Mi sobrino me hace desearlo más

Mi sobrino me ha hecho desearlo más, mientras que mi esposo me ama más

Hace muy poco estaba sentada en mi casa viendo la televisión, esperaba a que mi marido llegue para darle de cenar. Mientras esperaba sonó mi celular, al ver quien era en la pantalla vi que era Rafael. Recordé la cogida que me había dado, y mi vagina empezó a contraerse aceleradamente, le contesté

-Hola Rafa

-Hola tía, ¿cómo estás?

-Bien ¿y tú?

-Bien, aquí viendo la tele y pensando en ti

-¿Y porque pensabas en mí?

-Por lo que paso entre nosotros el otro día, quiero repetirlo

-A mí también me gusto, y también quiero repetirlo

-Mañana estaré solo todo el día, ven a visitarme podemos repetirlo                                                   -

Mañana tengo varias cosas que hacer pero me puedo escapar a tu casa de 11 a 12

-Perfecto en una hora la podemos pasar muy bien                                                                        -

Entonces mañana nos vemos a esa hora

-Sí tía nos vemos

Ya iba a colgar cuando me dijo

-Tía

-¿Sí?

-Te quiero mucho

Y me colgó

Llegó mi marido, y mientras le daba de cenar pensaba en que el pobre se había casado con una puta infiel y que yo no iba a hacer nada para parar eso, me gusta ser así.

Él se me quedo viendo y me preguntó

-¿Qué pasa?

-Nada, me gusta verte

-Te amo Pamela, eres la mejor esposa que un hombre puede tener

Mientras él me decía esto yo recordaba que había quedado de verme al siguiente día con mi sobrino para coger, eso me excitaba mucho, mi marido pensando en que soy la mejor de las esposas y mientras tanto yo cogiendo con medio mundo.

Al día siguiente me vestí con unos mayones negros unos tacones de aguja y un suéter blanco, empecé a hacer mis actividades desde las 8 de la mañana, realmente tenía un día muy ocupado y tenía que pensar en que una hora estaba reservada para mi sobrino.

Poco antes de las 11 llegué a casa de mi sobrino, al abrirme le dije

-Tenemos que apurarnos que solo tenemos una hora

El cerró la puerta, me jalo del cabello y a empujones me llevo a su recamara

-Mira puta te tengo que castigar porque eres muy infiel a mi tío

Me levanto el suéter y me nalgueó, yo gritaba de placer

-Aaahhhhhhh más, castígame

Las nalgadas eran muy rápidas, cada vez lo hacía más fuerte, y yo gemía como una buena puta, entendí porque me había dicho el día anterior que me quería, porque me quería pero no iba dejar de tratarme así, para él era su puta, y eso me gustaba mucho. Después me tiro al piso, él se sentó en la cama, le dije

-Eres un salvaje

-Cállate puta, no tienes derecho a hablar

-Pero es que

Se levantó me tomo por la barbilla y me dio una cachetada

-Solo así entiendes puta

-Tu eres mi amo y yo tu puta

Me tomó otra vez de la barbilla y me dijo

-Eres una puta, mi tío no sabe con qué clase de puta se casó

Me aventó al piso, se fue a su closet y saco un consolador, me lo aventó muy cerca de mí y me ordenó que me masturbara, me le quede viendo y me grito

-Desnúdate maldita puta

Me quite el suéter, después el brassier, me quite los tacones, y después los mayones, al final me quite la tanga. Seguía en el piso, abrí mis piernas y me metí el consolador en la vagina, era azul  como de unos 15 centímetros, me lo fui metiendo poco a poco, cuando ya estaba todo adentro, lo deje así unos segundos, me lo saque y me lo pase por las tetas, con la punta jugué con mis pezones, después me lo metí a la boca, lo metía y lo sacaba de mi boca, volví a llevar el consolador a mi coño, lo metí y lo sacaba casi por completo, podía darle placer así a mi clítoris, yo empecé a gemir cuando Rafael salió de su cuarto, yo seguí masturbándome, cada vez lo metía y sacaba más rápido, estaba teniendo mi orgasmo cuando el volvió a la recamara, traía algo en las manos, me lo enseño eran un álbum de fotos.

Rafael se me quedo viendo, yo no sabía que decirle, abrió el álbum y me enseño una foto de mi esposo

-¿Quién es él?

-Él es el cornudo de mi marido

-¿Y tú quién eres?

-Soy Pamela, la puta de mi sobrino Rafael

-¿Y no te importa ser así?

-No, lo disfruto mucho

-¿Te excita que te trate como a mi esclava puta?

-Sí, me gusta sentirme usada, dominada

-¿Te gustaría ser mi esclava?

-Sí me encantaría

-Pues a partir de hoy eres mi esclava

Me quito el consolador, me pidió que me pusiera en 4 patas sobre la cama, me metió el consolador en el culo, sin lubricarme, sin nada, de un solo movimiento me lo metió, yo grite

-Aaaaaaaahhhhhhh cabrón ya te dije que duele

-Me vale madre si te duele puta, para eso te tengo para tratarte así

-Sí, tienes razón, soy tu puta y mi cuerpo esta para que lo uses como quieras

Me metía y sacaba el consolador del culo

-Dame más, tu puta quiere más

El seguía cogiéndome con el consolador, se detuvo, me lo dejo muy adentro, se paró y se desvistió, me levanto y me llevo a la cama, el consolador no se me salió del culo, yo estaba sentada y él se puso frente a mí, parado, con su verga empezó a golpear mi cara, yo quería metérmela a la boca pero él no me dejaba

-Aún no puta

-Pero me muero por mamártela

Me dio una cachetada

-Entiende puta aún no

-Sí Rafael, lo que tú digas

Me siguió pasando su verga por la cara, después por fin me la metió toda en la boca, le pase toda mi lengua, sentía lo duro y caliente que estaba, mientras se la mamaba me acordaba de mi marido, él me amaba y yo de rodillas con la verga de mi sobrino en la boca, eso me excitaba mucho, deje de pensar en mi esposo y pensé en solo darle el mayor placer a Rafael, metía y sacaba su verga de mi boca, apretándola con los labios, como si se la quisiera arrancar, lo tome de las nalgas y cada vez me lo quería meter más, su pene empezó a latir muy rápido, el acompañaba mis movimientos, me tomaba de la cabeza y me hacía tragar más verga, hasta que me aventó en ella todo el semen caliente que tenía en los testículos.

Cuando acabo le dije

-Que rico sabe, esta saladito

El consolador aún seguía en mi culo, pero sentía que ya se quería salir

-Se me va a salir el consolador del ano

-Si dejas que se te salga te madreo

Él se acaba de venir pero la verga se le estaba parando otra vez. Me hizo acostarme en la cama boca arriba, él se hincó enfrente de mí, tomo mis piernas, las puso sobre sus hombros, y de un solo golpe me la metió en la vagina, empezó a moverse bruscamente, y el consolador lo movía todavía más rudo, me estaba lastimando, le grite

-Hazlo con cuidado

Me volvió a meter muy profundamente el consolador, pero con la verga me seguía cogiendo muy duro, sus movimientos estaban muy descontrolados, mi vagina me ardía, le volví a gritar

-Con cuidado

El me la saco, me saco el consolador, se paró, camino por mi ropa, me la aventó  a la cara y me dijo

-Lárgate de mi casa

-Pero Rafa, soy tu puta, necesito tu verga

-Te estas quejando de cómo te cojo, así que vete

-No por favor, te necesito

-Viste y lárgate

Me puse de perrito en la cama y con mis manos abrí mis nalgas

-Por favor métemela en el culo, sé que te gusta

El tomo su verga y empezó a masturbarse, me avente hacia él y le dije

-Déjame ayudarte

El me aventó, y siguió hasta que eyaculó, todo su semen quedo en el piso, yo me tire al piso y me comí parte de lo que había en el piso, el me levanto del cabello y a empujones me saco de su casa, me aventó la ropa al jardín, cerró la puerta, en el jardín rápidamente me vestí, salí de su casa, me fui hacía mi carro, y antes de irme me imagine a mi esposo repitiéndome que me amaba, y yo siendo humillada por mi sobrino, me dejo con ganas de más verga.

Tome mi celular y le mande esto

-Me encanta tu verga, y no sé qué tenga que hacer pero me la vas a volver a meter

Después me fui, iba muy excitada, pero me di cuenta que este tipo de trato solo me había gustado con mi sobrino