. Noté como un líquido cristalino comenzó a brotar de su pene, comprendí allí que los hombres también se mojan al igual que nosotras, su organismo los prepara para el sexo lubricando la punta del glande. Estiré mi lengua y le propiné un lengüetazo para saborear ese néctar. Un hilo pegajoso como de miel se estiró entre su pene y mi lengua ... eso motivó otro lengüetazo mío y lo introduje en mi boca. El gimió y se arqueó contrayendo cuanto músculo tenía en su cuerpo ... y vaya si tenía músculos por Dios !. Sentí como su punta latía, palpitaba dentro de mi boca, mientras mi lengua rozaba esa área de la parte inferior donde termina el frenillo. Comencé mi arte ! chupaba, lamia y succionaba como la más zorra, golosa, hambrienta, mientras movía su tronco hacia adelante y atrás. Lo pasaba por mi cara, luego por mis labios al igual que las mujeres nos pasamos el lápiz de labios. El se estremecía y aunque luchaba por mantener el silencio, se le escapaban gemidos uno tras otro en oleadas de placer. Vi que su ojos buscaban mi mirada, así que lo consentí, manteniendo mis ojos conectados a los suyos mientras mamaba su miembro en un vaivén interminable ... Sentí correr la sangre bajo sus gruesas venas, y su respiración agitarse ... supe que él estaba disfrutando, pero la aceleración de su corazón continuaba creciendo, entonces entendí que se correría !!! estaba con el pene de un hombre en mi boca y apunto de correrse en un orgasmo explosivo ... y no sabía qué hacer !!! En una fracción de segundo me asaltaron mil dudas ¿Y si el llegaba a correrse en mi boca y no me gustaba ? ¿y si me descomponía? ¿ y si me apartaba y me salpicaba toda ? Pero todo cuestionamiento fue en vano, esa fracción de segundo no fue suficiente para disipar mis dudas ... ya era demasiado tarde ... El primer chorro llenó mi boca y yo instintivamente apreté mis labios para que nada saliera, pero el segundo chorro fue tan grande que algo se me escapó por las comisuras de la boca y ya perdida por perdida lo saqué y vi como el tercer disparo salía de su pene y caía sobre mis pechos ... -maldición !!!- pensé ... todo aquello me gustaba ... pero era mi sostén favorito y me había costado una fortuna ... nuevamente otro disparo me sacó de mi pensamiento, impactando en mis labios ... lo miré a Marcos y vi la cara de placer más obvia que un hombre jamás podría tener ... era un gesto de sufrimiento sublime y felicidad combinados ... suplicaba no más pero a la vez pedía más con su mirada ... En ese momento me invadió el sabor de su semen ... era un sabor aunque nuevo, conocido, y para sorpresa mía, agradable, como a jugo de manzana !!! Allí se me fueron todas las dudas y volví a meterme su pene en mi boca y succioné mamando y lamiendo todo cuanto salía de él, no se por cuanto tiempo, pero comencé a notar que su pene perdía turgencia y se debilitaba ... yo comprendía que todo se había terminado ... me lo saqué de la boca y pregunté ¿ te gusto? al mismo tiempo que me relamía los restos de semen que tenía en la cara. Marcos llevándose una mano a la frente para secarse el sudor, suspiró sin decir nada y me levantó del suelo, me abrazó y susurrándome al oído me dijo ... Lucy, ¿ te casarías conmigo ? Y yo con una sonrisa picarona le respondí: - Si me convencés de que sós el "hombre indicado", te concederé 30 minutos, 35 máximo, para que armes una propuesta de matrimonio como la gente. Además ahora estás laboralmente en deuda conmigo. -¿En deuda laboralmente?- preguntó Marcos. Sí - respondí segura- Estás en deuda porque ahora sabés cual es el éxito del sumo de manzana ¿no?
Fin.