Mi sobrino (2)

Al fin descubrí que pasaba.

Ya he descubierto como lo hace mi sobrino. Para los que no hayan leído mi historia anterior un breve resumen. Tengo un sobrino que de vez en cuando viene a pasar unos días a mi casa y un día, noche más bien, desperté mientras él se propasaba conmigo, me tocaba. Pasaron los días la historia se repitió un par de veces. Yo no dije nada en parte por vergüenza y en parte por morbo.

Vino a pasar unos días para Carnaval y ahí descubrí por qué estaba tan tranquilo mientras me tocaba. Ya había pasado varias noches en mi casa sin que ocurriese nada (o así lo creía yo) cuando un día al colocarle su cazadora le cayeron unas pastillas del bolso. Eran unos tranquilizantes fuertes que me preocuparon.

No sé donde los había conseguido, pero no estaban al alcance de cualquiera. He de decir que yo tomaba de vez en cuando alguno para ayudarme a conciliar el sueño pero eran mucho más suaves que aquellos. Eso me preocupó y aproveche en cuanto se fue de casa para revisarle sus pertenencias. He de reconocer que pensé que estaba metido en drogas y eso me asustó, por eso en cuanto se marchó registré su maleta y los cajones que usaba para guardar su ropa.

Allí encontré más pastillas iguales que las que descubrí en su bolsillo y también unas exactamente como las que yo tomaba. Yo tomo todos los días unas pastillas para la circulación que se llaman Venosmil, me las dio el médico para aliviar las piernas cansadas y prevenir la aparición de varices, son unas cápsulas naranjas que siempre tengo encima de la mesa para que no se me olviden. Eso me hizo darme cuenta que los dos o tres días que yo había notado que me tocaba creo que se me había olvidado tomar la medicación. Fui a la cocina y abrí una cápsula. Estaba llena de un polvo amarillo de sabor bastante desagradable. Me dedique a comprobar todos los días la pastillita hasta que una noche me di cuenta que había sido manipulada. El muy desgraciado había metido dentro dos pastillas en trozos, ni siquiera se había tomado la molestia de disimular la manipulación deshaciendo los tranquilizantes.

Con la potencia de lo que me había metido estaba segura que podía haber hecho lo que quisiese conmigo que no me despertaba. Ahora, recapacitando, me doy cuenta que algunos días estaba especialmente cansada cuando despertaba, imagino que el efecto era demasiado fuerte si no dormía las horas suficientes y otros días despertaba fresca como si hubiese dormido durante días. Decidí que esa noche (el día siguiente de Carnaval) me iría a la cama temprano diciendo que tenía mucho sueño y que no aguantaba más. Así lo hice. Mi marido me arropó en la cama y me besó antes de irse a trabajar.

Mi sobrino se quedó viendo la tele en el salón un rato y cuando acabó el programa que estaba viendo se vino a la habitación. Por supuesto no me había tomado la pastilla, quería ver que pasaba. Por una parte estaba excitada y por otra enfadada por lo sinvergüenza que era. Nada más llegar me llamó y me toco en el hombro a ver si me despertaba, me zarandeó un poco y al ver que estaba profundamente dormida (o eso creía él) me destapó completamente. Yo suelo dormir en camisón corto así que el espectáculo estaba servido. Ni corto ni perezoso se puso sobre mí a horcajadas y me levantó el camisón por encima de la cabeza tapándome la cara. En esos momentos estaba desnuda del cuello para abajo a excepción de las bragas.

Se acostó a mi lado y se puso a sobarme los pechos, tironearme de los pezones y a besarme y lamerme por esa zona. Mientras me succionaba como si fuese un bebe su mano me levantó una pierna y entonces se puso a tocarme por encima de las bragas. He de reconocer que yo ya estaba excitada y eso me preocupaba no fuese a darse cuenta que no dormía pero no pareció sorprenderse, quizá en sueños me excitaba siempre que me hacia eso. Se desnudó y siguió tocándome y lamiéndome los pechos, incluso me cogió por los pezones y los meneó tironeando. Después de sobarme un rato por encima de las bragas metió su mano dentro de ellas y metió el dedo entre mis labios. Con movimientos laterales casi hace que me corriese pero paró justo cuando el orgasmo parecía inminente.

Ni corto ni perezoso me quitó las bragas y abrió mis piernas. Me sentía totalmente expuesta para su placer y aunque estaba un poco enfadada el morbo en esos momentos hacia que me quedase quieta aunque he de reconocer que en varias ocasiones estuve a punto de "despertarme" y follarmelo. Se sentó entre mis piernas y empezó a jugar con mi vagina. Me abría los labios vaginales, tironeaba de ellos, me metía un dedo, después dos, hizo lo que quiso. Cuando empezó a intentar cogerme el clítoris con dos dedos me vino un orgasmo bestial, no se como disimulé los gemidos pero él seguro que se dio cuenta porque en ese momento metió dos dedos dentro de mí y empezó a meterlos y sacarlos con rapidez. Después se le ocurrió una nueva idea y cogiendo mi mano se dedicó a pasármela por mi propio coño y empujando con sus dedos los míos me los volvió a meter dentro.

Yo me sentía mojada y caliente y me parecía imposible que no se diese cuenta que estaba despierta. Entonces me levantó las piernas y apoyando mi culo contra sus muslos me metió su verga. Casi nada más penetrarme sentí como se derramaba dentro. Tenía una polla larga y estrecha, no estaba mal en tamaño pero en grosor no era gran cosa. Me bajó el camisón y ya con ella flácida se dedicó a pasarla por mis labios llena de semen y de flujos vaginales. Estuve a punto de abrir la boca pero no lo hice. El se fue de la habitación y pensé que se había acabado todo. Oí como en el baño se dedicaba a lavarse así que permanecí quieta porque imaginaba que vendría a vestirme para no dejar huellas de su hazaña. Volvió y se acostó a mi lado.

Me empujó para ponerme de costado y arrimándose a mí empezó a manipular mis nalgas. Pensé que me iba a penetrar analmente pero me equivoque en parte. Note como algo frío y duro empujaba en mi ano y sin demasiado esfuerzo se abrió camino dentro de mí. Era algo largo y liso que sentía bastante dentro. La verdad es que no me hizo daño. Más tarde descubrí que se trataba de la funda de cristal (o plástico transparente) de un puro que le habían regalado a mi marido en una boda. Cuando él dejaba de empujar mi esfínter lo sacaba solo. Cuando casi estaba fuera él me lo volvía a meter.

No era desagradable del todo, tenía su morbo. Entonces acomodándose detrás de mí me penetro vaginalmente y con cada empujón metía también la funda. Lo hacía con lentitud para permitir que la funda saliese un buen trozo antes de volver a embestir. Yo sentía como él tocaba la funda con su polla dentro de mí.

Aceleró el ritmo y tuve otro orgasmo bestial, quizá uno de los mejores de los últimos años. Él volvió a eyacular dentro de mí y mientras se relajaba siguió metiendo y sacando la funda con una mano y con movimientos alternos me metía los dedos con la otra (es decir mientras que mi vagina tenía dentro sus dedos sacaba la funda de mi culo y cuando empujaba con la funda sacaba los dedos) Ese movimiento dentro-fuera me estaba volviendo loca así que tuve otro orgasmo bestial. Aun no sé si mientras estaba drogada gemía pero en esta ocasión no pude evitar algunos gemidos pero no pareció darse cuenta o si lo hizo no se sorprendió. Me puso las bragas y me tapó, entonces se fue. La verdad es que yo me sentía formidable, satisfecha, incluso me agradaba el escozor que sentía en mi culo y la sensación que suele ser bastante desagradable por cierto, de su semen saliendo de mi vagina.

He de reconocer que llevo un par de días deseando que repita su hazaña. También reconozco que cuando descubrí la funda que había utilizado para sodomizarme no pude evitar un estremecimiento y que ahora, justo después de recordar esta historia no puedo evitar (la verdad es que tampoco quiero evitarlo) ir al sofá de mi casa con mi vibrador y la famosa funda.

Dentro de unos instantes me la meteré dentro de mi ano mientras que me pondré el vibrador sobre el clítoris hasta conseguir un orgasmo memorable. La verdad es que llevo dos días que me masturbo un par de veces al día, imagino que provocado por el morbo que me dio la imaginación que tiene mi sobrino. La próxima vez quizá me violente la boca, deseo mamarsela pero no se como hacerlo sin despertarme. Bueno os dejo que tengo cosas que hacer.

Besos a todos