Mi Sobrino y Mis Pantis (continuación)

Ahora soy yo quien utilizando mis pantis masturba a mi sobrino hasta hacerlo terminar en ellas

Los días siguientes transcurrieron sin novedad. Aunque debo decir que mi sobrino a raíz de lo que había pasado me observaba más libremente, claro, encontrándolos solamente él y yo en casa.

Por mi parte, empecé a vestirme con short ocasionalmente, lo que le permitía ver mis piernas y mi trasero.

Sin embargo al acercarse el fin de semana empecé a inquietarme y se me ocurrió que, aprovechando que mi esposo no iría a comer porque saldría fuera, podría provocarlo de nuevo.

Trate de idear algunas cosas pero no daba pie con bola, hasta que recordé que mi esposo en una ocasión había comprado una película porno y estaba guardada en algún lugar de nuestra habitación. La busque y pude encontrarla entre algunos discos. La tome y me cerciore de que era efectivamente la película así que la deje a la mano de cerca al televisor y al reproductor de dvd en la sala, lógicamente con otras películas.

Llego. Yo estaba vestida con una playera de algodón color beige sin sostén, si bien la blusa me quedaba un poco floja no impedía que mis pezones se marcaran, y que el color de la blusa permitiera que se pudieran ver mis senos y el café de mis pezones. Ese día me deje un short de algodón un poco flojo sin pantis. Estaba nerviosa obviamente y excitada. Note que al entrar miro mis senos, se sentó en la sala mientras yo terminaba de preparar la comida. Platicamos de cosas sin sentido en ese momento más para no estar callados y le dije que ya estaba servido que se pasara a comer.

Paso al baño a lavarse las manos, intencionalmente había dejado unas pantis mías usadas. Note que tardo un poco en salir.

Se sentó y empezamos a comer. El silencio era impresionante.

“¿Le has contado a alguien?” pregunte

“No.”

“Has estado muy serio” Dije “Creí que te gustaría repetirlo”

“Si, si quiero. En las noches lo hago, me la jalo pensando en usted”

“¿Te imaginas que me tocas?

“Si. Pongo mi almohada debajo de mi pensando que es usted” Mientras decía eso el ritmo de su respiración se incrementaba y miraba mis senos, mi blusa mostraba lo erecto de mis pezones y yo me sentía un poco excitada”

No dije más. Terminamos de comer y recogí los platos. Él fue a la sala y empezó a sacar sus útiles escolares intentando hacer su tarea.

Termine de lavar la loza y fui al baño. Me di cuenta que las pantis que había dejado estaban colocadas de forma distinta, así que entendí que las había tomado. Las agarre y fui a la sala, me acerque despacio y me senté a su lado, él no se movió, extendí mi mano mostrando las pantis

“Toma”

Dejo sus cosas y las agarro.

No sé por qué mi mano se posó sobre la suya quedando mis pantis entre ambas

“Yo lo hago”

Lo recosté sobre el respaldo del sofá y mi mano se posó sobre su pantalón. Sentí su pene duro, baje el cierre y una vez que moví su ropa interior vi su pene, tome mis pantis y lo rodee con ellas y mi mano lo apretó sintiendo su dureza, el respiro hondo. Mi mano empezó a moverse muy despacio de arriba abajo, a pesar de que pantalón me estorbaba un poco, podía bajar mi mano hasta la base de su pene y llevarla de nuevo hacia arriba, lo solté un poco y quite mis pantis, vi su pene duro, la cabeza bien expuesta y brillosa por la lubricación coronaba su verga derechita, su piel blanca dejaba notar las venas que lo adornaban. El me miro y extendí las pantis dejando que la parte que corresponde a mi vagina cubriera su glande, con mis dedos empezó a frotarle la cabeza y mi otra mano tomo su tronco masturbándolo “Tía” dijo y su respiración se agitaba más. Su pene delgado media unos 13 o 14 cm ya que mi mano cubría todo su tronco y su glande quedaba expuesto. Empezó a gemir “Tía” volvió a decir, su rostro empezaba a tensarse y mis dedos jugueteaban su cabeza mientras mi otra mano subía y bajaba. Entonces su pene exploto en chorros de semen que sentí en mis dedos salían fuerte, mis pantis dejaban ver lo mojado que las estaba dejando y empezaban a escurrir un poco, pero la colocación de mis pantis lograban detener sus líquidos. “Ya” dijo y se pene empezó a perder su dureza regresando a su estado flácido.

Retire mis pantis y vi la cantidad de semen que había, se notaba espeso y caliente, “mira, te salió mucha”, “Si” dijo el “A veces me sale así”

Me levante y él se dirigió al baño mientras yo dejaba las pantis sobre su mochila.

Al regresar del baño yo estaba sentada cómodamente en la sala con el televisor encendido, había prendido el reproductor de dvd. “Te deje ahí las pantis, por si te las quieres llevar”, “Si me gustaría” respondió, “solo espera a que se sequen” “si está bien, me salieron muchos” comento a manera de sentirse orgulloso, “Si” le respondí “ A tu edad así es y además terminas y no necesitas dejar pasar mucho tiempo para volverlo a hacer” le comente, “Eso sí” se había sentado a mi lado en el sofá, veía mis piernas, “Te la jalas seguido?” pregunte “Si, a veces cuatro o cinco veces en el día pero a veces me salen así cremosos y en otras como agua”, sonó el teléfono y me levante a contestar quedando de espaldas a mi sobrina, me imagino que estaba viendo el trasero, colgué.

Tu tío, que en quince minutos llega, note que mis pantis aún no se secaban de la leche de mi sobrino, las tome y le dije ve, nos metimos al cuarto y abrí mi cajón de la ropa interior, saque unos bikinis morados y se los di “Me los traes el lunes” salió de mi cuarto y desvestí para ponerme ropa interior.