Mi sobrina querida...Mi tío adorado

Primero que todo esto va dedicado de Alberto a Carolina... y creo que viceversa. Y Pancho por regalarme puntos adicionales a mi morbo.

Este es mi decimo escrito, la verdad ha sido el reto mas grande que he podido tener, el que me ha leido con anterioridad sabra el porque, los que leen por primera ves los insito a que tomen otro relato y vean mi estilo. Si no fuera por Alberto y Caro este relatono existiera hoy. Besos.

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Todo empezó un viernes, uno de esos en los que el maldito trabajo te agobia hasta la coronilla, y tu puto jefe que posiblemente tiene la verga seca por no metérselo a su mujer se la coge contigo exigiendo más de lo que el puto contrato de trabajo pide. Eran las 5:00 Pm y mi hermano había llamado para que fuera a una parrillada en su casa y que llevara unas cervezas.

Salí del trabajo a eso de las 5:30 Pm, tenía tiempo de sobra, así que fui a la casa para cambiarme y comprar luego las bebidas. Llegue a eso de las 7 a su casa, el ya tenia puesto el asador con la carne en adobo uno que su esposa preparaba de divinidad. Salude a todos lo que estaban, para luego meter las bebidas en la neverita con hielo.

Me senté hablar con una de las amigas de la esposa de mi hermano que estaba buenísima pero un rayo hermoso que provino desde la puerta de la casa opacaba la hermosura de María. El mejor cuerpo que había visto en mi vida, culito parado, redondito, abdomen plano, senos respingones, apetecibles.

-Tío Pablo- venia Estela a saludarme con la sonrisita mas linda que había visto. Me dio un beso en el cachete, pero yo la abrece, me la pegue del cuerpo para sentir sus tetas, ella tampoco se despego de mi.

-Estela! Pero que grande y hermosa estas.

-Ay tío!- se alejó de mi con un contoneo excitante.

No me había dado cuenta si no hasta ahora de que ella había crecido rápido y mas aun que se formo como toda una mujer apetecible, estoy seguro de que esos chavos de ahora se la comen con los ojos. Admiraba esta nueva Estela, era hermosa, irradiaba una luz tan diferente, hasta su olor era más atractivo. No pude controlar que mi imaginación se fuera con mis ojos de pervertido, tampoco pude bajar la erección que se había asomado con miedo por mi pantalón.

Trate de calmarme, era mi sobrina, mi sangre; que diría mi hermano si se enterara de que yo estaba comiéndome a su hija con las puertas del alma, en el peor de los casos me mataría, en uno de los mejores pero no tan buenos me metería a la cárcel y en el mejor de los mejores dejaría de hablarme prohibiéndome acercarme a ella. Pero como iba a vivir sin ese culito tan rico que se le veía a través de esos mallones.

Trate de no mirarla mucho esa noche, tenia que calmarme, pensar en frio, así que 2 horas mas tarde use el pretexto de que estaba cansado para irme a casa, Estela era mi perdición, ya lo había decidido. En el carro no pude dejar de pensar en ella, la verga la tenia roca y sabia que cuando llegara a casa me masturbaría a toda costa, así fue.

Al otro día había tenido la mente mas fría, pensaba con claridad: seguro el cansancio me hizo pensar más de lo que debía. Me mantuve en tranquilidad por unas 2 semanas, nunca coincidí con ella, pero nunca te puedes zafar del destino; así que uno de los tantos sobrinos cumplió años y para el colmo de mi perdición lo celebraron en la piscina de mi hermano.

Nada de esto se podía evitar, al llevar veo a mi adorada sobrina con un diminuto traje de baños, era negro, que marcaba muy bien su culito y su conchita peladita.  Entro a la piscina para una hora mas tarde salir con los pezones erectos del frio, quería acunarla en mis brazos.

-Oye Pablo pásale la toalla esta a Estela- me la tiro, la abrí para envolverla como un capullito, trate de pegarme un poco a ella, lo suficiente para que no se alejara de mi ni se viera con segunda intención.

-Gracias Tío- proporciono un beso casi en mi boca y se fue campante como si nada hubiera pasado, mientras mi corazón y mi pene ardían.

Ese día decidí que ya no podía alejarme de ella, la quería para mí, iba a ganarme su confianza a todo dar. Días más tarde fue a visitarla con la excusa de que quería ver a mi hermano, aunque sabía que él no había llegado y me quede hablando con Estela, estaba hermosa como siempre, tenía una blusita pegadita con un escote ligeramente pronunciado y unos shorts jeans un poco anchos.

Me senté en el jardín con ella un rato con el pretexto de esperar a su padre, le pregunte por la escuela, si tenía algún novio, si le iba bien en los estudios, haciéndole hincapié en que si necesitaba algo me lo podía pedir.

-Estela, mañana tienes clases cierto?

-Si.

-Te recogeré para que te nos tomemos un helado junto si no tienes nada que hacer en la tarde.

-No! Claro que no!- se le veía que tenia mas interés.

-Oye Carla! Recogeré a tu hija mañana en la escuela para irnos a comer un helado, se puede?-le grite a su madre que preparaba la cena.

-Por mi no hay problema- demasiado sencillo, algo que si había hecho toda mi vida es caerle bien a Carla, así que ganaba por ese lado.

Le pedí su número celular para más tarde irme a la casa. Al otro día hicimos lo planeado, la tarde transcurrió de lo mejor. Así comenzaron mis días de ganarme a la luz de mis ojos. Le compre cosas que podían enamorarla, la llevaba a pasear, a comer, salíamos al cine, aunque tenía buenos camuflajes, a veces me llevaba a todos los sobrinos o a uno de ellos, cosa de que no pareciera extraño que quisiera salir con mi sobrina.

Se volvió un habito salir con ella pero uno de esos exquisitos, a veces le podía poner la mano en la cinturita o cadera para simular que la protegía, esa practica duro 2 meses. Me recordé de que Estela cumplía sus quince pronto y quería hacer algo especial para ella, o no tan especial por el hecho que me importaba de que era especial para mi, si no por el beneficio que me iba a ganar mas tarde.

Estaba mojadita, tal vez muy excitada. El vestirme sexy para mi tío me ponía súper cachonda. No podía evitar hacer que mi lívido creciera a un 100% de la altura. Estaba tirada en mi cama desnuda tocándome los pezones, los tenia erectos y mi concha esta súper mojada.  Tome un dedo y me lo moje con saliva para luego deslizarlo por mi raja que estaba toda peladita. Pensaba en como podría tener la verga mi tío, él era un hombre hecho y derecho de unos 41 años, imagino que esa polla esta toda formada rica, gorda, deliciosa.

Metí un dedo en mi vagina, era totalmente virgen, pero me masturbaba, me encantaban los orgasmos a los que llegaba. Comencé a pajearme, a pensar en Pablo, introduje otro, mientras con mi otra manito tocaba mis pezones, moví mis manos, arriba, abajo, muy suavecito, mientras mis fluidos se resbalaban por mi conchita, sacudí un poco mis caderas, mi orgasmo se acerca, estoy excitada, no aguanto, tome mi seno derecho y lo empecé a chupar, no pensaba que podía llegar pero lo logre. Vi la gloria, espasmo vienen y van, mi cuerpo se sacude, estaba delirando, mis músculos se tensaron hasta que se relajaron en gran manera… Si esto era yo pensando en mi tío que seria sentirlo. Dormí un rato, necesita ahorrar energías para mañana: mi fiesta de quince.

Cumplía años, era día de la princesa, como tradición no podía hacer absolutamente nada. Ya en la noche tenia que arreglarme para recibir los invitados, la verdad no era una fiesta en grande, invite a las personas que mas quería. Me bañe, afeite mis piernas y mi cosita, nunca se sabe lo que se pueda presentar. Había comprado un mini vestido morado de un tono fuerte, con un escote de espalda muy pronunciado, llegaba a 2 pulgadas antes de las nalgas.

En la tarde antes broncee mi cuerpo al sol, así que esta noche quería lucírmela y mas delante de mi tío, era mi noche. Termine de cambiarme y fui al patio a compartir con todos. Piropos van y vienen, la verdad me sentía como la reina de todas pero faltaba el que mas me importaba: Pablo.

Por el me puse este vestido, por el estoy como estoy, por que rayos no había llegado. Media hora mas tarde una mano me tapo los ojos, sabia que era el, su olor lo delataba. Comencé a mojar.

-Mmm, no se quien es, a ver…Pablo?

-Jajaja, creo que se escucha mas lindo que me digas Tío Pablo o solo tío, jajajaja. Mira tu regalo- me paso el presente todo envuelto- espero que te lo pongas pronto- se acercó a mi oreja, me dio un escalofrió- y mas cuando estemos juntos jajajajaj. Feliz cumpleaños sobrina linda- me dio un beso y se fue a donde mi padre.

Puto, hijo de su madre! Ay! Perdóname abuelita, mire de reojo a mi abuela. Pablo segurito que sabia que me excitaba y hacia estas cosas de maldad. Al principio pensé que seria pervertido que mi tío de 41 años me de tanto cariño, pero desde que me di cuenta de como miraba mi culo y piernas, me dio igual que fuera hermano de mi padre, quería montarlo, aunque no era hora, me concentre en mi fiesta, lleve el regalo a mi habitación, donde estaban los otros, la única diferencia era que este lo puse en mi cama, era uno especial.

Cantaron FELIZ CUMPLEAÑOS, sople las velas, cortamos el biscocho, todos felices, ya mas tarde, la mayoría de personas se fueron, y mi tío se había quedado, estaba en una ronda con mis padres, me acerque.

-Hija, tu tío tiene tu regalo en su casa, así que si quieres puedes ir mañana a buscarlo.

No será que no saben que este me dio un regalo, pensé- Oh! Claro! Lo busco mañana tío.

En la noche abro su regalo que era el más importante de todo: 7 mallones de diferentes colores y 7 blusitas súper cortitas, me imagino que era para combinarlas. Quede impresionada, tenia excelente gusto y además me encantaba que se preocupara por mi consintiéndome en todo.

Al otro día fui a eso de las 10:00 Am a su casa, aunque no se como rayos él le pidió permiso a mis padres para que me quedara a dormí en su apartamento, ya sabia como iba todo esto, de esta noche no pasaba, perdería mi virginidad con mi tiito querido y no era que no quería; tengo que admitirlo: era muy putita. Llevaba puesta uno de los mallones que me había regalado, el blanco, era medio transparente, así que me puse unos hilos y una blusa un poco larga para que no fuera muy notable.

Toque la puerta, estaba muy nerviosa, él ya me esperaba.

-Tío! Hola.

-Hola linda.

-Mi otro regalo!- se acercó muy deliberadamente a mi, quito mi bolso lleno de ropa, cerro la puerta, tomo con sus manos mi cuello y me besó. Ese beso que tanto deseaba no lo iba a reprimir por el susto que me dio cuando lo hizo sin pensarlo, metió su lengua y jugo con la mía; duramos un rato, agarraba mi culo, lo apretaba, tocaba mi espalda de arriba a bajo,  ya mi respiración comenzaba a ser agitada. Se despego.

-Tu otro regalo esta encima de mi cama, ve úsalo- que lo use? Sera que era una ropa, a ver lo que se trama este. Ya caminaba para su habitación.

Este era el momento más feliz de mi vida, iba a tener a mi sobrina, saque el celular.

-Tío- escuche que dijo con la voz mas tímida del mundo, la vi, tenia un el hermoso mini bikini rosado que le compre, se veía tan apetecible.

-Te ves hermosa Estela.

-Tu crees?

-Claro que si! A ver modélame para tirarte unas fotos- me obedeció poniendo diferentes poses, las mas hermosas, mientras yo con mi celular tomaba millones de fotos.

Después de la sesión fotográfica, le dije que esperara un rato, me dirigí a la habitación y me cambien de ropa poniéndome un traje de baño pegado que marcaba mi paquete, era un poco incomodo pero quería impresionarla.

Fui a donde ella y se quedo boquiabierta.

-Que sexy te ves tío, déjame tirarte una foto yo.

-Pero con una condición: no la puedes enseñar, yo tampoco enseñare las tuyas, lo prometo.

Lógicamente no lo iba hacer, nos tiramos varias fotos juntos, para luego dirigirnos a la piscina. Se zambulló de una vez, comencé con el juego, toque sus nalguitas preciosas, pequeñitas, pero con cautelosamente por miedo a su reacción, fue muy normal, ella también jugaba conmigo, me besaba el cuello, poniéndome rápido, excitado. Toque sus senos, tan bellos, se dejo tocar. Así que la beso, le comí el cuello, dejándole varias marcas de chupones, toque su cosita, esa zona se sentía un poco caliente aparte del agua.

-Hazme tuya tío- me lo dijo bajito al oído, estaba sorprendido, la iba a llevar poco a poco a eso, pero no tan rápido. La subí a mí, me amarro con sus piernas a la cintura, y sus bracitos a mi cuello. La lleve a mi habitación mientras la besaba.

La tire a la cama, tire a un lado la parte del bikini que taba su senito derecho, lo chupe, mientras jugaba con la punta de mi lengua y su pezón, se estaba poniendo duro. Ella comenzaba a retorcerse de placer, tiro su mano a su espalda y soltó el top.

Me dejo ver la misma gloria, chupe sus senos con excitación, con furia tratando de no hacerle daño. Le quite las bragas, volví a chupar las tetas, le  di besos pequeños alrededor de esas dos montañas, saque la punta de mi lengua y comencé a saborearla dese sus pechos hasta su ombligo, pare ahí, tenia que revisar la carita de puta que tenia mi sobrina, metí la lengua en el orificio de la mitad de su cuerpo, vi como se moría de placer para que siguiera recorriendo con mi órgano mojado toda su pelvis, abrí sus piernas…el olor que emanaba su sexo era exótico, tan sensual, excitante, tuve que acercarme un poco para aspirar mejor ese placer, vi como su conchita estaba húmeda: ERA HORA DE TRABAJAR.

Bese la parte superior de los muslos, baje a las rodillas echando saliva, para irme a mordisquear la parte inferior de los muslo, ver como ella me rogaba que la comiera, pase la lengua por su rajita, soltó un gemido, introduje la lengua despacio para que sintiera como se metía completa, como hacia paso sus labios vaginales hasta llegar a clítoris, roce su clítoris, gritaba excitada, use mis dedos para separar su pierna y tener la mejor visión, chupe ese botoncito rosadito que tenia, me lo comí, introduje un dedo en su hoyito mientras seguía mordisqueando su flor de placer.

-Tío cómame el culo- aunque no pensaba que la muy puta me lo iba a pedir, se incorporo rápido y se puso a gatas, se apoyó con su pecho y abrió sus nalgas con esas dos hermosas manos. Ese ojete se veía hermoso desde el punto visual en el que estaba: peladito, rosadito, tan hermosamente virgen, mi pene esta a punto de estallar, pase a su asterisco, lo lamí, escupí encima de él, la chupe, mientras que con mis pulgares abría un poco mas ese apretado punto.

-Ay tío, sígame comiendo, ay que puta soy, que delicia, siga no pare.

No iba a parar ella suplicándome que la hiciera mía, ese ano estaba dilatado, metí mi lengua y un dedo en su vagina, en el entra y saca se corrió, tenia grandiosos espasmos. Pero la perrita quería más.

-Te toca tío.

Tomo mi verga entre sus manos, escupiéndola un poco y esparciendo su néctar con los labios. Comenzó a masturbarme para bajar a mis bolas y chuparlas, comérmelas como jamás alguien lo había hecho. Primer ves en mi vida que alguien me come los huevos como ella, al darse cuenta de que mi pene estaba al máximo punto de la erección se la metió a la boca…la succiono, sentía como llegaba la punta de mi pene a la campañilla, a su garganta, que diosa, que venus, mientras mas gemía, mas me la chupaba, con una rapidez, creo que eso aumentaba su ego, su morbo, su libido.

No aguantaba, la acosté en la cama, abrí sus piernas.

-Que no me duela tío, por favor- me dijo con cara de puta, de mamadora. Delicadamente introduje la verga, abriendo paso en ese camino tan estrecho, caliente y húmedo. La metí completa, hasta que pude sentir mis huevos chocando con su vagina, era hora de moverse. Mecí mi cuerpo para que su concha se acoplara a mi, hasta que lo hizo; me moví mas rápido; sus gemidos me volvían loco, a veces se agarraba el pelo, otras las sabanas estrujándolas.

-Tío me corro, me vengo, ay no aguanto más.

Entre su segunda corrida, mi verga tampoco aguanto y vomito toda la leche que tenia acumulada. La había dejado empapada, mi semen salía de su vagina, se escurría por su ano. Ella llevo sus dedos a su vagina, tomo un poco del líquido blanco ligado con su sangre, y se lo llevo a la boca.

-Mmm, usted sabe muy rico.

Descansamos un rato y hablamos un rato. Luego la tome como si fuera una niña de dos años, para meternos en la ducha, me di el privilegio de tocarla otra ves, de sobarla, masajearla, entras mis dedos en su culito y vaina, besarla.

-Saldré yo primero, preparare algo de comer… báñate bien.

-Si tío- se rio

Me cambie y saque el siguiente regalo, lo puse en la cama; volví al baño.

-Estela te deje algo en la cama, póntelo cuando salgas.

Fui a la cocina a preparas unas tostadas, juego, galletas, cosas que a ella le gustaban, un rato mas tarde salió ella avergonzada. Traía un vestidito rosa transparente con encaje en los senos y un hilo dental blanco, pura delicia del Play Boy.

-Te ves divina.

-Tu crees? Me da vergüenza.

-Que no te de vergüenza, conmigo no debería darte vergüenza. Estela te gustaría tener una relación a escondidas conmigo, ser mi mujer?

-Si, es lo que mas deseo tío- beso mis labios.

-Aquí no me digas tío, dime Pablo- La alce por la cintura, me envolvió con sus piernas, la subí en la mesa de la cocina para darle de comer.

No se como seguirá esto, solo sé que amo a mi sobrina querida.